Comienza la carrera hacia el "cíborg", tras el éxito de implantes cerebrales.

Ciborgo cyborg, acrónimo de cyber: ‘cibernético’ y organismorganismo’, es decir ‘organismo cibernético’ es una criatura compuesta de elementos orgánicos y dispositivos cibernéticos, con la intención de mejorar las capacidades de la parte orgánica mediante el uso de tecnología. El término fue acuñado en 1960, por Manfred Edward Clynes (1925 - 2020) y Nathan Schellenberg Kline (1916 - 1983) para referirse a un ser humano mejorado que podría sobrevivir en entornos extraterrestres. Llegaron a esa idea después de pensar sobre la necesidad de una relación más íntima entre los humanos y las máquinas en un momento en que empezaba a trazarse la nueva frontera representada por la exploración espacial. De acuerdo con algunas definiciones del término, la conexión física y metafísica de la humanidad con la tecnología ya ha empezado a influir en la evolución futura del ser humano, al empezar a convertirnos en cíborgs. Por ejemplo, una persona a la que se le haya implantado un "marcapasos" podría considerarse un cíborg, puesto que sería incapaz de sobrevivir sin ese componente mecánico. Otras tecnologías médicas, como el "implante coclear", que permite que un sordo oiga a través de un micrófono externo conectado a su nervio auditivo, también hacen que sus usuarios adquieran acceso a un sentido gracias a la tecnología, aproximando su experiencia a la de un cíborg.

El sueño de poder comunicarse directamente con las máquinas mediante el pensamiento parece ahora al alcance de los humanos, aunque llevarlo a la práctica sigue lejos de lo que ha imaginado la ciencia ficción y las promesas de la telepatía.


Fotografía del grabado en cobre de Giovanni da Monte Cremasco, denominado
"Humani Victus Instrumenta: Ars Coquinaria" de 1569, esto es,
"Herramientas para el sustento humano: arte culinario".
A la manera del Giuseppe Arcimboldo (1526 - 1593)
Tomada wikipedia, de WEB Gallery of art.

Varios laboratorios y empresas han demostrado que es posible controlar programas de computadora con el pensamiento gracias a implantes cerebrales. Y viceversa: desde una computadora se puede estimular el cerebro y obtener una respuesta física.

He aquí un relato corto de las hazañas más recientes:
en Lausana, Suiza, en mayo, un holandés parapléjico logró caminar y controlar sus pasos con el pensamiento gracias a electrodos en el cerebro y la médula espinal y tecnologías de inteligencia artificial que permiten "decodificar" intenciones de movimiento en tiempo real.

Por otro lado, se mismo mes, científicos estadunidenses desarrollaron un “decodificador de lenguaje”, que traduce el pensamiento de una persona en escritura, después de entrenar la actividad del cerebro durante largas horas en un aparato de resonancia magnética.

Por ahora, la investigación sobre las "Interfaces Cerebro - Máquina" (ICM) se centra en las personas con parálisis. Y la mayoría de los dispositivos se prueban en un entorno médico, aunque algunos de los instrumentos se usan con más frecuencia que otros en la actualidad.

Relata Michael Platt, profesor de neurociencias en la Universidad de Pensilvania: “Nosotros utilizamos los Utah Array, implantes de la empresa Blackrock, en el laboratorio, funcionan. Conozco personas que los usan para manejar sus sillas de ruedas. Pero, hemos advertido que al cerebro no le gusta que le pongan cosas dentro y, entonces, el sistema inmunológico ataca estos dispositivos (…) y con el tiempo la calidad de la señal disminuye y se pierde información”.

Cuanto más cerca estén las (ICM) de las neuronas, más precisa y rica será la señal, pero su colocación requiere cirugías complicadas, costosas y engorrosas y es menos probable que duren a largo plazo.


Implantes cerebrales (ICM), ilustración tomada de la página de El País.

La empresa emergente stadunidense "Synchron" ha apostado por "unn stent", que es un dispositivo de ocho milímetros de diámetro, insertado en el cerebro a través de la vena yugular, según un procedimiento quirúrgico que se ha vuelto común para las operaciones de corazón y que no requieren abrir el cráneo. El objetivo es detectar actividad neuronal. Está conectado a una pequeña caja, que hace las veces de receptor y transmisor, ubicada debajo de la piel, a la altura del pecho.

Notaestent o stent, llamado también "wallstent" en inglés, es una malla extensible que se utiliza para abrir arterias, venas y otros conductos de cuerpo que han sido previamente tapadas u obstruidas.​​

Por ahora, una caja más, está pegada a la piel, junto con un pequeño servidor.

La citada compañía emrgente aspira a obtener el acuerdo de las autoridades sanitarias el próximo año para comercializar el producto final, sin cables ni dispositivos externos.

Los ensayos clínicos han sido concluyentes, pero falta, entre otras cosas, establecer un lenguaje universal de comandos informáticos para el pensamiento.

