En un nuevo estudio se encontró que los perros muestran mayor sensibilidad ante las voces melosas femeninas, al igual que los bebés humanos.

El perro (Canis familiaris) proviene de un grupo ancestral común que data de hace aproximadamente treinta mil años, y desde entonces se ha extendido a todas partes del mundo. La evidencia genética y arqueológica sugiere que el proceso de domesticación se produjo en los dos extremos de África y Eurasia de forma independiente, aunque posteriormente la población oriental reemplazó casi por completo a la occidental. Los primeros restos fósiles de perros enterrados junto con seres humanos se encontraron en el Oriente Medio, y datan de hace unos doce mil años. El perro es una subespecie  doméstica del lobo (Canis lupus), según la comparación de los mapas genéticos de ambas especies. La evidencia fósil más antigua de un perro domesticado fue encontrada en el año 2008 en la cueva Goyet ubicada en Bélgica, correspondiente a unos 31 mil 700 años y al parecer asociado a la cultura "auriñaciense" que data del período ocurrido entre los 37 mil y 28 mil años en el pasado. 

Cada día se conoce un poco mejor el inicio de la simbiosis que giró entre ambas especies. El ser humano consiguió domesticar a ejemplares de lobos o, más probablemente, se demostró incapaz de impedir que los lobos se introdujeran en sus áreas de subsistencia y tuvieran allí a sus cachorros. También se le llega a identificar como (Canis lupus familiaris), dependiendo de si se lo considera una especie por derecho propio o como una subespecie del lobo.

Descubriendo secretos en la comunicación, estos animales domesticados por los humanos hace algunos milenios, abren su cerebro con mayor profundidad ante las voces femeninas, siempre estuvieron cerca, pero es ahora que existe una constancia con sustento científico de sus reacciones.


Este tipo de comunicación no es frecuente entre los canes, por lo que se cree que los perros desarrollaron esta preferencia durante la domesticación. Fotografía diario La Jornada, trabajo de Pablo Ramos.

Los perros muestran mayor sensibilidad cerebral al discurso dirigido a ellos que aquel dirigido a adultos, especialmente si lo hablan mujeres, según un nuevo estudio publicado en "Communications Biology".

Al realizar un estudio de "Resonancia Magnética Funcional" en perros entrenados, investigadores de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE), con sede en Budapest, revelaron interesantes similitudes entre los cerebros de bebés y perros durante el procesamiento del habla con prosodia exagerada.

La tesis inicial sobre la que gira esta investigación, se da al preguntarse lo que sucede cuando  nos comunicamos con destinatarios que tienen competencia lingüística limitada, como bebés y perros; intuitivamente para captar y mantener su atención, utilizamos un estilo de habla específico caracterizado por una prosodia exagerada.

Se conoce que el habla dirigida a los bebés es muy importante, ya que ayuda al desarrollo cognitivo, social y del lenguaje saludable de los niños.

Pero entonces, no sorprende que los cerebros de los bebés estén sintonizados con este estilo de habla, pero la situación se torna más compleja cuando el interlocutor posee un cerebros de perro, es que acaso también son sensibles a la forma en que les hablamos.

A fin de obtener la respuesta, el equipo de investigadores midieron la actividad cerebral de los caninos mediante "imágenes de resonancia magnética funcional" (fMRI). Al efectuar la resonancia magnética, fueron designadas mascotas entrenadas y conscientes que escucharon el habla dirigida a perros, bebés y adultos grabada por veinticuatro personas, doce de ellas mujeres y 12 hombres, esto en medio de las interacciones propias de la vida real cotidiana.


Diversas razas de perros, si bien no tiene gran agudeza visual de detalles,  cuentan con un capacidad excelente para la percepción de movimientos, excelente visión nocturna o crepuscular, debido al uso del  "tapetum lucidum", que es una pantalla reflectiva dentro del ojo, con un campo visual de entre 240 y 250 grados, superando los 180 grados de los humanos, tienen visión dicromática, que genera confusión en la percepción de los colores, perciben tonalidades de amarillo y de azul, pero el rojo lo perciben como amarillo y el verde lo ven gris. Fotografía tomada de la página Compartamos Banco. com.

Nos explica la doctora Anna Gergely, co-primera autora del estudio: “Estudiar cómo los cerebros de los perros procesan el habla dirigida por perros es emocionante, porque puede ayudarnos a comprender cómo la prosodia exagerada contribuye al procesamiento eficiente del habla en una especie no humana experta en depender de diferentes señales del habla, por ejemplo, seguir órdenes verbales”.

El estudio muestra que las regiones auditivas del cerebro canino respondieron más al habla dirigida a perros y bebés, que al habla dirigida a adultos, lo cual se significa como la primera evidencia neuronal de que sus cerebros están sintonizados con el habla dirigida específicamente a ellos.

Curiosamente, la sensibilidad del habla del cerebro de las mascotas dirigida a perros y bebés fue más pronunciada cuando los hablantes eran mujeres y se vio afectada por el tono de la voz y su variación. Estos resultados sugieren que la forma en que hablamos con nuestros perros sí importa y que su cerebro es específicamente sensible a la prosodia exagerada típica de la voz femenina.

