COP27, antecedentes del foro y actividades sucedidas entre el sábado 12 y el miércoles 16 de noviembre.

 La expectativa inicial era: Asalto climático por mar y tierra.

La próxima semana, se escribió con antelación, sesionará la "27.ª Conferencia de las Partes" (COP27) de la Convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre cambio climático en Egipto. Hay muchos temas en juego, debido sobre todo al empeoramiento de la crisis climática por la falta de acción por parte de los grandes contaminadores, tanto industrias como gobiernos, este año ha sido muy ilustrativo de los efectos, convertidos en "olas de calor", inundaciones, incendios, derretimiento de glaciales.


Océanos protegidos, inclusive su flora y su fauna, el el reto. Tomada de Infobae.

Un tema clave será la creación de un mecanismo que sirva de base para nuevos mercados de carbono, actualmente en discusión bajo el artículo 6.4 del Acuerdo de París, es un punto que apenas se consolidó en la conferencia anterior (COP 26 en Glasgow, 2021) y avanza vertiginosamente por las enormes presiones corporativas.

Los grandes contaminadores globales no han actuado para reducir realmente sus emisiones, su estrategia ha sido la de promover conceptos falsos como “cero emisiones netas”, así como crear nuevas fuentes de negocios con la crisis. En ese sentido presionan ahora para que: tierras agrícolas, ecosistemas marinos y riesgosas técnicas de geoingeniería para sacar carbono de la atmósfera sean integradas a los mercados de carbono

Cada uno de estos aspectos tiene consecuencias negativas, pero además es sumamente grave insistir en los mercados de carbono. Con un par décadas de existencia, está demostrado que no han servido para nada en reducir emisiones, lo que ha sucedido en realidad es que han aumentado notablemente, a causa de que los grandes emisores de gases de efecto invernadero, como son: empresas de petróleo, gas, carbón, mineras, agronegocios, etcétera, han continuado sus actividades, aumentando sus emisiones mientras pagaban algo a otros para “compensarlas”, obteniendo créditos de carbono.

Por ejemplo con grandes plantaciones de monocultivos de árboles, que lejos de ser naturales, destruyen la biodiversidad y los bosques y expulsan a comunidades indígenas y campesinas. O pagando una miseria a comunidades forestales y luego revendiendo los créditos obtenidos a precios mucho mayores. Ha sido una gigantesca y lucrativa coartada para seguir emitiendo gases de efecto invernadero. He aquí un ejemplo, aparecido en el diario La Jornada, el  cuatro de septiembre pasado.

El cultivo de la palma de aceite disminuye áreas protegidas en México.


Foto presentada durante el durante el conversatorio Impactos socioambientales del cultivo de palma de aceite, convocado por Conacyt, que fuera transmitido por Facebook

Indicaron expertos en el tema que el cultivo de "palma de aceite" (Elaeis guineensis y Elaeis oleifera), impulsado por la legislación, se ha expandido en los estados de Chiapas, Campeche y Tabasco, ello desarrollado en tierras comunitarias y aún en áreas naturales protegidas, sin que haya dejado mayores beneficios económicos, pero sí, ha ocasionado fragmentación social y ha afectado áreas naturales protegidas.

Durante el "Conversatorio Impactos Socioambientales del Cultivo de Palma de Aceite" convocado por el "Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología" (Conacyt), se mencionó que tan sólo entre los años 2014 y 2019, hubo una expansión constante ya que la superficie pasó de 76 mil a 112 mil hectáreas, lo que ha implicado una pérdida de al menos cinco mil 600 hectáreas de bosques y selvas.

El cultivo de palma de aceite, utilizada como "biodiésel", se impulsó a partir del establecimiento de la Ley de Protección de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos en el año de 2008, ya que entra en ese rubro, y en ese sexenio se estableció la meta de cultivarla en trescientas mil hectáreas. En 2012, explicó Héctor Bernabé Fletes de la Universidad Autónoma de Chiapas se fijó la meta de sembrar cien mil hectáreas en Chiapas; la meta no se cumplió y en 2019 se sembraron cuarenta y cinco mil hectáreas.

