Descubren que un ancestro ubicado en el territorio del actual Perú, es el animal más pesado de la historia.


La ballena azul (Balaenoptera musculus), también conocida como "rorcual azul", es una especie de "cetáceo misticeto" de la familia Balaenopteridae, esto es, "ballenas aladas". Se reconoce que su tamaño medio ronda entre los 24 y los 27 metros de longitud, pesando alrededor de entre cien y ciento veinte toneladas, aunque se han documentado ejemplares de más de treinta metros de longitud y ciento setenta toneladas de peso, lo que les otorga el titulo del animal más grande en el mundo actualmente, y también, en lo que se tiene registrado en la historia de nuestro planeta.

Existen al menos tres subespecies distintas: la "músculus", que mora en el norte de los Atlántico y Pacífico; la "intermedia", que vive en el Océano Antártico; y la "brevicauda" o "ballena azul pigmea", que se encuentra en el sur del Océano Pacífico y el Índico. Actualmente persisten dudas sobre la validez de una cuarta subespecie, la "ïndica", que también se encuentra en el Océano Índico. Estas "ballenas barbadas" se alimentan principalmente de pequeños crustáceos  "Euphausiacea", conocidos genéricamente como "kril", voz derivada del noruego y que significa "pez pequeño".



Trabajos de excavación en Ica, Perú; en el desierto fueron hallados fósiles de vértebras del ‘Perecetus colossus’, especie que pudo ser la más pesada que ha existido en la historia de la Tierra.
Fotografía Agencia Afp.

Según un estudio publicado en la "Revista Nature", este miércoles primero de agosto, un ancestro de la ballena azul que vivió hace casi cuarenta millones de años del cual se encontraron restos fósiles en Perú, podría ser el animal más pesado que jamás haya existido. Y revelaron que se trata de una nueva especie de "basilosaurido", una familia ya extinta de cetáceos.

El mastodonte marino, identificado como "Perusetus colossus", esto es, la "ballena colosal de Perú", tras su identificación en 2010, se estima pesaba en promedio 180 toneladas. 

Ese peso sería insuficiente para destronar al mayor ejemplar de "ballena azul" que ostenta el récord Guiness de masa entre las especies, con 190 toneladas, superior incluso al de las especies de dinosaurios gigantes extinguidos hace millones de años, con antelación a la existencia de estos gigantescos mamíferos.

Los científicos son prudentes sobre sus conclusiones, pero, las inferencias realizadas a partir de las osamentas del "Perucetus colossus", llevaron a los investigadores a inferir, que este primitivo cetáceo, podría variar en su peso, en un amplio rango de las ochenta y cinco hasta las trescientos cuarenta toneladas.

Ha declarado el paleontólogo del Museo Nacional de Historia Natural de Stuttgart en Alemania, Eli Amson, que es coautor del estudio: "No hay ninguna razón para pensar que el ejemplar descubierto en Perú fuera el más pesado de su especie. Hay muchas posibilidades de que algunos ejemplares hayan roto el récord que actualmente pertenece a la "ballena azul", lo que es seguro es que estamos en el mismo rango".


Imagen artística de la gigantesca criatura que muestra una cabeza "ridículamente pequeña" del "Perucetus colosos". El primer fósil de Perucetus colossus fue descubierto en 2010 en un desierto de la costa sur de Perú por el paleontólogo Mario Urbina. Pero "parecía más una roca que un fósil", según Eli Amson.
Fotografía de la Agencia Afp.

En el lugar se encontraron, dieciocho huesos, trece vértebras gigantescas, una de ellas superó los doscientos  kilogramos, además de cuatro costillas y un hueso de cadera, pese a la antigüedad de las piezas y el hecho de que estaban incompletas, los científicos lograron recopilar una gran cantidad de información sobre la criatura.

El trabajo de recolección y preparación de los huesos tomó años y varias expediciones para que el equipo de científicos peruanos y europeos pudieran confirmar qué es lo que habían encontrado, lo que sucedió hace trece años, Eli Amson fue un miembro del equipo que descubrió los restos y que estaba liderado por Mario Urbina, paleontólogo de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, de hecho fue Giovanii Bianucci, paleontólogo de la Universidad de Pisa en Italia, quién le asignó como "Perusetus colossus". 

Los cetáceos actuales incluyen a delfines, ballenas y marsopas. Sus primeros ancestros eran animales terrestres que parecían pequeños ciervos. Con el paso del tiempo migraron al mar y se cree que los basilosáuridos fueron los primeros en tener un modo de vida totalmente acuático. Para adaptarse a este cambio y poder guardar energía, estos mamíferos marinos comenzaron a engordar, un proceso evolutivo conocido como "el gigantismo".

Este nuevo descubrimiento sugiere que los cetáceos alcanzaron su máximo peso 30 millones de años antes de que lo que se pensaba.

