Ha quedado descubierto el origen de la Peste Negra que asoló al mundo antiguo, el de mediados del siglo XIV.

La crónica en el futuro, posiblemente diga: "Y en el desarrollo del vigésimo año del siglo XXI, una pandemia asoló a la humanidad, el Covid-19, que así fue como se le conoció, diezmó a la población mundial, fue tal el impacto, ante lo impreparadas que estaban las sociedades humanas para enfrentar la situación, por ello, por ejemplo, las cifras oficiales, si bien nos dan una imagen aproximadamente fiable a la realidad, no consiguieron reflejarla en forma absoluta".

Sin embargo, en este nuestro presente, podemos expresar que el innegable avance tecnológico alcanzado, ha logrado en un lapso mucho menor a los que la humanidad analizó y estudio las pandemias anteriores, que ahora se hayan obtenido resultados más completos, por ejemplo la hoja de la Universidad John Hopkins, es uno de los puntos de conjunción y difusión de cifras oficiales sobre el número de infectados, fallecidos y vacunados, la enorme cantidad de datos, se pudo regionalizar, debido a que se dio un orden a la recolección de la misma, por país, y este a su vez agrupó sus datos de acuerdo a su organización política interna, en la mayoría de los casos, aunque se enfrentaron problemas de ejecución en la toma de los datos en los lugares de atención personal, como fueron los hospitales, los registros civiles, sistemas saturados por las enormes cantidades de requerimientos en los momentos de mayor demanda, así como de esquemas de atención que no contemplaban las características necesarias que la pandemia requería, dado que "nunca antes" se había vivido similar situación. Esto es, todo entrelazado a las miles de personas que resultaron los actores decisivos, en miles de lugares, con condiciones de equipamiento diversas y protocolos de atención de muy variada profundidad, algunos fueron en verdad simples, las cosas se obviaban y ahí empezaba la cadena de la inexactitud.

Conocemos que el avance en materia estadística es elevado, los análisis de las cifras ha evolucionado, se maneja la información utilizando nuevas teorías matemáticas, el acumulamiento de la información es mucho más eficiente, se pueden obtener las características de las diversa poblaciones, utilizando varias variables al mismo tiempo, eso que nunca antes en el pasado se pudo hacer, lo que se ha logrado por la capacidad de las nuevas computadoras. Similar situación se presentó en el campo de la medicina, se logró obtener varios tipos de vacunas, en un lapso mucho muy corto, algo inédito, pues la obtención de preventivos biológicos llevaba en el pasado años para su obtención, con largos períodos de pruebas y autorizaciones lentas para aprobar su aplicación masiva, la urgencia del caso redujo todo ello.

Este 25 de junio, la citada Universidad, presenta en su página las siguientes cifras:
Número de contagios globales: 543 millones 58 mil 337;
Número de fallecimientos: 6 millones 328 mil 148.

En lo que se refiere al asunto de las vacunaciones, el inicio se establece ocurrió el día 4 de diciembre del 2020, y al 24 de junio del 2022, se ha logrado aplicar en el mundo entero un total de más de 12 mil 4 millones 390 mil dosis, con un alcance de 5 mil 227 millones 19 mil 929 personas con al menos una dosis, que representa el 67% del total de la población mundial; y 4 mil 785 millones 316 mil 993 personas con el esquema completo de vacunación, que equivale al 61.4% de la población mundial, que es estimada en alrededor de:
7 mil 779 millones 688 mil 915 personas.

Cifras impresionantes, sin embargo la distribución de las dosis no es homogénea y hay países, totalmente rezagados en el proceso de vacunación de su población, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha urgido a los gobiernos a buscar la manera de apoyar a las naciones menos favorecidas económicamente para que las vacunas lleguen al total de la población mundial, pero ello no se ha cumplido.


Ilustración del esquema mundial actual de vacunación: el color azul intenso equivale a naciones con procesos del setenta por ciento y más, los tonos verdes a naciones de más del treinta por ciento, pero menos del setenta por ciento; y los tonos amarillos a naciones con menos del treinta por ciento de la población vacunada. Se observan zonas en las que la información no es fiable o no existe. Tomada de la Universidad John Hopkins. 24 de junio del 2022.

