Reflexiones sobre la pandemia

Historia, un relato incompleto, la humanidad guarda recuerdos de antiguas "pestes", pero ni son todas las que están, ni son todas las que fueron. 

Hagamos un alto en el camino y asomados al pasado recontamos las epidemias famosas, esas que dejaron sus estancia documentada.


Infografía de Marcelo Regalado
Infografía de Marcelo Regalado

Dice el relato que antiguamente se presentaba una epidemia a lapsos muy largos, quizás no fue así, nadie tomaba nota de las muertes, la especie Homo sapiens surgió hace apenas doscientos mil años, y debieron pasar muchos miles de años hasta que se forjó el primer imperio, el "Acádio" de Sargon Primero, estuvo ubicado en Mesopotamia hacia el año 3,250 antes de nuestra era. Un avance en cuanto a la socialización de miles de humanos, con reglas de comportamiento y protocolos que debían respetarse forzosamente, la impunidad para los que no respetaban el "modelo de comportamiento" normalmente era castigado.

Los virus, las bacterias, que enferman a los seres multicelulares han existido desde tiempos anteriores al surgimiento de nuestra especie. Pienso que es posible que las epidemias se presentaran y pasaran inadvertidas; localmente, incluso, pudieron llevar a extinciones de tipos de seres vivos, y aventurando un poco más, pudo haber acabado con animales y vegetales, dejando volar la imaginación como causa primordial, pero también no como causa única, participando en un crisol con otras causas a la desaparición de seres vivos.

El descubrimiento realizado y documentado en diciembre de 2019, nos explica que las criaturas de antaño tenían patrones similares a las actuales. Veamos:

Antiguos insectos similares a los piojos se alimentaban de plumas de dinosaurio, según evidencia fósil preservada en ámbar descubierto en Myanmar. Ya se ha demostrado que las aves modernas están plagadas de una gran variedad de plagas, algunas de las cuales son parasitarias, y ello aplicara a los seres macroscópicos y también a los microscópicos.

En este nuevo esfuerzo, publicado en “Nature Communications”, los investigadores descubrieron que los dinosaurios emplumados eran molestados de manera similar por una plaga parasitaria que se parecía notablemente a los piojos modernos.

Se ocuparon estudiando dos piezas de ámbar, las que fueron descubiertas en Myanmar: y cada de ellas contenía ninfas de insectos atrapadas dentro de ella. Las pruebas del ámbar mostraron que tenía aproximadamente cien millones de años, lo que les ubica en el período Cretácico Medio. Los investigadores encontraron una nueva especie de ninfa que se destacó: un invertebrado sin alas de 2 mm de largo con antenas cortas y gruesas, garras en sus pies, dientes afilados, un cuerpo ancho y una boca de aspecto fuerte. Semejaba un piojo moderno y de inmediato lo llamaron “Mesophthirus engeli”.

Los investigadores informaron que encontraron algo más que era sumamente interesante: la antigua criatura parecida a un piojo se aferraba a una pluma igualmente antigua. Y hubo daños cerca del final de la pluma, pero no cerca de su base. El daño fue muy similar al causado por los piojos modernos, que acostumbran consumir, como sustento, las plumas.

Ello les ha llevado a sugerir que esto indica que “M. engeli” era un ectoparásito, es decir, un tipo de parásito que vive en el exterior del cuerpo de su huésped. Ese hallazgo los llevó a concluir que el espécimen que encontraron era un ejemplo de los primeros insectos que se alimentaban de plumas: antes de este hallazgo, la primera criatura conocida que hizo lo mismo fue de hace 44 millones de años. El nuevo hallazgo retrasa la fecha en algo así como 50 millones de años.

Los investigadores concluyen que si las aves modernas pueden reemplazar las plumas dañadas por los piojos u otras plagas a través de la muda; ello sugiere que las criaturas antiguas como “M. engeli “ pueden haber llevado a la evolución de la muda en las aves.

La evolución se mantiene, a las mejoras de técnicas y prácticas de depredadores, como pueden ser los parásitos, los depredados también responden, con nuevas técnicas y prácticas

En estos últimos días escuche declaraciones de varias personas entrevistadas sobre su pensamiento respecto a este momento que vivimos con el Covid-19, cito lo expuesto por Jean-Luc Mélenchon (1952), que opina que en el pasado remoto las epidemias azotaban muy de vez en vez a la humanidad, pero que en tiempos más recientes se volvieron fenómenos recurrentes, y agregó que en los últimos dos siglos se han registrado dos o tres por centuria y en este siglo: casi una por quinquenio.

Resumiendo lo acontecido en este siglo: En el 2002 se presentó el "SARS"; para el 2009, azotó a la población mundial la gripe porcina "influenza H1N1", tres años después tocó el turno a "MERS", para el año  2014 fue el "ébola" y ahora en el 2020 "Covid-19".

En América, actualmente, hay diez enfermedades que tienden a ser epidémicas, y que son transmitidas por "vectores" bien conocidos y que desde hace tiempo ponen en riesgo a la población: El "dengue" (virus ARN, (DENV) "Flaviviridae flavivirus" conocidos como "arbovirus" por ser transmitidos por artrópodos), la "paludismo o malaria" (parásito género "Plasmodium", hay cinco especies: P. vivax en América) y el "mal de Chagas" (parásito Trypanosoma cruzi), la "Leishmaniasis" (parásito protozoario  "Leishmania lutzomyia" especie americana, la "esquistosomiasis" (parásito platelmintos, gusanos planos "Stchistosoma mansoni") y la "fiebre amarilla" (virus ARN (YFV) de la "Flaviviridae" también "arbovirus", el prototipo de esta familia). También está la "chikungunya" (virus ARN (CHIK) tipo "alphavirus" familia "togaviridae"), así como la "filariasis linfática" o "elefantiasis" (parásito nemátodos, gusanos redondos y alargados "Wuchereria brancrofti"), y la "Oncocercosis" también llamada "ceguera de los ríos" (parásito filaria, nemátodos, gusanos redondos, "Onchocerca volvulus"   y, por último, el virus del Nilo Occidental (virus ARN, (WNV) de "Flavivirridae" de los transmitidos por artrópodos "arbovirus".

Diez enfermedades transmitidas por mosquitos, moscas, chinches o vinchucas, caracoles de agua dulce del género "Biomphalaria" y otros insectos que ponen en riesgo la salud de una de cada dos personas en zona americana. La Organización Panamericana de la Salud así como la Organización Mundial de la Salud, han diseñado y puesto en marcha campañas informativas y de prevención, debido a el número de vidas que se pierden anualmente.

Los registros se han vuelto más exactos con el paso de los siglos, la población y sus gobiernos buscan garantizar salud para todos y eso lleva a que tomen acciones como nunca antes se realizaron.