Así lo expuso Anne Cristina de la Vega-Leinert de la Universidad alemana de Greifswald: "En el país, Chiapas concentra la mayor parte de las plantaciones, pero, en la ultima década también hubo expansión en Campeche y Tabasco. La palma de aceite es un cultivo polémico, porque ocasiona fuertes tasas de deforestación, contaminación de aire, suelo y agua, alto uso de agroquímicos, y se expande en tierras indígenas. Se siembra en zonas de planicie con altas precipitaciones y compite con otros productos agropecuarios, en México se ha insistido que no causa deforestación se dice que se hace en suelo degradado, pero se encontró que sí se deforesta para la siembra y además reemplaza áreas de acahuales, áreas importantes para corredores ecológicos y son importantes para la biodiversidad, y también se siembra en áreas naturales protegidas como en La Encrucijada, en Chiapas, donde hay unas siete mil 600 hectáreas sembradas y tiende a crecer.


Fotografía de un Palmar de Elaeis. Tomada de CONASI. eu.

A su vez, Carolina Linares Bravo de El Colegio de la Frontera Sur se refirió a : "Ha habido políticas de reconversión a palma de aceite con apoyo técnico, financiero y de insumos en detrimento del fomento y apoyo para la producción de otros cultivos como el maíz. El fruto de la palma se vende generalmente a intermediarios, los recursos se destinan a comprar maíz, leña, alimentos estudios o contratación de jornaleros, el precio del producto varía de la ubicación geográfica y la accesibilidad".

En conclusión, dijo: "Este cultivo ha provocado cambios en las relaciones sociales y económicas locales, debilita los sistemas locales de provisión de alimentos, exacerba la exclusión económica, productiva y política de las mujeres, y no modifica las condiciones de marginación social.

Ahora en la COP27, los grandes contaminadores y especuladores financieros van por mucho más, estaremos presenciando un nuevo asalto a gran escala, ahora sus pretensiones son que se legitime que suelos agrícolas, praderas, pastizales y ecosistemas marinos sean aceptados como sumideros de carbono para generar créditos de carbono, con lo que las empresas puedan lucrar en los mercados especulativos.

La inclusión de tierras agrícolas en mercados de carbono a través de un mecanismo oficial es un sueño de las empresas de agronegocios y los grandes titanes informáticos. Son compañías como: Bayer, Corteva, Syngenta y otras trasnacionales, las que ya promueven programas de carbono conectado a sus plataformas digitales agrícolas. Las empresas digitales serán las que intermedien las formas de medir cambios de carbono en los suelos, algo que está en duda sea realmente posible, pero de todos modos será negocio.

Estos programas de agricultura de carbono van ahora dirigidos a "mercados voluntarios”. Condonar desde las negociaciones climáticas de la (ONU) que los suelos agrícolas y praderas se consideren generadores de créditos de carbono, hará explotar la cacería de negocios al respecto, lo cual va a acarrear la celebración de contratos tramposos, a invadir áreas naturales y a expulsar campesinos e indígenas donde lo logren hacer; las consecuencias serán muy graves, ya que se trata de poner la tierra de la que dependemos para la alimentación como objeto para la especulación financiera.

Nombran también las trasnacionales su aspiración de “avanzar sobre los océanos”, para establecer “mercados de carbono azules”. Por ejemplo, a través de megamonocultivos de algas o de manipular los mares con técnicas de geoingeniería para la absorción de carbono, todas estas propuestas conllevan una potencial disrupción de las cadenas alimenticias marinas, afectación negativa de los ecosistemas, desplazamientos a cultivadores de algas y pescadores artesanales, entre otros impactos.


Fotografia de sumidero de carbono. Tomada de Adenex.

