El Misterio del Principio de la supervivencia de los Homo sapiens, entre los demás homínidos y que rinde frutos aún y en Marte.



Un equipo internacional de investigadores, según lo publicado el miércoles en la revista Nature Molecular Psychiatry, anunció haber descubierto una serie de genes vinculados a la creatividad que podrían haber dado al Homo sapiens una ventaja significativa sobre el Homo de Neandertal y evitado así su propia extinción.

Los resultados de este estudio, sugieren que dichos genes jugaron "un papel fundamental en la evolución de la creatividad, la conciencia de sí mismo y el comportamiento cooperativo".

Estos genes, entonces, se constituyeron en algo así como el "arma secreta" que daba a los conocidos como humanos modernos "una ventaja significativa sobre los homínidos hoy extintos, favoreciendo una mayor resistencia al envejecimiento, a las heridas y a la enfermedad", han dicho los expertos.



Científicos de la Universidad de Granada determinaron que el gen de la creatividad fue el "arma secreta" del ‘homo sapiens’ sobre los neandertales. Foto tomada del sitio canal.ugr.es / AFP / La Jornada

Los autores creen que la creatividad ha podido incentivar la cooperación entre los individuos, lo que habría allanado el terreno a la innovación tecnológica, la flexibilidad de los comportamientos y la apertura a la exploración, permitiéndoles desarrollarse mejor que sus ancestros.

Dirigidos por la Universidad de Granada, estos especialistas identificaron 267 genes únicos en el genoma humano y, gracias a: marcadores genéticos, datos sobre la expresión genética y  técnicas de resonancia magnéticas (IRM), basadas en la "Inteligencia Artificial" (IA), concluyeron que estaban vinculados con la creatividad.

"Estos científicos pudieron identificar regiones del cerebro en las que estos genes, y aquellos otros con los que interactuaban, mostraban una expresión aumentada o sobreexpresión. Estas regiones cerebrales están asociadas con la percepción de uno mismo y la creatividad del sapiens", informaron.

El mismo equipo había identificado anteriormente un conjunto de 972 genes organizados en "tres redes cerebrales", determinando que la más antigua de ellas, la que concierne a las costumbres de aprendizaje, el apego social y la resolución de conflictos, databa de hace unos cuarenta millones de años. Mientras que la segunda red, la que engloba el control de uno mismo, apareció hace dos millones de años y la más reciente,  la que rige la conciencia creativa de uno mismo, apareció hace tan solo cien mil años.

"La forma física y la resiliencia están intrínsecamente ligadas a la creatividad", declaró el autor principal del estudio, Igor Zwir. Maestro en biología molecular aplicada a empresas biotecnológicas (bioenterprise), así como en ciencia de datos e ingeniería de computadores, y profesor titular en la Universidad de Granada, el departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial.

Este descubrimiento aporta una muy posible razón a los argumentos que intentan explicar, desde una perspectiva evolutiva, el por qué el "Homo sapiens" sobrevivió al hombre de Neandertal y a otras especies homínidas con las que llegó a interactuar, con las que incluso, generó descendencia en común.

Investigadores estadounidenses han propuesto un método para detectar genes de otros tipos de homínidos en el ADN de las personas modernas, para ello no es necesario conocer el genoma “intruso”. Esto permite buscar rastros de hibridación del "Homo sapiens" con aquellas otras especies cuyo genoma aún no se ha descifrado, e incluso con aquellas cuya evidencia material no se ha encontrado.

Los científicos informan en la publicación realizada en "Sciences Advances" que ya han encontrado signos de "cruces" entre los ancestros de los pueblos modernos de África Occidental y una población hipotética de homínidos que aún son desconocidos.

Ahora se sabe que nuestros antepasados se relacionaron sexualmente y aún procrearon, al menos con neandertales y denisovanos. Estas dos especies, a su vez, entablaron relaciones sexuales entre sí. Es lógico suponer que los representantes del género Homo formaron pares interespecíficos con otras personas, sin que se tuviera la idea de que pertenecían a otra especie, no existía un sentimiento de aislamiento o agresividad hacia los desconocidos, que posteriormente ya no lo fueron.