El panorama antiguo fue muy distinto,  quizás, supongo yo, en algunas ocasiones, no resaltaba mucho el ver que algunas poblaciones eran diezmadas por una extraña enfermedad, síntomas como la tos, gripa inusualmente hemorrágica, aparición de pústulas, no dejó constancia en las memorias escritas y menos aún en estadísticas.

Realmente debemos reconocer que somos nuevos relativamente registrando y contando el total de los nacimientos y las defunciones, salvo algunos esbozos previos, se convirtió en una actividad tomada con más seriedad a partir del siglo XVII.

La ciencias, la medicina, no fueron beneficiadas con conocimientos conscientes sobre lo que sucedía en lo cotidiano. Pero afortunadamente  la naturaleza no deja a su suerte a las especies, están diseñadas para buscar pervivir, evolucionan y se crean fortalezas para enfrentar a los enemigos visibles y a los no visibles también.

Por ello, la humanidad ha salido exitosa, el número de seres que hemos alcanzado en el planeta es sobresaliente, alrededor de ocho mil millones de personas. 

Los expertos dicen, que ese es precisamente la raíz de la problemática que nos rodea: la contaminación, el cambio climático, la globalización que amenaza con extinguir formas de vida animal y vegetal, tanto así que los científicos teorizan que vivimos la sexta extinción global, y se aduce que la causa somos los Homo sapìens.

Nuestra famosa "aldea global" está ahora afectada, revisemos la historia de la humanidad y con ello tres epidemias y pandemias que han azotado en el pasado a nuestra especie.



El Imperio Romano en el segundo siglo de nuestra era.
Tomada de http, coursesa punto Matrix punto msu punto edu, fisher, hst372 / readings / maps / RomaEmpire punto jpg.)

Peste Antonina (Siglo II d. C.)

En la búsqueda de material para apoyar la “Machincuepa Cuántica”, encontré una magnífica aportación publicada en la Revista Chilena de Infectología, número 2 del volumen 33, del mes de abril de 2016, debida a la pluma e investigación del Maestro Andrés Sáez.Geoffroy, adscrito a la Universidad de la Frontera, Temuco, Chile, departamento de Ciencias Sociales.

De ella extraigo y presento lo siguiente:

La investigación histórica del Imperio Romano ha encontrado que en transcurso del segundo siglo de la era cristiana, la estabilidad social, económica y política que se había logrado, calificaba a este período como de una época dorada. 

Existió un gobierno benigno y una unidad cultural que abarca un inmenso territorio, desde el norte a: Britania, los ríos Rhin, y Danubio; al oriente: el norte de Mesopotamia, los territorios entre los ríos Tigris y Eufrátes, actualmente conocido como el cercano oriente; hacia el sur, el norte del continente africano: del lado oriental hasta la cuarta catarata del río Nilo, la zona egipcia , hasta el actual territorio de Marruecos en la costa occidental, el desierto del Sahara fue el limitante. 

Esto representa el territorio que actualmente ocupan las siguientes naciones: Alemania e Inglaterra, casi por completo, e íntegramente: España, Portugal, Francia, Italia, Suiza; una buena parte de Eslovaquia, República Checa, Croacia, Serbia, Montenegro, Albania, Bulgaria, Rumania, Grecia, Turquía, Siria, Armenia, Israel, Palestina, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos .

Sin embargo, el propio incremento de territorios que el imperio siempre buscaba, le trajo como ganancia adicional y nunca deseada, durante el lapso comprendido entre los años 165 y 180, del siglo II, la aparición y expansión de la llamada “Peste Antonina”. Que afectó de manera integral a la población ubicada en aquella enorme geografía, la cual se estima alcanzaba los cincuenta millones de personas.

Constituyéndose en una hecho sin precedentes en la historia de la humanidad, toda una coyuntura médica y que sin duda afectó el devenir del mundo clásico occidental, con similar impacto al que produjeron otras dos pandemias más recientes, me refiero a la “Peste Negra” del siglo catorce y la conocida como “Gripe o Influenza Española” acaecida en la segunda década del siglo veinte.

Se le ha dado la categoría de global, en consecuencia de que afectó a toda una culturización, el uso de lenguaje latín o griego, ya era una costumbre asimilada por los habitantes de esa enorme región, asimismo se habían establecido como prácticas comunes los hábitos culturales romanos. Ese hegemonía traía como consecuencia una globalización humana. Adicionalmente el uso de las mismas tecnologías se había extendido por todo el imperio, la arquitectura, el uso baños y de acueductos, aunado al uso de la red vial de caminos romanos, que comunicaba todas las provincias y un adecuado transporte marítimo unía a la gente y les creaba la sensación de paz , estabilidad y protección.

Todo lo que se encontraba dentro de los límites, puede decirse que es tierra civilizada,fuera de este territorio, quedaba lo salvaje, lo incontrolado, desconocido y peligroso. Dio lugar a un lugar común a todos y que era la mejor parte del planeta.

De esa manera podemos referirnos a un “mundo globalizado” , en clara referencia a que ese mundo “romano” estaba unificado y se asemejaba, guardando las diferencias existentes entre el siglo II y nuestro tiempo, a la “aldea globalizada” en que hoy se desenvuelve la humanidad.

Fue Galeno, el famoso personaje de la antigüedad, quien nos conduce por enmedio de este suceso, su cercanía con el emperador Marco Aurelio, le confirió a su trabajo gran importancia, pues le tocó presenciar el momento más álgido de la epidemia, tan fue así, que sentó la base de la medicina hipocrática que se extendió en el futuro, desde ahí y hasta la edad media.

Las fuentes disponibles nos llevan a pensar que el mal se exportó desde la ciudad de Seleucia, localizada en el territorio que actualmente ocupa Irak, esto es, una de las expediciones militares de la llamada campaña oriental, llevada a cabo en el año 165. Lo realmente importante es que fue la estructura de comunicaciones, que logró una excelente intercomunicación entre las distintas provincias, tanto por tierra como por mar, que favorecía el comercio a gran escala que se llevaba a cabo en todo el imperio.

El gran movimiento del ejército romano que volvía de la campaña de oriente, un contingente militar de más de cien mil personas, fue la razón de tan fuerte difusión del mal, que precipitó una alta tasa de contagios, en la que la ciudad de Roma fue la más asolada, en ese entonces se estima que la población llegaba al millón de habitantes.

Es importante considerar que el grupo militar, no contaba con servicios higiénicos adecuados,, lo que forzosamente incrementaban el riesgo de contagio, como sucedió. El apunte del autor del artículo, llegado este punto comenta: “La lógica de unificación del territorio romano contribuyó a una rápida difusión de la enfermedad, tal y cual sucedería hoy día con una crisis similar a gran escala”.

