Migrantes sureños, transportaron el maíz primigenio a Mesoamérica y fueron los ancestros Mayas.

Las modificaciones a lo largo de la historia del planeta Tierra, han ocurrido desde el principio, que se calcula sucedió hace unos cuatro mil quinientos millones de años. Dichos cambios, se han presentado en las fas del mundo con regularidad, es por eso que al asomarse a la ventana de los vestigios históricos que han dejado los Homo sapiens, desde hace un doscientos mil años, se descubren nuevos detalles de un panorama que es mucho mas variado de lo que inicialmente se pensaba. Los humanos siempre han migrado, por diversas razones, esas migraciones son incontables, he aquí un ejemplo.

Ahora resulta que después de efectuarse nuevas investigaciones, conclusiones inesperadas nos condujeron a sorpresasesto en lo referente al proceso poblacional del "nuevo continente", ya que, los especialistas están menos seguros de lo que en los primeros tiempos se pensaba había sucedido en el continente americano.

Una nueva investigación publicada esta semana en "Nature Communication", por el profesor Keith Prufer, arqueólogo de la Universidad de Nuevo México muestra un yacimiento que se localiza en el actual territorio de Belice, que es fundamental para estudiar los orígenes del antiguo pueblo maya y la difusión del maíz como alimento básico en la región identificada como  "Mesoamerica".

Las excavaciones realizadas en el actual territorio de Belice, junto con el análisis del Ácido Desoxirribonucleico  (ADN) antiguo, indican una migración hasta ahora desconocida de un grupo de personas que llevaban maíz, desde una zona en Sudamérica en su desplazamiento hacia el norte, y que arribaron hasta la región maya.

Prufer y sus colegas excavaron veinticinco entierros que datan de hace diez mil a tres mil setecientos años, que se localizan en dos cuevas o refugios rocosos situados en las remotas montañas  de Belice, asiento del pueblo Maya, que se calcula habitó en un área aproximada a los trescientos mil kilómetros cuadrados, en la región de América Central. Estos yacimientos estaban situados bajo el saliente de altos acantilados de piedra caliza que albergaban a las personas que vivían debajo y protegían los depósitos de los restos cotidianos y los enterramientos de los muertos efectuados durante más de siete mil años.


Ilustraciones: a) Los registros paleobotánicos del sureste de Yucatán y áreas adyacentes con evidencia de maíz, yuca y chile entre 6500 y 4000 cal. BP se muestran en negro . La flecha muestra el movimiento propuesto de las poblaciones hortícolas istmo-colombianas hacia el sureste de Yucatán por lo menos en 5600 cal. BP.
b) Distribución de los grupos actuales con datos comparativos de todo el genoma | foto Keith Prufer et al.

Los esqueletos revelaron una serie de datos de ADN antiguos sobre los movimientos de las primeras poblaciones de América: una temprana migración hacia el sur de personas procedentes del norte realizada entre nueve mil seiscientos y siete mil trescientos años, en el pasado, sólo muestra un parentesco lejano con los actuales mesoamericanos, incluidas las poblaciones de habla maya; luego, un movimiento previamente desconocido desde el sur que comenzó hace unos cinco mil seiscientos años tuvo un gran impacto demográfico en la región, contribuyendo con más del cincuenta por ciento de la ascendencia de todos los individuos posteriores.

Según Prufer, cuyo laboratorio dirigió la investigación arqueológica y de isótopos, esta nueva ascendencia procede de una fuente ancestral de los actuales hablantes de chibchan que viven desde los actuales territorios de Costa Rica y hasta Colombia. Las "lenguas chibchenses" constituyen un amplio grupo de lenguas habladas por varios pueblos centro y suramericanos, desde el oriente de Honduras, la costa caribeña de Nicaragua, Costa Rica y Panamá; así como el norte de Colombia y el oeste de Venezuela. Se ha logrado determinar que veinticuatro lenguas pertenecen a esta familia lingüística, ocho de las cuales se encuentran extintas.


Ilustración de la localización de los parlantes de las lenguas chibchenses, y su posible extensión alcanzada en el siglo dieciséis. Trabajo Propio de Davius.