Asimismo, el dispositivo permite al paciente usar servicios de mensajes como la plataforma Whatsapp o navegar en línea sin manos ni voz.


Una prueba del chip en un entorno médico. Fotografía de la Agencia "Afp".

Asegura Rodney Gorham sobre el implante cerebral que ya cambió su propia existencia, en un mensaje que ha escrito en una pantalla seleccionando las letras con los ojos y haciendo clic en las palabras con el pensamiento: “Espero que esto mejore la vida de otras personas”.

Hace unos años, este australiano de 63 años recibió un diagnóstico irremediable: padece la "Enfermedad de Charcot", que es un mal neurodegenerativo que provoca parálisis progresiva de los músculos respiratorios, tronco, brazos y piernas.

Complementa el comentario, su esposa, Carolyn Gorham, porque padece una forma extremadamente rara de la patología, explica: “La enfermedad no lo matará de forma directa. Así que puede vivir otros veinte años. Su cerebro funciona bien, pero ni siquiera puede rascarse la nariz”.

Gracias al aparato llamado "stentrode", Rodney Gorham, espera por mucho tiempo seguir consultando Internet, viendo videos, enviando mensajes e incluso utilizando videojuegos.

Sin esta tecnología de punta, la vida de este ex vendedor aficionado a los coches deportivos y los viajes “sería un infierno en la tierra. Pura y simple tortura”, resumió su mujer.


Thomas Oxley, director ejecutivo y fundador de "Synchron", sostiene el ‘stentrode’, dispositivo que se inserta en el cerebro. Fotografía de la agencia Afp.

Destacó Tom Oxley, cofundador de "Synchron": “Estamos en un punto de inflexión para las (ICM). Ha habido demostraciones increíbles de lo que es posible, y ahora el objetivo es hacer que el proceso sea reproducible, simple y accesible para un gran número de personas”.

En el año 2021, esta compañía obtuvo la autorización de la oficina de "Administración Federal de Alimentos y Medicamentos" (FDA) perteneciente a los Estados Unidos, para realizar ensayos clínicos.

Fue entonces que una docena de pacientes con la "Enfermedad de Charcot" recibieron un "stentrode", sostuvo David Putrino, del "Hospital Monte Sinaí de Nueva York": “El objetivo era verificar la señal de la actividad cerebral y que no hubiera efectos adversos, incluso después de un año. Y podemos decir que fue "Misión Cumplida”, si bien, para los pacientes,  “teclear” un mensaje sigue siendo lento y trabajoso, el hecho de recuperar cierta autonomía no tiene precio”.

Con el apoyo particular de los magnates tecnológicos Jeff Bezos (Amazon) y Bill Gates (Microsoft), "Synchron" recibió setenta y cinco millones de dólares en febrero pasado.

Más conocida gracias a Elon Musk, (Tesla), la firma "Neuralink"  de la que es su cofundador, quiere hacer que los pacientes paralíticos vuelvan a caminar, devolver la vista a los ciegos e incluso curar enfermedades siquiátricas, como la depresión.

Y, también, potencialmente planteó vender su implante a aquellos que simplemente sueñan con ser cíborgs. Afirma que aumentar de esa manera las capacidades del cerebro permitirá que la humanidad no se vea abrumada por la "Inteligencia Artificial" (IA), “una amenaza existencial”. Además, abrió el debate sobre la posibilidad de guardar sus recuerdos en línea y cargarlos en otro cuerpo o en un robot.

El jefe de Tesla y la "red social X" (antes Twitter) tampoco excluye la “telepatía consensuada entre humanos, para comunicar sus verdaderos pensamientos” en estado bruto, sin pasar por las palabras.

En mayo, la empresa emergente californiana recibió luz verde de la (FDA) para probar sus implantes cerebrales en humanos. Y acaba de recaudar 280 millones de dólares en inversiones.

Su implante, del tamaño de una moneda, se coloca en el cerebro mediante una cirugía realizada por un robot. Se probó en monos, que aprendieron a jugar al videojuego "Pong" sin controlador de palanca ni teclado. Solamente con su pensamiento.

Una experiencia similar a muchas otras, como una que se llevó a cabo en el año 1969, cuando el investigador, el doctor Eberhard Erich Fetz, (nacido el cinco de febrero de 1940), quién enseñó a un simio a mover una aguja sobre un mostrador con la mente a través de una (ICM).


Dibujo sobre el experimento realizado por el doctor Eberhard Erich Fetz, que había conseguido conectar una única neurona del cerebro de un mono a una rueda giratoria que el mono podía ver. Él descubrió que el mono aprendió a hacer que la neurona se disparase más rápido para mover la rueda y conseguir una recompensa en forma de pienso con sabor a plátano. Aunque Fetz no fuera consciente en aquel momento, había creado la primera interfaz cerebro-máquina.  Tomada de la página de MIT. Tecnology Review.