Los síntomas de la enfermedad fueron descritos por Galeno: exantemas de color negro o violáceo oscuro, que después de un par de días se secan y se desprenden del cuerpo, dejando pústulas ulcerosas en todo el cuerpo, además de diarrea, fiebre y sensación de calentamiento interno, en ocasiones se presenta sangre en las deposiciones del enfermo y pérdida de la voz, aparece tos con sangre y llagas en la cara y partes cercanas, así entre el noveno y el doceavo día, a partir del inicio de los síntomas la enfermedad se intensifica y es cuando normalmente se presenta la muerte del infectado.

Esto ha llevado a los investigadores médicos a descartar que sea peste bubónica o fiebre tifoidea, dado que las fuentes no mencionan la formación de bubones en axilas y ganglios, así como que el sarpullido se presenta siempre en la etapa de las pústulas, lo que se presenta en la viruela y no en otras enfermedades, todo ello ha llevado a establece que se trató de viruela, del tipo hemorrágico.

Hoy se infiere que la tasa de mortalidad que dejó la infección fue de entre el siete y el diez por ciento del total de la población imperial. En números absolutos se diría que fallecieron de entre tres y medio millones y cinco millones de personas. Mientras que para el ejército y las ciudades de paso del contingente se estiman ligeramente superiores, de entre el trece y el quince por ciento, como consecuencia de la alta concentración de personas y la falta generalizada de condiciones higiénicas adecuadas.

El pensamiento de las mayorías, alejado de los conocimientos sobre la naturaleza de las enfermedades que son propiciadas por muy pequeños seres, microscópicos, llevó a la explicación del castigo de los dioses. Se fanatizó, la gente empezó a mirar los cadáveres como clara fuente de contagios y se terminó de momento la costumbre humana de veneración a los restos mortales, el respeto que implica la muerte de un semejante.

Después de esta epidemia, el impacto que recibió la sociedad imperial fue en múltiples esferas, comercial, social, mental, económica y militar, Por ejemplo, fueron promulgadas leyes muy severas sobre el manejo de las inhumaciones y las sepulturas.

El mismo emperador Marco Aurelio sucumbió a la “peste”, murió en el año 180, con el pensamiento final de preocupación por los pobres afectados por la epidemia, y es que todas las clases sociales fueron afectadas, no obstante que los más ricos gozaban de mejores condiciones, tanto en lo que se refiere a mejor alimentación como a lo respectivo a condiciones de higiene.

Muchas actividades económicas se paralizaron al nivel de que aún las empresas militares, y sus proyectos de expansión, fueron suspendidas, negociando con los enemigos del imperio, incluso llegando al extremo de pactar la paz mediante treguas ventajosas. Se les permitió el acceso al imperio para que se incorporarán como colonos, se les ofreció trabajo como campesinos y pastores. Algunos otros fueron contratados como soldados, y se documentó que en Hispania, la actividad minera se acabó, en consecuencia de que la mano de obra se agotó y no pudo ser reemplazada con nuevos esclavos, pues su precio se elevó, lo que reducía las ganancias de forma considerable, menoscabando la rentabilidad de la industria con respecto al pasado.

La actividad militar sufrió por la disminución de los efectivos, las bien preparadas tropas romanas, debieron echar mano de lo disponible, se hizo necesaria la leva obligatoria y en consecuencia ingresaron esclavos, delincuentes, forajidos y gladiadores. Llegó el momento en que se hizo necesario contratar mercenarios entre los pueblos bárbaros, antiguos enemigos.

Ello deja como conclusión el fuerte impacto de la epidemia en el imperio romano, la pérdida de vidas humanas, socavando la paz y tranquilidad lograda, el equilibrio establecido en el imperio, ese que les llevó a una época de oro, se terminó, asestó un fuerte golpe a la economía del imperio y sus pobladores.

El autor, Andrés sáez, encuentra a la “peste” carácter global, en el aspecto geográfico, debido a que la infección se transmitió rápida y libremente como consecuencia de la desenvoltura de los contactos de los distintos grupos culturales, a lo largo y ancho del imperio; lo que globalizó la afectación económica a toda aquella población y modificando las prácticas sociales, religiosas, comerciales, de la producción agropecuaria y militares- No hubo lugar dentro de este imperio que no fuera afectado por la pandemia, las clases dirigentes se vieron trastocadas, los pobres morían en grandes cantidades, lo que hizo que la mano de obra, civil y militar, escaseara. La coyuntura fue crítica, no para una parte del mundo, sino para esa que se sentía dentro de una sociedad y territorio común.

En aquel siglo II no se contaba con tecnología y avances médicos como en la actualidad, ello confirma los efectos nefastos de la pandemia en todo “el mundo romano”. Por ello resulta necesario reflexionar sobre la posible situación que se presentaría en la sociedad mundial de nuestros tiempos, que habita en una “aldea global” interconectada,como nunca antes en la historia de la humanidad, frente a una situación similar a la vivida en el pasado y el daño que reflejaría en lo político, económico, social, comercial, turístico, entretenimiento, etc.

La Peste Negra (Siglo Catorce)

Los bacteriólogos Kitasato y Yersin descubrieron recientemente que el origen de esta enfermedad es la bacteria "Yersinia pestis",que vive en roedores, como la rata negra "Rattus rattus" (también conocida como "rata de barco", "rata de tejado", "rata común" o "pericote"), transmitiéndoselo a los humanos por medio de los parásitos que viven en estos animales, en forma especial las pulgas. Se le llama zoonosis, es decir una enfermedad que pasa de un animal al ser humano. 

No obstante, la mayoría de variedades de "Yersinia Pestis" se han encontrado en China, lo que sugiere que la epidemia podría haberse originado en esa región.

La explicación de la Arqueóloga e Historiadora especialista en el medievo de la Universidad de Navarra Ana Luisa Haindl, es que fueron los pueblos de las estepas quienes se habrían contagiadof uertemente, porque porque usaban pieles de animales sin curtir para vestirse. Entonces, la transmisión de pulgas, agente transmisor de la peste, era inevitable. Hoy los científicos no culpan tanto a las ratas del contagio, sino a las pulgas primordialmente, pues están presentes en varias especies de mamíferos. En todo caso, la gran pregunta que ahora se hacen los científicos es la causa de la gran velocidad de contagio que siguió la peste, por ello algunos historiadores se inclinan a penar que la modalidad mayoritaria fue la peste neumónica, por la forma de contagio, mediante el aire, la hizo de rápido contagio, incluso sin que hubiera propagación de las pulgas.

Fue registrada por primera vez durante el siglo Catorce, alcanzando su máximo nivel para lel período comprendido entre os años 1347 y 1353, proveniente de Asia se asentó en Europa.

La población de ese entonces explicaba la causa, de acuerdo al pensamiento vigente: magia malévola o que Dios castigaba los excesos y pecados de su pueblo. Todas las explicaciones posibles estaban alejadas de la realidad.

