El virus de la inmunodeficiencia adquirida VIH, en 2022.

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, conocido por sus siglas (SIDA), es causado por un virus, el de la inmunodeficiencia humana (VIH), o en inglés (AIDS) e (HIV) respectivamente. Un mal epidémico de finales del siglo Veinte, nombrado oficialmente en el año 1982.

Fue el día 5 de junio de 1981, cuando el "Center for Disease Control" convocó a una conferencia de prensa donde se describieron cinco casos de neumonía por "Pneumocystis carinii" (NPC) en la Ciudad de Los Ángeles (E.E.U.U.). Poco después se reportaron varios casos del "Sarcoma de Kaposi" (SK) por el Dr. Michael Gottlieb (nacido en 1947, egresado de la Universidad de Rochester) de San Francisco. A los pocos meses, se describieron casos similares en otros países.


El virus VIH, causante del SIDA. Tomada de Wikipedia.

La situación resultó ser alarmante, porque ambos procesos afectaban a varones jóvenes aparentemente sanos y sin ninguna enfermedad de base. Se observó que la mayoría de estos pacientes eran varones homosexuales, y muchos de ellos padecían también otras enfermedades crónicas que más tarde se identificaron como infecciones oportunistas. Ello propicio que los medios de comunicación, en especifico la prensa escrita le asoció un nombre distintivo la «peste rosa», aunque pronto se hizo notar que también la padecían los inmigrantes haitianos ‒usuarios de drogas intravenosas‒ en EE.UU., así mismo se presentaba en receptores de transfusiones sanguíneas y aún en mujeres heterosexuales. 

Un estudio detallado reveló que presentaban un cuadro de inmunodeficiencia caracterizado por la disminución de "linfocitos CD4". Por tanto, se trataba de un cuadro de inmunodeficiencia adquirida. Muchos de los primeros enfermos detectados murieron a los pocos meses de ocurrido el diagnóstico, lo que elevó su popularidad entre el público. 

La teoría con más apoyo ‒cuya evidencia era básicamente epidemiológica‒ planteó desde un inicio que la enfermedad era causado por un virus. 

Dos años después, en 1984, dos científicos, Robert Gallo (nacido el 23 marzo 1937, egresado de la Universidad Médica de Jefferson) en los Estados Unidos y Luc Montagnier (1932  - 2022), doctorado en Medicina en la Universidad de Poitiers) en Francia, aislaron de forma independiente el virus que causaba el SIDA. Luego de una prolongada disputa estos dos científicos, accedieron a compartir el crédito por el descubrimiento, sin embargo, en el presente se considera que Montagnier fue el descubridor de los virus del SIDA, tanto del VIH-1 como del VIH-2, y que Gallo aportó la metodología necesaria para descubrir los primeros retrovirus humanos Este médico tiene una historia familiar que sustentó su vocación, pues su hermana falleció a una edad temprana a causa de la Leucemia, fue en el año de 1974 que identifica el primer retrovirus humano: el "HTLV" o "Virus humano de leucemia de células T," descubrimiento que le valió obtener el "Premio Lasker" en 1982.

El virus que genera el SIDA está clasificado como un "Lentivirus" (que pertenece a la familia Retroviridae), esto es, un virus con la capacidad de infectar por largos períodos de tiempo, y es un retrovirus exógenos no oncogénico, que provoca infecciones persistentes, dando lugar a enfermedades con largos períodos de incubación; por lo regular su ataque incluye a los componentes del sistema inmunológico del organismo, como los "macrofagos" y las "células T" propiciándoles efectos citopáticos (esto es, daño celular causado por la infección viral, provocando cambios en la morfología celular, lisis celular, vacuolización, formación de sincitios, formación de cuerpos de inclusión, etc.) y tienen la capacidad de infectar células quiescentes (aquellas células que están en un estado vegetativo, que no presenta división celular). Estos lentivirus cuentan con un genoma de Ácido Ribonucleico (ARN) más largo que otros virus, llega a contar con diez kilobases (kb), con la importante característica de poder codificar genes esenciales, lo que le permite la regulación de su propia expresión en la célula infectada, al llevarla a ser disfuncional, queda establecido su final pues ello propicia que en ese momento muera.

