Historias de las arañas, los arácnidos nos deparan sorpresas, pues hoy se descubren ejemplares con características únicas.

Los arácnidos "Arachnida", de la palabra griega: αράχνη, es decir, "aráchne", esto es, "araña"; y otra palabra griega: ιδες es decir, "ides", esto es, "perteneciente a un grupo"; son una clase de artrópodos quelicerados, de la que han sido descritas más de 102 mil especies, convirtiéndose en el segundo grupo más numeroso del reino animal, después de los insectos y duplica el número de las especies de vertebrados. Incluye formas tan conocidas como: las arañas, las garrapatas y otros ácaros, o los escorpiones. Los actuales se clasifican en once órdenes, de los que los más nutridos en especies son las arañas, los ácaros y las llamadas "arañas patonas" (opiliones). Existen además grupos que sólo se conocen como fósiles.


Ilustración de seis especies de arácnidos: Tarántula, escorpión, garrapata, ácaro, segador y  araña camello. Tomada de Wikipedia: Arachnid Collage.jpg - Archivo:Brachypelma smithi 2009.G09jpg; Archivo:Scorpion Phothograph By Shantanu Kuveskar. jpg; Archivo:Ixodus ricinus 5x.jpg; Archivo:Rust mite, Acerca anthocoptes.jpg; Archivo:Opiliones harvestman.jpg y Archivo:Gluvia1. jpg. Dominio público.

Los "Trigonotárbidos", extintos; contiene no solo los arácnidos más antiguos, desde el "Silúrico Superior" que inició hace 444 millones de años y terminó hace 419 millones de años, sino los artrópodos terrestres de mayor antigüedad

Carecen de antenas, suelen tener uno o más pares de ojos simples, en lugar de grandes ojos compuestos como los insectos. En algunos casos esos ojos son muy eficaces para su tamaño.

Se convirtieron en animales muy exitosos, perdurables y muy especiados, debido a sus características físicas, sus cuerpos poseen dos regiones  más o menos diferenciadas, el "prosoma", o "cefalótorax", y el "opistosoma", o "abdomen". Los apéndices se insertan en el prosoma y son un par de"quelíceros", ubicados junto a la boca, un par de "pedipalpos", a veces muy desarrollados y cuatro pares de patas.


Imagen que ilustra los tres tipos de quelíceros: A: en navaja; B: en tijera; C: triarticulados en pinza. Tomada de wikipedia, Xavier Vázquez, trabajo propio.

Los "quelíceroscomúnmente llamados "mandíbulas", son las  "piezas bucales" de los "quelicerados", pueden tener forma de colmillos articulados o de pinzas. Algunos, como los que se encuentran en casi todas las arañas, son huecos y contienen, o en su defecto, están conectados a glándulas venenosas, que constituyen armas de defensa o instrumentos para depredar. Otro uso, lo presenta la "araña americana de tela de vivero" (Pisaurina mira), que los utiliza para arrebatar la presa una vez que está a su alcance, facilitando el comportamiento de "depredador de emboscada sentado y esperando". Tanto los "pseudoescorpiones" como los "opiliones" han desarrollado estructuras en sus "quelíceros" que se utilizan para el aseo, cono son: papilas en los pseudoescorpiones, y dientes quelíceros en los opiliones.

Su Sistema Nervioso está sumamente concentrado, pues se ha producido la fusión de numerosos ganglios nerviosos, formando una gran masa que se conoce como cerebro. Con este nombre se designa una masa ganglionar anterior, situada sobre el esófago y dividida en dos sectores. El sector anterior está en conexión con los centros y nervios ópticos; el posterior inerva los "quelíceros". En algunas especies los ganglios abdominales han emigrado hacia delante y a veces resulta un solo ganglio situado en el "cefalótorax". En otras especies subsisten los ganglios abdominales. Por eso puede decirse que forman una especie de collar o anillo alrededor del esófago.


Fotografia de la "araña americana de tela de vivero" (Pisaurina mira). Tomada de la página Natura Lista México.
Todos los "araneidos" (Araneidae), que son una "familia" de arañas araneomorfas compuesta por casi tres mil cien especies divididas en 169 géneros, tienen la capacidad de producir seda, si bien solo algunas especies tejen "telarañas". La seda es una "escleroproteína líquida" que se solidifica con contacto con el aire. Las telas pueden ser lisas, en embudo o en red. La seda también la utilizan las arañas para otros muchos fines: confección de capullos para alojar huevos, construcción de redes que lanzan para capturar presas, para transportar el esperma, para englobar las cutículas de las mudas, para tapizar el interior de las galerías que construyen, para construir trampas de caza, para dejarse llevar por el viento, etc.

