Llegamos al punto de inflexión en el cambio climático, lo peor empieza ahora.

En este siglo se han modificado sobremanera las temporadas y tiempos que la naturaleza guardaba y que normaban las actividades humanas, por ejemplo, el inicio de la temporada de siembra, los tiempos de realizar las cosechas; estas desde hace unas decenas o quizás centenas de años, el siglo XX con todo y que ya presentó algunos de sus cambios climáticos,  fueron en realidad tímidos, solamente modificaron un poco los ciclos que los viejos habían aprendido a distinguir, las señales que facilitaban el pronostico de temporadas extensas o limitadas de las  lluvias, o lo intensos que serían los fríos en las épocas invernales, quedaron sin efectos, en el Valle de México, escuchaba en mi infancia, por parte de mis padres y abuelos, que la temporada de lluvias iba de mayo al cuatro de octubre, día del "cordonazo de San Franciscoy efectivamente, estábamos sin lluvias, salvo alguna ocasional entre esa fecha y el siguiente mayo. En este siglo Veintiuno percibimos la continuidad de las lluvias, que aveces inician en abril y siguen hasta diciembre. Algo similar se experimenta en todo el planeta.


Ilustración del planeta en su estado de crisis climática. Tomada de Ecured.

Si bien ahora se tiene un conocimiento más profundo de lo que el entorno guarda, lamentablemente los descubrimientos científicos sobre las causas que normaban la existencia  de la humanidad, llegan para descubrir desviaciones en el ahora, sirva de ejemplo el trabajo realizado por Frank Sherwood Rowland (1927 - 2012), Mario Molina Pasquel y Henríquez (1943 - 2020) y Paul Crutzen (1933 - 2021), quienes ganaron el Premio Nobel de Química en el año de 1995, por su descubrimiento de las reacciones responsables de la destrucción de la Capa de Ozono.

Una capa de protección a la vida en el planeta Tierra, que preserva a las especies de la acción destructiva de las radiaciones solares y ultravioletas; descubierta en el año 1913 por los físicos Henri Buisson (1873 - 1944) y Charles Fabry (1867 - 1945). Sus propiedades fueron examinadas en detalle por el meteorólogo Gordon Miller Bourne Dobson (1889 - 1976) quien desarrolló un sencillo espectrofotómetro que podía ser usado para medir el ozono estratosférico desde la superficie terrestre. Entre 1928 y 1958 Dobson estableció una red mundial de estaciones de monitoreo de ozono, las cuales continúan operando en la actualidad. La "Unidad Dobson", es una unidad de medición de la cantidad de ozono.

El ozono es una forma alotrópica del elemento oxígeno, que sólo es estable en determinadas condiciones de presión y temperatura. Es un gas compuesto por tres átomos de oxígeno (O3). 




El mapa de la Sequía Mundial vista en el año 2019, tomada de Es. estatista. com.

Los mecanismos fotoquímicos que se producen en la capa de ozono fueron investigados por el físico británico Sidney Chapman (1888 - 1970) en el año 1930. La formación de este gas en la estratosfera terrestre es catalizada por los fotones de luz ultravioleta que al interaccionar con las moléculas de oxígeno gaseoso, que está constituida por dos átomos de oxígeno (O2), las separa en los átomos de oxígeno (atómico) constituyente. El oxígeno atómico se combina con aquellas moléculas de (O2) que aún permanecen sin disociar formando, de esta manera, moléculas de ozono (O3).

En este año, puede haberse producido un punto de inflexión, el calor extremo en Europa occidental está provocando devastadores incendios forestales y una sequía sin precedentes, así como el establecimiento de registros máximos de temperaturas. Sin embargo, se cree que esto no es una excepción, las olas de calor como la que actualmente vive Europa y otras tendencias negativas en el clima serán cada vez más frecuentes y continuarán al menos "hasta 2060", según advirtió Petteri Taalas actual secretario general de la  Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Dijo Petteri Taalas: "Este patrón está relacionado con el calentamiento observado del planeta que puede atribuirse a la actividad humana, lo que suscita una gran preocupación por el futuro del planeta. Las olas de calor se están haciendo más comunes a causa del cambio climático,  y utilizo una analogía deportiva, "Hemos dopado a la atmósfera inyectando más gases de efecto invernadero, sobre todo dióxido de carbono, por lo que el calentamiento y otras tendencias continuarán al menos hasta 2060", independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático. En el futuro este tipo de olas de calor serán normales y veremos extremos aún más fuertes. Hemos lanzado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia negativa continuará en las próximas décadas y de momento no hemos sido capaces de reducir nuestras emisiones mundiales”.


