Microatolones revelan un terremoto que duró 32 años, el más lento registrado hasta ahora

Los temblores de tierra, un fenómeno de la naturaleza que aterroriza a la especie humana desde siempre, el hecho de que el piso se mueva a tus pies, deja la sensación de la fragilidad de la existencia humana, tanto en todos aquellos que viven la experiencia por primera vez, y aún, en las subsecuentes.


Fotografía. Microatolón de Labuhan Bajau en el sureste de Simeulue. Una losa radial que se extrajo de él tenía 2.6 metros de largo y fue utilizada para reconstruir cambios en el nivel relativo del mar y el de la tierra. Foto Aron Meltzn.

Para catalogar a los "terremotos", actualmente, se utilizan dos escalas: la de Richter y la de Mercalli.

La primera "Richter", representa el valor de la energía sísmica liberada, esta medición se realiza utilizando los datos que entregan los sismógrafos, que registran las ondas sísmicases una escala logarítmica arbitraria que asigna un número para cuantificar la energía que libera un movimiento de tierra, denominada así en honor de su creador el físico y sismólogo Charles Francis Richter (1900 - 1985). Se utiliza esta escala para determinar las fuerzas de sismos de una magnitud entre dos grados y seis punto nueve, y de cero a cuatrocientos kilómetros de profundidad, en cuanto a su epicentro, que es el punto en la superficie de la Tierra que se encuentra sobre la proyección vertical del hipocentro o foco (que es la zona en el interior de la Tierra donde inicia la ruptura de la falla: desde ahí se propagan las ondas sísmicas), esto es, el punto del interior de la Tierra en el que se origina un terremoto.​ El epicentro es usualmente el lugar con mayor daño.

Al inicio de su carrera Richter trabajó en el nuevo Laboratorio de Sismología de Pasadena, bajo la dirección de Beno Gutenberg (1889 - 1960). En 1920 consiguió su doctorado en Física Teórica. Sin embargo, justamente por vivir en California, una zona sísmica, comenzó a interesarse por la geología.

Siete años después, formó parte del Laboratorio Sísmico del Caltech de Pasadena . Fue en ese sitio donde comenzó a obsesionarse con descubrir lo que hasta en ese tiempo era un misterio: cómo medir un sismo desde su epicentro, algo que era necesario principalmente para informar con exactitud a la gente.

Hacia ese tiempo ya existía la "antigua escala de Mercalli", pero esta, sólo podía medir en el punto donde se encontraban los aparatos sismográficos. Fue así como, en 1935, en colaboración con Beno Gutenberg creó una escala que iba del 0 al 9 y que permitía medir de forma precisa la magnitud del sismo desde su epicentro. Debido a las limitaciones del sismómetro de torsión "Wood-Anderson", usado para desarrollar la escala, la "magnitud original" (ML) no puede ser calculada para temblores mayores a 6.8. Varios investigadores propusieron extensiones a la escala de magnitud local, siendo las más populares la "magnitud de ondas superficiales" (MS) y la conocida como "magnitud de las ondas del cuerpo" (Mb). Los efectos típicos de los sismos de diversas magnitudes, cerca del epicentro, la intensidad y los efectos en la tierra no solo dependerán de la magnitud del sismo, sino también de la distancia del epicentro, la profundidad, el foco del epicentro y las condiciones geológicas, en consecuencia de que algunos terrenos pueden amplificar las señales sísmicas.



Ilustración de la medición de los movimientos tectónicos, tomada de Es. Wikipedia. org.

Actualmente, los medios de comunicación suelen confundir las escalas, a efecto de simplificar la información, para referirse a eventos telúricos actuales se considera incorrecto decir que un sismo "fue de magnitud superior a siete en la escala de Richter", pues los sismos con magnitud superior a 6.9 se miden, desde 1979, con una escala distinta, conocida como "Sismológica de Magnitud de Momento", por tratarse esta última de una escala que discrimina mejor en los valores extremos. 