Siete nuevas especies de arañas de tela en embudo han sido descubiertas.

Siete especies de "arañas de tela en embudo" o "atrácidas" (familia Agelenidae, género Tegenaria) desconocidas hasta ahora para la ciencia fueron descubiertas en cuevas de Israel.



Una de las nuevas especies; cinco tenían los ojos reducidos y las otras dos eran completamente ciegas. Foto tomada de Molecular Phylogenetics and Evolution.

El estudio, que ya fue publicado en la revista "Molecular Phylogenetics and Evolution", tiene amplias implicaciones científicas para descifrar la evolución de la especiación en las cuevas y los procesos históricos, geográficos y climáticos que tuvieron lugar en el actual territorio de Israel, informó la Universidad Hebrea de Jerusalén, cuyos científicos participaron en el hallazgo.

Las condiciones únicas de los hábitats cavernícolas, así como el aislamiento de otros, conducen a un proceso de evolución convergente, en el que se observa el desarrollo de adaptaciones excepcionales a la vida en la oscuridad, como la ceguera, la pérdida de pigmentos y el agrandamiento de los órganos sensoriales.

Fue Shlomi Aharon, estudiante de doctorado que lideró el trabajo explicó en un comunicado: “En muchos casos, estas adaptaciones conducen a la creación de nuevas especies, cuya distribución se limita geográficamente a zonas con condiciones ecológicas únicas, como una sola cueva o un sistema de cavernas conectadas. Tratamos de entender las relaciones evolutivas entre las arañas de tela en embudo, con ojos normales que están a la entrada de las cuevas de Israel, y las que se hallan en las profundidades de éstas y carecen de pigmentación, tienen los ojos reducidos e incluso son completamente ciegas.”

Tras recoger las arañas a mano, el equipo de investigadores realizó exámenes microscópicos, registró la morfología y extrajo el "Ácido Desoxirribonucleico" (ADN) de cada una para compararlo con secuencias de especies conocidas del mismo género que existen en la base de datos de secuencias genéticas de "National Institutes of Health" (NIH), "GenBank", que es una colección de disponibilidad pública de secuencias de (ADN). Se realiza una puesta al día cada dos meses.

Por su parte, Efrat Gavish-Regev, integrante del equipo señaló: “Entre las arañas que encontramos, cinco eran exclusivas de diferentes cuevas, y las otras dos especies se hallaron en varias cavernas de Galilea y en algunas situadas en el campo cárstico de Ofra, que ahora está amenazado debido a planes de construcción. Uno de los hallazgos muestra que las nuevas especies están evolutivamente más próximas a las de cuevas de zonas mediterráneas del sur de Europa que a las que viven muy cerca de ellas en las entradas de las grutas de Israel.”

Cinco de las nuevas especies descritas tenían los ojos reducidos, mientras las otras dos eran completamente ciegas. Los investigadores sugieren que desarrollaron adaptaciones a la vida en hábitats subterráneos y se especiaron en cuevas, después o de forma simultánea a la extinción de las antecesoras.

También en el continente americano hay avances, así fue que hallan en Chiapas una especie de araña que data de 23 millones de años.


Fotografía de "Thymoites carboti", una araña que vivió hace 23 millones de años. Tomada del  diario La Jornada.

Informaron fuentes oficiales del Museo de Paleontología "Eliseo Palacios Aguilera”, perteneciente al Instituto de Historia Natural y Ecología de Chiapas (IHNE): "El biólogo e investigador independiente, Miguel Ángel García Villafuerte, encontró una araña de la especie "Thymoites carboti", que data de 23 millones de años de antigüedad, incrustada en una pieza de ámbar, el hallazgo del insecto que mide tres milímetros, que todavía no está en exhibición, lo realizó el investigador en una mina de ámbar ubicada en el municipio de Simojovel, en el norte de la entidad".

Señalaron que esta nueva especie, pertenece a la familia de los terídidos o teridíidos "Theridiidae" que se trata de un grupo de amplia distribución mundial. Son "arañas araneomorfas" con más de dos mil doscientas especies, clasificadas en ochenta y siete géneros, distribuidos en todo el mundo, estos arácnidos tienen la característica de ser  enteleginos, esto es, que poseen una placa genital en las hembras, acribelados, que significa que usan hilo pegajoso para capturar en vez de una malla, que realizan diseños geométricos en espacios tangentes y tienen un peine de dientes aserrados (saetas) en los tarsos de la cuarta pata. Por cierto, a esta familia pertenece el género "Latrodectus", al que pertenece, la muy conocida  "viuda negra", como por ejemplo, la "viuda negra norteamericana occidental" (Latrodectus hesperus).