El mapa de los riesgos de sequía actualizado, julio del 2021. Tomada de Iagua. com.

Lo anterior se dió en la intervención del experto en una rueda de prensa, realizada el 19 de julio pasado, para analizar la actual ola de calor en Europa, celebrada en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En esa misma ocasión la doctora María Neira, Directora del Departamento de Salud Pública y del Ambiente de la (OMS), mencionó en su intervención, que, cerca del total de la población mundial respira aire que no cumple con las normas sanitarias aprobadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cifra que ella maneja es del noventa y nueve por ciento, lo que afecta a la población con enfermedades cardiovasculares y respiratorias. La información anterior fue complementada por el investigador Robert Stefansky, quién es el jefe de Servicios Aplicados del Clima de la (OMM), quien dijo "Nuestra preocupación es que estos récords se producen cada vez más cercanos en el tiempo".

En los documentos encontramos un fuerte esfuerzo por acotar el calentamiento global, así como la reducción de la capa de ozono, pero en la naturaleza, las cosas no marchan bien, la Machincuepa Cuántica aborda dos ejemplos.

Se confirma que la reducción del gas (Co2), no es suficiente para evitar el desastre climático.


Según determina una nueva investigación, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, (CO2) por sí sola, no puede evitar un calentamiento global catastrófico. El resultado de dicho estudio ha sido publicado esta semana por la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, es el primero que analiza la importancia de reducir los contaminantes distintos del dióxido de carbono frente a la mera disminución de las emisiones de combustibles fósiles, tanto a corto como a medio plazos, esto es, hasta el año 2050.


Fotografía. Sede de PNUMA en Nairobi, Kenia. El "Convenio de Viena" otorgó facultades al "Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente" (PNUMA) a elaborar un protocolo que incluyera medidas de control para la recuperación de la capa de ozono. El protocolo surgido de este encargo fue el "Protocolo de Montreal". Tomada PNUMA, Cemeri.

El estudio, fue realizado por científicos de las Universidades de Georgetown y de Texas A&M, así como del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego y aún otros centros de Estados Unidos, el que concluye que la adopción de una “estrategia dual” reduciría el ritmo de calentamiento a la mitad de aquí al año 2050, haciendo con ello mucho más probable que se mantenga dentro de esos límites, es decir, otorgando factibilidad. al logro

Los científicos que participaron en la elaboración del estudio plantean abiertamente: "Se disminuiría la tasa de calentamiento global a la mitad, implementando una estrategia que reduzca simultáneamente las emisiones de otros contaminantes diferentes al (CO2), que se sabe han sido ignorados en gran medida,  y esto daría al mundo una oportunidad de luchar por mantener el clima seguro para la humanidad, así como a las especies vegetales y animales con las que compartimos el planeta".

Este nuevo estudio en sus resultados, lamentablemente viene a confirmar los crecientes temores de que el actual enfoque, casi exclusivo en el (CO2) no puede por sí solo evitar que las temperaturas globales superen los 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, que es el límite aceptado internacionalmente, más allá del cual se espera que el clima mundial pase por puntos de inflexión irreversibles. De hecho, es poco probable que esa descarbonización por sí sola impida que las temperaturas superen incluso el límite mucho más peligroso de los dos grados Celsius, es decir, medio grado de diferencia

Los otros componentes del calentamiento global y por consecuencia del cambio climático.