El virus (VIH) consta de una bicapa lipídica externa, como envoltura, donde se han encontrado  la "glicoproteína" y diferentes proteínas membranales del huésped, además de "glicoproteínas virales asociadas en trímeros" o tetrámeros. Como cualquier otro retrovirus, posee un genoma de (ARN) de cadena simple (ss) que depende de una sola enzima, la "retrotrancriptasa", para convertir su ARN genómico en Ácido Desoxirribonucleico (ADN) (provirus) que es posteriormente integrado en el genoma celular; ya para esta etapa el provirus posee aproximadamente 9.8 Kb de longitud.


La cronología del virus VIH, tomada de Wikipedia.

Al igual que el resto de retrovirus, en su genoma encontramos tres regiones codificantes: "gag", "pol" y "env"; que codifican las proteínas de la cápside "Gag", las enzimas necesarias para la replicación "Pol" y la glicoproteína externa "Env", responsable de la infectividad de la partícula viral a través de la unión a receptores específicos de la célula. Las enzimas virales codificadas por "pol" son: la transcriptasa inversa (RT), la integrasa (IN) y la proteasa (PR). Como la mayoría de los retrovirus, el VIH posee un promotor y un sitio de poliadenilación dentro de la "región larga terminal" (LTR) y expresa un solo transcrito primario.

El ciclo vital del VIH sigue, en general, las pautas del resto de retrovirus. Después de que el virus alcanza la célula diana y logra penetrar a través de la membrana plasmática, la RT convierte el ARN viral en ADN. El ADN retrotranscrito es transportado al núcleo e integrado al ADN celular, proceso mediado por la enzima IN. Debido a las características de replicación de los retrovirus, el ADN proviral está flanqueado por las regiones "long terminal repeats" (LTR), con importantes funciones reguladoras.

Las proteínas adicionales expresadas por el VIH son parte de la partícula viral (Vif, Vpr, Vpx), regulan directamente la expresión génica viral (Tat, Rev) o interactúan con la maquinaria celular para facilitar la propagación del virus (Vpu, Nef). Estas proteínas adicionales incrementan la complejidad de la organización y expresión del VIH. Se ha propuesto que los lentivirus deben incluirse en un subgrupo de los retrovirus denominado retrovirus complejos. La característica distintiva de este subgrupo es la habilidad para regular su propia expresión vía factores proteicos codificados por el virus. Es esta propiedad la que permite a los virus que la poseen, como el VIH, permanecer durante largos periodos en la célula infectada, generando con ello infecciones crónicas activas.

SIDA significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida y está causado por el "virus de inmunodeficiencia humana"(VIH), siendo la etapa final de la infección. Así que primero el virus tiene que penetrar en el organismo, después producirse la progresión de la infección hacia una enfermedad crónica que debilite el sistema inmunitario para que finalmente se produzca la aparición de enfermedades oportunistas ante la debilidad del organismo. Entonces es cuando se habla de SIDA

Se diagnostica el SIDA cuando una persona con el virus tiene un recuento de linfocitos CD4, también conocidos como linfocitos T4, que son glóbulos blancos que combaten infecciones y desempeñan un papel importante en el sistema inmunitario, inferior a 200/mm3, una o más infecciones oportunistas o ambas cosas.

Primera instancia, es la fase inicial de la infección y aparece en las primeras semanas tras haberse contraído. Muchas personas, en este momento, presentan síntomas que son similares a los de la gripe (como fiebre, dolor de cabeza, de garganta o en las articulaciones y músculos), erupción cutánea y ulceraciones en la boca, entre otros. El VIH se reproduce rápidamente y se propaga por el organismo, ya que el sistema inmunitario ante este primer contacto no se encuentra preparado. Por ello, la carga del virus en la sangre es extremadamente alta, a menudo más que en cualquier otra etapa de la infección. 

Además, en esta fase, los niveles del VIH son también altos en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, en el semen y los fluidos vaginales. La consecuencia es que hay, a su vez, un mayor riesgo de transmisión a otras personas durante esta fase primaria de la infección. 

