Se desplomó en 60 años la tasa de fecundidad en países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

JÓVENES RENUNCIAN A LA PATERNIDAD ANTE CRISIS MUNDIALES.

El incremento en el costo de la vida y la incertidumbre financiera a largo plazo están provocando que menos adultos jóvenes quieran tener hijos, reportó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En tan sólo sesenta años, las tasas de fecundidad se han reducido a la mitad en los países que la integran, “lo que plantea el riesgo de un descenso de la población y graves desafíos económicos y sociales para las generaciones futuras”, advirtió.


Sociedades envejecidas ejercen importantes presiones sociales y económicas sobre los gobiernos para aumentar los gastos en pensiones y servicios de salud. En la imagen, una joven pareja con un bebé en Tokio. La tasa de fecundidad en Japón es de 1.26. Fotografía Afp.

La lógica detrás de las alarmas alrededor de la reducción demográfica responde a que en menos de medio siglo la población en edad de trabajar vivirá en economías con el doble de adultos mayores de los que se tienen actualmente. Hasta 2020 había 30 personas con más de 65 años por cada 100 en edad detrabajar; con las tendencias demográficas actuales, en 2060 habrá 59 por cada 100.

“La consiguiente reducción de la población activa laboralmente podría dar lugar a sociedades envejecidas que ejerzan importantes presiones sociales y económicas sobre los gobiernos, en particular para aumentar los gastos en pensiones y servicios de salud”, explica la organización.

De acuerdo con la (OCDE), en los países que la integran, el promedio de hijos por mujer en edad fértil, conocida como tasa de fecundidad, se redujo de 3.3 en 1960 a 1.5 en 2022. Este indicador ya se encuentra por debajo del llamado “nivel de reemplazo”: un parámetro calculado en 2.1 hijos por mujer, que se considera “necesario” para mantener la población constante en ausencia de migración.

En México la tasa de fecundidad tuvo un ajuste más amplio; pasó de 6.8 en 1960, hasta 1.8 en 2021. El país cruzó el “nivel de reemplazo” entre 2014 y 2015, de acuerdo con los datos recuperados en el informe "Panorama de la sociedad de la OCDE". Otros organismos, como el Banco Mundial, ya han reseñado esta tendencia en el país, la pérdida del “bono demográfico” y lo que esto conlleva (bit.ly/4ccWuv6).

La (OCDE) enfatiza que son múltiples las causas del por qué no resultan atractivas la maternidad y la paternidad. “Las decisiones personales de tener hijos están influidas por una serie de factores, incluidas las presiones económicas y sociales de los padres, así como el cambio de actitudes sociales, como la desestigmatización de no tener hijos (...) los jóvenes encuentran cada vez más sentido a la vida fuera de la paternidad”.

"Además de la falta de políticas para facilitar la inclusión laboral de las mujeres, como sistemas de cuidados; o licencias de paternidad paritarias, para involucrar a los hombres por igual en el cuidado de los menores, una sucesión de crisis mundiales, por ejemplo, la crisis generada por la pandemia del Covid-19, así como las preocupaciones por los problemas climáticos, la crisis del costo de la vida; ha aumentado las inseguridades económicas entre los jóvenes, lo que complica su transición a la paternidad”.

Como ejemplo, los adultos jóvenes mexicanos son los que más incertidumbre y preocupación reportan entre los países reportados por la (OCDE). Cerca de 94.4% de ellos reporta ansiedad respecto a la inflación y el costo de la vida; a 88.7% le preocupa la falta de acceso a servicios de salud mental; a 91.2% las consecuencias del cambio climático; a 81.3% la seguridad nacional debido a la actual situación geopolítica.


La distribución poblacional en México año 1970, se pensaba que nunca cambiaria su forma.
Tomada de Population Pyramid.

A 91.9% de los adultos jóvenes encuestados también les preocupa la baja calidad del empleo; a 85.5% no poder trabajar debido al cuidado de niños, familiares ancianos, discapacitados o de ellos mismos; a 87.1% las pérdidas educativas de los niños debido a la pandemia y a 84.4% los efectos en la salud que persisten de la pandemia.