Los otros contaminantes que no han sido tomados en cuenta, en el mismo nivel del (CO2)  son: el metano, los refrigerantes de hidrofluorocarbono, el hollín negro, el esmog de ozono a nivel del suelo, así como el óxido nitroso.

El estudio calcula que, en conjunto, estos cinco contaminantes contribuyen al calentamiento global casi tanto como el (CO2). Dado que la mayoría de ellos dura poco tiempo en la atmósfera, su reducción frena el incremento de la temperatura más rápidamente que cualquier otra estrategia de mitigación.

Sin embargo, hasta ahora, la importancia de estos contaminantes ha sido infravalorada tanto por los científicos como por los responsables políticos y, en consecuencia, se ha pasado por alto su existencia, dejando en gran medida de incluirles en los esfuerzos para combatir el cambio climático.


El "Protocolo de Montreal" fue el primer tratado ambiental que logró la ratificación universal, un reflejo de la preocupación mundial por el daño a la capa de ozono. Foto: Photo Boards, tomada de Cemeri

El 9 de diciembre del 2021, la "Gaceta UNAM", en una entrega del Fernando Aguilar Guzmán, informa con exactitud y profundidad del asunto concerniente al Metano (CH4).

Ya no hay tiempo. Ahora y como primer paso, si no empezamos por reducir las emisiones de metano, el calentamiento global será irreversible, con escenarios “pesimistas”.

¿Por qué empezar por el metano? 
Porque su vida media en la atmósfera es de doce años, mientras que la del dióxido de carbono (CO2), que está considerado como el primer gas de efecto invernadero, es de cien años.
Y porque su capacidad para calentar la atmósfera es sumamente grande: 25 veces más que el (CO2).

Es el doctor Óscar Peralta, investigador del "Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático" (ICAyCC), da más pormenores sobre el metano que, siendo el segundo gas de efecto invernadero, contribuye relativamente más al calentamiento global.

El (CH4) está vinculado con la vida, participa en el metabolismo de organismos anaeróbicos y en procesos de fermentación natural. También se encuentra en el lecho marino, como hidrato de carbono, y en los suelos congelados, o permafrost, de los polos.

Pero no es ese el que preocupa, sino el que emite la industria petrolera: el metano es parte del gas natural que acompaña a la explotación y extracción de yacimientos de petróleo donde se libera y fuga mucho metano a la atmósfera. Otros grandes emisores son la agricultura (los arrozales, por ejemplo) y la ganadería (por la digestión de alimento por vacas), las que “en los últimos cincuenta años han aumentado de manera drástica porque ha habido un incremento en la población a alimentar”. También los humedales generan mucho metano (por la actividad anaeróbica que ocurre ahí), así como los rellenos sanitarios (por la descomposición de la materia orgánica).

Por países, dice el investigador, son los ganaderos y con gran actividad industrial como Estados Unidos, Brasil, China e India los grandes emisores de (CH4). México no es de los primeros, pero no se queda atrás, ocupa el sexto lugar.

Se sabe qué sectores y naciones son grandes emisores de ese compuesto, pero no cuánto emiten a la atmósfera. No se conoce con precisión cuántas cabezas de ganado vacuno hay en el mundo. Tampoco cuánto metano se fuga de tuberías o cuánto emiten los países africanos y latinoamericanos. Ni hay un censo preciso de rellenos sanitarios. De un relleno sanitario federal o municipal “más o menos controlado” se puede estimar cuánto metano se genera por metro cuadrado o por tonelada de desechos al día; pero no se puede cuantificar la emisión de los rellenos clandestinos a cielo abierto, que generan mucho metano por la fermentación o degradación natural de material biológico expuesto al medio ambiente. Sin conocer a ciencia cierta el flujo exacto de cada sector emisor “es sumamente complicado controlar sus emisiones”, apunta el científico.


Mapa que muestra las ondas de calor del verano 2022, publicado por la NASA. Tomada de El Comercio. pe.

En la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), que se llevó a cabo entre el de octubre y el de noviembre del 2021 en Glasgow en Escocia, un objetivo de los países firmantes fue sumar esfuerzos para reducir treinta por ciento las emisiones de este gas para 2030.