Nos indicó el arqueólogo Prufer que: "La prehistoria genética de las poblaciones humanas de Centroamérica estaba en gran medida inexplorada, lo que dejaba un importante vacío en nuestro conocimiento de la expansión global de los humanos, por lo que esta investigación es realmente emocionante y pionera".

Las excavaciones y los análisis de ADN apoyan un escenario en el que los horticultores relacionados con los chibchan se desplazaron hacia el norte en el sureste de Yucatán llevando variedades mejoradas de maíz, y posiblemente también mandioca y chiles, y se mezclaron con las poblaciones locales para crear nuevas tradiciones hortícolas que finalmente condujeron a formas más intensivas de agricultura de maíz mucho más tarde….

Vemos la migración de estas personas como algo fundamentalmente importante para el desarrollo de la agricultura y, eventualmente, de grandes comunidades de habla maya, dijo Prufer, señalando que el maíz proporcionaba proteínas esenciales y energía de azúcar, y podía ser almacenado en un lugar seco. Una vez que la gente tenía una fuente fiable de alimentos en el maíz, tendían a cultivar y permanecer en un lugar, lo que llevó a comunidades más grandes y establecidas.


Fotografía de las excavaciones. University of New Mexico.

Según Prufer, el maíz no siempre fue una parte importante de la dieta de estos pueblos. Los primeros emigrantes probablemente recogían y comían las diminutas mazorcas de una hierba conocida como teosinte, así como los primeros domesticados de maíz, aunque las mazorcas eran muy pequeñas, junto con otras plantas, mariscos y caza. Seleccionando las semillas más grandes y mejores, empezaron a domesticar la planta, cultivando mazorcas más grandes, y alterando cada vez más el paisaje y la biodiversidad, un proceso que probablemente ocurrió en gran medida en Sudamérica.

Esta planta teosinte, es conocida coloquialmente como: "madre del maíz", "maicillo" o "chapule", y  es cualquier especie de género "Zea", con la excepción de la planta "Zea mays", es decir, el maíz. El género "Zea" contiene varias especies de las familias de las "poáceas" (Poaceae) o "gramíneas", que  son una familia de plantas herbáceas, monocotiledoneas, que poseen más de 820 géneros y doce mil especies, son la cuarta familia con mayor riqueza de especies luego de las: "compuestas" de la familia de las angiospermas, se caracterizan por presentar sus flores dispuestas en una "inflorescencia" compuesta denominada "capítulo" la cual se halla rodeada de una o más filas de "brácteas" (involucro); las "orquídeas", plantas monocotiledoneas que se distinguen por la complejidad de sus flores y por sus interacciones ecológicas  con los agentes polinizadores y aún con hongos  con los que forman simbiosis en sus raices (micorrizas); y las "leguminosas" una familia de plantas del orden de las "fabales", fácilmente reconocibles por su fruto tipo legumbre y sus hojas compuestas y estipuladas.


Diagrama comparativo del teosinte y el maíz. Tomada de Pnas. org.

La mayor parte de la dieta de los humanos se cubre con gramíneas, entre las especies más importantes tenemos: La caña de azúcar, el trigo, el arroz, el maíz, el sorgo, la cebada, la avena, el centeno y el bambú.

Con el tiempo, el consumo de maíz creció hasta convertirse en un alimento básico de la dieta, al igual que los europeos utilizaban el trigo, dijo Prufer. La dispersión del maíz creció, moviéndose desde el sur, hacia el norte, hacia la población maya, y finalmente a través de ambos continentes, de modo que cuando los españoles llegaron alrededor del año 1,500 d.C., el maíz era un alimento básico en la dieta de todos los grupos nativos americanos.

Con referencia al tema de los genomas americanos, la Machincuepa Cuántica, en la entrega "El Genoma de los primeros pobladores de America", publicada  el 7 de abril del 2018, aborda con amplitud este tema.

El continente americano tiene aún circunstancias por investigar, y es terreno propicio para que investigadores, de todas las especialidades, entreguen en el futuro aportaciones valiosas. Les observaremos con asiduidad. 



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