Stephen Hawking, Neurociencia y los límites de los seres humanos.

Vivimos en el contexto de una humanidad que considera la inteligencia como una medida del valor de una persona. La cultura humana indica que son los inteligentes los que entran a las mejores escuelas, los que consiguen los mejores trabajos y los sueldos más altos, están llamados a ser los líderes.

Los "genios" son los personajes más admirados, desde varias perspectivas son imitados, sus logros magnificados, sus dichos memorizados y la vida de muchas personas inspiradas con sus hechos.

Imagen del Doctorado de la Escuela UAM, de donde fue tomada.

Vivieron en el siglo viente dos de los grandes genios que la humanidad ha tenido, y ello los ha traído a la vista popular de las grandes mayorías en estas épocas en que la globalización, ellos fueron:  Albert Einstein (1879 - 1955) y Stephen Hawking (1942 - 2018), son dos ejemplos muy presentes de la genialidad, los dos muy cerca del "gran público", en su oportunidad ambos fueron convertidos en una especie de "gurú", sus opiniones, sobre cualquier tema, eran tomadas muy serio por sus contemporáneos, tanto en los medios de comunicación masivos, de acuerdo a la etapa en que vivieron, como con la gente común y aún entre el grupo de científicos.

La norma es que, si eres genial, la gente te escucha, te sigue y se te abran puertas. La inteligencia es, sin duda, considerada como el elemento clave de la gente exitosa, y la evolución de los pensamientos humanos nos llevó a descubrir que es muy conveniente saber medirla, pero, y se partió desde cero.

¿Y realmente ya sabemos, hemos aprendido cómo medirla correctamente?

Inteligencia es la capacidad o facultad de la persona  de entender, razonar, saber, aprender y de resolver problemas. En Psicología, la inteligencia es la capacidad cognitiva y el conjunto de funciones cognitivas como la memoria, la asociación y la razón. Se puede entender también como la habilidad o destreza para realizar algo. Lo que nos hace espera las circunstancias que se viven para mejora individual y con mucha fortuna también colectivamente.

Stephen Hawking según el portal 'supercholar.org' el genio británico tenía un cociente intelectual de 160 puntos, exactamente el mismo que tenía el gran genio del siglo XX Albert Einstein. Se trata de una puntuación muy por encima de la media, aunque no es ni mucho menos el límite de la inteligencia humana.

Sin embargo su vida como un humano, fue bastante apegada a la normalidad, tuvo dos matrimonios, igualó con Einstein en ello, y tuvo tres hijos, y Einstein también, cada uno por su lado procreo: una niña y dos niños. En ambos casos la primera esposa fue la madre de los descendientes, ambos se divorciaron y volvieron casar, curiosamente con una mujer divorciada y ya no hubo más descendencia.

Los hijos de Albert Einstein fueron: Lieserl, Hans Albert y Edward.

De Mileva Maric (1875 - 1948) y Elsa Einstein (1876 - 1936) las esposas de Einstein, ya se ha escrito bastante, por el contrario, de las de Hawking, recién se empieza a comentar sobre ellas, sobre todo a partir del fallecimiento del gran científico teórico, y son (ambas viven aún):

Jane Beryl Wilde (29 marzo 1944) primera esposa (1965-1995), Robert, Lucy y Timothy, fueron los tres hijos de Stephen. y

Elaine Mason (20 agosto 1951) segunda esposa (1995-2006), anteriormente estuvo casada con David Mason, el ingeniero que participó en el desarrollo del sintetizador de voz que Hawking utilizaba, por cierto, ella se incorporó la vida de Hawking como su enfermera.

A cambio de su elevado coeficiente intelectual, el organismo fue afectado con una enfermedad neurológica, que le afectó en forma total, si bien progresivamente, en una etapa de la historia en que la ciencia médica no tenía aún los avances que actualmente posee.

Antropólogo Jordi Agustí, fotografía tomada de Wikipedia

En medio de esta, que es la segunda década del siglo XXI, encontramos que la investigación sobre el origen de nuestra mente, tiene involucradas hoy un buen número de disciplinas científicas, esto es, observar la "realidad" desde distintos ángulos y perspectivas, entre las que incluyen: la neurociencia cognitiva, la genómicala paleoantropología, la paleoecología humana, la arqueología prehistórica, la primatología y la etología. Y en el año 2012 parece publicado el libro "El precio de la inteligencia.", de los autores: el paleontólogo  Jordi Agustí i Ballester (1954) que es profesor de Investigación ICREA en el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (Tarragona)el médico especialista en Neurología y máter en Neurociencia Cognitiva por la Universidad Autónoma de Barcelona Enric Bufill Soler, que Trabaja en el Consorci Hospitalari de Vic y colabora con el Hospital de Sant Pau de Barcelona en un estudio de la enfermedad de Alzheimer y la doctora en Prehistoria por la Universidad Complutense de Madrid  Marina Mosquera Martínez (1965) Institut Català de Paleoecologia Humana Evolucio Social (IPHES), miembro del "Equipo Investigación de Atapuerca" y adscrita a la Universidad Rovira i Virgili.

Este libro ha establecido la tesis que el precio que paga la especie por la inteligencia alcanzada en tan breve lapso, desde el punto de vista antropológico, es que se construyeron sobre bases biológicas, cerebros extremadamente complejos, revolucionados para enfrentar una adaptación a un ritmo muy distinto al anterior, que los entornos sociales humanos creadas por la cultura y su inseparable tecnología asociada, se hicieron necesarias al paso de los avances de las sociedades de apenas decenas de cazadores - recolectores, a las civilizaciones colectivas conformadas por muchos especímenes de la especie. Estos cerebros complejos quedaron expuestos a cambios para los que no fue posible se desarrollaran y seleccionaran opciones de respuesta fisiológica y psicológica, lo que propicio en muchos seres humanos la aparición de trastornos físico y emocionales, dejando al descubierto una característica del cerebro humano, que se conoce como vulneravilidad cerebral.

Lo anterior se generó, nos dicen en su tesis un "retraso genómico", lo que significa que existir un desacoplamiento entre nuestra herencia genética, que regula y mantiene las pautas biológicas y conductas mentales, y los requerimientos culturales emanados por la presión social de estas nuevas y muy extendidas sociedades humanas. Lo que de acuerdo a diversos estudio y análisis realizados en distintos campos y con diferentes especies, vertebrados, mamíferos, primates y humanos de distintas épocas y condiciones de existencia, señalan que esto ha propiciado la aparición de enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas, que son exclusivas del Homo sapiens.