En el pasado México se puso una meta muy ambiciosa: reducir cincuenta por ciento sus emisiones de (CH4) para dicho año. “Tratar de disminuir a la mitad algo de lo que no se conoce bien cuánto se está emitiendo es muy ambicioso”.

No obstante, México y las demás naciones tienen que comenzar ya a bajar sus emisiones. Porque entre más tarde comencemos, asegura Óscar Peralta, más caro nos saldrá “ya que habrá más premura para reducir las emisiones”.

Hay tecnología para reducir las emisiones en la industria petrolera. A México le va a costar “adquirirla y entenderla” para controlar la fuga de gas natural y la quema de combustiones. También se pueden mejorar las prácticas agrícolas y controlar los rellenos sanitarios; no obstante, serán acciones que requerirán mucho trabajo y seguimiento a lo largo de los años. Si se logra reducir las emisiones de metano treinta por ciento es probable que en veinte años tengamos un clima mucho más benigno, y no haya la preocupación por un aumento de 1.5 grados de la temperatura global en los próximos años, el cual será irreversible.

Pero hay que hacer las cosas bien y rápido para reducir sus emisiones, así como determinar qué otras reacciones ocurren con el metano en la atmósfera. Además de participar en la formación de ozono (su aumento también calienta más la atmósfera), el metano tiene una fuerte interacción con el cloro y el vapor del agua atmosféricos. Si tuviéramos una atmósfera con el doble de metano del que ahora hay “probablemente habría un aumento de un grado centígrado en la temperatura atmosférica”.

Con más calentamiento global, vamos a tener temperaturas medias y máximas más altas que inmovilizan las masas de aire , lo que a su vez causará más días secos y con más calor en las ciudades. “Son escenarios pesimistas, pero que se pueden dar si no se hace nada ahora”.

El gobierno de México, y de los grandes países emisores, debe tener la voluntad política para afrontar este problema. No se puede quedar cruzado de brazos, porque el (CH4), así como los otros gases de efecto invernadero, se emite todos los días aquí y en el mundo. “Ya no hay tiempo para esperar a nuevas tecnologías, hay que usar las que se tienen y empezar a trabajar ya”.


Ilustración del descuido incurrido por los humanos en la Capa de Ozono. Tomada de Ecured.

Hasta aquí el artículo publicado en la Gaceta UNAM, sobre el metano, y ahora veamos lo concerniente a los gases refrigerantes, los "Hidroclorofluorocarbonos" (HCFC).

Algunos de los equipos de aire acondicionado y cámaras de frío utilizan "Hidroclorofluorocarbonos" (HCFC), gases refrigerantes que resultan peligrosos al ser liberados a la atmósfera, ya que debilitan la Capa de Ozono que nos protege de la radiación ultravioleta (UV).

Los  (HCFC) fueron introducidos como sustitutos de los "Clorofluorocarbonos" (CFC), pero aun así, se trata de sustancias cloradas debilitadoras de la Capa de Ozono.

Cabe recordar que existe una interacción mutua entre los fenómenos de la destrucción o adelgazamiento de la capa de ozono y el cambio climático, esto es debido a que la radiación solar que penetra a través de una capa de ozono dañada interactúa con el clima cambiante, provocando daños a los ecosistemas naturales.

Los "Hidrofluorocarbonos" (HFC) se consideran la tercera generación de gases refrigerantes, por haber sido creados para sustituir a los (CFC) y a los (HCFC). En un principio habían sido considerados como ecológicos, por no dañar a la capa de ozono atmosférico, sin embargo la presencia de flúor en su composición provoca que al ser emitidos se comporten como un gas de efecto invernadero y estos contribuyan al calentamiento global.

Por esta razón, tienen que ser sometidos a restricciones en cuanto a su uso para reducir al mínimo sus emisiones. Su "Potencial de Agotamiento del Ozono" (PAO) es de cero, pero en general tienen valores de "Potencial de Calentamiento Global(PCG) elevados, lo que implica una influencia elevada en el efecto invernadero global. Esto significa que en el futuro, todas las instalaciones de refrigeración y aire acondicionado estarán controladas por reglamentaciones relacionadas con el ambiente.