Tras las primeras semanas el cuerpo empieza a generar anticuerpos (partículas que el organismo humano genera cuando detecta la presencia de elementos externos que pueden originar enfermedades con el objetivo de neutralizarlos y facilitar su eliminación) y, entonces, baja la carga viral presente en el cuerpo de la persona. Sin embargo, el organismo no es capaz de erradicar el virus completamente.

En la siguiente fase, se habla de la enfermedad en un estado crónico, el virus sigue presente en el cuerpo después de la fase inicial, reproduciéndose, aunque en concentraciones bajas. Además, la persona no suele tener síntomas, pero sigue pudiendo transmitir el virus. Si no se ha detectado su presencia y no se está en tratamiento, la infección puede seguir progresando y en 10 o 12 años termina provocando el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

Es la fase final, que llega cuando el sistema inmunitario no puede luchar contra las infecciones que afectan al cuerpo y que aprovechan su debilidad (enfermedades oportunistas). 
 
El tratamiento antirretroviral es imprescindible para el manejo del virus (VIH), lo que permitirá llevar una vida saludable, ya que permite reducir el nivel del virus en tu organismo y ralentizar o prevenir el daño en el sistema inmunitario. El tratamiento médico no es una cura, su objetivo es ayudarte a mantener tu salud, paliar el daño inflingido al organismo y con ello elevar tu esperanza de vida  y mejorar la calidad de vida.

La enfermedad SIDA, queda claro que se produce cuando el "Sistema Inmunitario" se vuelve muy débil a causa de la infección por el virus (VIH), pasará tiempo para que se desarrolle, por ello se ha determinado que constituye la fase más avanzada de la infección por el virus. Conclusión: "El síndrome de inmunodeficiencia adquirida puede causar más complicaciones en el citado sistema, dando lugar a que los pacientes sean susceptibles de contraer determinadas enfermedades infecciosas y aún cánceres". 

Dentro de las enfermedades que pueden desarrollarse al contraer la infección se cuentan: infecciones leves, inflamación de los ganglios, diarrea, adelgazamiento, fiebre, tos, dificultad para respirar. Las infecciones pueden tornarse crónicas, al estar el organismo imposibilitado para defenderse de ellas. 

En Estados Unidos, fue en el transcurso del año 1995, que la "Administración de Alimentos y Medicamentos" (FDA) aprueba el primer "inhibidor proteasa" (IP): conocido como "Invirase" (saquinavir). Y en los siguientes años, surgen dos nuevos (IP), que son: "Norvir" (ritonavir) y "Crixivan" (indinavir), posterirmente son aprobados otras nuevas clases de drogas: los "inhibidores no-nucleósidos de la transcriptasa reversa" (INNTR), la cual incluye a: "Sustiva" (efarivenz) y el "Viramune" (nevirapine).

Un año después, la "Conferencia Internacional de SIDA" revela que la "HAART" (highly active antirretroviral therapy), la cual combina tres drogas, es extremadamente efectiva en reducir la cantidad de actividad viral en la sangre y causa una significativa mejoría de la inmunidad en los pacientes tratados. Esto representaría el comienzo de la era del SIDA como una enfermedad crónica manejable. Actualmente los pacientes con el virus infectando su organismo, pueden vivir una vida larga y saludable con un tratamiento y una atención médica adecuada. 

En conclusión ahora se utiliza una terapia de combinación para tratar el virus, conocida como "terapia antirretroviral de gran actividad" (TAR),  se dividen en: "inhibidores de la integrasa", "inhibidores de la proteasa", "inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido/nucleótido", "inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido" e "inhibidores de la entrada". Entonces hay diferentes tipos de fármacos para tratar la infección por el VIH. Son medicamentos desarrollados para evitar la replicación del VIH en el cuerpo y dado que este virus cambia y muta rápidamente, es capaz de volverse resistente a todos los medicamentos cuando se administran de forma aislada. Por ello, el tratamiento consiste en la combinación de diferentes medicamentos que ayuden a lograr la máxima supresión del virus.