Pero, no todo es adverso con la pandemia mundial, en el planeta Tierra, este hecho ha impulsado cambios, que han permitido mejorar las prácticas y modificar patrones sociales de conducta, lo que ha generado una revolución en las poblaciones de los países. Muy distinto a las reacciones que en el pasado las pandemias impulsaban en las poblaciones afectadas, el tiempo de respuesta ahora, es con mucho muy apresurado, el campo de la investigación científica no es excepción y la Machincuepa Cuántica, te comunica lo que sucede.

Hito histórico: lograron rastrear el origen de la Peste Negra, la peor pandemia que azotó a la humanidad, se considera que fue la pandemia más devastadora de la historia, que afectó a Europa y Asia en el siglo XIV y que alcanzó un punto máximo entre los años 1347 y 1353 cuando se calcula mató entre 80 y 200 millones de personas.

Un equipo multidisciplinar de científicos, compuesto por expertos alemanes y británicos en Antropología Evolutiva encontraron los orígenes de la primera cepa de la bacteria causante del mal, esa enfermedad se estima mató a doscientos millones de personas en ese siglo, en el cálculo del peor escenario, ahora publica la revista "Nature" los resultados obtenido en ese  estudio.

Con las nuevas técnicas de rastreó, se logró situar el origen de la Peste Negra,  en la región de las montañas Tian Shan ubicadas en Asia Central, ello, en la primera mitad del siglo XIV, despejando así uno de los mayores misterios de la ciencia. 


"El triunfo de la Muerte" (1562) es una de las obras más conocidas del pintor flamenco Pieter Brueghel "El Viejo" (1525 - 1569) que retrata la llegada de la Peste Negra a Europa.

Los expertos historiadores calculan que esta enfermedad diezmó a la población europea, al causar la muerte de entre un treinta y el sesenta por ciento, de los habitantes de ese continente la causa fue la bacteria "Yersinia pestis". De acuerdo con el conocimiento contemporáneo, la pandemia irrumpió en primer lugar en Asia, para después llegar a Europa a través de las rutas comerciales. La epidemia llegó a Europa a través de la cuenca mediterránea, en 1346, transportada por barcos comerciales desde el Mar Negro, y se diseminó por Europa, Oriente Medio y el norte de África en un primer brote a gran escala que se alargó en una pandemia hasta el siglo XIX, en distintas oleadas, y que en 1855 surgiera en Yunnan, China, durante el quinto año del emperador Xianfeng de la dinastía Qing. Desde allí se esparció por todo el mundo, aunque en ningún lugar tuvo un impacto tan mortífero como en la India, donde causó cerca de diez millones de muertos, a los que deben agregarse los dos millones de decesos ocurridos en China. 

La "Yersinia pestis" es un "bacilo Gram negativo anaerobio facultativo y patógeno primario", del género "Yersinia", que produce en el ser humano la "peste bubónica" (Y. pestis), la  "peste septicémica" (Y. enterocolitica), y también la  "peste pulmonar(Y. pseudotuberculosis), esta última es poco común. Es un mal es de carácter zoonótico, circula principalmente entre roedores y otros animales pequeños, en áreas de focos naturales en varias partes del mundo. La transmisión entre animales y humanos más frecuente es a través de las picaduras de pulgas infectadas "Xenopsylla cheopis" propias de las ratas de campo o negras "Rattus rattus", pero también la pulga de humanos "Pulex irritans" también puede ser vector.   Otras formas de transmisión pueden ser por contacto directo o indirecto con animales y también puede transmitirse por inhalación de gotitas aerolizadas de una persona infectada a otra. Hay diferentes manifestaciones clínicas de la peste en los humanos, la neumónica o pulmonar es la más grave con alta letalidad y de notificación obligatoria bajo el Reglamento Sanitario Internacional. Con sustento en seguimientos acerca del origen del contagio se dice que el 82% se debieron a picaduras de pulga, 15 por ciento por contacto directo con animales salvajes y el tres por ciento por contacto con animales domésticos.