Manifestaron que el descubrimiento documenta "el primer y más antiguo representante del género Thymoites a nivel mundial", y "el primer registro fósil del género para Chiapas".

Las fuentes expresaron que en Chiapas existen once especies del género "Thymoites", por lo el registro fósil en ámbar de este género, plantea la hipótesis de que el género se estableció en el sur de México desde hace veintitres millones de años.

Comentaron que el registro de arañas fósiles en el ámbar de Chiapas es escaso respecto a otros yacimientos de esa resina en el mundo.

Desde hace una década investigadores locales iniciaron el estudio formal de las arañas en ámbar de esta región, y como resultado "varias especies nuevas han sido descritas".


Fotografía del insólito ejemplar. Tomada del diario La Jornada.

Afirmaron que las investigaciones contribuyen al estudio y el conocimiento del origen de esas especies que habitaron el territorio chiapaneco, así como en otras partes del país, que se extinguieron debido a "procesos de transformación geológica" y del hábitat.

El propio biólogo García Villafuerte, que posee un Posgrado en Ciencias en Biodiversidad y Conservación de Ecosistemas Tropicales, Instituto de Ciencias Biológicas, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, ha documentado lo siguiente en el Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana / 74 (2) / A040622 / 2022 / 1 / http://dx.doi. org/ 10.18268/ BSGM 2022v74n2a040622: "Nuevos registros de arañas fósiles en ámbar de Chiapas, México: Thymoites carboti; sp. nov. (Araneae, Theridiidae) y Mimetus sp. (Araneae, Mimetidae)": Se agregan dos nuevos registros de arañas fósiles en ámbar del Mioceno temprano (~23 Ma) de Simojovel de Allende, Chi- apas, México: Thymoites carboti sp. nov. (Theridiidae) y Mimetus sp. (Mimetidae). Thymoites carboti sp. nov. se describe con base en dos machos y una hembra. Para la familia Theridiidae este registro rep- resenta el sexto género registrado en el ámbar de Chiapas. Mimetus sp., se describe con base en una hembra. Sin embargo, no se asigna a un nivel más específico, ya que, debido a las fracturas internas en la pieza de ámbar, no se logran observar varios caracteres diagnósticos. Esta es la primera vez que ambos géneros son regis- trados para el ámbar de Chiapas, México. Thymoites carboti sp. nov. documenta el primer y más antiguo representante del género Thymoites a nivel mundial. Consid- erando la información obtenida en esta investigación, el número de arañas fósiles para Chiapas se incrementa en 101 regis- tros, de las cuales se han descrito 24 espe- cies válidas, incluyendo a Thymoites carboti sp. nov. Theridiidae es la segunda familia mejor representada en el ámbar de Chi- apas, México, después de Salticidae.

Sin lugar a dudas un trabajo excepcional, que seguramente será considerado como base de nuevas investigaciones en un terreno prácticamente inexplorado aún.

Arañas marinas (picnogónidos), diminutas son capaces de regenerar cualquier parte de su cuerpo.


Un macho adulto, de la especie Pycnogonum litorale, completamente reconstruido. Fotografía de la Agencia Afp.

Las llamadas "arañas marinas", tienen la capacidad de que pueden regenerar partes del cuerpo después de una amputación, no sólo las extremidades, según un estudio publicado en la revista estadunidense "Proceedings of the National Academy of Sciences" (PNAS).

