Está en peligro de extinción la "Pardela de Revillagigedo", el pronóstico dice que desaparecería en diez años.

El Archipiélago de Revillagigedo, o Islas Revillagigedo, es un grupo de cuatro islas en el Océano Pacífico, que forman parte del estado de Colima, se localizan entre seis cientos y un mil noventa y seis kilómetros al oeste de la ciudad de Manzanillo y al sur de la Península de Baja California. Constituyen un ecosistema único de cuatro islas volcánicas deshabitadas en el Pacífico, que son: Isla Socorro, Isla Clarión, Isla San Benedictino e Isla Roca Partida.  Fue declarada Reserva de la Biosfera, el 15 de noviembre de 2008, integrada por las islas, así como de su respectivo territorio marino.

Consideró Juan Esteban Martínez Gómez, investigador del Instituto de Ecología A. C., dedicado al monitoreo de especies endémicas en peligro de extinción en el archipiélago de Revillagigedo: "El ave mexicana "Pardela de Revillagigedo" (Puffinus auricularis) que es una rara especie de ave marina que sólo se reproduce en las Islas Socorro y Clarión, ubicadas en el Océano Pacífico mexicano, se encuentra en peligro de extinción y podría desaparecer en menos de diez años, .

La especie vive la mayoría del tiempo en el mar y sólo regresa

a tierra para reproducirse. Es un alado con un ciclo de vida muy frágil y complicado.

En la actualidad esta especie sólo tiene registro de 25 pares reproductores, “y esto significa que es una especie de mismo nivel de peligro que la vaquita marina, si no se toman medidas prontas, esta especie se va a extinguir en los próximos 10 años”. Fotografía cortesía del investigador.

La pardela es un pájaro que se caracteriza por tener picos con tubos nasales sobresalientes y alas largas y estrechas, que les permiten surcar los vientos planeando sobre el agua del océano. Se reproducen en dos de las cuatro islas que forman parte del Archipiélago de donde toman su nombre.

Desde principios de 1970, el deterioro de su hábitat natural ha comprometido la continuidad de su especie, reduciendo su población a veinticinco pares reproductivos en la actualidad. La principal amenaza son los gatos asilvestrados introducidos a la isla por los humanos.

Martínez Gómez, quien comenzó su trabajo de investigación en ese mismo archipiélago, observando a la especie "Cenzontle de Socorro" (Mimus graysoni), para su tesis de maestría, dijo que: "La pardela vive la mayoría del tiempo en el mar, y sólo regresa a la isla a reproducirse, se encuentra en el mismo nivel de peligro de la "vaquita marina". Cada pareja de "Pardela de Revillagigedo" al año pone un solo huevo, que dará un polluelo, es decir no son muy prolíficas. Después, esa cría se echa al mar, y pasará entre cinco y siete años en el océano antes de regresar a reproducirse. Se trata de una especie con un ciclo de vida muy frágil y complicado. Una de las principales amenazas para la especie son los gatos introducidos a la isla, porque son un depredador de difícil manejo. Después de trece años intentando gestionar su población, siguen siendo un problema para las aves de isla Socorro. Desde esta perspectiva la "pardela de Revillagigedo" se encuentra en vórtice de extinción, que ocurre cuando factores que en otro momento no serían peligrosos, al ser una especie que tiene tan pocos individuos, todos las causas tienen un impacto mayor”.

Consideró que para tratar de revertir esta situación es primordial conformar un panel de expertos, que puedan evaluar la situación, y establecer un plan de acción, “que permita reconocer errores del pasado en el monitoreo de la especie, y cambiar los esquemas para promover su conservación”.

La importancia de preservar una especie como la "Pardela de Revillagigedo" es debido a la contribución al equilibrio ambiental, que cada especie aporta.

Finalmente Martínez Gómez concluyó diciendo que: “Las aves marinas son un ejemplo de la interacción que hay entre el mar y las partes terrestres, ellas llevan nutrientes de los océanos hacia los continentes, lo que sustenta a las plantas, que son alimento de animales terrestres, y así comienzan una larga cadena, que a veces es tan sutil que pasa desapercibida.”

Este proceso de extinción, ya se presentó en el pasado, pues se conoce que la especie también se reproducía en la vecina Isla Clarión, y lo hizo hasta 1988, donde los sitios de anidación y hábitats fueron destruidos por los cerdos, ovejas y conejos introducidos por los humanos.

Los desequilibrios en los ecosistemas producen extinciones de especies que las nuevas condiciones ambientales le han vulnerables. Y en el corto plazo agota sus posibilidades de sobrevivencia, al imposibilitar su adaptación. Se dice que un bosque se adaptara al cambio de clima en décadas, pero no se puede adaptar al uso de las hachas, o la acción de depredadores o nuevas especies que destruyen el hábitat previamente establecido.