Ahora, entrando en detalle, se tiene que:

La peste bubónica, resulta ser la forma clínica más común, resulta de la picadura de una pulga infectada. El bacilo de la peste entra en la piel del sitio de la picadura y corre a través del sistema linfático al ganglio linfático más próximo. El ganglio linfático luego se inflama debido a un gran número de las bacterias que se replican allí. El ganglio linfático inflamado, denominado bubón, es muy doloroso y puede supurar como una herida abierta en un estado avanzado de la infección.

La peste septicémica ocurre cuando la infección se propaga directamente a través del torrente sanguíneo sin evidencia de un bubón. Más comúnmente, las etapas avanzadas de la peste bubónica resulta en la presencia de las bacterias en la sangre, invaden el bazo, el hígado y produce una septicemia generalizada. Puede ser consecuencia de las picaduras de pulgas infectadas y del contacto directo con material infectado a través de grietas en la piel. Sus daños se manifiesta mediante sangrados diversos, que pueden ser de la boca, la nariz, el recto o subcutáneas. Posteriormente producen el oscurecimiento y muerte del tejido (gangrena) en las extremidades, más frecuentemente en los dedos de las manos o los pies y la nariz.

La peste pulmonar o neumónica es la forma más virulenta y menos común. Típicamente, es causada por la diseminación secundaria de una infección avanzada de la forma bubónica inicial. La peste neumónica primaria suele ocurrir por la inhalación de gotitas infectadas en aerosol y pueden transmitirse de persona a persona sin la intervención de pulgas o animales. Si no es tratada, la peste neumónica tiene una tasa muy alta de mortalidad. Avanza con rapidez y puede causar insuficiencia respiratoria y choque dentro de los dos días de la infección. Se debe tratar con antibióticos dentro de las 24 horas posteriores a la aparición de los síntomas, o es posible que la infección sea mortal.


Una lápida grabada de una persona que murió a causa de la peste negra del cementerio Kara-Djigach en la actual Kirguistán (Crédito: P.-G. Borbone, MA Spyrou et al / Nature). Tomada de Infobae.

En el año 2012 fueron registrados globalmente 400 casos humanos de peste, ocurrieron 75 defunciones, la mayoría en África. Un número de casos que se mantiene en los últimos tres años; en años anteriores el promedio era alrededor de 2 mil 500 casos. Más del 90% de los casos notificados en el mundo ocurren en dos países Madagascar y República Democrática, seguidos por Congo y Perú.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), mediante su división establecida para el continente americano, Organización Panamericana de la Salud (OPS) informa que en lo que se refiere a este continente, las estadísticas muestran que actualmente se consideran cinco países endémicos para la peste y ellos son: Bolivia, Brasil, Ecuador, Estados Unidos y Perú. En América Latina los casos humanos que todavía persisten están muy localizados, en general ocurren en poblaciones rurales que viven en situación de pobreza extrema y en áreas de focos en estos países. En los últimos 12 años cerca de 120 casos humanos de peste fueron reportados en esta sub-región, habiéndose localizado 87% de ellos en Perú. La estadística se completa con el dato proporcionado por la (OMS), que indica que entre los años 2010 y 2015, hubo en el mundo 3,248 casos, de los cuales 548 fueron mortales.

Muchas teorías apuntaban en el sentido de que el origen de aquella pandemia ocurrió en Asia, en territorios hoy ocupados por China o Mongolia, pero en este estudio los investigadores demostraron que el brote inicial se produjo en esta región de Asia Central, una zona atravesada por importantes caravanas en la famosa "Ruta de la Seda", vigente en la Edad Media.

En este equipo multidisciplinario participaron científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, de la Universidad de Tubinga (Alemanas ambas) y de la Universidad de Stirling (Reino Unido), su tarea consistió en el rastreó de los orígenes de la primera cepa de la bacteria causante de la enfermedad, hasta la región del lago Issyk Kul, en el actual Kirguistán, que es un país de Asia Central que se ubica en la "Ruta de la Seda", la antigua vía comercial entre China y el Mediterráneo. Las montañas Tian Shan, que rodean la antigua ruta de caravanas y dominan el país, son el hogar de leopardos de las nieves, linces y ovejas, osos, marmotas, lobos, nutrias y el popular yak (Bos mutus).