Richard Sabin, curador de mamíferos marinos del Museo de Historia Natural de Londres, está encantado con el nuevo hallazgo y dice: "Nos tomamos el tiempo necesario para digitalizar a Hope, que es un esqueleto de una ballena azul que es nuestra máxima estrella en el museo, ello se realizó para medir no solo el peso de sus huesos sino también su forma, y ahora ​​nuestra ballena se ha convertido en una especie de piedra angular para las personas. No nos obsesionamos con las etiquetas, como '¿cuál fue el espécimen más grande?' - porque sabemos que la ciencia en algún momento siempre traerá nuevos datos". Lo sorprendente del Perucetus es que demostró tener tanta masa hace unos treinta millones de años, y pensábamos que el gigantismo en las ballenas ocurrió hace apenas cuatro y medio millones de años, nos gustaría contar con algún aspecto del mismo para exhibirlo en Londres".


Fotografía que muestra una de las vértebras del "colossus".
Estos fósiles están expuestos en el Museo de Historia Natural de Lima.
Afp.

Los investigadores creen que este animal vivía en aguas poco profundas cerca de la costa, debido al peso extremo de sus huesos. Según los cálculos, solamente un esqueleto completo como el de los restos encontrado en Perú pesaría entre cinco y siete toneladas, dos veces más que el de una ballena azul. Este imponente mamífero necesitaba esta estructura ósea para compensar la enorme cantidad de grasa de su cuerpo y de aire en sus pulmones, que lo habrían hecho flotar.

Declaró el coautor Amson: "Al igual que otros basilosáuridos, el "Perusetus colossus" tenía una cabeza "ridículamente pequeña" con respecto a su cuerpo, aunque no hay restos de huesos para confirmarlo. Se trata del esqueleto más pesado de todos los mamíferos conocidos hasta ahora, y de todos los animales acuáticos".

Resultó evidente que sus huesos eran extremadamente densos, gracias a un proceso conocido como osteosclerosis, en el que se llenan las cavidades internas, también eran enormes y crecían más en sus superficies exteriores, algo conocido en la zoología como paquiostosis.

Según el equipo, las características de la ballena no estaban relacionadas con la enfermedad, sino que eran adaptaciones que le permitían flotar cuando buscaba alimentos en aguas poco profundas. 

Los científicos observaron características óseas similares entre la ballena y los manatíes modernos que también habitan en zonas costeras en ciertas partes del mundo.

Al estudiar el esqueleto de una especie que se extinguió hace mucho tiempo, los científicos utilizan modelos para tratar de reconstruir la forma y la masa del cuerpo del animal. Lo llevan a cabo basándose en lo que saben sobre la biología de otras criaturas actualmente vivas y comparables. Se estima que el "Perucetus colossus" medía unos 17-20 metros de largo, lo cual no es excepcional, pero, sólo su masa ósea pesaba entre 5.3 y 7.6 toneladas, lo que si es excepcional, pues al agregar los órganos, músculos y grasa, ratifican su estimación y ubican  que pesaba entre 85 y 320 toneladas.

Las ballenas azules más grandes, registradas durante la era de la explotación comercial, pesaban alrededor de esa estimación, lo que lleva a pensar que el punto medio era cercano a las 180 toneladas. 

Sin embargo, Amson agrega: "Nos gusta decir que el Perucetus está en el mismo campo de juego que la ballena azul. Pero no hay razón para pensar que este espécimen era particularmente grande o pequeño; probablemente era solo parte de la población general. Por lo tanto, vale la pena tener en cuenta que cuando usamos la estimación mediana, ya está en rangos muy superiores de lo que las ballenas azules pueden medir".


Imagen comparativa entre tres especies: ballena azul, delfín de Héctor y humano. 
lustración tomada de wikipedia, trabajo propio de T. Bjornstad.

Frecuentemente, el equipo utiliza en sus investigaciones a modo de comparación un esqueleto de una ballena azul que se encuentra colgado en el techo del salón principal del Museo de Historia Natural de Londres desde el año 2017, fue nombrado como "Hope", el esqueleto de este animal ocupa un lugar de honor en la institución desde que se colgó. Pero antes de ser instalado allí, el esqueleto fue escaneado y descrito con gran detalle y ahora representa un importante recurso de datos para científicos de todo el mundo.

En vida, la masa esquelética del "Perucetus colossus" habría sido dos o tres veces mayor que la de Hope, a pesar de que el mamífero de Londres era cinco metros más largo.

Afirmó la doctora Rebecca Bennion del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales en Bruselas: "Cada vértebra pesa más de cien kilogramos, lo cual es completamente alucinante. Se necesitaron varios hombres para mover los huesos al centro del piso del museo para que yo pudiera escanearlos en "3D", y cuando el equipo intentó perforar la primera vértebra para calcular su densidad ósea, el hueso era tan denso que el taladro se rompió".

El doctor Felix Marx, experto en mamíferos marinos del museo neozelandés "Te Papa Tongarewa", quién no participó en el estudio, comentó: "El "Perucetus colossus" es muy diferente de todo lo que habíamos encontrado hasta ahora".

Efectivamente, los expertos coinciden en que este animal, que habitó los mares de hace cuarenta millones de años, es muy distinto a lo encontrado con anterioridad y les llevará a modificar algunas conclusiones anteriores que se derrumban ante la evidencia de la prueba física que representa esta osamenta parcial.

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