Los animales catalogados como los más inteligentes incluyen algunas especies de mamíferos, y en particular por su mejor respuesta a las presiones existentes en la naturaleza se identifica a los primates, de entre los cuales se clasifican los homínidos y por tanto el Homo sapiens. Mientras más inteligencia apoya las decisiones y por tanto las acciones, de los animales, estos pueden prever las amenazas y peligros subyacentes en la cotidianidad, en un momento específico, lo que los convierte más fácilmente en presas del estrés psicológico, en especial del que se deriva de las complejas relaciones sociales con los miembros de la misma especie, y entre los humanos se incrementa la posibilidad de estresarse ante situaciones, que otros animales no percibirían así, juegan en nuestra contra la imaginación y el lenguaje simbólico que nuestra inteligencia ha fomentado, llevando al individuo a situaciones futuras que puede no llegar a producirse y vivir bajo temores de peligros inexistentes.


Doctora Marina Mosquera Universidad Rovira i Virgili fotografía tomada de Researchgate

La neurociencia, está trabajando y nos da otras panorámicas, que hoy son novedosas y retan a mover los pensamientos que tradicionalmente mantenemos, algo similar a lo que sucedió con la aparición de las teorías evolucionistas del siglo antepasado.

La enfermedad de "Atrofia Multisistémica(AMSes un raro trastorno neurológico degenerativo que afecta las funciones involuntarias (autónomas) del cuerpo, incluidas presión arterial, respiración, función de la vejiga y control motor. Y en un inicio presenta los mismo síntomas que la conocida como:

La "Esclerosis Lateral Amiotrófica" (ELA), es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, y causa pérdida del control muscular. Generalmente no hay dolor en los estadios tempranos, y el dolor es poco común en los estadios avanzados. Sus signos y síntomas varían mucho de una persona a otra, dependiendo de cuales son las neuronas afectadas. Los médicos generalmente no saben por qué ocurre la ELA. Algunos casos son hereditarios. Se estima un lapso de esperanza de vida de entre tres y cinco años.

La Esclerosis Lateral Amiotrófica a menudo comienza con fasciculaciones musculares y debilidad en una extremidad o dificultad para hablar. Eventualmente, afecta el control de los músculos necesarios para moverse, hablar, comer y respirar, y no suele afectar al control de la vejiga ni a los sentidos. Si bien a la fecha no hay cura para esta enfermedad mortal.

La esclerosis es una enfermedad "auto-inmune" que está causada por un virus o un antígeno desconocido. En este caso, el sistema inmune de nuestro organismo ataca a la "mielina", que es una sustancia que envuelve las fibras nerviosas permitiendo la transmisión del impulso nervioso a una velocidad adecuada, lo que tiene como consecuencia una mala comunicación entre las neuronas y provoca síntomas diversos.

En la Esclerosis Lateral Amiotrófica, en cambio, se ven afectadas las células nerviosas encargadas de los movimientos voluntarios tanto del cerebro como de la médula espinal, por lo que esta enfermedad afecta únicamente al sistema motor. Su causa también es desconocida. La perspectiva de sobrevivencia es similar a la de la población en general.

El diagnóstico de la atrofia multisistémica puede ser un reto. Ciertos signos y síntomas de ella, como la rigidez muscular y la marcha inestable, también se producen con otros trastornos como la Enfermedad de Parkinson, lo que hace que el diagnóstico sea más difícil. Hoy día se podrá practicar el examen clínico, con varias pruebas autonómicas y estudios por imágenes, puede ayudar a que tu médico determine si el diagnóstico es de atrofia multisistémica probable o atrofia multisistémica posible. Como resultado, algunas personas nunca son diagnosticadas adecuadamente. Sin embargo, los médicos son cada vez más conscientes de la enfermedad y es más probable que utilicen el examen físico y las pruebas autonómicas para determinar si la atrofia multisistémica es la causa más probable de tus síntomas. El desenlace clínico del AMS es desalentador. La pérdida de las funciones mentales y físicas empeora lentamente. Es probable que se produzca una muerte prematura. Los pacientes normalmente viven de entre 7 a 9 años después del diagnóstico. Sin embargo, se ha observado que la tasa de supervivencia con AMS varía ampliamente. Y ocasionalmente, las personas pueden vivir durante 15 años o más con la enfermedad.

A Stephen Hawking le fue diagnosticada a los 21 años, fue la causa que terminó con su vida. Al momento del diagnóstico se le informó que su esperanza de vida se limitaba a dos años a partir de ese momento. El tiempo de evolución hasta volverse mortal fue muy distinto al pronosticado en aquel año de 1963, quizás el diagnostico fue equivocado, pues aún en la actualidad se confunden ambas enfermedades.

Este tipo de padecimientos son de muy escasa frecuencia, la probabilidad de padecerla es muy menor, pero si te toca, eres un muy infeliz ganador de una lotería, que te dota con un premio negativo.

Esto me lleva a incursionar en uno de los secretos que la naturaleza nos ha reservado a los seres autoconcientes, ¿Qué es y cómo funciona el cerebro?, ¿Como surgió la mente? y ¿de que manera llegó la conciencia?

Esto abre el panorama para la investigación, entendemos la importancia y se busca la manera de experimentar, y aún de conseguir, de alguna forma, de acuerdo a los puntos de vista vigentes, con las herramientas disponibles, al menos poder medir la capacidad intelectual del individuo y aún de la especie.

Todo empezó a finales del siglo XIX, en diversos sectores sociales aumentó el interés por la inteligencia como rasgo característico de las personas. En un inicio, para medirla los investigadores se sirvieron de instrumentos "antropométricos", sobre todo, la "craneometría" y la medición de los tiempos de reacción, de ahí su denominación inicial de un "test reactivo". Se estimaba que una persona con la cabeza más voluminosa era más inteligente porque le "cabía" una mayor capacidad intelectual; asimismo, se consideraba que un individuo que reaccionaba con gran rapidez era capaz de pensar a mayor velocidad y, por tanto, era más inteligente.

Paul Broca (1824-1880) y Francis Galton (1822-1911) fueron de los primeros científicos que pensaron en medir la inteligencia. Creían que podrían determinar la inteligencia midiendo el tamaño del cráneo de los humanos. Su premisa era que cuanto mayor fuera el cráneo, más lista sería la persona.