Imagen que muestra la llamada "Ruta de la Seda", vigente en el peíodo del 143 a. C. y el año 1453 de nuestra era. Tomada de Magisnet. com.

Este hallazgo fue posible gracias a la investigación de los restos humanos que se descubrieron en dos cementerios de esta región en unas excavaciones realizadas hace casi 140 años. Unas inscripciones halladas en las lápidas de estos nichos indicaban en lengua siríaca (también llamada asiria o caldea, ​ es un conjunto de dialectos del arameo, un idioma semítico hablado en Oriente Medio), que los individuos enterrados allí murieron en los años 1338 y 1339 a causa de una epidemia desconocida. Los investigadores analizaron el ADN de estos restos humanos, así como datos históricos y arqueológicos de estas dos comunidades afectadas por esta misteriosa enfermedad, los pocos datos de archivo que han sobrevivido, y los combinaron con el análisis de ADN de siete personas enterradas en el lugar y certificaron la presencia de la bacteria "Y. pestis". La epidemia desapareció y volvió a aparecer en oleadas, a lo largo de quinientos años. 

Hasta ahora, una de las pistas más seguidas era China, pero ninguna prueba robusta permitía verificar esa teoría. explicó el historiador especialista de catástrofes Phil Slavin, uno de los autores del estudio, en rueda de prensa: “Siempre estuve fascinado por la peste negra, y uno de mis sueños era resolver el misterio de sus orígenes. Lo más importante no es sólo que detectamos la bacteria "Yersinia pestis" en estos enterramientos, sino que, en términos de evolución, esa misma bacteria se encuentra en el origen de la Pandemia de Peste Negra. En otras palabras, es una cepa más antigua que la cepa de la Peste Negra de Europa. Para ser más precisos, es la cepa que coincide exactamente con el comienzo de la pandemia. Los estudios sobre el polen antiguo sugieren que la peste negra eludió a algunas regiones de Europa y devastó otras".

En referencia a lo sucedido con la investigación, tenemos que ella llevó consigo muchos años de investigación y de trabajos de campo, pues, hace años Johannes Krause y Philip Slavin, notaron que en los cementerios de la zona cercana al lago "Issyk Kul", ubicado en el actual Kirguistán, las lápidas contenían en un número desproporcionadamente alto de personas que habían fallecido en los años 1338 y 1339, algo había pasado en el Valle del Chu, eso estaba claro; pero su sorpresa fue mucho mayor cuando en algunas de las lápidas encontraron la palabra "pestilencia". Lo que no resultaba lógico con la información histórica que hablaba de que el primer caso documentado de 'peste negra' data de 1346 de Caffa en la Península de Crimea mientras estaba siendo sitiada por el ejército mongol. Precisamente ellos fueron los primeros afectados. Desde ahí, entre 1347 y 1351, la enfermedad ocasionó la muerte de unas 70 millones de personas en todo el mundo. Hablamos de un mundo muy distinto a este: uno en el que los estados más poblados, zonas como Francia o Italia, sumaban 16 millones a duras penas.


Escudo de Plagas: La muerte coronada como vencedora. 1607-37, Augsburgo, Alemania. Tomada de Infobae.

El estudio apunta a que en algún momento del siglo XIV se produjo un acontecimiento que los investigadores denominan “Big Bang”, una diversificación masiva de las cepas de la peste, que asocian con la génesis de la primera gran oleada de Peste Negra en Europa entre 1346 y 1353. El equipo consiguió secuenciar los genomas completos de esa primera peste de los enterramientos de Kirguistán y descubrieron que estas cepas antiguas “se sitúan exactamente en el nodo de origen de este evento de diversificación masiva”, en palabras de Maria Spyrou, investigadora de la Universidad de Tubinga y también autora del trabajo.