Las consecuencias sociales fueron dramáticas. Incluso se acusó a los judíos de ser los causantes de la epidemia por medio de la intoxicación y el envenenamiento de los pozos de agua. Se iniciaron castigos a los judíos en muchos lugares de Europa, lo que provocó su muerte en muchas ciudades europeas. La falta de higiene, una de las costumbres de los humanos, vista como algo natural, era una constante entre los diversos pueblos que habitaban Eurasia. Ello fomentaba la aparición de enfermedades y la explicación así era más fácil.

La práctica médica se realizaba de una forma reflexiva, partiendo de los textos clásicos, y no científica, basada en la experimentación metodológica.

La medicina medieval, como hoy evaluamos, era muy precaria. No sabían qué provocaba la enfermedad y mucho menos, cómo curarla o prevenirla. Se usan brebajes de hierbas y piedras preciosas, a veces metales pesados, sangrías para bajar la fiebre, pomadas para neutralizar el veneno de los bubones. Eran prácticas más perjudiciales que sanadoras. Algunos médicos acertaron con algunas medidas como el uso de mascarillas o los medios para purificar el aire. Y aquí una anécdota más,, el Papa Clemente VI se salvó, porque se mantuvo aislado y rodeado de fogatas con hierbas aromáticas.

Ahora, a la luz de los descubrimientos científicos, al análisis multidisciplinario, se han reescrito varios capítulos de la historia, como lo concerniente a la etapa en que llegó la "peste negra", época conocida como "Pequeña Edad de Hielo", que debió comenzar hacia el año 1300, produciendo una disminución en las cosechas, con el consiguiente incremento de hambrunas o malnutrición. Por tanto, la epidemia encontró a dos o más generaciones debilitadas desde la infancia por estos sucesos. Esto fue causado por pequeños cambios climáticos en Asia. Ciclos de primaveras húmedas y veranos cálidos, seguidos de repentinos periodos secos y fríos en Asia Central, que acabaron con la mayoría de los "jerbos" (pequeños roedores saltadores, de la familia Dipodinae, "Jaculus jaculus) portadores naturales de las pulgas y que les forzaron a buscar otros animales alternativos, como fueron los humanos, los camellos o ratas. Nuestro planeta Tierra está formado por un ecosistema vivo y todo pequeño cambio puede afectar a las poblaciones de seres vivos, que habitan en él. Los cambios climáticos que se están produciendo en nuestro tiempo también tendrán consecuencias en el desarrollo de pandemias por eso debemos de ser conscientes de nuestras debilidades y tomarnos en serio el cambio climático. Como hemos visto tanto en la pandemia de Justiniano como en la peste negra, hubo cambios climáticos que están en el origen de estos desastres sanitarios.

Estos cambios climáticos no sólo afectan a los animales y las plantas sino también a los microbios que aunque no los veamos, forman parte de ese ecosistema tan complejo que es la Tierra.

Aún cuando resulta muy difícil conocer el número de fallecidos, ha habido diversos cálculos, actualmente las estimaciones dicen que fueron 25 millones de personas sólo en Europa, cifra que representa aproximadamente un tercio de la población total europea de aquel entonces.


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La "peste" según escribió el autor árabe Ibn al-Wardi pudo tener origen en el “País de la Oscuridad”, el kanato de la Horda de Oro, en territorio del actual Uzbekistán. Desde los puertos a las zonas interiores, la terrible plaga procedente de Asia se extendió por toda Europa.


Entró por vía de las rutas comerciales a la ciudad de Messina en el sur de la actual Italia y de ahí viajo al norte de África, Oriente Medio y Europa, con excepción de Islandia y Finlandia.

El desarrollo económico del mundo occidental era patente, las ciudades europeas estaban mejor comunicadas, generaban riqueza, competían entre ellas por parecer la más rica y explotar la posibilidad de comerciar, se presentó un apogeo en el número de caravanas comerciales, se fortalecieron rutas como la llamada "Ruta de la Seda". Al igual que la Roma Imperial, el desarrollo de las vías de transporte terrestres y marítimas, jugarían en contra de la salud de la población.

La medicina no estaba preparada para lo que se presentaba, ni para tratar la enfermedad, mucho menos para investigarla,

Sus síntomas: Fiebre alta incluso superando los 40 grados. Tos y esputos sanguinolentos. Sangrado por la nariz y otros orificios. Sed aguda. Manchas en la piel de color azul o negro debido a pequeñas hemorragias cutáneas. Aparición de bubones negros en ingles, cuello, axila, brazos, piernas o tras las orejas, debido a la inflamación de los ganglios pertenecientes al sistema linfático. Gangrena en la punta de las extremidades. Rotura de los bubones supurando líquido con un olor pestilente. Esto último le ganó el nombre popular de "peste"

Si bien la forma más simple de la enfermedad era la llamada bubónica, también había dos variantes: peste septicémica, en la cual el contagio pasaba a la sangre, lo que se manifestaba en forma de visibles manchas oscuras en la piel de ahí el nombre de “muerte negra” que recibió la epidemia. Y peste neumónica, que afectaba el aparato respiratorio y provocaba una tos expectorante que podía dar lugar al contagio a través del aire. Si bien la versión simple dejaba sobrevivientes, con inmunidad vitalicia estas variantes eran completamente mortales, no dejaban sobrevivientes.

Y aquí, la anécdota que habla del miedo y sus consecuencias:

"En la ciudad de Caffa (la actual Feodosia) en la península de Crimea a orillas del mar Negro. En el año 1346, esta ciudad se encontraba bajo asedio del ejército mongol, en cuyas filas se manifestó la enfermedad. Se dijo, que fueron los mongoles quienes extendieron el contagio a los sitiados. Según el cronista genovés Gabriele de Mussis (1280 -1356), los rudos guerreros de las estepas asiáticas cargaron sus catapultas con los cadáveres de sus muertos y los lanzaron a la ciudad. Algo así como el primer ataque bacteriológico de la historia. Se tiene constancia, de que la enfermedad salió en barco de esta ciudad, en octubre del año 1347. Ello debido a que cuando los mercaderes genoveses tuvieron conocimiento de la epidemia, pues se encontraban ahí debido a que era un importante mercado y mantenían allí una colonia comercial, huyeron despavoridos, llevando consigo los microorganismos causantes de la peste y llegó hasta Mesina (sur de Italia) a finales de dicho año, desde donde se difundió por el resto del continente."
El resto del a historia está complementada, como bien apunta Ana Luisa Haindl: " Las costumbres de las sociedades, apiladas en ciudades de unos cuarenta mil habitantes promedio, que presentaban condiciones de hacinamiento y falta de agua para usos higiénicos mínimos, que no tienen comparación con los parámetros que actualmente se manejan.