También en el marco de discusión del artículo 6.4 del Acuerdo de París en la COP27, se prevé que las industrias presionen para la aceptación de técnicas de geoingeniería para una “remoción de carbono” de la atmósfera para enterrarlo en tierra u océanos, técnica que nunca ha sido probada realmente. Se trata de técnicas en grandes plantaciones para Bio Energía con Captura y Almacenamiento de Carbono (BECSS), de “captura directa de aire” con grandes ventiladores y solventes químicos tóxicos, de geo ingeniería marina para cambiar la química de los mares y hasta fertilización oceánica, pese a que esta no se permite según lo estipulado en  el "Convenio de Londres sobre vertidos en el mar" emanado de la propia (ONU). La discusión de la geo ingeniería en las negociaciones climáticas ha sido rápida y agresiva, algo que la mayoría de los gobiernos no esperaban.

Se publicó en la última semana de octubre, una guía alertando en que lugares podrán aparecer estas propuestas, durante las negociaciones de la COP27, los autores son el "Grupo ETC", que es una asociación que se dedica a la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos, por ello promueve el desarrollo de tecnologías socialmente responsables que sirvan a los pobres y marginados. E intervienen en cuestiones de gobernancia internacional y monitoreo del poder corporativo, su lema es "Vigilar al poder, monitorear la tecnología, fortalecer la diversidad", y la Fundación Rosa Luxemburgo, que es una asociación alemana perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Otro material útil es el Informe sobre falsas soluciones en la COP27 , aportación de Amigos de la Tierra Internacional, que es la federación ambientalista de base más grande del mundo, con 73 grupos miembro nacionales y millones de miembros individuales y seguidores en todo el planeta.

Silvia Ribeiro quién es Investigadora del "Grupo ETC", pronunció este exhorto: "Urge detener estas nocivas iniciativas que tendrán graves impactos globales en la alimentación, el ambiente y empeorarán el caos climático.

Los antecedentes para la COP27 no son halagüeños: Fracasa la ONU en su intento para proteger la vida en alta mar.

No hay planeta saludable sin un océano saludable”. Nuestro consumo de plástico y las emisiones del dióxido de carbono afectan nuestros mares y la vida que existe en ellos. Las soluciones para restablecer su salud están ahí, y dentro de cien días serán el centro de atención en Lisboa, en la Segunda Conferencia de la ONU sobre los Océanos. Dijo en su oportunidad Peter Thomson, enviado especial de la ONU para los océanos.


Diplomáticos de todo el mundo se reunieron en la sede de la ONU en NY, EU, para intentar alcanzar un tratado de protección de la vida marina en alta mar. Foto Afp

En la búsqueda para alcanzar un acuerdo que lograra un tratado de la Organización de las Naciones Unidas, con objeto de proteger la vida marina en alta mar, luego de que la quinta ronda de conversaciones terminó en un punto muerto, lo que señaló un fracaso para los diplomáticos venidos de todo el mundo con ese objetivo.

Uno de los puntos torales se refiere al reparto de los posibles beneficios derivados de la explotación de los recursos genéticos de alta mar, donde las industrias farmacéuticas, químicas y cosméticas esperan descubrir y patentar moléculas milagrosas. El acuerdo del tratado incluye la consideración de los "Recursos Genéticos Marinos" (MGR) en áreas más allá de jurisdicción nacional, incluida la forma de compartir los beneficios y promover la investigación científica marina mientras se desarrolla la capacidad de los Estados en desarrollo en ciencia y tecnología.

El Pacífico encierra una masa de plástico de mayor tamaño que la superficie de Francia. Los océanos aportan casi la mitad del oxígeno que necesita la humanidad, pero reciben a cambio  ocho millones de toneladas de plástico al año, por no hablar de otros detritus, más la polución generada por el tráfico marítimo.

El cambio climático amenaza con desbordarlos sobre las tierras emergidas: el aumento del nivel del mar lamina el futuro de los países ribereños, sobre todo de aquellos en vías de desarrollo. Pero ninguno de estos argumentos, ni siquiera la suma de todos ellos, han movido a la acción a los participantes en la conferencia de los océanos que este viernes 26 de agosto ha concluido en la sede de la ONU en Nueva York sin acuerdo, tras dos semanas de trabajos. Los intereses de algunos participantes han impedido cerrar el esperado acuerdo de un Tratado Global de los Océanos, para proteger las aguas internacionales, o alta mar, que comprenden casi la mitad del planeta. No obstante, según los participantes en la reunión, en las últimas cuarenta y ocho horas se han dado pasos hacia adelante, en palabras de Rena Lee, presidenta de la conferencia: "Se está más cerca que nunca de la meta”. Lamentablemente no fue así


Fotografía de la vida marina, tema de protección en Nueva York. Tomada de Mongabay Latam.