Explicó Spyrou: "Un centenar de las aproximadamente 400 lápidas tenían fechas precisas, entre 1338 y 1339. El epitafio mencionaba una elíptica “muerte por pestilencia” en siríaco. Esos indicios indicaban una sobremortalidad anormal en el seno de una comunidad, siete u ocho años antes de que la peste negra llegara a Europa. Para hallar la causa de los decesos, se obtuvieron de las dentaduras pertenecientes a siete esqueletos. El ADN de la pulpa dental , una pista muy apreciada, porque es una zona muy vascularizada que ofrece grandes probabilidades de detección de patógenos en la sangre. El ADN pudo ser secuenciado, lo que constituyó un trabajo extremadamente difícil porque estaba muy fragmentado, y luego fue comparado con una base de datos que contenía el genoma de miles de bacterias".


Ilustración que muestra la evolución de la pandemia. Tomada de Xataka.

Los científicos llegaron a la conclusión de que la antigua cepa de Asia Central que causó la epidemia de peste de 1338 y 1339 en Kirguistán, saltó desde las poblaciones de marmotas de esta región a los humanos, ellas actuaron como "reservorios" de la bacteria, y que después mutó en diferentes variantes que se expandieron por el mundo. “Esta cepa precede a este ‘Big Bang’, que fue un acontecimiento evolutivo fundamental, y cualquier acontecimiento de este tipo tiene que evolucionar de una cepa anterior”, precisó Slavin: "La bacteria de la peste, estaba en tres de las muestras de ADN y los análisis sugieren que desempeñó un papel en el evento epidémico que asoló a la población de la zona. De hecho, al analizar los genomas de "Y. pestis" encontramos con que todo parecía indicar que se trata del ancestro común de todas las demás cepas que se han ido encontrando a lo largo de los siglos.

Obtener genomas de bacterias de la peste ancestrales de las que están detrás de la Peste Negra es “un gran avance”, dice Monica Green, historiadora medieval y académica independiente en Phoenix, Arizona. “Las lápidas son lo más cercano que jamás llegaremos a los ‘certificados de defunción’. Entonces sabemos que este linaje de Y. pestis existía entonces”. 

Pero, está menos segura de la conclusión del estudio, de que el ‘big bang’ de la plaga ocurrió alrededor de la época de las muertes de Kirguistán en 1338-1339. Green ha planteado la hipótesis, sobre la base de evidencia genética, ecológica e histórica, que la expansión del Imperio Mongol en el siglo XIII catalizó la propagación y diversificación de las cepas de Y. pestis responsables de la Peste Negra posterior.

El investigador  Slavin hizo una analogía con la pandemia del coronavirus: “Tenemos Alfa, Beta, Gamma, Delta, Ómicron… Ómicron evolucionó de Delta, y Delta evolucionó de Gamma. Quizás no sea la mejor comparación, pero lo que sabemos es que esta cepa precedió a la de la Peste Negra. Precisamente la reciente pandemia de coronavirus, contribuyó a aumentar el interés de la sociedad y de la comunidad científica por las enfermedades infecciosas y las epidemias causadas por microorganismos como virus y bacterias. Este fue uno de los mayores focos de debate de la historia, especialmente ahora con el COVID”.

Además, añadió que aunque estos hallazgos “acaban con todas esas especulaciones sobre los orígenes de la Peste Negra, también nos plantean nuevas preguntas” sobre el contexto en el que se desarrolló este primer brote.

Por su parte, Johannes Krause del Instituto Max Planck, declaró: “No solamente hemos hallado el ancestro de la muerte negra, sino también el de las cepas de peste que circulan actualmente por el mundo”. Los roedores que viven actualmente en esa región de Tien Shan son portadores de una cepa de la bacteria muy cercana a las de las víctimas humanas de 1338-1339. La peste no ha podido ser erradicada por el momento: miles de personas contraen esta enfermedad, en particular en Asia central. En las montañas del Tien Shan las marmotas constituyen el principal reservorio animal de la enfermedad. Sin embargo, gracias a los antibióticos y al desarrollo de la higiene, la pandemia es un fenómeno limitado.

Conocer cuál fue el origen de la pandemia más mortífera de la historia era un anhelo de la ciencia. Con unos 500 años asolando el planeta, la Peste Negra se había convertido un objetivo pendiente. El Covid-19 le dio un nuevo impulso a esta búsqueda histórica y, en 2022, se sucedieron una serie de descubrimientos que llevaron luz sobre el desarrollo y avance de esta enfermedad.