En el año de 1979, los sismólogos Thomas C. Hanks (dice su hoja que nació en el siglo XX) y Hiroo Kanamori (nacido el 17 octubre de 1936), investigadores del Instituto de Tecnología de California (Caltech), propusieron la escala conocida como "Sismológica de Magnitud de Momento" (MW), la cual provee una forma de expresar momentos sísmicos que puede ser relacionada aproximadamente a las medidas tradicionales de magnitudes sísmicas.

La tabla siguiente es una guía aproximada de los grados de "la escala de Richter modificada". De menor a mayor:

ML menores de 2, Micro y se producen cerca de ocho mil al día.
ML entre 2 y 2.9, Menor y se producen alrededor de un mila al día.
ML entre 3 y 3.9, Menor y se producen cuarenta y nueve mil por año.
ML entre 4 y 4.9, Ligero y se producen seis mil doscientos por año.
ML entre 5 y 5.9, Moderado y se producen ochocientos por año.
ML entre 6 y 6.9, Fuerte. ciento veinte por año.
ML entre 7 y 7.9, Mayor, dieciocho por año.
ML entre 8 y 8.9, Épico o Cataclismo, de uno a tres al año.
ML entre 9 y 9.9, Épico o Cataclismo, de uno a dos en veinte años
ML de 10 y mayores, Legendario o Apocalíptico, nunca se ha presentado. 

Como se observa, la "Escala Sismológica de Magnitud de Momento" es coincidente con la "Escala de Richter" para indicar magnitudes inferiores a 6.9, y por sobre estos es de mejor calidad, por lo que actualmente, en el siglo XXI es la de uso corriente.


Las escalas más usadas para la medición de los sismos. tomada de Nzdl . org.

La escala de Mercalli es una escala de doce grados desarrollada, para evaluar la intensidad de los terremotos a través de efectos y daños causados a distintas estructuras. Así, la intensidad de un terremoto no está totalmente determinada por su magnitud, sino que se basa en sus consecuencias, empíricamente observadas. Así, la intensidad de un terremoto no está totalmente determinada por su magnitud, sino que se basa en sus consecuencias, empíricamente observadas. Debe su nombre al físico y sacerdote italiano Guiseppe Mercalli (1850 - 1914). Ha sido modificada en el transcurso del tiempo. E incluso fue revisada por Richter

Los niveles bajos de la escala están asociados por la forma en que las personas sienten el movimiento, mientras que los grados más altos se relacionan con el daño estructural observado. La tabla siguiente es una guía aproximada de los grados de "la escala de Mercalli modificada". De menor a mayor (no hay fracciones en esta graduación):

(1) Muy débil, (2) Débil, (3) Leve, (4) Moderado,
(5) Poco Fuerte, (6) Fuerte, (7) Muy Fuerte, (8) Destructivo,
(9) Muy Destructivo, (10)Desastroso, (11) Muy Desastroso, (12) Catastrófico.


Ilustración de Sismógrafo de Inteligencia Artificial, tomado de Rotativo. com. mx.

Y ahora, la noticia que nos hace voltear a mirar con atención los terremotos lentos, que con los avances logrados en las observaciones y las técnicas de detección de las huellas que en el pasado se han registrado, entramos a una dimensión distinta a la experiencia acumulada en miles de años, sobre duración y otra características de los sismos.

Un terremoto que duró 32 años, el más lento registrado, eventualmente condujo al catastrófico temblor de Sumatra de 1861. Esta isla se encuentra en el límite de placas de subduccion entre la "Placa Indoaustraliana" y la "Placa Euroasiática". La subduccion entre estas placas es muy oblicua cerca de dicha isla, con el desplazamiento de ser alojados cerca de las fallas a lo largo de la zona de subducción, conocido como "Gran Falla de la Sunda", y cerca del  fallamiento de deslizamiento a lo largo de la "Gran Falla de Sumatra". Los principales eventos de deslizamiento en la interfaz de la zona de subducción son típicamente del tipo de "mega impulso". Históricamente, los terremotos de mega impulso grandes o gigantes, que se han registrado sucedieron  en los años de: 1797, 1833, 1861, 2004, 2005, 2007 y 2012 la mayoría de ellos están asociados a tsunamis devastadores. Más pequeñas pero grandes de mega impulso, también se han producido cuatro en los pequeños espacios entre las áreas que secuelan en los eventos más grandes, estos ocurrieron en: 1935, 1984, 2000 y 2002.