Con especial protagonismo de la "High Ambition Coalition" (HAC) o en español "Coalición de Alta Ambición", un foro político de alto nivel formado por cincuenta miembros, entre ellos la Unión Europea, la comunidad internacional ha intentado avanzar hacia el “objetivo treinta por treinta″: la protección jurídica del 30% de los océanos para el año 2030.

Sin embargo, fuero los grandes intereses económicos los triunfadores, han torpeado el acuerdo final. Las industrias farmacéuticas y químicas priorizan el descubrimiento y explotación de los recursos genéticos marinos, especies marinas, algunas descubiertas y otras no, que proporcionarán genes patentables en el futuro para nuevos fármacos o cosméticos. Organizaciones no Gubernamentales, como "Greenpeace" denuncian el fracaso de la iniciativa, debida a la codicia de los países de la coalición y de otros como Rusia, Canadá y Estados Unidos.

En una ronda de negociaciones que fueron celebradas en la sede de la ONU, en la ciudad de Nueva York, luego de dos semanas de intensas conversaciones, que los ambientalistas esperaban cerraran la brecha en las medidas internacionales de protección marina, fueron suspendidas a primera hora del sábado 27 de agosto.

El tratado propuesto establecía normas para proteger la biodiversidad en dos tercios de las áreas oceánicas del mundo que están fuera de las jurisdicciones nacionalesLas islas del Pacífico y países del Caribe, en primera línea del cambio climático, empujaban para cerrar el acuerdo, por contra, el norte global, con la autonombrada (HAC), los Estados Unidos, Canadá y Rusia, aliadas, se hizo evidente que el acuerdo iba a posponerse.

Menos del uno por ciento de las zonas de alta mar están protegidas, alertó Maxine Burkett, subsecretaria de estado de Estados Unidos y que participó en las negociaciones: "Hay necesidad de un nuevo tratado, y los focos de protección marina no son suficientes para las especies amenazadas".


Un león marino nada bajo el agua en Los Islotes, La Paz, México. Fotografía de Nur Tucker, tomada de la página de la ONU.

El objetivo global es reservar el treinta por ciento del área oceánica como algún tipo de santuario marino.

La salud de los océanos también es clave para combatir el cambio climático porque más del noventa por ciento del exceso de calor del cambio climático es absorbido por los mares. Las olas de calor marinas son cada vez más largas y frecuentes.

“El océano no puede permitirse más retrasos”, afirmó Burkett a principios de semana, cuando las negociaciones parecían prometedoras.

Advirtió Janine Felson, embajadora de Belice ante las Naciones Unidas: "En el Caribe, nuestros medios de subsistencia dependen directamente de la salud del océano”.

Las conversaciones se centraron en cómo compartir los beneficios de la vida marina, en establecer zonas protegidas, prevenir los daños causados por la actividad humana en alta mar y ayudar a los países pobres a obtener conocimientos y medios para la exploración oceánica.

Los activistas se mostraron decepcionados ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo, pero apuntaron que el diálogo generó algunos avances.

Laura Meller, que dirige la campaña de protección de los océanos de Greenpeace, fustigó a los países ricos como Estados Unidos por su lentitud para comprometerse, y agregó: “Rusia ha sido también un obstáculo clave en las negociaciones, negándose a participar en el propio proceso del tratado o intentando llegar a un compromiso con la Unión Europea y muchos otros estados en una amplia gama de cuestiones”.

Las conversaciones se reanudarán en 2023, a menos que se convoque una sesión especial de emergencia antes de que termine 2022.

La subsecretaria de estado de Estados Unidos para "Los Océanos y Asuntos Ambientales y Científicos Internacionales", Mónica Medina, expresó su decepción y declaró: "Confió en que el trabajo que se ha hecho hasta ahora siga adelante. No podemos dejar que las mareas y las corrientes nos hagan retroceder. Debemos seguir adelante, Washington sigue comprometido con el objetivo de proteger al menos el 30% de los océanos del mundo para 2030”.