Las personas en esos días no tenían la costumbre de lavarse las manos, ni tampoco de tomar el baño a diario, la ropa se usaba por varios días seguidos, en una casa pequeña, normalmente con una sola habitación, albergando a un grupo familiar completo, y adicionalmente conviviendo con los animales domésticos y con ratas, que era toleradas ante la imposibilidad de expulsarlas definitivamente. En concordancia, las ciudades completaban el panorama muy propicio para la transmisión de enfermedades, pues no contaban con drenajes y la gente solía realizar sus necesidades biológicas en cualquier lugar, no había baños en as casas.
El índice de mortalidad pudo alcanzar un sesenta por ciento en Europa, tanto en forma directa por los fallecimientos de los contagiados como por las consecuencias de la desorganización social, como fueron las muertes por hambre y de los niños y ancianos que quedaron abandonados a su suerte.

La península Ibérica, por ejemplo, pudo haber pasado de seis millones de habitantes a dos o bien dos y medio, con lo que habría perecido entre el 60 y el 65 % de la población. Se ha calculado que ésta fue la mortalidad en Navarra, mientras que en Cataluña se situó entre el 50 y el 70 %.

Más allá de los Pirineos, los datos abundan en la idea de una catástrofe demográfica. En Perpiñán fallecieron del 58 al 68 % de notarios y jurisperitos. Tasas parecidas afectaron al clero de Inglaterra.

La Toscana, una región italiana caracterizada por su dinamismo económico, perdió entre el 50 y el 60 % de la población. Siena y San Gimignano, alrededor del 60 %, Prato y Bolonia algo menos, sobre el 45 %, y Florencia vio como de sus 9noventa y dos mil habitantes quedaban sólo poco más de treinta y siete mil. En términos absolutos, los 80 millones de europeos quedaron reducidos a tan sólo 30 millones de personas entre los años 1347 y 1353.

Los brotes posteriores de la epidemia cortaron de raíz la recuperación demográfica de Europa, que no se consolidó hasta casi una centuria más tarde, a mediados del siglo XV.

Y vinieron cambios sociales en aquella Europa diezmada, esto es, durante los decenios, que siguieron a la gran epidemia de 1347-1353, se produjo un notorio incremento de los salarios, a causa de la escasez de trabajadores. Hubo, también, una fuerte emigración del campo a las ciudades, que recuperaron su dinamismo.

En el campo, una parte de los campesinos pobres pudieron acceder a tierras abandonadas, por lo que creció el número de campesinos con propiedades medianas, lo que dio un nuevo impulso a la economía rural. Así, algunos autores sostienen que la mortandad provocada por la peste pudo haber acelerado el arranque del Renacimiento y el inicio de la modernización de Europa.

Las malas condiciones de higiene, una medicina precaria y alimentación deficitaria fueron factores clave en su incidencia. La enfermedad golpeó las estructuras sociales, como a la Iglesia, y fue un antecedente para los cambios que vendrán en el siglo siguiente con la formación de los Estados nacionales y el Renacimiento. En el aspecto espiritual vinieron cambios, algunos benéficos a las masas, otros no tantos; algunos aumentan su fe y rezaron más que nunca. Pero, este aumento de la fe, cuando no resultó adecuadamente encauzado, trajo prácticas fanáticas e incluso heterodoxas, como los famosos flagelantes que recorrían Europa, predicando el fin del mundo, ayunando y protagonizando auto flagelaciones públicas. En esa época la iglesia católica vivía momenos históricos, cismas internos y el cuestionamiento a la autoridad papal, debido a la ostentación y el vínculo con el poder político de reyes y señores feudales. Algunas personas irán desarrollando un pensamiento crítico mayor, que los llevará, más adelante, a cuestionar los dogmas y autoridades religiosas, que llevará a la Reforma Protestante, pero también al Humanismo del siglo XV y XVI y a la Contrarreforma del siglo XVII.

Sin embargo, la religión tenía unificada a Europa bajo la Iglesia Católica. En aquel momento histórico existía una gran desafección debido al traslado de la corte papal a la ciudad francesa de Avignón (1309 - 1377). Por otra parte, muchos clérigos, obispos e incluso los propios Papas eran dados a los placeres mundanos, poseer y pasearse con concubinas o aceptar la simonía. Y era el inicio de diversidad en el pensamiento de los humanos, Ya en el siglo XII, se habían desarrollado con fuerza las ideas milenaristas y con ello, el inevitable "Fin del Mundo" está cerca y la "Segunda Venida de Cristo" era inminente. Las calamidades que se sufrían, como guerras y las pestes, se interpretan como indicios apocalípticos y algunos líderes son vistos como encarnaciones del Anticristo. La idea, que se desarrolla es que la pestes, es un castigo por los pecados estaba muy difundida. Nacía el "Mileniarismo"

Se lmodificaron las costumbres de la gente en su vestimenta, de tal forma que se supiera por el vestido que persona era el interlocutor, esto en muchas ocasiones ha significado prácticas clasistas y aún de discriminación.


Existe una gran cantidad de literatura sobre esta notable pandemia del pasado, les recomiendo consulta a un muy buen trabajo que encontré en la página Nueva Tribuna de origen español, y que sirvió de base para esta presentación.

Gripe Española (Siglo XX).

Algunas estimaciones realizadas hasta la fecha señalan distintas cifras de muertos, una de ellas menciona que fueron más de cuarenta millones de personas en el mundo.

Esto sucedió entre los años de 1918 y 1920, es decir, hace apenas un siglo. El desarrollo tecnológico alcanzado, era muy distinto al que se presentó cuando la pandemia de la "Peste Negra", pero el comportamiento de las naciones fue poco acorde a los tiempos modernos que se vivían en la segunda década del siglo XX. Ya la organización de la humanidad permitía se llevara a cabo justas deportivas de carácter mundial, los Juegos Olímpicos Modernos se celebraban con regularidad desde 1896, llevados a cabo en Atenas, 1900 en París, en las que participaron once mujeres, en 1904 en San Luis (Estados Unidos), en Londres en 1908 y para 1912 Estocolmo. 

Pero fue la llamada Primera Guerra Mundial, la causa que canceló la celebración de los juegos a llevarse a cabo en 1916. Y este mismo suceso influenció directamente la propagación y hasta el nombre con que se nombró a la pandemia. 

Resulta que Europa entera estaba enfrascada en la guerra y España, que permaneció neutral, fue el único país que reportó los casos y muertes que sucedieron en aquel año de 1918, y entonces popularmente se le asigno la nacionalidad española a la enfermedad, una gripe que presentaba los siguientes síntomas: Fiebre elevada, dolor de oídos, cansancio corporal, diarrea y vómito en ocasiones. Algunas de las personas que fallecieron a causa de la gripe, lo hicieron en un lapso muy corto a partir de la aparición de los primeros síntomas, derivó el mal en una hemorragia interna, localizada en los pulmones, con la peculiaridad de se aguda y masiva o causando un edema pulmonar, evolucionando, frecuentemente, en menos de cinco días.