El terremoto de Sumatra de 1861 ocurrió el 16 de febrero y fue el último de una secuencia de terremotos que rompieron partes adyacentes del segmento de Sumatra del mega empuje de Sunda. Causó un devastador tsunami que provocó varios miles de muertos. El terremoto se sintió tan lejos como fue en la península malaya y la parte oriental de la Isla de Java. Coincidentalmente, el área de ruptura del terremoto de "Nias-Simeulue" ocurrido en el año de 2005 es similar a la estimada para el evento de 1861.

Investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur (NTU, por sus siglas en inglés) creen que su estudio destaca posibles factores no advertidos o el error en las evaluaciones globales del riesgo de terremotos en la actualidad.




Sismógrafo Horizontal de 1909 en Toledo, tomado de Pinterest.es.

Los terremotos a cámara lenta o los eventos de deslizamiento lento se refieren a un fenómeno de liberación de tensión prolongado, en el que las placas tectónicas de la Tierra se deslizan unas contra otras sin causar una gran sacudida o destrucción del suelo. Por lo general, implican movimientos de pocos centímetros por año a centímetros por día.

El equipo de NTU hizo el descubrimiento mientras estudiaba los niveles históricos del mar utilizando corales antiguos, llamados microatolones, en la isla Simeulue, ubicada frente a la costa de Sumatra. Al crecer tanto hacia los lados como hacia arriba, los microatolones de coral en forma de disco son registradores naturales de los cambios en el nivel del mar y la elevación de la tierra, a través de sus pautas de crecimiento visibles, según un comunicado.

Por medio de datos de los microatolones, combinándolos con simulaciones del movimiento de las placas tectónicas, el equipo de NTU descubrió que desde 1829 hasta el terremoto de Sumatra en 1861, el sureste de la isla Simeulue se estaba hundiendo en el mar más rápido de lo esperado.


Mapa de Kabupaten Simeulue, tomado de Es.Wikipedia.com

Kabupaten Simeulue es una de las Regencias, el equivalente a los municipios de estos lares,   (kabupaten) localizado en la provincia de Aceh en Indonesia. El gobierno local  y la capital se encuentra en la ciudad de Sinabang.

El Kabupaten Simeulue  comprende una superficie de 2 mil 310 kilómetros cuadrados y ocupa la totalidad de la isla del mismo nombre situada en la costa oeste de Sumatra. La población se estima en unos 82 mil 648 habitantes.

Este evento de deslizamiento lento fue un proceso gradual que alivió la tensión en la región poco profunda donde se unían dos placas tectónicas, explicó el equipo de investigadores. Sin embargo, esta tensión se transfirió a un segmento vecino más profundo, culminando con el terremoto y el maremoto de magnitud 8.5 en 1861, que provocó enormes daños y pérdidas de vidas.

El descubrimiento marca el evento de deslizamiento lento más largo registrado y cambiará las perspectivas globales sobre el periodo y los mecanismos del fenómeno, señalaron los expertos. Los científicos creían antes que los eventos de deslizamiento lento tenían lugar sólo durante horas o meses, pero la investigación muestra que, de hecho, podrían continuar durante décadas sin desencadenar los temblores y maremotos desastrosos que se ven en los registros históricos.


Playa Mahi Mahi, en la isla Simeulue de Sumatra, tomada de Surfinsumatra.

Los hallazgos, publicados este mes en la revista "Nature Geoscience", llevaron a los autores a sugerir que las evaluaciones actuales del riesgo de terremotos pueden estar pasando por alto los fenómeno de deslizamiento lento en curso en las observaciones y, por tanto, no considerar adecuadamente el potencial de eventos de deslizamiento lento para desencadenar futuros terremotos y maremotos.

Y en México, la investigación sobre el particular se difunde también en estos días.