El archipiélago de baja altitud, Tuvalu, en el Océano Pacífico, reclama tierras al mismo tiempo que lucha contra los efectos del cambio climático. Fotografía de PNUD Tuvalu, tomada de la página de la ONU.

Para la Organización (ONU) existía un objetivo para el año 2020, que era el de lograr que el 10% del océano quedara cubierto en Áreas Marinas Protegidas, lo perverso es que en este año 2022, solo hemos alcanzado el ocho por ciento. Este déficit nos muestra que debemos trabajar mucho más en este campo, porque tales áreas son una parte esencial para proteger la salud del océano.

Para la Conferencia de Biodiversidad de la ONU en Kunming, China, de este año hay una propuesta, apoyada por ochenta y cuatro países, para el denominado objetivo “30-30”. Es decir que el treinta por ciento del planeta esté protegido para el año 2030, que por supuesto incluye partes del océano. Eso es mucho más ambicioso que lo que tenemos actualmente en nuestra meta para el "Objetivo 14".

Hay que considerar lo realmente obtenido en la Conferencia Climática de la ONU (COP26),  y precisar con claridad los objetivos fundamentales para la próxima conferencia (COP27), que se lleva a cabo en Sharm el-Sheikh.


Mapa que muestra los países insulares del planeta. Tomada de Wikipedia.

Entendemos que no se trata solo de los pequeños Estados insulares en vías de desarrollo, sino también de las personas que viven en los deltas de los ríos; piense en Bangladesh o el Mekong. Pero también de las personas que viven en ciudades construidas sobre cimientos aluviales bajos. La estabilidad no pinta bien para ellos, si la temperatura en el mundo aumenta dos o tres grados más, que es hacia donde nos dirigimos actualmente.

Es por eso por lo que encontrarán que los pequeños Estados Insulares en vías desarrollo, Tuvalu y Fiyi entre ellos, están al frente de la batalla para transformar nuestros patrones de consumo y producción para que este mundo no se vuelva más cálido. “1,5 grados centígrados para seguir con vida”, como dice el dicho. Esa sigue siendo nuestra ambición, que está disminuyendo cada día, pero seguimos pidiendo que se mantenga.

Es una cuestión de supervivencia, no solo para nuestros nietos, sino también para nuestras culturas, que han existido durante miles de años en esos lugares.

De poco han valido las advertencias del secretario general de la ONU, António Guterres, quién hace apenas dos meses, en Lisboa, cuando los representantes de 142 naciones participaron en a "Conferencia sobre los Océanos" de la ONU, organizada por Portugal y Kenia.

En esa ocasión Guterres alertó entonces de que el “egoísmo” de algunos países estaba obstaculizando el progreso en las conversaciones, que se desarrollan, primero informalmente y luego a través de cauces institucionales, desde hace una quincena de años. “Protegiendo los océanos, estamos luchando contra el cambio climático. Lamentablemente, estamos ante una emergencia de los océanos. Hay que cambiar la marea”, dijo, apremiando a la comunidad internacional.

A diferencia de la cita de Lisboa, sin carácter ejecutivo, de la reunión de Nueva York sí se esperaban medidas concretas.

La (HAC) debería modificar su nombre por "Coalición de Alta Ambición Monetaria". Se han obsesionado con hipotéticas ganancias económicas futuras, socavando todos los demás avances logrados en estas conversaciones.

Tuvalu ocurre al metaverso ante la amenaza de la subida del océano.


Un bailarín de Tuvalu luego de su actuación en la apertura de un panel sobre seguridad climática en el Pacífico, en el Pabellón Moana Blue Pacific de la Cumbre Climática COP27 de la ONU en Sharm el-Sheikh, Egipto, el martes. 15 de noviembre de 2022. Foto Ap

Los representantes de Tuvalu dijeron el martes 16, que se planea construir una versión digital de sí mismo, replicando islas y lugares emblemáticos y preservando su historia y cultura, ya que el aumento del nivel del mar amenaza con sumergir la pequeña nación insular del Pacífico.