Los (HFC), aunque representan una fracción pequeña de todos los gases de efecto invernadero, están creciendo rápidamente en la atmósfera. La emisión de estos gases refrigerantes podría aumentar en casi veinte veces en las próximas tres décadas sin no se toman medidas para reducir su consumo. En México están clasificados como contamimantes de climáticos de vida corta, conocidos también como forzadores climáticos de vida corta. Los (HCF) tienen un impacto significativo a corto tiempo sobre el Cambio Climático y tienen una vida relativamente corta en la atmósfera comparada con la del (CO2). Tienen clasificación A1, pues no son inflamables ni explosivos. En comparación con las instalaciones que trabajan con (CFC), las instalaciones de refrigerantes del tipo (HFC) necesitan de un cinco por ciento a un treinta por ciento menos de refrigerante para lograr las mismas condiciones de trabajo. Al estar constituidos por moléculas mucho más pequeñas que las de los refrigerantes antiguos, las probabilidades de fuga son mucho mayores. Esta característica hace que se deban aumentar las medidas para asegurar la hermeticidad de un sistema de refrigeración ó de aire acondicionado.

En el mes de enero del año 2019, entró en vigor la "Enmienda de Kigali" , al Protocolo de Montreal, cuyo objetivo es reducir el uso en ochenta por ciento de estos refrigerantes, para dar paso al uso de refrigerantes naturales o refrigerantes sintéticos de bajo potencial de calentamiento global. Para detectar las fugas se pueden utilizar los métodos tradicionales como la espuma de jabón, los detectores de fuga electrónicos, las lámparas ultravioletas que detectan los medios contrastantes fluorescentes.


Diagrama que muestra la evolución del agujero en la capa de Ozono. Tomada de Cemeri.

Este protocolo se encuentra bajo el "Convenio de Viena"  para la Protección de la Capa de Ozono. La Convención de Viena se adoptó en 1985 luego de la discusión internacional de los descubrimientos científicos en las décadas de 1970 y 1980 que destacan el efecto adverso de la actividad humana en los niveles de ozono en la estratosfera y el descubrimiento del «agujero de ozono». Sus objetivos son promover la cooperación sobre los efectos adversos de las actividades humanas en la capa de ozono. Hecho el 16 de septiembre de 1987 y que entró en vigor el 1 de enero de 198, desde su creación el protocolo se ha fortalecido con seis enmiendas, que adelantaron los calendarios de eliminación y agregaron nuevas sustancias a la lista de sustancias controladas por el mismo Protocolo. Las enmiendas han sido: Londres 1990Copenhague 1992, Viena 1995, Montreal 1997Pekín 1999Kigali 2016Además de ayudar a proteger, restaurar y prevenir el agotamiento de la capa de ozono, se ha logrado la eliminación gradual de estas sustancias agotadoras de la capa de ozono, y que, como ya se mencionó, también son gases con alto potencial de calentamiento global. Esta erradicación escalonada ha beneficiado al clima global al reducir la cantidad de gases de efecto invernadero que ingresan a la atmósfera y así contribuir a los esfuerzos por combatir el Cambio Climático.

Metas por cumplir en el Protocolo de Montreal: para el año 2030, se prevé la eliminación completa de los (HCFC) en los países desarrollados y para el año 2040, se prevé la eliminación completa de los (HCFC) en los países en desarrollo.

Se llama hollín negro a las partículas sólidas de tamaño muy pequeño, de 25 a 700 nanómetros, que en su mayoría están compuestas de carbono negro impuro, pulverizado, y generalmente de colores oscuros, negruzcos, resultantes de la combustión incompleta o pirólisis de un material orgánico, como son el carbón, la madera, combustoleo, residuos de aceite, papel, plásticos y desperdicios domésticos, que tienen en común que en su composición química tienen carbono. En general tiene un contenido de carbono de hasta el sesenta por ciento, un alto contenido de material inorgánico y una fracción orgánica. Se constituye com loa segunda causa en importancia del Calentamiento Global, además de ser un agente químico que causa problemas de salud, causante de cáncer y enfermedades pulmonares.