Los sismos lentos son eventos de deslizamiento de la corteza terrestre, que en México duran hasta seis u ocho meses y ocurren entre las placas tectónicas "de Cocos" (que es oceánica) y la "de Norteamérica" (que es continental), sin que los percibamos los seres humanos.

"En el país se dan notablemente al sur del territorio con cierta periodicidad, cada tres y medio años años en epicentros ubicados en el estado de Guerrero y de año y medio en la entidad   Oaxaqueña, aproximadamente. La mayoría se produce a mayor profundidad (sobre la interfaz de las placas) que donde suceden los terremotos potencialmente devastadores”, afirmó Víctor Manuel Cruz Atienza, investigador del Instituto de Geofísica (IGf), quien utiliza tecnología y métodos sofisticados para observar y estudiar estos movimientos.

En un artículo publicado en la revista "Nature Communications", el pasado mes de abril, el experto y sus colaboradores anotan que los últimos cuatro grandes terremotos de México han sido precedidos de sismos lentos.

“No todos generan un terremoto, pero hemos documentado que al menos los últimos cuatro grandes en el país (con magnitud superior a siete desde 2014 hasta la fecha, uno en Guerrero y tres en Oaxaca, todos bajo la costa) fueron antecedidos por la ocurrencia de uno lento. Eso sugiere que hay una interacción preponderante entre ellos, pero no suficiente para garantizar la ruptura de uno mayor. Esto es cierto, al menos, con nuestra capacidad de observación actual”, explicó el experto.

Los eventos lentos (más profundos que los devastadores) pueden llegar a ser terremotos grandes por la acumulación de tensión que produce su deformación en zonas acopladas de la interfaz de placas, conocidas como asperezas. Estas tensiones son capaces de desestabilizar la interfaz dando lugar a los movimientos telúricos mayores que conocemos.

“Pareciera que la iniciación de un sismo grande tiene como condición necesaria la ocurrencia de uno lento, pero esa condición no es suficiente ni por lo tanto garantía de que así sea. Los lentos son, por ende, un factor preponderante pero no el único, hasta donde hemos sido capaces de ver en la naturaleza”, aclaró Cruz Atienza.

Otra observación extraordinaria reportada en el estudio, es que el gran terremoto de Tehuantepec del 7 de septiembre de 2017 (magnitud 8.2), perturbó fuertemente el ciclo de los sismos lentos a escala regional, tanto en Guerrero como en Oaxaca, generando una sucesión extraordinaria de los lentos que, a su vez, ocasionaron los terremotos de Puebla-Morelos que devastaron Ciudad de México y sus alrededores el 19 de septiembre de 2017, y de Pinotepa Nacional, el 16 de febrero de 2018. Esto se debió al cambio de las propiedades mecánicas del material que está entre las placas, causado por las ondas sísmicas sin precedente en México producidas por el terremoto de Tehuantepec.


Se dan notablemente al sur del territorio con cierta periodicidad, cada 3.5 años en Guerrero y 1.5 en Oaxaca. Imagen: cortesía de Víctor Manuel Cruz. Gaceta UNAM.

Para hacer este trabajo, el investigador y sus colaboradores realizaron varios métodos matemáticos y computacionales, entre los que destaca el denominado ELADIN.

“Es un proceso que permite determinar el deslizamiento lento y el acoplamiento de la interfaz de placas a partir de mediciones geodésicas en superficie. Es muy robusto y poderoso. Lo desarrollamos nosotros, liderados por Josué Tago Pacheco, geomodelador excepcional y profesor de la Facultad de Ingeniería. Posee cualidades únicas adaptadas para responder nuestras preguntas científicas”, señaló Cruz Atienza, quien adelantó que un artículo asociado, donde se introduce formalmente el método ELADIN, está a punto de ser divulgado en la revista inglesa "Geophysical Journal International".