Ahora se conoce que la causante de la enfermedad fue un virus, del tipo que produce la Influenza tipo "A" y subtipo "H1N1". Este virus atacó ancianos y niños, pero también afectó a adultos jóvenes de entre veinte y cuarenta años, y se ha concluido que estas personas no contaban con defensas contra el virus a consecuencia de no haber sido expuestos a él durante la niñez y no contar con inmunidad natural. Se conoce que la mayoría de los fallecidos sufrieron una neumonía bacteriana secundaria, pues en esos años aún no existían kit antibióticos.

Tampoco se conoce con exactitud su origen, aún que se manejan varias teorías, como por ejemplo origen en Francia durante el año de 1916, o bien en China en 1917, pero lleva más credibilidad la versión que la sitúa en Kansas en Estados Unidos, en la base militar de Fort Riley, en marzo de 1918, en donde se ha podido ubicar al paciente cero, un cocinero en la citada base.

Los casos ocurrido en la primavera del hemisferio norte de 1918 se han clasificado como la primera ola de contagios, pero el virus fue y vino y mutó, lo que ocasionó una segunda ola de contagios y muertes, que resultó más letal que la anterior, esta culminó en noviembre de 1918. Y la tercera ola ocurrió durante el final del invierno en el hemisferio norte del 2019 y duró toda la primavera de ese año.

Debido al hecho de que nadie desea ser el país de origen del paciente "0", no se ha podido establecer con certeza a dicho paciente, pero las investigaciones apuntan a los Estados Unidos, se ha indicado que fue en un campamento militar ubicado en Kansas, donde indio el mal, por un virus que con el paso del tiempo tuvo mutaciones que hicieron que las olas de contagio posteriores variaran en la mortalidad que provocaron. La situación generada por la guerra en Europa, establece las rutas que los ejércitos involucrados propiciaron la transmisión generalizada, que lleva a calcular que una tercera parte de la población mundial fue contagiada. 

En aquellos años aún no existían los protocolos médicos, tal y como hoy se conocen, los enfermo se juntaban en espacios reducidos y sin ventilación y no se trataba con eficiencia los cadaveres, en funerarias y cementerios.

En México se ha estimado que fallecieron entre trescientas mil y quinientas mil personas, el contagio se documentó inició la epidemia a partir de octubre de 1918, fueron cerrados teatros, iglesias, restaurantes, y otros lugares de reunión. La medicina utilizada, cuentan las reseñas eran aspirina y quinina, las que pronto escasearon y se encarecieron, no existía un sistema que buscara conservar la salud de la población, si bien el "Consejo Superior de Salubridad", enfrentó la crisis, dispuso la limpieza de lugares públicos con azufre y y cianuro de mercurio, o en su defecto, sosa y creolina. El Hospital General de México, ubicado en la Ciudad de México, dedico un pabellón exclusivo para la atención de los afectados, pero pronto se saturó y la recomendación fue que los enfermos se quedaran en casa, bajo la imposición de una multa, y entonces la medicación se hizo con remedios tradicionales como té de canela con alcohol, aguardiente con limón y otros remedios elaborados con hierbas
Fue ampliamente rebasada la sociedad, se intentó emplear los servicios de la "Cruz Roja" y de la "Cruz Blanca" así como algunas asociaciones de beneficencia, pero fue inútil el número de defunciones fue muy grande.

La población fue, según el censo de 1900, de 13'607,259 y creció para alcanzar 15'160,369  (según el censo)en 1910 ; sin embargo, para 1921 había disminuido la población a 14'334,780 según el censo llevado a cabo en 1921, puedo citar una estimación hecha por Cecilia Rabell Romero, "La Transición Demográfica de México", que informa que durante esa década se perdieron 2'300,000 vidas.

Seguía siendo una constante la falta de higiene y el hacinamiento, sobre todo entre los pobres, por cierto, el fenómeno no era exclusivo de México, se repetía en todo el orbe, y esos tiempos se caracterizaron por estarse desarrollándo luchas armadas, algunas civiles y otras de orden internacional.

La anécdota alegre es que al llegar el verano de 1920, el virus desapareció, de igual forma a como había llegado. Se ha establecido la hipótesis de que la población sobreviviente alcanzó la llamada inmunidad de rebaño, al ser tan alto el número de contagiados y sobrevivientes.

La anécdota triste, es que esta epidemia no fue motivo para parar la guerra; por primera vez en la historia, no se cancelaban las hostilidades ante la emergencia, como había ocurrido en el pasado. Bajo argumentos y razones "estratégicas", se ocultó su existencia. Como se sabe, solamente España que se mantenía al margen de la conflagración, hizo públicos los detalles de las defunciones que ocurrían en su territorio. Ello generó que las consecuencias de la pandemia se diluyeran en el contexto mundial vigente.

Los avances en la medicina epidemiológica, así como en la biología y otras ciencias afines, han permitido estudiar con mucho mayor profundidad lo sucedido a cien años de distancia, y curiosamente ahora se conoce mucho más de lo que en su momento se pudo descubrir

Los cambios, las modificaciones se dieron en todos los campos del quehacer humano y en todos los países, unos más, donde las condiciones económicas lo permitían, y en otros, los menos caudalosos económicamente, quizás en menor grado.

Hubo algo parecido a un despertar, parece un nuevo "renacimiento", se rompió el esquema social y los comportamientos costumbristas, el siglo Diecinueve fue el último que vio estereotipos impuestos desde antiguo. Por ejemplo las mujeres, irrumpieron en empleos que tradicionalmente correspondía efectuar a los varones, la guerra implicaba esa necesidad, por otro lado la moda masculina, volvió la mirada a la apariencia juvenil, quedaron atrás los grandes bigotes y las luengas barbas, la moda femenina, surgió como una industria internacional, vistieron faldas "Chanel" y se dejaban ver fumando en público.

En otros ámbitos, también hubo modificaciones para las mujeres, ello incluyó la política al permitir que ellas pudieran emitir su voto electoral, Noruega en 1913, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1917, Alemania y Gran Bretaña en 1918 y Estados Unidos en 1920, por citar a algunas, aunque Nueva Zelanda, Australia y Finlandia llevaron la delantera.

Las expresiones artísticas también llegaron a lo nuevo: en cuanto a pintura emergieron movimientos como "el surrealismo" y "el muralismo"; una nueva generación de escritores ofrecieron nuevos puntos de vista, lo mismo sucedió con la arquitectura, el séptimo arte se convirtió en una industria que llegó hasta las multitudes para combinar su arte con entretenimiento.