Aproximadamente al mismo tiempo, el científico Wilhelm Wundt (1832-1920) empleó la introspección, la capacidad humana de reflexionar sobre sus propios pensamientos, para medir la inteligencia. En la actualidad sus métodos e ideas se consideran obsoletos y, por supuesto, no se utilizan en los tests del Coeficiente Intelectual (CI), pero forman parte fundamental de su historia.

El inicio de las mediciones data de ese tiempo, Stanford-Binet es una prueba para conocer el coeficiente intelectual (CI), que fue desarrollada inicialmente por Alfred Binet (1857 - 1911), mejorada posteriormente, en 1906, con la ayuda de Théodore Simon (1872 - 1961) que era su alumno y posteriormente revisada nuevamente, en 1916, por el catedrático de la Universidad de Stanford, Lewis Terman (1877 - 1956), de ahí su nombre. El CI se calculaba mediante la fórmula (edad mental/edad cronológica) x 100. Este test o prueba llegó a tener un éxito enorme tanto en Europa como en América.


Imagen de promocional La Neurociencia año 2012, tomada de INEAVA

Y entonces llegaron las matemáticas, del ingenio de James Mckeen Cattell (1860 - 1944), él pensaba que la psicología era un campo digno de estudio, al igual que cualquiera de las ciencias duras, como la física o la química. Sostenía que la investigación podría llevar a establecer unidades de medida normalizadas para el intelecto, e introdujo el término "test mental" en el año 1890 y se dedicó al diseño y aplicación de diversas pruebas de tiempos de reacción, discriminación sensorial, presión dinamométrica y memoria para las letras, entre otras. Cabe aclarar que trabajó sobre las pruebas creadas por Alfred Binet, siendo Cattell quién les dio el nombre con el que actualmente se conocen. La finalidad de sus pruebas era determinar el ámbito y la magnitud de los atributos psicológicos de una manera objetiva, en busca de leyes explicativas del desarrollo de esos atributos. De su mano, el uso de los tests mentales alcanzó gran impulso. Los test mentales eran, entonces, sistemas normalizados cuya virtud era poner a disposición del científico la información objetiva respecto al rendimiento de las personas en tareas-tipo. También fue alumno de Wilhelm Wundt, más conocido como "el padre de la psicología". En 1879 fundó el primer laboratorio, en Leipzig, que fue el lugar donde Cattell estudio su doctorado y recibió su influencia.

Se conoce que Francis Galton (1822 - 1911) le inspiró con sus planteamientos, las ideas iniciales que Cattell utilizó, fueron de su maestro, Galton, por ejemplo, se auxilió de procedimientos estadísticos (distribución normal y frecuencias) para probar sus hipótesis, encontrando que en efecto había una tendencia en familias de gente destacada a tener hijos destacados, lo mismo ocurría con la inteligencia, ya sea que estas propiedades se transmitieran de manera social o biológica, por lo que “...Las investigaciones psicológicas de Galton estaban arraigadas en su principal preocupación con el problema de la evolución humana y son, por tanto, un ejemplo excelente de la influencia de la teoría de Darwin”

Fue uno de los psicólogos experimentales a favor de los tests. Fue obsesivo en medir casi cualquier cosa, de hecho sus intentos por medir el intelecto a través del tiempo de reacción y de tareas de discriminación sensorial son muy conocidos, “...su interés por la medición de las facultades mentales se incrementó, culminando finalmente en 1883 con la publicación del "Inquiries into Human Faculty and its Development". Este famoso libro ha sido considerado algunas veces como el comienzo de la psicología científica individual y de los tests mentales”.

Otra de las contribuciones importantes de Galton fue la introducción de los métodos estadísticos a la psicología: primero usó la distribución normal y distribuciones de frecuencias propuestas por Adolphe Quetelet (1796 - 1874) quien dejó varias obras de carácter astronómico y físico, como "Astronomie élémentaire" (1826) y "Sur la physique du globe" (1861), pero su fama ha quedado vinculada sobre todo a aquella en que aplicó el método estadístico al estudio de la sociología: se trata de "La Física social o Ensayo sobre el desarrollo de las facultades del hombre", publicada en Bruselas en 1869, pero cuya primera edición había sido impresa en 1835 con distinto título, y fue el primero en desarrollar y trabajar las estadísticas correlacionales, fue el primero en plantear que la teoría matemática de la probabilidad podía aplicarse a las mediciones humanas y se unió a Karl Pearson (1857 - 1936) que fue quien le dio a la teoría de la correlación el fundamento matemático actual.

De hecho Galton se apoyó en la teoría de Darwin, los métodos estadísticos de la distribución normal y correlación y su interés por las facultades intelectuales humanas para crear el test y en particular el test mental, como método de medición experimental. Entre los aparatos, como tests mentales, que inventó Galton se encuentra el conocido como “Silbato de Galton”, para medir umbral de tono audible, o la “Barra de Galton” para medir la habilidad de la gente para estimar la extensión visual, entre otros. La contribución de Galton al desarrollo y creación del campo de la medición de las capacidades mentales generó las bases para la psicometría. Que hoy se define como: La medición de las funciones mentales en general y de las características psíquicas de los individuos en particular, o en otro sentido: La parte de la psicología experimental que se ocupa de esta medición. Dejándole ser la disciplina que se encarga del conjunto de métodos, técnicas y teorías implicadas en medir y cuantificar las variables psicológicas del psiquismo humano.

Un artículo muy valioso que se ha usado para complementar esta exposición, fue publicado en la "Revista de Electrónica de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), denominado "Psicometría y sus Orígenes Darwinianos" de Carlos Nava Quiroz y Zaira Vega Valero.

Este medir la inteligencia es un terreno en el que "patinamos", la mente humana es un secreto, aún es parte de los límites humanos. Como ejemplo, vean lo que opina de ello Marilyn Mach vos Savant (ocho de agosto de 1946), quien es la persona que según el Libro Guinness de los Records posee el más alto coeficiente intelectual del mundo, dice: "La inteligencia está afectada por tantos factores que es difícil medirla".



Imagen de la Maquinaria Cerebral, versión relojería, tomada de Psicología Online.

Ella es una mujer que vive una vida muy normal, casada en tres ocasiones, tuvo dos hijos en su primer matrimonio, que duró diez años, Mary Catherine Blinder y Dennis E. Younglove, ambos médicos. El segundo matrimonio de Marilyn vos Savant (como es conocida) también duró diez años.

Desde 1980 y hasta ahora vive en Nueva York con su tercer esposo Robert Jarvik (once mayo 1946), que fue el que desarrolló el corazón artificial "Jarvik-7", se casaron el 23 de agosto de 1987.