Pero si el ADN del Homo sapiens, los neandertales y los denisovanos aún se puede extraer de los restos, entonces el material genético de los homínidos más antiguos ya es más difícil de obtener y analizar.

Para evitar esto, los genetistas Arun Durvasula y Sriram Sankararaman de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), han desarrollado un método para buscar genes de otras especies en el ADN humano, que no necesita comparar los genes “extraños” buscados, con el genoma de la persona de quien recibió estos genes.

Al mismo tiempo, del 2% al 19% del ADN arcaico encontrado en neandertales y denisovanos se también está presente en los habitantes modernos de África Occidental. La genética probó varios modelos demográficos que podrían explicar su presencia, y concluyó que la presencia de variantes arcaicas de genes es más consistente con el hecho de que los antepasados ​​de los "Yoruba" (un grupo etnolingüístico originario del África Occidental, principalmente en Nigeria y Benín) ), los "Mende" (otro grupo africano de pobladores de Sierra Leona, con un lenguaje muy relacionado con el "Mande") y otros dos pueblos de África Occidental se cruzaron hace 43 mil años con especies desconocidas de personas separadas del tronco común incluso antes de la aparición de neandertales y denisovanos, hace más o menos 625 mil años.

Esto puede significar que los homínidos arcaicos existieron en África durante mucho tiempo, hasta tiempos muy recientes según los estándares evolutivos. En general, los resultados una vez más nos hacen preguntarnos cómo se formó la apariencia del Homo sapiens moderno y, en particular, prestar atención a qué tipo de personas se cruzaron los antepasados de varios pueblos de África. De esto aún no se sabe mucho.

Más recientemente, investigadores de la Universidad de Princeton liderados por la genetista Lu Chen, han revelado rastros de cruces entre antepasados africanos y los Neandertales. Con antelación a dicho estudio, se creía que los pueblos indígenas de este continente nunca se habían encontrado con los Homo neanderthalensis.


Población Inferida a lo Largo Del Tiempo. Tomado de Paleantropología Hoy.

Los humanos modernos en el continente Eurasiático y también en el Americano, han  heredaron aproximadamente el 2% del ADN de los neandertales, lo que demuestra que las dos especies se cruzaron después de que los Homo Sapiens abandonaron el continente africano. Y a pesar de ser solo una pequeña fracción, sus implicaciones son muy elevadas.

Son numerosos los estudios que han determinado que los genes neandertales no solo afectan potencialmente un puñado de rasgos fisiológicos que podemos ver con un simple análisis, sino que también parecen haber fortalecido nuestro sistema inmunológico para hacer frente a un mayor número de patógenos, como pueden ser virus o bacterias.

Sin embargo, ahora el estudio de la ascendencia neandertal en las poblaciones africanas comienza a eliminar lo que ha sido “un punto ciego” debido a limitaciones técnicas y, especialmente, a la creencia de que ambas poblaciones estaban geográficamente aisladas.

El resultado y conclusiones de este trabajo, ha sido publicado en la revista "Cell", y en él, los genetistas han usado un nuevo método computacional llamado IBDmix. Dicho sistema se basa en lo que se conoce como “identidad por descendencia”. Es decir, que hay secciones genéticas que son idénticas en dos individuos por el simple hecho de que compartieron un ancestro común.

Un individuo comparte con sus hermanos aproximadamente la mitad de su ADN. Esa estadística baja cuando se compara su contenido genético con el de generaciones pasadas, como sería el de sus abuelos. Y si retrocedemos medio millón de años, hasta una época en la que los neandertales y los humanos modernos compartían miembros de la misma familia, se pueden encontrar una fracción de ADN compartida simplemente por que estaban emparentados.



Los humanos con ascendencia africana tienen más genes de neandertales de lo que se creía Princeton University

Los investigadores pudieron identificar así por primera vez la ascendencia neandertal en los africanos y, además, hacer nuevas estimaciones de su impacto genético en los no africanos, lo que mostró que los europeos y los asiáticos tenían niveles más iguales que los descritos anteriormente. Se creía que había una diferencia del 20% a favor de los orientales, pero ahora se reduce esta cifra a apenas un 8%.

También se determinó que la ascendencia neandertal en los africanos no se debió “a un evento de cruce independiente entre ambas poblaciones”. Fueron las “migraciones de los antiguos europeos a África lo que permitió introducir la ascendencia neandertal en las poblaciones africanas”, indican los autores del análisis.