Comentó Stefano Scarpetta, director de "Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE": “El costo económico y la incertidumbre financiera a largo plazo de tener hijos siguen influyendo significativamente en la decisión de las personas de convertirse en padres. Como ejemplo, el encarecimiento de la vivienda desde mediados de la década de 2010 está teniendo un efecto negativo en la fecundidad. Ha complicado la formación de relaciones y familias a largo plazo, con un número cada vez mayor de jóvenes de entre 20 y 30 años que viven con sus padres por razones financieras”.

México se ubica a la mitad de la tabla, con 46% de adultos jóvenes viviendo con sus padres, mientras en Corea del Sur e Italia, dos reconocidas economías de alto ingreso individual, llamado proporción llega a ocho de cada diez; y las tasas de fecundidad, respectivamente, se encuentran en 0.7 y 1.2 hijos por mujer, respectivamente.

La (OCDE) enfatiza que si los países quieren revertir esta caída en la población, necesitan de políticas de bienestar. “Esto incluye vivienda asequible, políticas que ayuden a conciliar la vida laboral y familiar, y coherencia con otras políticas públicas que promuevan el acceso a empleos de calidad y la progresión profesional de las mujeres”.


Bono demográfico en México, 2020. Tomada de Gaceta UNAM.
Entre 1970 y 2020 se dieron dos cambios significativos en la estructura poblacional del país, ya que el porcentaje de personas de 0 a 14 años se redujo del 46 al 25 %, al tiempo que la población de 30 a 59 años pasó del 22 al 38 %. Mientras que el índice de envejecimiento creció de 12 a 48 personas de 60 años o más por cada 100 infantes menores de 15 años. Cifras que para el Inegi demostraban “una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI”


En México, el incremento de la población de adultos mayores de sesenta años avanza en cuanto números absolutos y proporcionales, de forma inexorable, estamos ante un hecho que no tiene comparación con alguna época en el pasado. La composición de la pirámide poblacional, es ahora diametralmente distinta.

Más de catorce por ciento en México son adultos mayores.

México se encuentra en un proceso de envejecimientomuy rápido”, pues más de 14% de su población total son personas adultas mayores, cuyas necesidades deben resolverse con un enfoque de derechos humanos, y no uno “utilitario” que los discrimine por su edad, señaló la doctora Fanny Sleman Valdés, investigadora del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados.


Población creciente en México, los mayores de sesenta años. Fotografía tomada de Ovaciones.

Al impartir un curso sobre el tema, la especialista subrayó que, de acuerdo con los parámetros internacionales en la materia, el nivel de envejecimiento de México se consideraavanzado”, pues ya se encuentra en el grupo de naciones cuyos adultos mayo- res representan entre 14 y 21% de su población.

Luego de destacar que diversos gobiernos estatales fueron los primeros en emitir leyes de cuidado de los ancianos, y no la Federación, Sleman recordó que la "Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Adultas Mayores" ya está vigente para su aplicación en México.

Esto obliga a las autoridades a combatir la discriminación por edadedadismo” y las diferentes formas de violencia contra los adultos mayores, entre ellas su “infantilización”. Los gobiernos que firmaron la convención “ya no tienen más opción que respetar estas garantías y llevar a cabo acciones de políticas públicas” para ello, dijo.

La investigadora destacó la necesidad de que México no adopte una visiónutilitaria” en el cuidado de los adultos mayores, en la cual éstos son dejados a su suerte o sólo dependen de sus esfuerzos personales, sino una de derechos humanos, para garantizar que sus necesidades básicas estén cubiertas.




Estadística de personas mayores de sesenta años. Por Sexoy grupo de Edad.INEGI 30/09/22.

Sleman indicó que aunque en México sigue presente un modelo de cuidados para adultos mayores basado en los parientes más cercanos, son necesarios esquemas más abiertos, considerando que las familias son cada vez menos numerosas y la natalidad ha bajado considerablemente.

Llamado a la reflexión.

En tan sólo sesenta años las tasas de fecundidad se han reducido a la mitad en los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que plantea el riesgo de un descenso de la población y graves desafíos económicos y sociales para las generaciones futuras, de acuerdo con el organismo. En este periodo, las mujeres en edad fértil pasaron de tener en promedio 3.3 hijos a 1.5, una tasa que no garantiza el remplazo poblacional, es decir, el nacimiento del mismo número de personas que mueren. En términos llanos, si no incrementan su fecundidad o estimulan la inmigración, estas sociedades están condenadas a extinguirse. El asunto empeora porque los jóvenes se enfrentan a un panorama más incierto y a unos niveles de desigualdad más agudo que las generaciones anteriores: en los 34 estados miembros, 94% de los jóvenes adultos reporta ansiedad respecto a la inflación y el costo de la vida, a 92% le preocupa la baja calidad del empleo y a 85.5% no poder trabajar debido al cuidado de niños, familiares ancianos, discapacitados o de ellos mismos, entre otros factores que aplazan o cancelan los planes reproductivos.