Ella es descendiente de Ernest Mach (1838 - 1916), y como mujer fue constantemente acosada por los prejuicios que la gente en general otorga a las mujeres, y aún más a las nacidas a mediados del siglo Veinte. Ella misma  reveló que su niñez no había sido fácil y que había odiado la escuela. Añadió que cuando era niña, por causa de su género siempre era tratada con desdén. Sus profesores consideraban que su inteligencia era un instrumento inútil. Una vez un profesor la excluyó de sus clases de ciencias naturales porque ella era la única alumna femenina en su clase. Cuando se diplomó en bachillerato ocupó el lugar 178 en una clase de 613 graduados. 

Su primer matrimonio, en forma similar como sucedió con su abuela y su madre, ocurrió cuando ella contaba con dieciséis años. Inicio estudios  de Filosofía en la Universidad de Washington en San Luis, pero sus padres la obligaron a renunciar a ellos al cabo de dos años. Se incorporó entonces a la cadena de tintorerías que la familia poseía y concluyo con el tiempo una carrera de inversor. Después de que logró su autonomía financiera se desenvolvió como escritora, publicando cuentos, ensayos y artículos periodísticos.

Entre las publicaciones estaba "Parade", que sacó un artículo en el que se incluía una selección de preguntas y sus respuestas, cuya popularidad dio lugar a la columna de "Preguntas y Respuestas: Pregunta a Marilyn" En ella se resolvieron problemas de matemáticas y lógica, asimismo se dio respuesta a preguntas sobre una gran variedad de temas, que incluían filosofía, física, educación, naturaleza del hombre e incluso política. Y otra sección para consejos personales, aunque. también se constituyó una versión electrónica de la columna, en la cual se agregan algunos elementos que no son incluidos en la versión impresa.

Esta publicación le ha permitido a la autora, la publicación de tres libros, que son: "Pregunta a Marilyn: Respuestas a las preguntas más frecuentes realizadas en Estados Unidos" (1992), "Más de Marilyn: algunas les gusta Brillante"(1994) y "Por supuesto que apoyo la monogamia, la paz duradera y la abolición de los impuestos" (1996).

Actualmente se desempeña como directora de Finanzas de la compañía "Jarvik Heart" y ayuda a su marido en la investigación y prevención de enfermedades cardiovasculares, es conferenciante para varias empresas y universidades, es miembro del "Comité Para la Investigación Escéptica".

Sus resultados conseguidos varían entre 167+, 186, 218 y 228 según diversas fuentes. Se dice que consiguió una puntuación de 228 cuando hizo el test de Stanford-Binet, a la edad de 10 años aunque el test realmente no supera los 160 puntos en su forma original y certificada. El hecho de que distintas fuentes indican resultados divergentes se debe a que ha sido sometida a test de inteligencia distintos.

Y entonces efectivamente, en el transcurso del siglo Veinte se han desarrollado distintas formas de ensayar la medición de la inteligencia, se desarrollaron diversos métodos, con sus correspondientes pruebas y así existen ahora una variedad de ellos.

Pero, haciendo un reordenamiento de ideas partiendo de los planteamientos iniciales, de nuestro conocido Francis Galton, y en adición al ya comentado diseño de instrumentos de medición sensorial, recalco que fue el primero en utilizar las escalas de estimación, los cuestionarios y la asociación libre; pero tal vez, su mayor aporte, y que no ha sido suficientemente reconocido, es el de haber seleccionado y adaptado algunas técnicas matemáticas para el análisis de los resultados de sus pruebas y la medición de las diferencias individuales y el haber introducido la idea de variación concomitante entre dos medidas, constituyéndose en el precursor de lo que hoy se conoce como coeficientes de correlación, análisis de regresión y otros procedimientos de análisis cuantitativos en investigación con humanos.

Por otra parte, a James McKeen Catell,  se le debe además de la rápida difusión de aplicación de pruebas en Norte América y los primeros intentos por validarlas con criterios externos; así como el hecho  de haber introducido en la literatura psicológica el término de "test mental" en el año de 1890, y se le reconoce como el creador de las pruebas mentales y propiciante de que durante las dos últimas décadas del siglo diecinueve, muchos científicos se interesaran en trabajos similares, con ello generó una gran cantidad de trabajos que pretendían desarrollar medidas de funciones psicológicas complejas; un fenómeno que ahora confirmamos enriquece y agiliza el avance de la ciencia en el tema específico.


Imagen tomada de la promoción de la Maestria en Neurociencia Universidad Tecnología Techitute 

Podemos recordar algunos de estos, entre ellos se encuentran los trabajos de:
Axel Oehrn (1862 -1907) que empleó los test de percepción, memoria y funciones motoras en la investigación de las interrelaciones de las funciones psicológicas, ello en 1889; 
Emili Kraepelin (1856 - 1926) durante su estancia en la Universidad Heidelberg, en el año 1895 produciendo incontables pruebas para medir las capacidades mentales de las personas;
Hermann Ebbinghaus (1850 -1909), cuyas principales contribuciones fueron: el diseño del denominado "Test de Lagunas", prueba de inteligencia que mide la memoria de los niños, consistente en releer frases en las que aparecen espacios en blanco que hay que rellenar, ya que se omiten algunas palabras de forma voluntaria y posteriormente el "Test de las Terminaciones" en 1897;
Joseph Jastrow (1863 -1894), fuertemente influenciado por Charles Sanders Peirce (1839 - 1914) con quien trabajo durante su estancia en la Universidad Johns Hopkins, Jastrow es reconocido por sus inventos en psicología experimental, diseño de experimentos y psicofísica, en ellos participó en experimentos que introdujeron la aleatorización y el cegamiento para un diseño de medidas repetidas. También trabajó en los fenómenos de las ilusiones ópticas, y en su trabajo se descubrieron o popularizaron varias ilusiones ópticas muy conocidas, como la "Ilusión de Jastrow"; creía que todo el mundo tenía sus propias ideas preconcebidas, a menudo incorrectas, sobre la psicología. Uno de sus objetivos era utilizar el método científico para identificar la verdad del error y educar al laico,  en 1891, durante su estancia como profesor en la Universidad de Wisconsin - Madison, dio a conocer material sobre el tema de las mediciones a realizar en el asunto de las mediciones de las capacidades mentales;
Hugo Münsterberg (1863 - 1916), quien trabajó en el laboratorio de Wundt, publicando resultados de sus estudios en 1891;
Taddheus Lincoln Bolton (1865 - 1948) y J. A. Gilbert realizaron estimaciones independientes sobre pruebas en 1892 y 1897 respectivamente;
Giuseppe Guicciardi (1859 - 1946) y Giulio Cesare Ferrari (1867 - 1932)  este último amigo de Binet y muy influenciado por sus ideas, dieron a conocer sus resultados en las mediciones de la capacidades mentales en 1896;
y muchos otros, algunos de los cuales empezaban a cuestionar el hecho de que los resultados de los test mentales no guardaran correspondencia con el éxito académico. Muchos talentos aportando un grano de arena, sustentaron la edificación de la colina desde la que se observa la realidad en este apasionante tema.

