El resultado de un estudio reciente apoya la hipótesis de la baja mundial en concentración de espermas, entre la población masculina.

Un bajo recuento de espermatozoides significa que el líquido, semen, que se eyacula durante un orgasmo contiene menos espermatozoides que lo normalmente establecido estadísticamente.

El bajo recuento de espermatozoides se llama "oligospermia", mientras que la ausencia total de espermatozoides se llama "azoospermia". El recuento de espermatozoides se considera más bajo de lo normal si tienes menos de quince millones de espermatozoides por milímetro de semen.

Obtener un bajo recuento de espermatozoides reduce las posibilidades de que uno de los espermatozoides fecunde el óvulo de la pareja, sin embargo, muchos varones que tienen un bajo recuento de espermatozoides pueden ser padres, sólo que su probabilidad de éxito es menor.

En algunos hombres, un problema de base, puede ser, una anomalía cromosómica hereditaria, un desequilibrio hormonal, venas testiculares dilatadas o una afección que obstruye el paso de los espermatozoides puede causar signos y síntomas. Entre estos se cuentan problemas con la función sexual, por ejemplo, bajo deseo sexual o dificultad para mantener una erección, es decir, disfunción eréctil, sentir dolor, presentar hinchazón o un bulto en el área del testículo, la disminución del vello facial o corporal, u otros signos de una anomalía cromosómica u hormonal.


Como posibles causas a este fenómeno se contemplan "la obesidad, la falta de actividad física, la contaminación y la exposición a productos químicos en el medio ambiente", recordó el endocrinólogo Channa Jayasena. Fotografía de "Margen", vía Europa Press.

La concentración de espermatozoides, uno de los factores de la fertilidad masculina, disminuyó significativamente en todo el planeta en las últimas décadas, según un estudio publicado el martes 15 de noviembre pasado, en la  revista "Human Reproduction Update", que es la  líder en su campo, clasificada en primer lugar en las categorías de Obstetricia y Ginecología y Biología Reproductivapresenta artículos completos revisados ​​por pares que informan investigaciones originales, informes de casos clínicos concisos, así como opiniones y debates sobre temas de actualidad, y este es uno de los temas en debate.

"El recuento de espermatozoides entre los hombres disminuyó 62.3% en menos de cincuenta años, lo que podría amenazar la supervivencia de la humanidad”, informa este estudio llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores, de: Dinamarca, Brasil, España, Israel y Estados Unidos, dirigido por el profesor y epidemiólogo Hagai Levine, con datos de seguimiento poblacional hasta 2018 en 53 países, el recuento espermático hecho en su metaanálisis entre varones del sur y centro de América, Asia y África, va en disminución desde 1973.

Nota: El metaanálisis es un conjunto de herramientas estadísticas, que son útiles para sintetizar los datos de una colección de estudios. El que se inicia recopilando estimaciones de un cierto efecto de cada estudio.​

En resumen los autores de este trabajo publicado en dicha revista, que fue realizado mediante la compilación de unos cuarenta estudios previos, indica que: "La concentración de espermatozoides disminuyó significativamente entre 1973 y 2018. Además, los datos sugieren que este declive mundial continúa a un ritmo acelerado desde principios del siglo XXI".

Esta publicación es de una magnitud sin precedentes sobre el tema, aunque confirma las conclusiones de una investigación anterior del mismo equipo, publicada en el año 2017, y que en su momento fue objeto de varias críticas, en particular porque sus conclusiones sólo afectaban a algunos países occidentales.

Esta vez, después de haber incorporado más datos, los autores pueden concluir que la tendencia a la baja también afecta a las regiones de: América del Sur, Asia y África.

La cantidad de espermatozoides es uno de los factores que afectan a la fertilidad masculina, pero no es el único, pues su capacidad, en cuanto a movilidad también desempeña un papel crucial, pero esta característica no se midió en este estudio. Por ello, no se puede concluir que haya una disminución general de la fertilidad masculina, aunque la investigación aporta elementos en este sentido y se suma a otros trabajos que estudiaron las causas de esta tendencia.

El bajo recuento de espermas se considera un indicador de la salud de los hombres y se suele relacionar con mayor riesgo de enfermedades crónicas, como el cáncer de testículos y, en general, menor esperanza de vida.

La disminución refleja una crisis global relacionada con la degradación del medio ambiente y el estresante ritmo de vida de la sociedad.


El estudio, publicado en ‘Human Reproduction Update’, compila datos de unas 40 investigaciones anteriores. Según el trabajo, el declive sigue a ritmo acelerado desde principios del siglo XXI.
Fotografía de la Agencia Afp.

El experto del Imperial College London, el endocrinólogo Channa Jayasena, que no participó en el estudio y habló ante el "Science Media Center Británico", elogió un trabajo "importante", y recordó que: "Como posibles causas a este fenómeno se contemplan: la obesidad, la falta de actividad física, la contaminación y la exposición a productos químicos en el medio ambiente".

Otros investigadores, que fueron escépticos en cuanto al estudio anterior, el que se dio a conocer en el año 2017, matizaron las conclusiones de esta nueva publicación, considerando que no resolvía todas las carencias achacadas al anterior. Declaró en una entrevista concedida la Agencia Francesa de Prensa (Afp), el andrólogo Allan Pacey, ello, sin cuestionar la forma en que los autores llevaron a cabo su compilación: "Sigo dudando de la calidad de los estudios, en particular los más antiguos, en los que se basa este nuevo análisis".

Según él, la evolución de la tasa de espermatozoides podría reflejar técnicas de medición cada vez más fiables, y no la propia realidad.

El proceso evolutivo que siguió el Homo sapiens, en las funciones reproductivas es complejo y presenta un sistema que requiere de sus muchos componentes, que deberán funcionar cual maquinaria para representar la viabilidad de la especie, así entonces, hoy día el escenario que la ciencia médica ha estudiado señala:

El aparato reproductor masculino o aparato genital masculino está formado por órganos internos y externos. Los principales órganos externos son: los testículos, el epidídimo y el pene. Los testículos se alojan en el escroto o saco escrotal, formado por un conjunto de envolturas que los cubren y alojan. Las estructuras internas son los conductos deferentes y las glándulas accesorias que incluyen la próstata y las  glándulas bulbobouretrales. Los testículos producen espermatozoides y liberan a la sangre la testosterona, que es una hormonas sexual masculina. Un sistema de conductos que incluyen el epidídimo y los conductos deferentes almacenan los espermatozoides y los conducen al exterior a través del pene. En el transcurso de las relaciones sexuales se produce la eyaculación, que consiste en la liberación del líquido seminal o semen. El semen está compuesto por los espermatozoides producidos por los testículos y diversas secreciones de las glándulas sexuales accesorias.

Así se escuchan opiniones encontradas, esperemos mayores estudios sobre el particular, para encontrar una explicación satisfactoria, pero, ya existe una teoría a probar o desechar. La evolución se indicará con la profundidad y detalle, nunca antes alcanzados, de hecho hoy se pueden apreciar detalles que fueron desconocidos por un enorme tiempo, es la tecnología y las nuevas ideas surgidas con la profundización de la ciencia médica que se llega a este avance.



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