El mapa que denota la distribución del SIDA en el planeta. Las regiones mas oscuras representan las zonas de mayor frecuencia, las claras las menos afectadas. Tomada de Wikipedia.

Pero el tiempo ha concedido el logro médico, las investigaciones los trabajos científicos, las investigaciones, han dado su fruto, sin embargo, actualmente el recuento de muertes producidas en el mundo por el SIDA, desde 1981 y al 2020, es de entre veinticinco y treinta y cinco millones de fallecimientos, lo que la coloca en la quinta posición de las epidemias más letales en la historia de la humanidad. Las cifras sobre la mortalidad han disminuido considerablemente, como consecuencia de que se entró en la fase de una enfermedad crónica manejable, pero no en todas las naciones del mundo sucede lo mismo, hay regiones en el planeta que no cuentan con la posibilidad de acceso a los retrovirales y las tasas de contagio son más elevadas que en otras partes del mundo.

Identifican variante de VIH más virulenta y transmisible.

Investigadores identificaron una variante del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) altamente contagiosa, que comenzó a circular en Holanda en la década de 1990. Un hallazgo científico raro que, sin embargo, no debería causar pánico, aclaran.

La variante responde a tratamientos existentes y ha ido en declive desde 2010. "No hay razón para alarmarse", aseguró a la AFP el doctor Chris Wymant, investigador en epidemiología de la Universidad de Oxford y autor principal del estudio, mismo que fue publicado el jueves tres de febrero reciente, en la revista "Science".

No obstante, el descubrimiento puede ayudar a comprender mejor cómo el VIH, causante de la enfermedad del SIDA, ataca las células.


La variante más virulenta del VIH se desarrolló en 1980 y circuló en la década de 1990 en Holanda, según los investigadores. Foto Ap.

La investigación también prueba que un virus puede evolucionar hasta volverse más virulento, una hipótesis científica ampliamente estudiada en la teoría, pero con pocos ejemplos hasta ahora, resumiendo, los investigadores encontraron a 109 personas infectadas con esta variante, solo cuatro de ellas fuera de Holanda (en Bélgica y Suiza). La mayoría eran hombres que practican sexo con otros hombres y de una edad similar a personas infectadas con el virus en general.

La variante se desarrolló a finales de la década de 1980 y en 1990, y se transmitió más rápidamente en la de 2000. Probablemente gracias a los esfuerzos de Países Bajos en la lucha contra le enfermedad, está en declive desde 2021. Fue nombrada como la "variante VB" por "variante virulenta del subtipo B", el más común en Europa.

El virus del VIH cambia constantemente, y la variante descubierta tiene más de quinientas mutaciones. "Encontrar una nueva variante es normal, pero encontrar una nueva variante con propiedades inusuales no. Especialmente con una mayor virulencia", explica el doctor Wymant.

La primera persona en el estudio que fue identificada con esta variante fue diagnosticada en 1992 (con una versión incompleta) y la última en 2014. Una vez tratados, los pacientes no presentan más riesgo de complicaciones que los demás.

La progresión de la enfermedad generalmente se mide por la cantidad de linfocitos T CD4 en la sangre, que forman parte del sistema inmunitario y son el objetivo del virus. Las personas infectadas con la variante tenían un recuento de esos glóbulos blancos menor que el resto al momento del diagnóstico, con una disminución estimada dos veces más rápida. Los investigadores calcularon que, sin tratamiento, el umbral peligroso de trescientos cincuenta linfocitos T-CD4 por cada microlitro de sangre se alcanzaría en nueve meses para pacientes con esta variante, en comparación con los tres años de los otros pacientes. Además, la carga viral (cantidad de virus en la sangre) de los infectados con esta variante también fue significativamente mayor y, aparte de su virulencia, los investigadores también demostraron que es altamente transmisible.

El epidemiólogo Christophe Fraser, coautor del estudio destacó en un comunicado de prensa: "Nuestros resultados resaltan la importancia (…) del acceso regular a las pruebas para personas en riesgo de contraer VIH, para permitir un diagnóstico temprano e iniciar tratamiento inmediatamente después".

