Los últimos mamuts lanudos sobrevivieron milenios, pese a su endogamia Se multiplicaron en 20 generaciones.

Se dice que una población o especie ha sufrido una situación de "cuello de botella" cuando ha experimentado un drástico descenso en el número de miembros en algún momento del pasado, llegando en algunos casos a estar al borde de la extinción. Como consecuencia, los ejemplares de las generaciones posteriores a este cuello, presentan una escasa variabilidad genética y la antigua proporción de "alelos" en el conjunto de la población ha cambiado considerablemente. 

Suponiendo una acción genética neutra y aditiva, se espera que los  "cuello de botella"  disminuyan la variación genética, y reduzcan consecuentemente el potencial evolutivo de las poblaciones. Sin embargo, los "cuello de botella" se consideran mecanismos conductores de la especiación y evolución adaptativa; puesto que dichos eventos de reducción del tamaño de la población, con frecuencia producen cambios estocásticos en la composición genética de la población, conocidos como deriva génica.

En detalle, se puede afirmar que la deriva génica o deriva genética es una fuerza evolutiva que actúa junto con la "selección natural" cambiando las frecuencias alélicas de las especies en el tiempo. Es un efecto "estocástico", es decir, que sistema cuyo comportamiento intrínseco es no determinista, y que es consecuencia del "muestreo aleatorio" en la  reproducción y de la pérdida de unos alelos por azar y no por selección natural. Se trata de un cambio aleatorio en la "frecuencia de alelos" de una generación a otra, un alelo, es cada una de las formas alternativas que puede tener un mismo gen. La deriva genética no tiene consecuencias importantes en la evolución de especies, excepto en poblaciones de pocos individuos.


La última población de mamuts lanudos quedó aislada hace 10 mil años en la isla Wrangel, frente a Siberia. Fotografía de la Agencia Europa Press.

La última población de mamuts lanudos (Mammuthus primigenius) quedó aislada hace diez mil años en la Isla Wrangel, frente a la costa de Siberia, cuando el nivel del mar subió y quedó separada del continente.

Con la desaparición de la Edad de Hielo, la tundra esteparia seca en la que habían prosperado los mamuts se transformó gradualmente, de sur a norte, en bosques templados más húmedos en medio del aumento de las temperaturas globales, lo que confinó a estos animales a los confines más septentrionales de Eurasia.

Un nuevo análisis genómico, cuyo resultado se publicó en la revista "Cell", revela que estos mamuts, vivieron aislados en esa isla montañosa durante los siguientes seis mil años se originaron a partir de un máximo de ocho individuos, pero crecieron hasta entre 200 y 300 durante veinte generaciones.

Los expertos, informaron que los genomas de los mamuts de la Isla Wrangel mostraban signos de endogamia y baja diversidad genética, pero no hasta el punto de poder explicar su misteriosa extinción.

Sostiene Love Dalén, genetista evolutivo del Centro de Paleogenética, en una colaboración conjunta entre el Museo Sueco de Historia Natural y la Universidad de Estocolmo: “Ahora podemos rechazar con confianza la idea de que la población era simplemente demasiado pequeña y que estaba condenada a extinguirse por razones genéticas. Esto significa que probablemente fue sólo un evento aleatorio lo que los mató, y si no se hubiera dado, todavía tendríamos mamuts”.

Además de arrojar luz sobre la dinámica de la población de estos especímenes lanudos, este análisis puede ayudar a esclarecer, cuales serían las estrategias de conservación indicadas para los animales que actualmente están en peligro de extinción.


Wrangel es una isla del Oceáno Ártico, localizada entre el "Mar de Chukchi" y el "Mar de Siberia Oriental", en el meridiano 180°, a ciento cuarenta kilómetros de la "Costa de Siberia", de la que la separa el "Estrecho de De Long". Con una longitud de entre ciento cincuenta y ciento veinticinco kilómetros, en su mayor anchura, con una superficie de 7,608 kilómetros cuadrados. Wikipedia Media Viewer.

Por su parte, comenta Marianne Dehasque, del Centro de Paleogenética: “Los mamuts son un sistema excelente para comprender la actual crisis de biodiversidad y lo que sucede desde un punto de vista genético cuando una especie atraviesa un cuello de botella en su población, porque reflejan el destino de muchas poblaciones actuales”.

Para comprender las consecuencias del cuello de botella genético de la isla Wrangel en la población de mamuts, el equipo analizó los genomas de veintiún ejemplares lanudos: catorce de la isla Wrangel y siete de la población continental anterior. En total, las muestras abarcaron los últimos cincuenta mil años de existencia de esos ejemplares, lo que proporciona una ventana a cómo la diversidad genética del imponente animal cambió a través del tiempo, dadas las circunstancias que afrontaron.

En comparación con sus ancestros continentales, los genomas de mamut de la isla Wrangel presentaron signos de endogamia y baja diversidad genética, además, mostraron una diversidad reducida en el complejo principal de histocompatibilidad, eso es, un grupo de genes que se sabe que desempeñan un papel fundamental en la respuesta inmune de los vertebrados.

Los investigadores mostraron que la diversidad genética de la población continuó disminuyendo a lo largo de los  seis mil años que los mamuts habitaron la isla de Wrangel, aunque a un ritmo muy lento, lo que sugiere que el tamaño de la población se mantuvo estable hasta el final.

Aunque los mamuts de la isla acumularon gradualmente mutaciones moderadamente dañinas a lo largo de sus seis mil años de existencia, los investigadores demostraron que la población estaba eliminando lentamente las mutaciones más dañinas.

Informó Marianne Dehasque  “Si un individuo tiene una mutación extremadamente dañina, no es viable, por lo que esas mutaciones desaparecieron gradualmente de la población con el tiempo, pero por otro lado, vemos que los mamuts acumularon transformaciones levemente dañinas casi hasta que se extinguieron. Es importante que los programas de conservación actuales tengan en cuenta que no basta con que la población vuelva a alcanzar un tamaño decente; también hay que monitorearlo activa y genéticamente porque estos efectos genómicos pueden durar más de seis mil años.”


Ejemplares de Mamut lanudo. Tomada de la página DW. com.

Los genomas de mamut analizados abarcan un largo periodo; sin embargo, no incluyen los últimos trescientos años de existencia de la especie: “Lo que ocurrió al final sigue siendo un misterio: no sabemos por qué se extinguieron después de haber estado más o menos bien durante seis mil años, pero creemos que fue algo repentino”, subrayó Dalén. Y agregó: “Yo diría que todavía hay esperanzas de descubrir por qué se extinguieron, pero no hay promesas.”

Hoy solamente se puede especular sobre lo sucedido, y plantea Love Dalén: "Otras posibles causas de extinción que se plantean son una enfermedad infecciosa, posiblemente traída a la isla por las aves, o que no hayan tenido más plantas para alimentarse. O quizá los mamuts hubieran sido vulnerables a alguna enfermedad, dada la reducida diversidad que identificamos en los genes del sistema inmunitario. Pero también, una temporada climática "realmente mala", habría causado un año de crecimiento realmente malo para las plantas en la isla, dado lo pequeña que era la población, habría sido vulnerable a tales acontecimientos aleatorios".

Finalmente y a manera de conclusión, explica Love Dalén: "En otras palabras, me parece que quizá los mamuts simplemente tuvieron mala suerte. Si no hubiera sido por esa mala suerte, quizá seguiríamos teniendo mamuts hoy en día".

Existe esperanza de finalmente conocer el final de la historia del (Mammuthus primigenius), según nos dice el experto profesor Love Dalén, aunque no lo hace como promesa.


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