Detalló la doctora Anna Gábor, coprimera autora del estudio: “Lo que hace que este resultado sea particularmente interesante es que en los perros, a diferencia de los bebés, esta sensibilidad no puede explicarse ni por una antigua capacidad de respuesta a señales específicas ni por la exposición intrauterina a la voz de las mujeres. Sorprendentemente, los patrones de tono de voz que caracterizan el habla dirigida a los perros por las mujeres no se utiliza normalmente en la comunicación entre perros; por lo tanto, nuestros resultados pueden servir como evidencia de una preferencia neuronal que los perros desarrollaron durante su domesticación. La mayor sensibilidad del cerebro de los perros al habla dirigida a perros pronunciada específicamente por mujeres puede deberse al hecho de que ellas hablan con los perros con más frecuencia que los hombres con una prosodia exagerada”.


El "basenji" se desarrolló en el centro del continente africano, más concretamente en territorios que hoy pertenecen a las Repúblicas del Congo y de Sudán. Sus primeras evidencias se remontan a más de cinco mil años, después de que fueran traídos por el Nilo como regalo a los faraones. Son una de las variedades de perros domesticados más antiguas que hay. Estos perros no poseen un ladrido típico, fenómeno que para entenderlo es necesario remontarse a la antigüedad. Las razas primitivas, en términos generales, poseen ventrículos (el remedo canino de las cuerdas vocales) poco profundos, más estrechos y planos. Por esa razón, sus sonidos son más guturales, y se comparan con el canto tirolés (yodel) o el aullido ronco de un lobo.

Al revisar las características y diferencias de los cerebros de las dos especies, se tiene lo siguiente:

Mientras que el cerebro humano es dominado por una "gran corteza visual", el cerebro canino es dominado principalmente por una "gran corteza olfativa". El "bulbo olfativo" de los perros, en proporción al tamaño total del cerebro, es unas cuarenta veces mayor que el de los humanos. Según la raza, los perros tienen entre 125 y 220 millones de células olfativas extendidas sobre un área del tamaño de un pañuelo de bolsillo, en comparación con cinco millones de células extendidas sobre el área de un timbre postal en los humanos.

El campo de audibilidad del perro es aproximadamente de cuarenta hercios o Hertz (Hz) a sesenta mil (Hz). Detectan sonidos tan graves como 16-20 (Hz), mientras que el humano capta de entre 20-70 Hz, y además tienen un grado de movilidad de las orejas que les permite determinar rápidamente el origen exacto de un sonido. Dieciocho o más músculos pueden inclinar, rotar, levantar o bajar las orejas de un perro. Además, puede localizar el origen de un sonido mucho más rápido que un humano y detectar sonidos a una distancia hasta cuatro veces mayor que los humanos.

La inteligencia canina se refiere a la habilidad de un perro de procesar la información que recibe a través de sus sentidos para aprender, adaptarse y resolver problemas. 

Algunos estudios de antropología evolutiva se centran también en la identificación de las capacidades cognitivas especiales que el can posee, y que ha desarrollado debido a su estrecho contacto con el ser humano; como es la habilidad de reconocer un vocabulario extenso. En un ejercicio para observar su nivel de comprensión pasivo del vocabulario humano, se le pidió a un humano sentado detrás de una barrera transparente que sostuviera un juguete, y con voz monótona, le diera al perro la orden «trae». El perro se dirigió a un círculo en donde estaban dispersos diferentes objetos, desde un juguete exactamente igual al que el humano solicitó, hasta otro tipo de cosas con texturas y colores diferentes, el animal observó por un momento el círculo de objetos para dirigirse a por el juguete exacto que se le había pedido y después presentarlo al humano. También se le pidió que trajera determinados objetos utilizando solamente la fotografía o réplica en miniatura del objeto. El estudio fue complementado con dos condiciones de control adicionales para evitar que el animal actuara por preferencias preestablecidas. El ejemplar utilizado, un "Border Collie", pudo reconocer hasta doscientas palabras del vocabulario humano, son generalmente descritos como la raza más inteligente.


Fotografía de "Old Hemp", ancestro de todos los "Border collie", esto es "collie de la frontera", la palabra "collie" deriva del "gaélico" que significa "útil".
Tomada de wikipedia y a su vez de: bordercollie museum. org. AuldHemp. Jpg.

NotaEl "border collie" está considerado como un perro extremadamente inteligente, lleno de energía, acrobático y atlético, y generalmente compiten con gran éxito en concursos de pastoreo y otros deportes caninos. Raza dedicada para el trabajo, surgió en la frontera entre Escocia e Inglaterra como pastor, sobre todo para trabajar con rebaños de ovejas.

Esta especie canina está bastante humanizada, llevan decenas de milenios de convivencia, y en los laboratorios se busca la mejor comprensión, bajo nuevos enfoques, de estos inteligentes compañeros de trabajo y aún de diversión de los seres humanos.

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