Fraser está detrás del proyecto Beehive, que reúne datos de pacientes en ocho países y se creó en 2014 para analizar en qué medida las mutaciones en el virus podrían tener un impacto en la enfermedad cuando esta se desarrollara. Los investigadores no pudieron explicar qué mutaciones específicas de la variante "VB" causaron su alta virulencia, o a través de qué mecanismo.

Subrayó Wymant: "Esto es una advertencia, nunca debemos ser demasiado presumidos y asumir que un virus evolucionará hasta volverse más benigno". Es una conclusión que cobra interés en el contexto de aprender más sobre los virus en plena pandemia de covid-19.

Murió el Nobel francés Luc Montagnier, uno de los descubridores del VIH.

Luc Montagnier, quien ganara el Nobel de Medicina en el año 2008, por el descubrimiento del virus del sida, falleció el martes ocho de febrero, a los 89 años en un hospital de Neuilly-sur-Seine, cerca de París, informó ayer el alcalde de esa localidad, Jean-Christophe Fromantin.


El científico en una audiencia de la comisión de investigación sobre el sida en París, el 2 de diciembre de 1992. Foto Afp

El investigador francés, que más tarde se convirtió en una figura controvertida en la comunidad científica, fue galardonado con el Nobel en 2008 por haber identificado el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en 1983 junto a sus colegas Françoise Barré-Sinoussi y Jean-Claude Chermann.

Sin embargo, su amplia fama se vio empañada en los años recientes tras varias declaraciones que suscitaron enormes polémicas y lo llevaron a ser rechazado por sus colegas.

Desde 2017 hizo reiteradas declaraciones contra las vacunas y en los dos años pasados reapareció e hizo afirmaciones sobre el coronavirus, causante de la pandemia de covid-19, que fueron refutadas por la comunidad científica. Esa postura hizo que ganara en cambio la simpatía de los movimientos antivacunas.

Si bien, los rumores acerca de la muerte de Montagnier circulaban en Internet desde el miércoles, pero no se pudieron confirmar en un primer momento, ya que la familia no habló con la prensa y los principales organismos de investigación a los que pertenecía señalaron que no podían ratificar lo que se difundía. Esta inusual falta de información en torno a una figura tan conocida parecía ser un reflejo de la situación reciente del científico ante la comunidad.

Destacó en su comunicado, la asociación contra el sida "Aides": “Hoy elogiamos el papel decisivo de Luc Montagnier en el descubrimiento conjunto del VIH”. Este fue un paso adelante fundamental, pero tristemente seguido por varios años durante los cuales se alejó de la ciencia, hecho que no podemos ocultar”.

Montagnier hizo su descubrimiento clave sobre el VIH a principios de la década de 1980, cuando los casos de sida comenzaron a dispararse y las personas infectadas tenían pocas posibilidades de supervivencia. Sus hallazgos sentaron las bases para los tratamientos contra el sida, lanzados 15 años después, que permitirían a los pacientes llevar una vida casi normal a pesar de la enfermedad. El descubrimiento fue seguido por una larga disputa entre Montagnier y el equipo del investigador estadunidense Robert Gallo sobre su autoría.

Su posición contraria a las vacunas generadas contra el Covid, aunque elevaron su perfil público durante la pandemia, también encontraron muy poco respaldo entre la comunidad científica. Los tributos iniciales provinieron de figuras políticas y científicas marginales con posiciones contrarias a la vacunación. Incluyeron al político de extrema derecha Florian Philippot, quien lanzó protestas semanales contra las inmunizaciones en toda Francia. “Lo arrastraron por el barro aunque tenía razón sobre el covid”, sostuvo Philippot sobre Montagnier en Twitter.

El virólogo Didier Raoult, marginado entre los investigadores por preconizar tratamientos anticovid sin comprobación científica, elogió la “originalidad” y la “independencia” de Montagnier.

La única reacción inmediata del gobierno del presidente Emmanuel Macron provino de la ministra de Investigación, Frederique Vidal, quien ofreció sus condolencias a la familia de Montaigne, sin mencionar sus posiciones científicas recientes.