El ministro de Relaciones Exteriores de Tuvalu, Simon Kofe, dijo en la cumbre del clima COP27 que es hora de buscar soluciones alternativas para la supervivencia de su país y que esto incluye que Tuvalu se convierta en la primera nación digitalizada en el "metaverso", un reino en línea que utilizará la realidad aumentada y virtual (RV) para ayudar a los usuarios a interactuar, esto es, una realidad digital a la que accedemos a través de dispositivos especiales como gafas de realidad virtual o aumentada a través de las cuales podremos interactuar con otros usuarios.

Kofe acaparó la atención mundial en la COP26 del año pasado cuando se dirigió a la conferencia metido hasta las rodillas en el mar para ilustrar cómo Tuvalu está en primera línea del cambio climático y expresó: "La nación Tuvalu tuvo que actuar porque los países de todo el mundo no están haciendo lo suficiente para prevenir el cambio climático. Nuestra tierra, nuestro océano y nuestra cultura son los bienes más preciados de nuestro pueblo y para mantenerlos a salvo, pase lo que pase en el mundo físico, los trasladaremos a la nube", lo anterior mediante un video en el que se le veía de pie sobre una réplica digital de un islote amenazado por la subida del nivel del mar.

Tuvalu será el primer país en replicarse en el metaverso, después de que Seúl y la nación insular de Barbados dijeron el año pasado que entrarían en el metaverso para prestar servicios administrativos y consulares, respectivamente.

Declaró Kofe a la agencia Reuters antes del anuncio: "La idea es seguir funcionando como estado y además, preservar nuestra cultura, nuestros conocimientos y nuestra historia en un espacio digital".

Tuvalu, está compuesto por un grupo de nueve islas y doce mil habitantes en el medio del Océano Pacífico, a medio camino entre Australia y Hawái, es desde hace tiempo una causa célebre por los riesgos del cambio climático y la subida del nivel del mar. Hasta el cuarenta por ciento de la capital está bajo el agua en marea alta, y se prevé que todo el país esté sumergido a finales de siglo.

Para las pequeñas islas en la COP27, irse sin nada no es una opción.


Protesta para exigir el pago por pérdidas y daños en la Cumbre Climática COP27 de la ONU, el miércoles 16 de noviembre de 2022, en Sharm el-Sheikh, Egipto. Fotografía Ap.

Los Estados Insulares amenazados por el calentamiento del planeta ya han renunciado "a mucho" y no se irán de la COP27 sin un fondo para paliar las pérdidas y daños sufridos, insistió el miércoles su negociador en entrevista con la Agencia Francesa de Prensa (Afp).

En su intervención Conrod Hunte, negociador principal de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), comentó: "Hemos renunciado a mucho (…) Así que esperamos que [los países desarrollados] sean capaces de tener en cuenta algunas de nuestras prioridades. Y nuestras prioridades no han cambiado desde el primer día. Es importante establecer ese fondo en esta COP para no perder el impulso y es por ello que necesitamos un espacio para poder discutir cara a cara, entre partes".

Este grupo negociador en la conferencia del clima, pequeño pero muy presente, forma parte de la mayor alianza de países en vías desarrollo, el denominado "G77", que actualmente agrupa a 134 países, que junto a China lucha por ese sueño.


     Países fundadores del G-77.     Los demás países miembros.     Antiguos miembros del grupo.

Mapa que muestra los países integrados en el denominado "G77", fundado en el año de 1964. Tomada de Wikipedia, domino público.

Aseguró Hunte: "Estados Unidos y la Unión Europea se muestran reticentes a la creación de un nuevo mecanismo dentro de la (ONU), y consideran que la actual arquitectura financiera ya permite ayudar a los países más necesitados. Irse de aquí sin nada no es una opción, de la COP27 tiene que salir como mínimo un acuerdo para que trabajemos en pos de un fondo, reclamó y contamos con China, que  apoya plenamente la creación del fondo. Estoy seguro de que China y otros países en vías desarrollo, si se presenta la posibilidad, contribuirán al fondo, aunque eso no debe ser visto como una demanda de nuestra parte. La (AOSIS) no le va a solicitar una contribución".