Se estima que es responsable de más de la cuarta parte de la polución del aire, entre los componentes de la polución la materia particulada (PM) es una preocupación seria para la salud humana debido a su impacto directo en los pulmones. En el pasado los médicos asociaron la materia particulada (PM10), esto es, partículas con un diámetro menor a 10 micras, con la "Enfermedad Pulmonar Oclusiva Crónica" (EPOC), el cáncer de pulmón, el asma, la gripe y una tasa de mortalidad mayor. En estudios recientes se muestran mayores correlaciones con la materia particulada fina, como son (PM2.5) y ultrafina (PM0.1). La exposición prolongada al aire urbano que contiene hollín aumenta el riesgo de enfermedades coronarias.


Mapa que muestra el mes de julio más caliente en 260 años. Tomada de Bbc. com.

El hollín tiene un importante papel en el sistema climático, ya que influye en la absorción solar directa, dado que absorbe fuertemente la luz visible con una sección de absorción de masa de al menos 5 m²g-1 a una longitud de onda de 550 nm, en la formación de nubes líquidas, de fase mixta y de hielo, y en la deposición de hielo y nieve.

En el año 2013 se estimaba que el (CO2) era la primera causa del calentamiento global y el hollín era la segunda. La mayor parte del hollín atmosférico es debida a actividades humanas, se infiere que los motores diésel contribuyen al 70% de las emisiones de hollín en Europa, Norteamérica y Suramérica. A nivel global los motores diésel contribuyeron al 20% de las emisiones totales de hollín en 2000 excluyendo los motores de barcos A. Otras de sus características es que es refractario, es decir, que mantiene su forma básica a muy altas temperaturas, es insoluble en agua, y se encuentra como agregado de pequeñas esferas de carbono.

La búsqueda de la reducción del hollín negro está fundamentada en el mejoramiento de los combustibles utilizados en las combustiones en los motores, que son los principales productores de este material, y algunos esfuerzos por racionalizar el uso de transporte vehicular, pero en relación a los alcances de la contaminación no son de importancia, de ahí que la calidad del aire que respira la humanidad no es satisfactoria según lo asevera la  Directora del Departamento de Salud Pública y del Ambiente de la (OMS).

Uno de los agentes contaminantes que se requiere se limiten simultáneamente al (CO2), es el llamado el "smog de ozono a nivel del suelo" o "smog fotoquímico", formado por elevadas concentraciones de este compuesto a nivel superficial, su origen se explica en un diez por ciento, como procedente de ozono transportado desde la estratosfera y el resto es creado a partir de diversos mecanismos, como el producido por las tormentas eléctricas que ionizan el aire y lo hacen, muy brevemente, buen conductor de la electricidad. En los "Faroles de Maracaibo" o "Relámpago del Catatumbo", en el extremo sur de la cuenca del Lago Maracaibo y el cauce del Río Catatumbo en el estado de Zulia en Venezuela está la fábrica de ozono de la naturaleza. Este fenómeno es capaz de producir un millón 176 mil relámpagos por año, contribuyendo aproximadamente al diez por ciento de la capa de ozono del planeta. 

Sin embargo, su principal fuente generadora es  la actividad humana, se presenta sobre todo en las zonas urbanas, es famoso por componer la contaminación del aire, originado por reacciones fotoquímicas, y otros compuestos. Es una imagen muy común en los últimos sesenta años por presentar  una atmósfera, transformada, por tener un color plomo o negro. Se observó por vez primera en la ciudad de Los Ángeles, en el año 1943, y se suele dar en ciudades con bastante tráfico, emisión de monóxido de nitrógeno (NO) y compuestos orgánicos volátiles (COVs), que sean cálidas y soleadas, y con poco movimiento de masas de aire. Aquí se conjuntan "smog fotoquímico" con el óxido nitroso, y este resulta ser el tercer gas de efecto invernadero de larga duración más importante, el óxido nitroso contribuye sustancialmente al calentamiento global y es una sustancia que agota sustancialmente el ozono estratosférico componente de la capa protectora.