En segundo lugar, al comparar datos de simulaciones de la historia humana con datos de personas reales, los genetistas de Princeton llegaron a la conclusión que parte de la ascendencia neandertal detectada en los africanos se debía realmente a ADN humano que había sido introducido en el genoma neandertal, y no al revés.

Sus resultados enfatizaron que este flujo de genes que pasaron de humanos a neandertales “involucró a un grupo disperso de Homo Sapiens fuera de África” y que fue algo que ocurrió “hace al menos cien mil años, antes de la migración que permitió a los humanos modernos colonizar Europa y Asia y antes del cruce que introdujo el ADN de los neandertales en los humanos modernos”.

”La hibridación entre Sapiens y especies estrechamente relacionadas es una parte recurrente de nuestra historia evolutiva”, señalan. “La mezcla ha jugado un papel destacado en la configuración de los patrones de variación genómica humana, incluido el flujo de genes con homínidos ahora extintos como los neandertales y los denisovanos”, añaden.

En el contenido de la "Machincuepa Cuántica", del 7 de marco pasado, se hablo del tema de incremento en la capacidad cerebral de los antiguos Homo sapiens, que implico el cambiar su  dieta de grandes presas a animales más pequeños, se va ganando conocimiento en esas tempranas etapas de la humanidad.

Y con todos esos antecedentes, parece normal los descubrimientos y logros como el que se informó el día de ayer , domingo 25 de abril del 2021.


Moxie en el Robot Perseverance.Tomada de El Español.com.

El robot Perseverance, de La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), logró convertir dióxido de carbono de Marte en oxígeno.

Este hecho es una primicia que señala el camino hacia la futura exploración humana, en otros cuerpos celestes, hoy, específicamente en el planeta rojo.

Un instrumento experimental del tamaño de una tostadora a bordo del vehículo llamado Moxie (Mars Oxygen In-Situ Resource Utilization Experiment) logró la tarea. La prueba tuvo lugar el 20 de abril, el sexagésimo día marciano, o sol, desde que la misión aterrizó el 18 de febrero en el cráter Jezero.

Si bien la demostración de tecnología está en sus inicios, podría allanar el camino para que la ciencia ficción se convierta en un hecho científico: aislar y almacenar oxígeno en Marte para ayudar a impulsar los cohetes que podrían despegar naves con astronautas de la superficie del planeta. Estos dispositivos también podrían algún día proporcionar aire respirable para los propios astronautas.

Moxie es una investigación de tecnología de exploración, al igual que la estación meteorológica Mars Environmental Dynamics Analyzer (MEDA), fabricada en España, y está patrocinada por las direcciones de Misiones de Tecnología Espacial (STMD) y la de Misiones de Exploración y Operaciones Humanas de la NASA.

“Es un primer paso fundamental para convertir el dióxido de carbono en oxígeno en Marte”, señaló en un comunicado Jim Reuter, administrador asociado de STMD. “Moxie tiene más trabajo por hacer, pero los resultados de esta demostración de tecnología son prometedores a medida que avanzamos hacia nuestro objetivo de ver algún día humanos en Marte.

El oxígeno no es sólo lo que respiramos. El propulsor del cohete depende de él, y los futuros exploradores de la producción de propulsor en Marte para hacer el viaje a casa.

Para los cohetes o los astronautas, el oxígeno es clave, destacó el investigador principal de Moxie, Michael Hecht, del Observatorio Haystack del Massachusetts Institute of Tecnology  (MIT), y concluyó: "Un cohete para quemar su combustible debe tener más oxígeno en peso".

Tras calentarse durante poco más de dos horas, Moxie produjo 5.4 gramos de oxígeno, lo suficiente para que un astronauta pueda explorar Marte durante unos 10 minutos debido a que la delgada atmósfera marciana contiene 96% de dióxido de carbono, está diseñado para generar hasta 10 gramos de oxígeno por hora. Se espera que esta herramienta extraiga oxígeno al menos nueve veces más en el transcurso de un año marciano, casi dos años en la Tierra.

Así hoy es posible atestiguar que el aparato entreabrió la puerta hacia los viajes espaciales del futuro.


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