Cruz Atienza defiende obrar por la soberanía científica como única vía hacia la emancipación académica internacional. Es decir, “sentar las bases técnicas que permitan establecer verdaderas colaboraciones con pares de los mejores grupos de investigación del mundo, desarrollando la capacidad de responder nosotros mismos a las grandes preguntas que nos hacemos relacionadas, por ejemplo, con estos sismos lentos y su relación con grandes terremotos”, remató. Parte de este material apareció en La Gaceta UNAM, elaborado por Patricia López, de fecha 19 de abril, del año en curso.

El suelo, sobre el que se sustentan los continentes no está quieto, como nos gustaría, a efecto de no sufrir contingencias generadas por la "deriva de los continentes", en la Machincuepa Cuántica se abordó el tema en la publicación del 21 de noviembre de 2018, cuyo título es: "La Novela de la Historia de los Continentes".

Así que sabemos que el progreso en el movimiento de las placas tectónicas, no se detendrá, se infiere que los continentes volverán a reunirse, y a ello se le denominó como "Pangea Última", o  "Pangea Próxima", "Pangea II" o "Neopangea", en una posible configuración de un  supercontinente planteada por el geólogo y paleogeógrafo. Christopher Scotese (nacido el 4 de mayo de 1953) que, de acuerdo con el ciclo supercontinental, podría ocurrir dentro de los próximos doscientos cincuenta millones de años. El profesor Scotese se retiró de la docencia en el Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Texas, Arlington en el año 2013. Y actualmente es investigador asociado en el Museo Field de Historia Natural y profesor adjunto en el Departamento de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente de la Universidad Northwestern. Continúa colaborando con varios grupos de investigación en temas relacionados con la Historia del Sistema Tierra, pero su enfoque principal es un libro titulado: “Historia de la Tierra, la evolución del sistema terrestre”. Es coautor de más de cien publicaciones científicas, y sus mapas y animaciones se han utilizado en numerosos libros de texto geológicos, trabajos de investigación científica y se exhiben en museos de todo el mundo, es una autoridad reconocida a nivel mundial en la materia geológica.

Ha dicho el citado doctor por la Universidad de Chicago: "En cincuenta millones de años, Australia estará en colisión con el sudeste asiático en un grado mucho mayor, y África también estará empujando contra el sur de Europa, mientras que el Atlántico será un océano mucho más amplio de lo que es hoy. Eso significaría la posibilidad de caminar desde Australia a Alaska, o desde la Patagonia a Escandinavia. Pero esta modificación tardará unos 250 millones de años para concretarse. Algunas placas viajan a razón de treinta milímetros por año, mientras que otras pueden moverse a cinco veces ese ritmo. Esas son más o menos las velocidades a las que las uñas y el cabello humanos crecen, respectivamente. Y por ello advierte que la conformación, sus etapas, así como las condiciones en que se darían los encuentros y desencuentros son altamente especulativas.

Pero en nuestro auxilio, contamos con conocimientos estadísticos y herramientas computacionales, lo que nace que fundamentados en primer lugar, en la observación meticulosas sobre cómo las placas se mueven hoy y efectuando la extrapolación de los movimientos de las placas tectónicas en el tiempo, si bien, se admite que después de muchos millones de años no se sabe qué eventos geológicos podrían causar cambios imprevistos.


Placas Tectónicas de la Tierra, tomada de Es.svg.

El doctor Scotese, afirma: "En el mundo de las placas tectónicas, las placas evolucionan lenta y constantemente hasta que tenemos una de esas catástrofes como las colisiones continentales,  existen varios modelos estadísticos que ayudan a proporcionar una gama de opciones para la forma en que los continentes se organizarán dentro de más de cien millones de años. Es un futuro tan lejano que no está claro para nadie cuáles serán exactamente los detalles. Durante mucho tiempo pensamos que la tierra debajo de nuestros pies era un poco más estacionaria y estable.  Pero, los continentes realmente se desplazaban. Y no se han detenido". 

A lo que yo agregaría: ni lo harán. Para nuestro bienestar estos asuntos se resuelven en tiempos geológicos, que equivale a que para la humanidad tomaran millones de años, y por tanto, existirán miles de generaciones de Homos sapiens, o de los seres que existan en esos muy lejanos momentos.


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