Por cierto, hubo dos de estos trabajos merecieron capítulo aparte: Por un lado, los intentos de medición de procesos psicológicos complejos en el campo de la psicopatología presentado por Kraepelin (1895), quien construyó una cantidad de test que pretendían medir diversos rasgos que permitieran caracterizar a los individuos, se constituyeron en los precursores de las mediciones objetivas de la personalidad. Por otra parte, los tests de completación de frases de Ebbinghaus (1897) fueron los únicos de los desarrollados en esa época, que permitieron una predicción adecuada del rendimiento académico y aún hoy forman parte de la mayoría de pruebas de inteligencia.

Y debemos considerar que a finales del siglo XIX, la mayoría de las personas, incluidos los científicos, miraban la "creación" de una forma muy distinta a la que hoy nos caracteriza, se ha evolucionado alrededor de un siglo y a un ritmo que la humanidad anteriormente nunca  alcanzó. Por aquellos años las personas tenían como objetivo jerarquizar las oportunidades educativas, de agrupar a la población general; los que estuvieran en los estratos más altos recibirán la educación de mejor calidad, los que estuvieran en escalones inferiores tendrían un acceso a la educación más magro. La prueba de inteligencia desarrollada en 1916 por Lewis Terman les dio justo lo que necesitaban para concretar este sistema.

Si nos situamos a principios del siglo XX, observaremos que el enfoque preponderante de la ciencia era altamente evolucionista y esta se permeaba en la forma en la que se construía el conocimiento en temas sociales y filosóficos. 

Cuando se desarrollaron las primeras pruebas de inteligencia no se tenía en mente utilizar sus resultados para innovar en las formas en las que se educaba, ni crear distintas corrientes educativas que sirvieran a diversas formas de aprender. El objetivo era asegurar la supervivencia del más apto; el más apto era el más inteligente, el más inteligente era el que pasaba las pruebas con el mayor puntaje, ¿Pero quienes eran los que obtenían el mayor puntaje realmente?

En general encontramos una "ciencia cognitiva" que se desarrollaba al mismo tiempo que las teorías evolucionistas que dieron lugar a la "eugenesia", es importante considerar para quién estaban diseñadas las pruebas. Si, tanto Binet como Simon y Terman, tomaron en cuenta solamente el criterio de otras personas que pensaban y concebían el mundo de manera similar a la de ellos, descartando al resto de las personas para el mapeo de toda la capacidad humana, ¿Estamos hablando realmente de una prueba imparcial y exacta? 

En detalle la eugenesia viene del griego y se compone por dos raíces: "eu" que significa 'bien' o 'correcto', y "genia", que se refiere al origen. Comparte la misma raíz que la palabra eutanasia, siendo que, en este caso, "thanatos" significa 'muerte'.

La eugenesia fue entendida de forma especial y ampliamente aplicada en el régimen nazista entre 1933 y 1945, incurriendo en asesinatos masivos y esterilizaciones selectivas entre la población. Se convirtió en un método para “mejorar la raza” o más bien para garantizar la pureza de la "Raza Superior". De ahí que esta palabra nos hace sentir escalofríos, la ética aparece y hace declinar la opción.

Y sucede aún ahora, con el doctor chino He Jianku, que purga su condena por haber modificado genéticamente a unos gemelos nacido en el 2018, a efecto de protegerlos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), como las reglas correspondientes todavía no se definen,  se ha propiciado la prohibición de la manipulación genética en humanos, estas eugenésicas prácticas son mal apreciadas.

No obstante, el premio Nobel de Química del año 2020, ha premiado a dos científicas que crearon las revolucionarias "tijeras genéticas" CRISPR / Cas9 que pueden, en un momento dado reescribir el código de la vida, dado que permiten cortar y pegar el ADN a voluntad y editar cualquier forma de vida con una sencillez, rapidez y eficacia extraordinarias. Entre su potencial, está el de mejorar cultivos e incluso resucitar especies. Pero lo que es más impactante, es que esta tecnología puede contribuir al desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias.

La eugenesia ahora se considera una filosofía social que integra el conocimiento de diversas áreas como la genética, psicología, biología, anatomía, política, economía, medicina, entre otros, para justificar la “autodirección de la evolución humana”. La eugenesia actualmente afirma ser utilizada solo para fines terapéuticos. La eugenesia fue reformulada en 1991 por  Hugo Tristram Engelhardt (1941 - 2018), y renombrada como "Ingeniería Genética de Mejoramiento".

Y volviendo al enfoque de inicios del siglo Veinte ¿Podemos ignorar el registro histórico que justificaba la discriminación racial y la "gentrificación" de la educación? En aquella época, la idea de que las personas tenían capacidades mentales diferentes de acuerdo a su raza y género era muy popular, y esta creencia impactó severamente la forma en que se generaron y aplicaron estas pruebas. 

Y sorpresa, es el mismo psicólogo Terman alguien que creía que las personas de minorías raciales, como los nativos americanos, afroamericanos y latinos, no tenían el mismo poder intelectual para comprender abstracciones que los blancos. Para Terman, estos grupos minoritarios tenían el potencial de ser trabajadores eficientes ya que tenían un coeficiente intelectual (CI) inferior y por ende, mayor facilidad para seguir órdenes. Lamentablemente estas conclusiones, que aunque han disminuido su arraigo, no han desaparecido.

Dichos argumentos que ya han sido probado como falsos y debieran ser completamente inadmisibles hoy día, pero, en aquel entonces dictaban quién recibiría la oportunidad de ir a una mejor escuela y a quién capacitarían para pasar las pruebas de inteligencia. Era, sin duda, una profecía que se cumplía sola y que mantenía el orden social diseñado por el grupo dominante, el nivel de CI era un resultado indiscutible, no una consecuencia de la desigualdad social.