La radio se popularizó, en 1917 Lucien Lévy inventó el "superheterodino" con el cual, mediante el uso de una perilla se podía cambiar la frecuencia para sintonizar las entonces escasas estaciones y también posibilitó el ajuste en el volumen, y se empezó a convertir en una invitada en muchas las casas, aunque el aparato pesaba diez kilos y su costo era alto. En Philadelphia un ingenioso muchacho, adapto un radio en su automóvil "Ford T" y así se inició la muy popular costumbre de escucharla en el auto, de ello nació una industria dedicada a fabricar y distribuir radios en los automotores.

El gran público empezó a llevar a los artistas populares a sus celebraciones, la industria de la música grabada avanzaba para trastocar la forma de las reuniones familiares, primero el gramófono sustituyó al fonógrafo, aparecieron los discos de goma endurecida (ebonita) con diámetro de siete pulgadas, la velocidad de reproducción se estandarizó a las 78 revoluciones por minuto, a finales de la década se empezaron a grabar los dos lados del disco utilizando un sistema mecánico, con ello el público aprendió a bailar fox-trot, charlestón y tango, y escuchaba cantar, entre otros, a Margo Lian, Ma Rainey, Bessie Smith, Rudy Vallée o las interpretaciones de la original "Dixieland Jazz Band" y todas las bandas de Jazz y Blues, que surgieron en las dos primeras décadas del siglo Veinte.

Lo que se concluye, es que en esta ocasión, a diferencia de las anteriores epidemias, los cambios no son imputables a una sola causa, el mundo era escenario de muy variadas situaciones, que se verificaban todos los días en todas partes: las guerras, la epidemia, las nuevas formas de ver las cosas, en esferas tan diversas, que impactaron conjuntamente, de forma tal que acrisolaron el después de la "gripe española".




Infografía de Marcelo Regalado
Infografía de Marcelo Regalado

Al 31 de mayo de 2020, el número de muertos en el mundo alcanza, según datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins, la cantidad de 370,247 y seis millones ciento ocho mil infectados.

Es mi conclusión, que sobre cada una de las tres pandemias antes relatadas, es ahora que sabemos los detalles de sus historias, datos sobre sus causas, inferimos los desarrollos que tuvieron así como de las consecuencias que propiciaron en la humanidad de esos tiempos. Lo que es consecuencia de los avances establecidos en estas fechas, gracias a los conocimientos científicos adquiridos, al apoyo tecnológico logrado y a las aportaciones en los diversos campos de estudiosos que integran el saber actual.

Creo que en esta nueva pandemia, tampoco se deja observar con claridad en estos primero momentos. Sabemos poco del virus SARS-CoV-2, que será el futuro el encargado de abril el conocimiento sobre este desconocido. Veamos:

¿Cómo apareció el nuevo coronavirus y pasó luego del murciélago al hombre? "Falta una pieza del rompecabezas", estima el investigador Meriadeg Le Gouil, coordinador en Francia de un proyecto de investigación sobre el origen de la pandemia.

"Nadie puede decir que entendió la emergencia de este virus", subraya a la Afp este virólogo y ecólogo de la Universidad de Caen (oeste francés), miembro del Grupo de Investigación sobre la Adaptación Microbiana (GRAM).

"En este coronavirus hallamos trazas de varios virus que conocemos en el entorno salvaje. Salvo que no conocemos a los padres recientes, solo a sus primos", explica este investigador, de 39 años, que excluye un "origen sintético" del virus, por ejemplo, en un laboratorio chino, como asegura Estados Unidos y niega Pekín.

Según la gran mayoría de investigadores, el coronavirus fue transmitido al hombre por un animal. Científicos chinos señalaron un mercado de la ciudad de Wuhan, donde se habrían vendido animales salvajes vivos.

Mediante análisis genéticos, la ciencia pudo relacionar el SARS-CoV-2 con un virus estudiado en 2013 en un murciélago de Yunnan, en el sur de China, similar en un promedio de 96 por ciento.

Si bien una transmisión directa del murciélago al hombre es "posible"; sin embargo, no es la hipótesis más probable, según este especialista de los coronavirus, puesto que se requieren contactos estrechos, numerosos y frecuentes para que un virus efectúe un salto de especie.

"A menos que se descubra un tráfico absolutamente gigantesco de murciélagos en los últimos tres años", puntualiza.

"La segunda opción sería la cría de otro animal salvaje", que habría servido de huésped intermediario entre el murciélago y el hombre, explica Le Gouil. "Falta una pieza del rompecabezas", que a lo mejor no es el pangolín (mamífero del que existen 8 especies, el oriundo de China es "Manis pentadactyla"), como sospechan algunos, sino el "gato de algalia" (Paguma larvata, mamífero carnívoro emparentado con "civetas" y "jinetas" ), afirma.

El investigador ya se encontró con este pequeño mamífero durante la epidemia provocada por otro coronavirus, el SARS de 2002, objeto de su tesis seis años más tarde.

¿El sospechoso ideal?

"El gato de algalia es como nuestro corzo (en Francia), un plato que se prepara para las grandes ocasiones", ilustra. "Es un carnívoro cercano al perro y al gato (...) que frecuenta las cuevas, y que de vez en cuando se zampa un murciélago".

La cría de este animal "se había multiplicado por 50 en el lustro precedente al surgimiento del SRAS. Se trajo al gato de algalia capturado en el entorno salvaje a granjas" específicas, "lo que favoreció el nacimiento de una variante del coronavirus, presente únicamente" en este segundo grupo, añade el investigador.

Hoy en día, los científicos chinos "publican 10 artículos científicos diarios, pero ni una palabra sobre las granjas en la región. Es sorprendente para (un país) sensibilizado en la emergencia de coronavirus".

"Daría cualquier cosa para ir a tomar muestras en China de todos los tipos de granjas que existían en la región hace tres o cuatro meses".

El proyecto de investigación Discover que coordina tiene como objeto remontar la pista del SARS-CoV-2, estudiando la prevalencia, diversidad y evolución de los coronavirus en distintas especies en el norte de Laos y de Tailandia.

"El objetivo no es forzosamente hallar la pieza que falta, que a lo mejor ya desapareció. Pero contaremos con indicios y un puñado de argumentos para comprender mejor qué pasó". "Al menos, tendremos una muy buena visión de lo que sucedió justo antes".

También se trata de "detectar las prácticas peligrosas" para la salud, como la cría del "gato de algalia".

"Es evidente que hay un vínculo entre el desborde de la actividad humana sobre la vida salvaje, la manera en que interactuamos con la naturaleza y la emergencia de patógenos", afirma. "Vemos claramente la relación entre la salud de los ecosistemas y la salud humana".