Finalmente, presento un novedoso descubrimiento, en este caso sobre la remisión de la enfermedad.

Nuevo caso de remisión de VIH en mujer con trasplante de células madre.

Investigadores estadunidenses han presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (Croi2022) el tercer caso conocido de remisión del VIH en una persona que recibió un trasplante de células madre. En esta ocasión, y por primera vez, se trata de una mujer con VIH que recibió un trasplante de células madre de la sangre del cordón umbilical para tratar la leucemia mieloide aguda.

La mujer no ha tenido niveles detectables de VIH durante 14 meses a pesar de la interrupción de la terapia antirretroviral (TAR), según los investigadores del "Estudio Observacional P1107 de la Red Internacional de Ensayos Clínicos sobre el SIDA en Adolescentes y Pediatría Materna" (Impaact) dirigido por Yvonne Bryson de la Universidad de California en Los Ángeles, y la profesora y doctora Deborah Persaud de la Universidad Johns Hopkins, Baltimore.


Células Madre, una promesa que se torna en realidad. Tomada de UNSAM.edu.ar.

La remisión del VIH resultante de un trasplante de células madre se había observado previamente en dos casos. El primero, conocido como el 'paciente de Berlín' (un hombre caucásico), experimentó una remisión del VIH durante 12 años y se consideró curado del VIH; murió de leucemia en septiembre de 2020. Y el segundo fue el 'paciente de Londres' (un hombre latino) que ha estado en remisión del VIH durante más de 30 meses.

El estudio "Impaact P1107" comenzó en 2015 y es un estudio observacional realizado en EU que fue diseñado para describir los resultados de hasta veinticinco participantes que viven con el VIH que se sometieron a un trasplante de células madre de sangre de cordón umbilical "CCR5A32/A32" para el tratamiento del cáncer, enfermedades hematopoyéticas u otras enfermedades subyacentes.

Como resultado de la mutación genética "CCR5A32/A32", las células faltantes carecen de correceptores "CCR5", que es lo que utiliza el VIH para infectar las células. Al eliminar las células inmunitarias cancerosas a través de la quimioterapia y luego trasplantar células madre con la mutación genética "CCR5", los científicos teorizan que las personas con este virus desarrollan un sistema inmunitario resistente al VIH.

El caso descrito en la reunión de la "Croi2022" involucra a una mujer de ascendencia mestiza que había estado en tratamiento antirretroviral por infección por VIH durante cuatro años en el momento de su diagnóstico de leucemia mieloide aguda. Logró la remisión de la leucemia mieloide aguda después de la quimioterapia.

Antes de recibir el trasplante de células madre, el VIH del participante estaba bien controlado pero era detectable. En 2017, recibió un trasplante de células madre de sangre de cordón umbilical "CCR5A32/A32" complementadas con células adultas de un familiar (llamadas haplocélulas).

Después de recibir el trasplante de células madre, injertó 100 por ciento de células de sangre del cordón umbilical en el día 100 y no tenía VIH detectable. A los 37 meses del trasplante, el paciente interrumpió la  "terapia antirretroviral de gran actividad" (TAR). Según el equipo de estudio, no se detectó el VIH en la participante durante 14 meses, excepto por una detección transitoria de trazas de ADN del VIH en las células sanguíneas de la mujer 14 semanas después de suspender. Las células haplo solo se injertaron transitoriamente y contribuyeron a una recuperación rápida.

Este tercer caso de remisión del VIH sugiere que se debe considerar el trasplante de células madre del cordón umbilical "CCRA5/A32" para lograr la remisión del virus y la cura para las personas que viven con el VIH y que requieren dicho trasplante para otras enfermedades, según el equipo del estudio.

El avance en las investigaciones es claro y conciso, falta menos camino por andar que cuando se dio inicio a la epidemia, se han obtenido grandes logros, pero todavía no hay vacuna.

La Machincuepa Cuántica, seguira revisando en busca de los nuevos descubrimientos en la epidemia del SIDA, y los presentara, mientras tanto estamos actualizados.

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