Por citar la opinión de un experto, daré cabida a lo expresado por el catedrático Profesor de la facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona, Antonio Andrés Pueyo: "Existen aspectos de la inteligencia que no cabrían en la visión mecánica que respaldó la creación de las primeras pruebas de medición de la inteligencia". Y debido a que la inteligencia, es un concepto que se ha transformado, con los avances, científicos, médicos, filosóficos, psicológicos, sociológicos y tecnológicos, resulta muy difícil de encasillar de la forma en que hace ciento veinte años se lograba hacer.

Todas estas pruebas, ahora en uso, tienen sus puntos fuertes y áreas de oportunidad, en el caso de la prueba "Bidet-Standford", esta es y sigue siendo, una herramienta excelente para cuantificar lo que debe saber un estudiante para ser exitoso en el ámbito académico, pero no como una prueba para aplicar o medir el conocimiento en forma creativa.

Los problemas que se enfrentaban a principios del siglo XX, se fueron modificando poco a poco en el transcurso de la centuria, definitivamente no son los mismos que se enfrentan hoy en día. Los que vivieron en esa época tenían que preocuparse por combatir el analfabetismo que caracterizaba a las mayorías, no saber leer y/o escribir representaba una desventaja que muchos seres humanos no percibieron, posteriormente, vinieron épocas intermedias en que se requería aprender muchas cosas detalladas, comenzaron las especializaciones, pues la carga de información disponible, era cada vez mayor. Era necesario memorizar muchas detalles, los avances tecnológicos obligaban a ello, y desembocamos en un nuevo reto, hay formas muy sofisticadas para manejar la información, por ejemplo,  nosotros no necesitamos aprendernos de memoria los números de teléfono de nuestros contactos más frecuentes. Desaparecieron los grandes tomos dedicados a conjuntar los números telefónicos, adiós a la sección amarilla del directorio telefónico y al mismo directorio. Lo que hoy requerimos es cultivar el alfabetismo digital, para poder accesar a la tecnología puesta potencialmente a disposición de las grandes mayorías.

En el año 2018, un sistema de inteligencia artificial analizó los comerciales más premiados en los últimos 15 años y utilizó esos datos para formular el guión de un comercial de una marca de automóviles y los resultados fueron impresionantes, impensables por tratarse de una Inteligencia Artificial (IA) y nos llevan a preguntarnos, ¿Qué trabajos podemos realizar los humanos más allá del alcance de los sistemas de inteligencia artificial que están siendo mejorados constantemente?

Algunas tareas intelectuales pueden ser mecánicas, como la recopilación de información, análisis de datos o identificación de patrones que, por ejemplo, usó el sistema de inteligencia artificial en cuestión para crear el guión del anuncio. Las capacidades intelectuales para realizar estas tareas son consideradas en la prueba de inteligencia Stanford-Binet, sin embargo, el pensamiento creativo, la sensibilidad artística y el sentido crítico necesarios para dirigir el comercial solo podían ser aplicados por un humano, y ese fue el director de cine Kevin Macdonald (28 octubre 1967). 

Bajo estas nuevas necesidades del mercado laboral, las pruebas de inteligencia ya no necesitan registrar solo las capacidades intelectuales mecánicas de las personas, sino todas aquellas áreas relacionadas con las Soft Skills "Habilidades Blandas" o las Power Skills "habilidades transversales", como se les ha nombrado recientemente. Es crucial que aprendamos a medir y nutrir deficiencias educacionales en áreas como la inteligencia emocional y social, además de otras habilidades más allá del estándar educativo actual.

Las "habilidades blandas" son el resultado de una combinación de habilidades sociales, de comunicación, de forma de ser, de acercamiento a los demás, entre otras; que forjan a una persona capaz de relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros. Este componente es muy apreciado en la actualidad por las empresas. Entre estas habilidades, una empresa dedicada a la provisión de aprendizaje en línea "Udemy" ha descrito las que a su juicio serán las más tomadas en cuenta: Gestión de Conflictos, Gestión del Tiempo, Manejo del Estrés, Habilidades en Comunicación, Cultura de la Empresa, Servicio al Cliente, Inteligencia Emocional, Productividad Personal, Narración y Gestión del Cambio.

La Universidad de Memphis propuso que la resolución de problemas en colaboración sería la habilidad más importante en las próximas décadas. Explican los investigadores de dicha casa de estudios: "La resolución colaborativa de problemas es una habilidad esencial en la fuerza laboral y en la comunidad porque muchos de los problemas que se enfrentan en el mundo moderno requieren que los equipos integren los logros del grupo con el conocimiento idiosincrásico de los miembros del equipo", en la Machincuepa Cuántica, vimos un ejemplo en la publicación del 26 de diciembre del 2020 "Inteligencia Artificial que no es ficción científica", en ella se menciono aGrupo AI4Science (director: Frank Noé) que es una unidad de investigación interdisciplinaria activa en el desarrollo de métodos de aprendizaje automático para las ciencias físicas. Cuentan con un perfil sólido en estadística computacional, algoritmos de simulación y aprendizaje y desarrollo de software científico. Como un equipo de matemáticos, químicos, físicos e informáticos que colabora estrechamente, poniendo gran énfasis en cerrar las brechas entre las diversas disciplinas. Y que ha logrado metas ambiciosas.

En lo que se refiere a las "Habilidades Transversales" se  buscó la opinión de un experto en educación laboral, y fue Carlos González, que es el Director Académico en la Universidad de Castilla-La Mancha, quien comentó sobre la raíz de una nueva crisis educativa provocada por estos cambios, que además se agravan con la pandemia actual. Y arguyó en la necesidad de educar para el mañana, en lugar de hacerlo para el hoy. Para lograr esto es necesario enfocarnos en aquello de lo que la tecnología carece y que el ser humano es capaz de aportar, esto es el factor humano y las habilidades transversales.

Según un estudio realizado por LinkedIn y basado en el análisis de los perfiles de sus usuarios, las "Habilidades Transversales" que otorgan mayor empleabilidad son:

Comunicación, Organización,Trabajo en equipo, Puntualidad, Pensamiento crítico, Creatividad y Adaptabilidad.

La presencia de estas habilidades en un equipo de trabajo asegura una ambiente óptimo para cultivar relaciones laborales saludables que generen desarrollo humano, especialmente las habilidades de comunicación y pensamiento crítico.