En detalle, Fetz ha trabajado en "neurociencia experimental", "Interfaces Cerebro-Computadora" y "Redes Neuronales". Su investigación incluye estudios sobre la capacidad de los simios para controlar voluntariamente la actividad de las células y músculos de la corteza motora con biorretroalimentación, los mecanismos neuronales de un "modelo primate de epilepsia focal", la organización funcional de las células premotoras que controlan los músculos del antebrazo y las interacciones sinápticas entre neuronas. Su investigación posterior desarrolló una (ICM) bidireccional autónoma fijada en la cabeza que inducía la plasticidad sináptica.

Probablemente el más famoso proyecto de investigación es el emprendido por el científico, ingeniero y profesor de Cibernética en la Universidad de Reading, el doctor Kevin Warwick (nacido el 9 de febrero de 1954), que dio origen a su apodo "Captain Cyborg", es el conjunto de experimentos conocido como "Proyecto Cyborg", como parte del cual él se ha implantado un"chip" en su brazo, llegando a ser él mismo un «ciborg».

La primera fase de esta investigación, que comenzó el 24 de agosto de1998 incluyó un transmisor "RFID" que fue implantado bajo la piel de Warwick y fue usado como control remoto de puertas, luces, calefactores y otros dispositivos computarizados mediante señales de proximidad. El propósito principal de este experimento era probar los límites de lo que aceptaría el cuerpo y qué tan fácil sería recibir una señal significativa del chip.

La segunda etapa probó una interfaz neuronal más compleja diseñada y construida especialmente para el experimento por el doctor Mark Gasson y su equipo en la Universidad de Reading. El dispositivo fue implantado el 14 de marzo de 2002 en el sistema nervioso de Warwick. El electrodo de distribución insertado constaba de 100 electrodos, a 25 de los cuales podía accederse en cualquier momento, mientras que el nervio mediano controlaba el paso de las diversas señales. El experimento fue exitoso y la señal producida fue tan detallada, que un brazo robot construido por un colega de Warwick, el Doctor Peter Kyberd, fue capaz de reproducir los movimientos del brazo de Warwick.

Por medio del implante, el sistema nervioso de Warwick fue conectado a internet en la Universidad de Columbia en Nueva York. Desde allí él fue capaz de controlar el brazo robot de la Universidad de Reading y de obtener respuesta de sensores en los dedos. También conectó con éxito los sensores ultrasónicos en una gorra de béisbol y experimentó así una forma de percepción nueva.


Fotografía del matrimonio Warwick, voluntarios en un experimento que busca comunicar sus dos cerebros. Tomada de Atlas Oscura.

Muy publicitada ha sido una extensión del experimento, en la cual un distribuidor fue implantado en la esposa de Warwick con el objetivo de crear alguna forma de "telepatía" o de "empatíausando el Internet para comunicar las señales desde lejos. Fue también un éxito y por primera vez se produjo una comunicación puramente electrónica entre el sistema nervioso de dos seres humanos. Finalmente, el efecto del implante sobre las funciones de la mano de Warwick fue medido usando el "Procedimiento de Evaluación de la Mano" (SHAP) de la Universidad de Southampton. Se teme que la interconexión directa de los implantes con el sistema nervioso pueda causar algún daño pero en el experimento no se encontró ningún cambio mensurable.

Es esta una área en que los resultados positivos, generaran una muy floreciente industria se intuye que las ganancias económicas serán abundantes, por ello se observa el interés de los capitales en invertir en ella. Se emplearan a muchos investigadores  y científicos lo que abrirá diversos frentes de investigación. El futuro es muy promisorio, aunque vale la pena recordar que la "Cyborg Foundation", es una realidad constituyéndose como la primera organización internacional del mundo dedicada exclusivamente a ayudar a los humanos a convertirse en cíborgs, fue creada en el año 2010 como respuesta a la multitud de cartas y correos electrónicos recibidos de personas interesadas en convertirse en cíborg.


Los ciborgs, Monn Ribas y  Neil Harbisson, cofundadores de "Cyborg Fundation".
Tomada de wikipedia, trabajo de Dan Wilton

Los fundadores son: el cíborg Neil Harbisson (nacido el 27 de julio de 1984), que es la primera persona reconocida como cíborg por un gobierno y la primera persona con una antena implantada en la cabeza que según ha declarado, le permite ver y percibir colores invisibles como infrarrojos y ultravioletas así como recibir imágenes, videos, música o llamadas telefónicas directamente a su cabeza desde aparatos externos como móviles o satélites; y  Moon Ribas (nacida el 24 de mayo de 1985),  que es una artista vanguardista y activista ciborg, conocida por desarrollar e implantarse sensores sísmicos en los pies que le permiten percibir todos los terremotos del mundo a tiempo real mediante vibraciones.


Comentarios