El principal emisor de gases de efecto invernadero en el mundo, es China, y se presenta en las negociaciones del clima como un país en vías de desarrollo, y acotó: "Al punto al que hemos llegado, no creo que nos vayamos a contentar solamente con lo quieran darnos".

Las discusiones, en forma casi segura, podrán prolongarse hasta el año 2024, de acuerdo al calendario que fue pactado en la COP del año pasado, en COP26 realizada en Glasgow.

El tiempo terminó la COP27 se terminal oficialmente este viernes 18, y las discusiones sobre ese fondo han sido intensas, de principio a fin.

Y a su llegada, Lula declaró contundentemente en la COP27: No hay seguridad climática “sin una Amazonía protegida”.


El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó desde la COP27 de Egipto que no puede haber "seguridad climática en el mundo sin una Amazonía protegida", el 16 de noviembre de 2022. Foto Ap.

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles 16 de noviembre, desde la COP27 que no puede haber "seguridad climática en el mundo sin una Amazonía protegida".

Tras el fuerte avance de la deforestación bajo el mandato de Jair Bolsonaro, el dirigente prometió en la cumbre anual del clima de la (ONU) que: "el combate contra el cambio climático tendrá el más alto perfil en la estructura, de su próximo gobierno, a partir de su toma de posesión el 1 de enero", dando con ello un giro de ciento ochenta grados a la política impulsada por su antecesor.

Lula afirmó que su "primera iniciativa" será convocar a los países de la cuenca amazónica para que "puedan por primera vez hablar de forma soberana de la promoción del desarrollo integral de la región, con inclusión social y mucha responsabilidad climática".

Esta convocatoria es similar a la que desearía organizar a inicios de año el presidente colombiano Gustavo Petro, quien hace una semana anunció, junto a su homólogo venezolano Nicolás Maduro, una Gran Iniciativa Regional para Proteger la Amazonía.

La segunda iniciativa de su equipo, prosiguió Lula, será proponer la celebración de la COP30 para el año 2025 en una ciudad de la Amazonía brasileña, tal como anunció por la mañana en un primer acto público en Egipto.

El dirigente enfatizó que el sector agropecuario, favorecido por Bolsonaro y responsable en parte de la deforestación, puede ser "un aliado estratégico" y destacó que "no es necesario deforestar ni siquiera un metro de selva para seguir siendo uno de los mayores productores de alimentos del mundo".


Fotografía de la Amazonia Brasileña, que para el Banco Mundial es una zona empleadora y pacificadora en Sudamérica. Tomada de Diálogo Américas. com.

El presidente electo aclaró que su gobierno fortalecerá "La Alianza por la Preservación de los Bosques Tropicales" cerrada la semana pasada por el gobierno de Bolsonaro con la República Democrática del Congo e Indonesia.

E igualmente defendió su decisión, anunciada este miércoles 16 de noviembre, de crear un novedoso Ministerio de Pueblos Originarios, con el calor objetivo de que sean los propios indígenas quienes presenten al gobierno propuestas, desde su muy cercana perspectiva. Y abundó su comentario: "Los pueblos originarios de la Amazonía, donde viven casi treinta millones de brasileños, deben ser los primeros protagonistas de su preservación y también sus primeros beneficiarios".

Y en otro foro internacional se hace mención, de la problemática climática, y en su culminación la cumbre del G20 con nuevo llamado para terminar guerra en Ucrania y siembran árboles en bosques de manglares en clara referencia a la COP27.


Artistas despiden con un performance a los líderes globales, al término de la cumbre del G20 en Bali, Indonesia, el 16 de noviembre de 2022. Fotografía Afp.

La cumbre del G20 terminó este miércoles en la isla indonesia de Bali, con una condena mayoritaria a la guerra en Ucrania y sus calamitosas consecuencias para la población mundial, y solicitan su terminación inmediata.