Si bien, las demás habilidades pudieran ser imitadas hasta cierto punto por una máquina, todavía no hay un mecanismo que piense y discierne como una persona, o que comunique esos pensamientos asertivamente. Esto es, por que nuestros procesos para pensar y comunicar utilizan más que lógica y estructura, se trata, como sostiene González, de algo único e irrepetible, al menos por ahora: pasión y empatía. (Que forman parte del patrimonio de los seres vivos, ya platicaremos más adelante sobre este patrimonio)

Acercarse a las personas con empatía y asertividad, así como trabajar por pasión más que por deber, no debería ser tratado como un ideal ajeno a la realidad de los espacios laborales, debería ser la norma, dado que crea las condiciones para que todos en la oficina realicen siempre su mejor trabajo.

No se trata de decir que hay un coeficiente intelectual o siete inteligencias (o quince o treinta) y de usar un conjunto de criterios que separe a los eficientes de los deficientes; se trata de encontrar un equilibrio entre la forma en que las personas nos aproximamos a la comprensión de la cosas y cómo podemos construir caminos para llegar a estas diversas condiciones cognitivas. De otra forma, la inteligencia y sus criterios de medición van a seguir siendo una herramienta de control social más que un recurso para generar conocimiento y soluciones.

Puede ampliarse la información al respecto en la página del Instituto Tecnológico de Monterrey, Observatorio de Innovación Educativa, "Los test de Inteligencia y su vigencia en el siglo XXI" de Sofia García Bullé. Una parte de ella está vertida en este material.

Ahora bien, hablemos de: La Escala Wechsler de Inteligencia para Adultos (WAIS) (original en inglés: Wechsler Adult Intelligence Scale) es un test psicométrico desarrollado por David Wechsler (1896 - 1981) que se conoció en el año de 1949. Nos provee de cuatro puntuaciones (Comprensión Verbal, Razonamiento Perceptivo, Memoria de Trabajo y Velocidad de Procesamiento), y una quinta que se denomina Cociente Intelectual Total. Es el test psicológico más comúnmente aplicado.También está la correspondiente a los niños.

Los tests se actualizan cada diez años aproximadamente para compensar lsubida continua, año por año, de las puntuaciones de cociente intelectual, un efecto visto en la mayor parte del mundo. Una serie de investigaciones del Reino Unido desde 1938 hasta 2008 estimó la tasa de crecimiento en torno a 2 o 3 puntos de CI por década, conocido como efecto Flynn. La última versión disponible de estos son el WISC-V y el WAIS-IV, versiones que en algunos países se encuentran en proceso de validación. Lo básico es el supuesto de que la población en general se dispersa con una función "Normal", la mayor parte de los miembros en los valores centrales, se estima que el setenta por ciento está entre ellos, y los extremos son ocupados por un quince por ciento, tanto en los valores superiores como en los inferiores.

La tabla del coeficiente intelectual (CI) de David Wechsler:
Rango de CI de 130 o más: inteligencia muy superior. Dotado y Genio
Rango de CI entre 120-129: inteligencia superior. Superior
Rango de CI entre 110-119: inteligencia normal brillante. Promedio
Rango de CI entre 90-109: inteligencia normal promedio. Promedio
Rango de CI entre 80-89: inteligencia normal lenta. Aprendiz lento.
Rango de CI entre 70-79: inteligencia limítrofe. Retraso leve.
Rango de CI hasta 69: deficiencia mental.Retraso de moderado a grave.



Anteriormente se clasificaba todo conforme a la inteligencia que hoy se conoce como "Lógica - Matemática", pero actualmente se han publicado teorías complementarias, que descubren nuevas habilidades, en el sentido de que no se habían señalado, que los humanos ponemos en acción a efecto de superar las circunstancias que enfrentamos, al efecto las llamadas "Inteligencia Múltiples" de Howard Gardner (once julio 1943) y la "Inteligencia Emocional" de Daniel Goleman (7 marzo 1956).

"Inteligencias Múltiples" Estableció ocho tipos de inteligencia en el Homo sapiens que propone en función a sus estudios y descubrimientos, y que son: lingüístico-verbal, lógico-matemática, viso-espacial, musical, corpóral-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista.

A estas ocho se han sumado recientemente, tres más: existencial, creativa y colaborativa.

Por su parte la "Inteligencia Emocional", se teoriza que, comprende tanto la inteligencia intrapersonal como la inteligencia interpersonal, y está compuesta por cinco elementos: autoconciencia emocional, autocontrol emocional, automotivación, empatía y habilidades sociales.

Conforme avanza la circunstancia en la que nos desarrollamos los Homo sapiens, en nuestra realidad cambiante, propiciada por el desarrollo de las herramientas con las que se puede contar para llevar a cabo las tareas que nos permiten resolver las nuevas necesidades que se van requiriendo con el desarrollo tecnológico, y al cambio en los puntos de vista que como supuestos modifican las ecuaciones que nos llevan a superar las distintas problemáticas.

En aras de lograr una mayor comprensión de nuestra manera de pensar y actuar, se ha dado paso a la "Neurociencia", y su desarrollo va tocando una gran variedad de aristas y campos de oportunidad de estudio, se ha definido como el campo de la ciencia que estudia el "Sistema Nervioso" y todos sus aspectos, como son: estructura, función desarrollo ontogenético y filogenético, bioquímica, farmacología y patología; y de como interactúan sus distintos elementos para generar las bases biológicas de la conducta y la cognición. Se asocian diversas disciplinas: psicología, neurología, biología, química, anatomía, genética, hasta informática, esto otorga un panorama enorme y profundo.

Los investigadores de la NeuroCiencia, ahora han multiplicado, el terreno que se debe cubrir es muy amplio, nos dice el afamado Neurocientífico y Médico Neurólogo Antonio Damasio (25 febrero 1944) director del Instituto del Cerebro y la Creatividad en la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, en su último libro "El extraño orden de las cosas" (Destino, 2018): "Todos los impresionantes artefactos de la cultura humana, desde un poema o una vacuna al más alto de los rascacielos o uno de los robots que ruedan por Marte, son  el producto final de los sentimientos". Sin ellos, dice el ganador del premio Príncipe de Asturias de Ciencia y Tecnología en 2005, la humanidad no habría sido capaz de crear la civilización en la que vive. Esos afectos se relacionan además de una forma muy íntima con nuestro cuerpo. Por todo eso, "la inteligencia artificial jamás será capaz de imitarnos, asegura en su mencionado libro.