La dramática caída en la fecundidad pone a las naciones ricas y a varias de desarrollo medio, como lo son actualmente en Latinoamérica: Chile, Colombia, Costa Rica y México, miembros  de la (OCDE); ante la obligación de abordar tres grandes cuestiones:
el neoliberalismo,
la xenofobia y el racismo, y
la desigualdad de género.

Es inevitable calificar como un fracaso y como una catástrofe de derechos humanos a un modelo económico tan salvaje que despoja a los jóvenes de toda perspectiva de futuro y que convierte la reproducción y la formación de familias en un lujo o una aventura de resultados inciertos. Que no quepan dudas: tener hijos no es un mandato, sino una decisión libre y consciente, pero un sistema que niega esta posibilidad sólo puede caracterizarse como parasitario, pues se mantiene a expensas de las personas.

Por otra parte, parecería ser inconcebible que sociedades muy adelantadas, que se precian de ser democráticas y se consideran dotadas de autoridad moral para evaluar el desempeño del resto del mundo en materia de derechos humanos prefieran dirigirse a la extinción antes que abrir sus puertas a quienes les solicitan con urgencia la oportunidad de ponerse a salvo y ganarse la vida trabajando.

Es urgente un cambio de actitud, las declaraciones del candidato por el partido republicano en Estados Unidos, quién expresó, en días pasados: "Los inmigrantes indocumentados están envenenando la sangre de nuestro país", así como el reciente triunfo de la ultraderecha en las elecciones europeas, que buscan el aislamiento en aras de establecer la protección de sus territorios, ilustra la paradoja de sociedades que podrían resolver buena parte de sus problemáticas, por ejemplo, el acelerado envejecimiento, la ausencia de población en edad laboral que sostenga las pensiones de los mayores, la falta de mano de obra y hasta el debilitamiento de las fuerzas armadas, abriendo la puerta a los solicitantes de asilo y facilitando su plena integración, pero que dilapidan sus recursos en reforzar controles fronterizos y financiar pactos vergonzosos para mantener a los migrantes lejos de sus fronteras.


Los jóvenes mexicanos están cada vez menos interesados en ejercer la procreación,
múltiples factores así lo impulsan Tomada de la pagina de La República.

Por otra parte, el machismo no ha sido erradicado por completo en ningún rincón del planeta, pero es particularmente agudo en Corea del Sur, Israel y Japón, los tres miembros asiáticos de la (OCDE). En el caso de los países de Extremo Oriente, la impresionante modernidad económica y tecnológica alcanzada en el espacio de unas décadas hace olvidar que estos avances materiales se dieron de la mano con un radical conservadurismo social que mantiene en pie un orden jerárquico plagado de misoginia. En la parte meridional de la península coreana y en las islas niponas, las mujeres se ven sometidas de manera simultánea a las presiones de un capitalismo hipercompetitivo y de un patriarcado que les niega cualquier apoyo durante la crianza. 

La situación es tan asfixiante que las surcoreanas han formado el "movimiento de los cuatro no" y que consiste en:
negarse a casarse,
a salir con hombres,
a tener sexo y
a reproducirse: todo ello,
mientras no se cierre la brecha salarial y los hombres no dejen de lado sus concepciones retrógradas del papel de las mujeres en la sociedad.

La tradicional consiga, apoyada en la cultura popular generalizada, de: “antes que nada perpetuar la especie”, hoy en día, está en entredicho. Las nuevas generaciones se hacen la pregunta sobre la validez de la misión, pues ya tenemos una población mundial que supera los ocho mil millones de seres humanos, lo que ha generado múltiples situaciones negativas.

Los panoramas y circunstancias han variado tanto, como lo ejemplifica la evolución de la pirámide demográfica en México, de 1970 (50'289,305 habitantes)  a 2020 (126'014,024 habitantes), la situación ha cambiado, y eso nos lleva a reflexionar.

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