La sucesión de hechos, muy presentes entre los participantes, impulsaron la adopción de un comunicado conjunto al terminar la cumbre, que incluye una condena de la mayoría de países a la guerra en Ucrania y destaca su grave impacto en la economía mundial.

"Es la primera declaración conjunta que se ha realizado desde febrero de 2022", celebró el presidente del país huésped, el indonesio Joko Widodo, quien reconoció "discusiones muy duras" para alcanzar un acuerdo unánime.

La declaración reconoce "otros puntos de vista", pero afirma que "la mayoría de miembros condenaron firmemente la guerra en Ucrania y destacaron que está causando un inmenso sufrimiento humano".

También apunta que el conflicto "afectó aún más negativamente la economía global" y declara "inadmisible" el uso de armas nucleares o la amenaza de recurrir a ellas, amenazas proferidas por ambos bandos.

Dadas las tensiones geopolíticas existentes y la falta de acuerdos en todas las reuniones preparatorias, pocos esperaban la aprobación de una declaración conjunta que requería unanimidad. Menos todavía una condena aunque no sea unánime o la aparición del concepto "guerra en Ucrania", vetada en Rusia.


Los líderes del G20 levantan sus azadones para una fotografía grupal durante un evento de plantación de árboles en el bosque de manglares de Tamar Hutan Raya Ngurah Rai, al margen de la reunión cumbre del G20 en Nusa Dua, en la isla turística indonesia de Bali, el 16 de noviembre de 2022. Fotografía de Afp.

En su segunda intervención por videoconferencia en la cumbre, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski acusó a Rusia y dijo que era un "mensaje" de Moscú para el G20, aunque sus aliados occidentales, empezando por Polonia, se mostraron más cautelosos.

Esta reunión retrasó la agenda del día en la que el presidente indonesio llevó a sus invitados a plantar un árbol en un manglar. Resultando una clara referencia a la situación climática que se ventila en Egipto, en el foro internacional convocado por la ONU. En la víspera, los invitó a una cena de gala balinesa con un código de vestimenta que implicaba coloridas camisas.

La cumbre en la paradisíaca isla indonesia estuvo precedida por una larga reunión entre Joe Biden y su par chino Xi Jinping, en la que ambos trataron de poner límites a la creciente rivalidad y encontraron terreno común sobre Ucrania.

Aunque China ha evitado condenar la guerra y criticar directamente a Moscú, Xi llamó a ambas partes a negociar, denunció la amenaza de usar armas nucleares y cargó contra la instrumentalización bélica de los alimentos y la energía.

Estimó el presidente francés, Emmanuel Macron: "China puede desempeñar un mayor papel de mediación junto a nosotros en los próximos meses", y dijo que la cumbre mandaba "un mensaje muy claro" a Rusia.

El presidente ruso Vladímir Putin no acudió a este foro y envió a su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, en su representación, él que acusó públicamente al presidente ucraniano de poner condiciones "no realistas" para negociar.

La seguridad alimentaria y energética figuró como una de las principales preocupaciones del encuentro, en el que participaron algunos de los países más castigados por esta subida de precios como Turquía o Argentina, que el martes 15 de noviembre conoció una nueva cifra de inflación del 76.6% desde enero.

Los países miembros solicitaron en el comunicado final la extensión del acuerdo entre Kiev y Moscú para la exportación de granos ucranianos por el mar Negro, que caduca el sábado.

Uno de los artífices de ese acuerdo como mediador, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se dijo "convencido" de que el pacto seguirá vigente.

A consecuencia de las crisis alimentarias y energéticas, la situación de la atención a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, no deberán quedar postergadas, pero es un lección que nos dejan los foros internacionales de noviembre del 2022, que es una época de pocos resultados en concordancia absoluta, las voces y voluntades disidentes dejan un panorama de pocos cambios reales, contrarios a las inercias existentes.

La Machincuepa Cuántica seguirá las conclusiones que ha dejado la COP27, la cual culminó el día de ayer, viernes 18 de noviembre, aunque se espera que sean pocas las buenas noticias de apoyo a la lucha para limitar el calentamiento global y sus consecuencias en la aceleración del cambio climático, y los lamentables efectos vividos en este año.


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