En la atmósfera podemos encontrar los óxidos de nitrógeno en tres formas distintas: como óxido nitroso (N2O), óxido nítrico (NO) y como dióxido de nitrógeno (NO2).

El dióxido de nitrógeno (NO2): Es un gas fuertemente tóxico de color pardo rojizo. A partir de éste se forma en la atmósfera el ácido nítrico que es absorbido por las gotas de agua, precipitando en forma de lluvia ácida. De los tres es el más importante por sus efectos sobre la salud humana.

Por su parte el óxido nítrico (NO): Es un gas tóxico e incoloro que reacciona con el ozono para formar dióxido de nitrógeno. Participa activamente en las reacciones atmosféricas causando el “smog”.

Y el óxido nitroso (N2O): Es un gas incoloro, no inflamable ni tóxico. Es el óxido de nitrógeno más abundante en la baja atmósfera. Este gas de efecto invernadero, tiene un papel fundamental en el ciclo de nitrógeno. Es fuente primaria de otros óxidos de nitrógeno causantes de nieblas de contaminación fotoquímica.

De todos los óxidos de nitrógeno sólo se consideran contaminantes el (NO) y el (NO2), formados en los procesos de combustión a partir de la oxidación del nitrógeno atmosférico. El resto se encuentra en equilibrio con estos tres y en concentraciones tan bajas que carecen de importancia.

La aparición de estos contaminantes está marcada, fundamentalmente, por la presencia del nitrógeno del aire en el proceso de combustión. Además, se originan en algunos procesos industriales, así como por el empleo de carburantes para cualquier tipo de motores. Cuanto mayor es la temperatura en los procesos de combustión, mayor será la cantidad producida de óxidos de nitrógeno.

Por otra parte, informes recientes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IIPC) concluyen que la reducción de las emisiones de combustibles fósiles, que es la principal fuente de dióxido de carbono, mediante la descarbonización del sistema energético y el cambio a energías limpias, de forma aislada, empeora el calentamiento global a corto plazo.

Y en referencia a lo que sucede en el océano se ha descubierto una 
catástrofe lleva a la extinción a los corales del Caribe mexicano.

En el Caribe mexicano ocurre una catástrofe de dimensiones nunca vistas que está llevando a la extinción de los corales en esa región, informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mediante un comunicado, enél se precisa que un grave padecimiento los ataca.


Los organismos duros pierden tejido a consecuencia de un padecimiento muy contagioso y creciente. Foto tomada del Twitter del investigador.

Los arrecifes de coral constituyen uno de los ecosistemas más diversos y complejos del planeta. Poseen gran variedad de hábitats, con procesos biológicos y ecológicos altamente complejos. Sin embargo, su permanencia está amenazada, ya que se encuentran sometidos a diferentes presiones de origen climático y antrópico. Particularmente, el cambio climático ha modificado patrones de diversidad biológica y procesos ecológicos en todos los arrecifes de coral del mundo, ocasionando cambios en los ecosistemas y disminuyendo los beneficios que obtenemos de ellos, que llamaremos, servicios ambientales.

En los años 2018 y 2019, se presentó el pico de esta afección, la cual daña al noventa por ciento de estas estructuras calcáreas, entre ellas corales de pilar, corales de laberinto y corales de cerebro, alertó Lorenzo Álvarez Filip, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM.

La causa es la "Stony Coral Tissue Loss Disease" (SCTLD) "enfermedad de pérdida de tejido en los corales duros", que es padecimiento contagioso y creciente, cuyo patógeno aún se desconoce, pero está asociado a la intensa actividad humana en la región, con hoteles, muelles, aguas residuales y su pobre tratamiento, presencia de nutrientes y sedimentos que estresan el ecosistema, advirtió Álvarez Filip, científico adscrito a la Unidad de Sistemas Arrecifales del ICML en Puerto Morelos, Quintana Roo, quién recientemente, con sus colegas publicaron un estudio sobre la Situación de los Corales en el Caribe Mexicano en la revista Communications Biology.