Suelen llamarse "arañas de mar" por su aspecto que recuerda al de una araña, y también suelen tener ocho patas locomotoras. Aunque estas no son verdaderas arañas, ni siquiera son arácnidos, su clasificación tradicional como "quelícerados" las colocaría más cerca de las verdaderas arañas que de otros conocidos grupos de "artrópodos", como los insectos y los crustáceos. Sin embargo, la evidencia genética sugiere que pueden ser el "grupo hermano" de todos los demás artrópodos vivos. Los fósiles más antiguos conocidos corresponden al "Devónico", aunque dada su posición taxonómica, el grupo debe ser mucho más antiguo. Por ello se clasifica como el miembro más basal del subfilo los "quelicerados", e incluso como parte de la "clase" arácnidos. Otro trabajo (Maxmen & al., 2005) corroboró la primera de esas interpretaciones basándose en el desarrollo embrionario de los centros nerviosos, una fuente muy fiable de información evolutiva. También los trabajos de "filogenia molecular" favorecen esta interpretación. No obstante, las clasificaciones estándar se basan en la segunda de estas interpretaciones, tratándolos como una clase separada dentro del subfilo de los "quelicerados". Tradicionalmente se han clasificado en ocho o nueve familias, con 86 "géneros" y unas un mil especies.  Su desarrollo es normalmente indirecto, es decir, con metamorfosis, por medio de una larva llamada "protoninfa" (protonymphon), de vida libre y dotada de solo tres pares de patas, en algunos casos completan su desarrollo enquistándose en el cuerpo de un coral, y  en otros, los huevos llevan el "vitelo" suficiente para que la larva se desarrolle por completo mientras es portada por su padre. Se conoce que su alimentación se fundamenta en la depredación o como comedores de residuos, para lo cual usan su probóscide para picar a animales, a los que sorben sus jugos, muy al estilo de los arácnidos; se alimentan sobre todo de animales "bentónicos", del fondo marino y sésiles, que están fijos al sustrato, como las anémonas de mar. Se mueven por el fondo lentamente con sus patas, sobreviven en todas las profundidades, con formas "abisales", hasta los seis mil metros de profundidad  y otras que habitan los fondos costeros, incluida la "zona intermareal". 


Declaró el doctor y profesor Gerhard Scholtz, de la Universidad Humboldt en Berlín, que es el autor principal del estudio: “Nadie se esperaba esto, hemos sido los primeros en demostrar que esto es posible, esto puede allanar el camino para futuras investigaciones sobre el tema. Se sabe que muchos tipos de artrópodos, como los ciempiés, las arañas y otros insectos, pueden regenerar extremidades después de una pérdida. Existen los cangrejos, que incluso pueden deshacerse automáticamente de sus extremidades en caso de un ataque, las remplazan por una nueva”.

Lo que los investigadores descubrieron con sus experimentos con las diminutas arañas marinas de ocho patas es que pueden regenerar otras partes del cuerpo además de las extremidades.

Para el estudio, amputaron diferentes extremidades posteriores y cuartos traseros de 23 arañas marinas jóvenes y adultas y observaron los resultados. No vieron regeneración de partes del cuerpo en las arañas marinas adultas, pero algunas de ellas todavía estaban vivas dos años después.

Por otro lado, los especímenes juveniles, experimentaron una regeneración completa o casi completa de las partes del cuerpo que faltaban, incluido el intestino posterior, el ano, la musculatura y partes de los genitales.

A largo plazo, noventa por ciento de las arañas marinas sobrevivió y dieciséis ejemplares juveniles se regeneraron posteriormente al menos una vez. Se observó un nuevo crecimiento de la parte posterior en catorce de las jóvenes, mientras ninguno de los especímenes adultos se regeneró.


Ilustración de la anatomía externa del macho de "Nymphon rubrum" según Sars (1895).
A. Céfalon. B. Tronco. C. Abdomen. 1. Probóscide. 2. Quelíforos. 3. Pedipalpos.
4. Ovígeros. 5. Bolsas de huevos. 6. Patas locomotoras.
Sars, G. O. (1895). L. Fdez (LP), digitalización and coloración.
Una aportación tomada de la institución "Crustáceos de Noruega", con breves descripciones y figuras de todas las especies. Christiania, Copenhague, A. Cammmermeyer.

Las capacidades regenerativas varían en todo el reino animal. Los gusanos, por ejemplo, lo hacen con su cuerpo a partir de unas pocas células. Los vertebrados, entre los que están los humanos, prácticamente no tienen capacidad de regeneración, con algunas excepciones, como los lagartos, a los que les puede volver a crecer la cola.

Según expresó Scholtz: “Pueden hacerse pruebas con gran cantidad de especies diferentes, lo que podría permitir comparaciones entre los mecanismos de regeneración, y en última instancia, quizá los mecanismos que descubramos en los artrópodos nos ayuden en tratamientos médicos tras la pérdida de una extremidad, un dedo, en humanos. Es siempre la esperanza”.

Estos son los descubrimientos sobre las especies que conforman al grupo de seres vivos que los humanos agruparon para su estudio en la "clase" de artrópodos quelicerados, que conviven con nuestra especie desde hace muchos cientos de miles de años, pero que ahora se miran bajo nuevas perspectivas y mejores herramientas teóricas y tecnológicas. 


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