Y en detalle expresa que: "Si tú tienes una emoción, por ejemplo de miedo, sufrirás un conjunto de cambios faciales, en tu piel, corazón, intestinos... Se trata de acciones que les ocurren hasta a las bacterias. Pero el sentimiento es la experiencia mental de todos esos cambios que suceden corporalmente. Es una distinción muy importante. Porque muchos seres vivos pueden tener acciones, pero solo las criaturas como nosotros, con sistemas nerviosos, tienen sentimientos, experiencias mentales de lo que está sucediendo. Las bacterias empezaron a existir en los inicios de la historia de la vida, que se remonta a miles de millones de años, mientras que las criaturas con sistemas nerviosos son muy recientes. Tan solo tienen 500 millones de años y en nuestro caso humano, muchos menos.

Tenemos una inteligencia muy desarrollada, una gran memoria y nos comunicamos a través del lenguaje. Todo eso es impresionante, pero son los sentimientos los que nos dan la motivación para inventar soluciones a nuestros problemas, nos dan razones para desarrollar las artes, la gobernanza, los sistemas morales y por supuesto también para desarrollar las tecnologías, la medicina o la arquitectura porque necesitamos tener abrigo y protección contra las enfermedades, el frío o el calor. Creo que la novedad de este libro es que reconoce su importancia. Muchas veces las personas observan las culturas y dicen: "¡Oh, somos muy inteligentes, tenemos tantas capacidades!". Sin embargo, a mí me gusta dirigir la atención hacia el hecho de que las culturas solo pueden darse cuando tienes una motivación que surge de los sentimientos. Además, nos ofrecen la posibilidad de negociar soluciones para cualquier conflicto o problema. Y esto también me permite conectar los sentimientos como una regulación homeostática. Esta es la regulación vital que ya teníamos presente en las bacterias. La regulación de la vida o homeostasis es un proceso químico, es una forma en que ciertas moléculas crean la posibilidad de generar energía dentro de un organismo para que este pueda funcionar y continuar vivo. Las bacterias son seres unicelulares, mientras que nosotros tenemos billones de células que trabajan conjuntamente en distintos órganos y sistemas. Los sentimientos son la forma en que nosotros, dentro de nuestras mentes, tenemos para descubrir cómo opera la homeostasis. Por ejemplo, si te despiertas y te sientes bien, con mucha energía y bienestar, significa que tus sentimientos te están diciendo que las cosas están funcionando bien a nivel homeostático. Pero si no te sientes bien, te avisan de lo contrario y tienes que hacer algo para corregirlo. Esa es una idea clave, los sentimientos son informadores.
Te dan información de manera natural sobre si las cosas están funcionando bien o no. Si te encuentras en una situación en la que tu vida está en peligro o alguien te ha traicionado o dañado, esto también va a hacer temblar tu homeostasis y tendrá un impacto en tu vida y en tu salud. Es muy importante tener conciencia de aquellos que son negativos para intentar eliminarlos. Por ejemplo, si tienes emociones que producen ira, miedo o desprecio y generan violencia, no es bueno para tu salud ni van funcionar para solucionar conflictos en un contexto social. Por otro lado, también tenemos muchas emociones positivas, como la compasión, el amor, la admiración, la capacidad de cuidar de los demás... Y todo esto lo tenemos que nutrir. Aquí juega un papel muy importante la educación. Lo más importante como seres humanos es que tengamos conciencia de qué es lo que causa los sentimientos, estar en situaciones que puedan producir mejores afectos y educarnos a nosotros mismos para reaccionar de la forma más inteligente. Por lo tanto, es algo que nosotros tenemos que hacer como un esfuerzo de educación y madurez. La experiencia nos indica que un bebé muy pequeño, de tan solo unas horas o días, ya tiene sentimientos. Y por otro lado no hay ninguna razón para pensar que los que están a nuestro alrededor, como los perros, los pájaros o los gatos, carecen de sentimientos, porque tienen las mismas estructuras cerebrales que nosotros. Reaccionan de la misma forma y tenemos la obligación de creer que los tienen, aunque no podamos demostrarlo ni, por supuesto, se lo podemos preguntar. La verdad, sería muy sorprendente descubrir que no es así. Y cuando dicen que la inteligencia artificial podrá imitar a un ser humano, recrear su mente, se equivocan. En esos procesos computacionales altamente complejos, basados en la codificación y en el silicio, no hay vida ni riesgos ni vulnerabilidad, y por lo tanto no hay forma de lograr que tengan sentimientos. Crearán sistemas cada vez más inteligentes pero nunca tendrán las características de la humanidad".


Este material fue tomado de una entrevista que concedió el Neurocinetifico Antonio Damasio, en la Fundación  "La Pedrera", el 24 de marzo de 2018, realizada por Judith de Jorge y dada a conocer en la página ABC Ciencia, de donde fue tomada esta fotografía.

En 2010 publicó el libro con el que inicialmente conocí su obra "Y el cerebro creó al Hombre", su tesis fue: El lenguaje, la conciencia moral y la creatividad son tres rasgos del ser humano que no se habrían desarrollado si no tuviera consciencia. Pero ¿cuál es el origen de la consciencia? ¿Cómo pudo el cerebro, un órgano al fin y al cabo, elaborar pensamientos e ideas y generar emociones?

Los "genios", llevan vidas humanas muy similares al resto de la población, con sus propiedades psicológicas evidentes, pero no se tienen rompimientos violentos con la sociedad, quizás detractores, como en todas las actividades, y hasta rivales, en diverso campos de la existencia, sin embargo, se aprecian bastante humanos.

Se perciben situaciones distintas, a las que en el pasado, quebraban la cabeza de los hombres de ciencia, que obviamente se comportaban al ritmo de los paradigmas, pensamientos, costumbres, y prejuicios existentes en su época. Se han convertido en nueva visión los asuntos humanos, se inventaron por ejemplo, los derechos humanos, se abrió a la crítica y aún a castigar y prohibir conductas que en la antigüedad eran clasificadas como naturales.

Se adecuan las situaciones a estos tiempos, pero, les aseguro que en un futuro no muy lejano, volverán a modificarse, salvo que la naturaleza o nosotros mismos lo impidamos.

Y hablando de cambio, entra a escena una dimensión que lo permite. El tiempo es uno de los misterios más celosamente guardados por la naturaleza. Es una dimensión fuertemente enlazada con el espacio y sus tres dimensiones, de forma tal que desde nuestros límites humanos, nos deja perplejos y atónitos. Ese será el siguiente misterio a tratar en la Machincuepa Cuántica.


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