El especialista explicó: “La enfermedad de pérdida de tejido en los corales duros es muy agresiva, puede matar colonias en cuestión de días o pocas semanas; es muy virulenta y puede contagiar a grandes cantidades de individuos o de colonias de coral en muy poco tiempo, en menos de un año el mal se ha expandido a lo largo del Caribe mexicano, donde existen alrededor de cincuenta especies; atacó a cerca de la mitad de ellas, esto es, de entre el veinte y el veinticinco por ciento. Es letal y está cambiando la ecología, dinámica y servicios ecosistémicos que recibimos de los arrecifes. Los corales duros son los constructores de arrecife, así que al ir creciendo van acumulando carbonato de calcio, que es básicamente una roca que toma diferentes morfologías de acuerdo con la especie de que se trate. Además, bordean las costas del Caribe y de otras regiones tropicales del planeta. Desde el punto de vista económico los arrecifes brindan protección a la costa, pues son una barrera natural; desde el ecológico brindan refugio a gran cantidad de especies, algunas de importancia comercial, como muchos peces. Además, al irse deshaciendo el carbonato de calcio de la roca, se generan las arenas blancas”.

Entre sus registros, el equipo de Álvarez Filip describe que está dañada más del noventa por ciento de la población de corales de pilar, que son estructuras de hasta cuatro metros de largo que tienen torres semejantes a catedrales submarinas. Precisó el científico: “De un año para el otro, casi todos los corales de esta especie desaparecieron del Caribe mexicano. Cuando hay un declive poblacional de esa magnitud, se puede considerar como extinción local, y en nuestra área de estudio prácticamente desapareció. En lo referente al coral de laberinto tuvo entre 80 y 90 por ciento de daño; mientras que el llamado cerebro, del que existen cinco especies, tiene un porcentaje de impacto de treinta a sesenta por ciento. En menos de un año mató de entre el treinta al setenta por ciento de éstas".


Los corales de cerebro, en el Caribe Mexiando. Tomada de La Jornada Maya. com. 

El carbonato de calcio que forma al coral es un esqueleto blanco brillante, es una roca cubierta por una capa muy delgada de tejido de coral vivo, que es como su piel.

El investigador informó que en consecuencia de que el pico del padecimiento se registró de 2018 a 2019, cuando comenzó la mortalidad masiva, la afectación es un daño que ya está hecho y tardará décadas la recuperación, condicionado esta situación a que se implementen medidas drásticas para controlarlo.

La otra parte del escenario mundial, habla del incremento en las lluvias, de inundaciones que sorprenden a las poblaciones, ocurridas también en diversas latitudes, los climas locales están cambiando, pero todo está propiciado por la misma razón, el planeta Tierra, como ha sucedido a lo largo de su historia cambia, en ello radica el secreto de su continuidad.

Los esfuerzos de las entidades y organismos encargados de combatir el calentamiento global y su socio el cambio climático, avanzan en el papel, sin embargo la realidad en el planeta, tiene otro devenir, no basta con las buenas intenciones, se requiere voluntad para realizar medidas reales y efectivas, pues como se ha visto, este año el nuevo orden imperante en los océanos, las montañas, las zonas de fertilidad para las actividades agrícolas y ganaderas, las selvas y las zonas boscosas, se están modificando, están sacando a la humanidad de una zona de confort, situación que no gusta, pues es una idea muy generalizada entre los humanos que no haya cambios, estos no son bienvenidos, las mayorías, e incluso las élites económicas y políticas, cierran los ojos y pretenden que las soluciones lleguen solas y no se tenga que afectar las rutinas y ganancias.

La conclusión deja intranquilidad, si estamos rebasando el punto de inflexión, las soluciones que puedan tomarse serán más complicadas, caras y como todo asunto urgente, de curso muy rápido e incierto, desde la Machincuepa Cuántica seguirá difundiendo los nuevos resultados que se vayan dando a conocer. La esperanza muere al último, dice un viejo refrán.




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