Pero  sumó la opinión del epidemiólogo sueco Johan Giesecke,

En Suecia rige lo que sus autoridades definieron como un “confinamiento suave”, basado, fundamentalmente, en la confianza que existe entre la población y entre esta y el Gobierno y sus instituciones. Por eso, las restricciones son limitadas: se encuentran prohibidas solo las reuniones de más de 50 personas, y aunque las universidades están cerradas, no lo están los jardines de infantes ni las escuelas de los niños. Tampoco están cerrados los restaurantes ni los bares, aunque solo se admiten personas sentadas en las mesas, que deben estar a no menos de dos metros de distancia. Al igual que las fronteras, las peluquerías, los cines, los teatros, los gimnasios y los parques permanecen abiertos.

El resultado de la cuarentena suave en Suecia ha sido -de acuerdo con las cifras de la Universidad Johns Hopkins, al 31 de mayo de 2020- de 4,395 muertes para una población de 10,2 millones de habitantes, lo que arroja una tasa de mortalidad de 48 personas cada 100.000. Es ostensiblemente mayor a la de Noruega (4) y Dinamarca (9), pero está muy por debajo de países como el Reino Unido (45), España (55) o Bélgica (74), que decretaron confinamientos estrictos. Con todo, explica con calma Giesecke durante una entrevista con Infobae, la comparación de los resultados de cada una de las estrategias recién podrá hacerse de aquí a un año. Creo que los resultados serán muy parecidos en todos los países. Esta enfermedad se propaga como un incendio, y lo que uno hace no cambia demasiado. Todos se van a contagiar el virus. Todos en el mundo al final. Hasta que haya una vacuna.

No hay evidencia científica para la mayoría de las restricciones que están tomando los países. Creo que para los políticos es importante mostrar fortaleza y acción, y observo que ese es un motivo importante para las cuarentenas estrictas. En Europa sucede que los países se siguen unos a otros. Cuando el país “X” ve que el país “Y” hizo algo, dice 'tenemos que hacer lo mismo, tenemos que establecer esa restricción'. Hubo una carrera entre los políticos.

Aún las naciones latinoamericanas ante el desconocimiento sobre la pandemia ambiental se sumaron a las reestricciones impuestas en Asia y Europa, ante el temor de que se desbordara el número de muertos optaron por políticas conservadoras, de otro modo, sus poblaciones les acusaría de negligencia, como pasa en Brasil, Estados Unidos y Reino Unido, líderes en muertos y contagios actualmente:

Estados Unidos: 1'770,185 personas infectadas y 103,768 fallecidos.
Reino Unido.         274,219 personas infectadas y    38,458 fallecidos.
Brasil.                   498,440 personas infectadas y.    28,834 fallecidos.


Es muy posible que diferentes personas sean susceptibles al virus de diferentes maneras. Podrían ser diferencias genéticas. Esa podría ser la explicación. Otra podría ser los patrones de contacto, es decir, cómo la gente se mezcla en cada país. Entonces no es fácil comparar. Pero realmente para evaluar la efectividad de las medidas preventivas instauradas será necesario dejar transcurrir más tiempo, si el criterio fuese contar el número de fallecidos en cada país, habrá que esperar un año completo.

A mi manera de ver, no se puede decir ahora, mayo del 2020. que porque un país tiene menos muertos hizo las cosas bien. La prueba de todo será cuando comiencen las reaperturas, en consecuencia de que el pronóstico es que las muertes van a aumentar.

Finalmente, yo creo, puedo suponer, que la tasa de mortalidad de la COVID-19 es bastante similar a la de una temporada de influenza, realmente dudo que sea muy diferente.

Con una población de cuarenta y cinco millones de personas, por ejemplo está la República Argentina,, que en el año 2018 tuvo una mortalidad de cerca de treinta y dos mil personas por influenza y neumonía (En México se reporto una cifra de fallecimientos por esa causa de alrededor de treinta mil personas, en forma preliminar, para el año 2019).

Y yo creo que el mayor riesgo de esta pandemia es la posibilidad de tener desequilibrio que se puede causar entre gobernantes y gobernados, observo que muchos defensores de la democracia realmente están apoyando las decisiones de sus gobiernos sobre los bloqueos, los cierres y las cuarentenas. Y se conoce que hay otra mucha gente que en aras de la democracia protestan fuertemente por el mantenimiento de dichas medidas.

La verdad es que no puedo explicar por qué sucede de esta manera, pero realmente me preocupa mucho el futuro, en términos políticos. Por supuesto que la enfermedad y las muertes son un gran riesgo, pero las consecuencias políticas creo que son peores.

Hasta aquí los puntos de vista del epidemiólogo sueco..

Ante la falta de vacuna y medicamentos para un tratamiento en verdad eficiente, los países se están dedicando a administrar los efectos de la epidemia, en ese sentido , si existen países con resultados más exitosos. La idea es no colapsar los sistemas de asistencia médica, pues las experiencias ocurridas en: Italia, España, Bélgica, Holanda, Francia, ejemplifican con claridad que las muertes se amplían al no poder atender a los enfermos por las demás enfermedades que afectan y matan normalmente a las poblaciones y que no disminuirán su ritmo de afectación debido a la pandemia.

En otro sentido este virus desconocido, no ha victimizado fuertemente a niños y adolescentes, situación inesperada, pues la experiencia de otras epidemias que si lo hacían. Aún se desconoce la causa de ello, si existen varias teorías, el tiempo hará que se logre descubrir la razón de ello (en México al 21 de mayo se habían contabilizado 1,065 contagios y 23 defunciones en menores de edad).

En esta fecha, no se conoce con exactitud la respuesta a preguntas básicas:
¿Se crean inmunidad en los infectados?
¿Cúal es la causa de que muchos afectados son asintomáticos?
¿Cúal es el porcentaje de población asintomática?
¿Cúal es la tasa de contagio real?
¿Cual es la tasa de mortalidad real que tiene Covid-19?

Seguiremos atentos: el primer paso será presenciar el resultado que se presentan después de reducir las medidas de confinamiento. Deberemos actuar en consecuencia para minimizar posibles rebrotes y estar atentos por si hubiera en el futuro nuevas olas de contagio. Somos parte de la historia, protagonistas de nuestro tiempo con la obligación y el deber de estar mejor informados, haciendo a un lado prejuicios y posturas políticas.
Lo dijo Yuval Noah Harari el pasado seis de abril en un artículo de "Vanguardia":

"Por lo tanto, la epidemia de coronavirus constituye un importante test de ciudadanía. En días venideros, la elección de todos debería ser confiar en los datos científicos y los expertos en salud, en lugar de hacerlo en teorías conspirativas sin fundamento alguno y en políticos interesados. Si no tomamos la decisión correcta, quizá nos encontremos renunciando a nuestras más preciadas libertades, convencidos de que ésa es la única manera de salvaguardar nuestra salud."

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