Ilustración del paisaje que la Paleoecología, puede rehacer, aquí un ejemplo del período del Pleistoceno en las cercanías de Atapuerca. Tomada de personal.  iesvegadelturia.es.

En este año se llevó a cabo la publicación en la revista "Natural Ecolgy and Evolution" de los resultados de otro estudio sobre la "Pandemia de la Peste Negra", que también lideró el Instituto Max Planck y contó con el aporte de casi una veintena de científicos de 19 países, en ellos se logró confirmar una alta mortalidad en: Escandinavia, Francia, el suroeste de Alemania, Grecia y el centro de Italia (se condice con una elevada reforestación de los campos abandonados); al tiempo que en algunas zonas de Europa central y oriental y partes de Europa occidental, incluidas Irlanda y la península ibérica la letalidad no habría alcanzado los mismos niveles.

En marzo de este año, el grupo internacional de científicos creó el primer "Mapa de la mortalidad de la Peste Negra". Según el documento publicado el ataque de la enfermedad en la humanidad no fue homogéneo.

Afirmó la investigadora Reyes Luelmo, que se desempeña en el grupo de arqueología medioambiental del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)“Hemos descubierto que la considerada peor pandemia de la historia tuvo un impacto devastador en algunas regiones, como Escandinavia o Francia, mientras que en otras, como en Irlanda o la Península Ibérica, el impacto fue mucho más discreto”.

Profundiza en los conceptos Reyes Luelmo: "El análisis de polen permite una reconstrucción muy fidedigna de la historia de la vegetación y del desarrollo de las actividades económicas relacionadas con la agricultura y la ganadería. El polen permite reconstruir la señal que indica cómo interaccionan los humanos con el entorno. Según la actividad humana desarrollada en una zona, cambia la cantidad de algunas especies y la presencia o ausencia de otras, y, por tanto, del polen que desprenden y que queda almacenado en los suelos. Gracias a estas reconstrucciones, podemos saber cómo era la relación de nuestros antepasados con el paisaje que habitaban, si se dedicaban a la agricultura y a la ganadería o si estas dinámicas cambiaban por alguna razón”.

La peste negra fue una enfermedad que tuvo un gran impacto en la población, así que implicó cambios en la forma en la que las comunidades podían relacionarse con el medio. “Supuestamente, una epidemia con tal caída demográfica habría provocado por entonces que los bosques se recuperaran ante un menor impacto humano sobre ellos y, en paralelo, que tanto la agricultura como la ganadería sufrieran una notable deceleración o incluso cese absoluto", señala José Antonio López, investigador del (CSIC). De este modo, el retroceso de las actividades agropecuarias habría provocado un avance de los bosques, que desprenderían mayor cantidad de polen. Este se depositó en los suelos y quedó fosilizado.

La paleoecología, y en concreto el estudio del polen fósil, es una herramienta muy versátil que puede aportar información fiable, y que, según palabras de Reyes Luelmo, "llega allí donde a veces los documentos históricos no alcanzan”. La investigadora destaca esta disciplina de la arqueología que se desarrolla en el (CSIC). “Un estudio palinológico como el que hemos desarrollado aquí vale para la Edad Media y para cualquier periodo histórico”, concluye la investigadora.

Recordó que la peste negra asoló Europa, Asia occidental y el norte de África entre 1347 y 1352. Los historiadores han estimado que hasta el 50% de la población europea murió debido a ella. Esta despoblación masiva provocó cambios en las estructuras religiosas y políticas e influenció cambios culturales y económicos trascendentales, como fue la llegada del Renacimiento.

E indica Reyes Luelmo: “El problema es que estas conclusiones se basaban en datos cuantitativos, que normalmente solo reflejan la realidad de las grandes urbes, donde las condiciones sanitarias y sociales ayudaban a la expansión de las enfermedades. Sin embargo, este nuevo estudio aporta la información desde las zonas rurales, donde residía el 75% de la población en época medieval".



Los expertos pudieron determinar este mapa que evidencia la letalidad de la “muerte negra” gracias al análisis de polen y esporas fosilizadas que recabaron en toda Europa. Gracias a estas partículas, los científicos pudieron reconstruir tanto la historia de la flora local como la evolución de los humanos y sus actividades. Pero eso no es todo, ya que, incluso, pueden determinar cómo se relacionó el ambiente con la civilización.

"No existe un modelo único de pandemia que se pueda aplicar a cualquier lugar en cualquier momento sin importar el contexto", dice Adam Izdebski, del Instituto Max Planck. "Las pandemias son fenómenos complejos que tienen historias regionales y locales. Hemos aprendido esto con el Covid-19, ahora lo hemos demostrado para la peste negra". Las diferencias en la mortalidad demuestran que era una enfermedad dinámica, con factores culturales, ecológicos, económicos y climáticos que mediaban en su expansión e impacto. En el futuro, los investigadores esperan que más estudios utilicen datos paleoecológicos para comprender cómo interactúan estas variables para dar forma a pandemias pasadas y presentes.

En la actualidad resulta claro que el fenómeno generado por la pandemia del Covid-19, ha impactado en diferente grado a poblaciones distintas, en algunos casos, bajo el principio de uniformidad en el comportamiento de las poblaciones humanas, se ponen en tela de juicio, y aún se duda de la veracidad de los datos consignados oficialmente.

Citemos el caso de China, con la mayor población en el mundo, un mil 379 millones 302 mil 771 pobladores, sin embargo,  está ubicado en el número 43 mundial, por sus 2 millones 122 mil 283 contagios y 14 mil 624 fallecimientos; mientras que, el otro único país con una población comparable a la de China, es India, que ocupa el segundo lugar con un número de contagios de 43 millones 378 mil 234, y fallecimientos de 524 mil 974 personas, su población es de un mil 281millones 935 mil 911 habitantes. Calculando las tasas de letalidad y mortalidad, tenemos lo siguiente:

Tasa  de letalidad  (Tlet) =  número de fallecidos / número de infectados.  

China = 14,264 / 2'122,283 = 0.006721
India  = 524,974 / 43'378,234 = 0.012102

Tasa de mortalidad (Tmor)= numero de fallecidos / número de habitantes.

China = 14,264 / 1,379'302.771 = 0.010341
India   = 524,974 / 1,281'935.911 = 0.409517,

Estados Unidos es un caso especial, veamos, tiene  86 millones 909 mil 716 infectados, fallecidos por un total de un millón 15 mil  789, y cuenta con una población de 326 millones 625 mil 791 habitantes,

Tlet  = 1'015,789 / 86'909,716 = 0.011688
Tmor= 1'015,789 / 326'625.791 = 3.109947

Algunos Países con  población superior a los cien millones de personas:
Brasil: Tlet = 670,229 / 32'023,166 = 0.020929 y Tmor = 670,229 / 207'353.391 = 2.928474
Rusia: Tlet = 373,075 /18'144,007 = 0.020562 y Tmor = 373,075 / 142'257.519 =2.622533
Japón: Tlet = 31,104 / 9'210,607 = 0.003377 y Tmor = 31,104 / 126'451.398 = 0.245976
México: Tlet = 325,511 / 5'923086 = 0.054956 y Tmor = 325,511 / 124'574.795 = 2.612976

La conclusión sobre los efectos de la localía para la Peste Negra, se observan similares para Covid-19, será con el paso del tiempo que se confirmen las tendencias, las revisiones y análisis matemáticos, ayudaran a aproximarnos a esas cifras que representen la realidad del SARS-CoV-2. Que hoy muestra diferencias en la mortalidad y con eso nos deja ver que es una enfermedad dinámicacon factores culturales, ecológicos, económicos y climáticos que regulan en su expansión e impacto, hasta en el proceso de vacunación.

La conclusión que obtengo de esta información es que, todo el escollo que ha propiciado que se rompa la zona de confort, esa normalidad en la existencia de los Homo sapiens, finalmente nos genera, como siempre, la posibilidad de adaptación, y eso me alegra. Los científicos nos enseñan que ahora se pueden usar nuevas herramientas y conceptos en beneficio del conocimiento, y capitalizan la pandemia para que haya una mejora en el acervo que sirve ahora y después. 



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