En México sube tasa de suicidios; los jóvenes de 15 a 29 años, los más vulnerables.

Nos dice en un articulo Miguel Guerrero Díaz, Psicólogo Clínico de la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Marbella, España,  publicado en  noviembre del 2019, en el "Boletín de Psicoevidencias", sobre el suicidio: "Las motivaciones para cometer suicidio en el ser humano siguen siendo las mismas que hace cuatro mil años. Acabar o escapar de un sufrimiento psíquico insoportable, terminar con el padecimiento de una enfermedad terminal, dejar de sentirse una carga para los demás, expiar una culpa, sentir vergüenza o sentirse injustamente tratado, acabar con un estado de desesperanza, la fantasía de querer reunirse con un ser querido fallecido, huir de la soledad o alienación social, suicidarse por pasión o considerar que la vida ya no tiene sentido, han sido argumentos esgrimidos por el hombre para morir de forma voluntaria.

Restos de un jinete descubierto en Malomirovo, en la actual Bulgaria, que buscó su propia muerte,
en un acto de heroísmo, en beneficio de terceros.
Fotografía de la Agencia noticiosa (Afp).

El conocimiento de la dimensión histórica del suicidio contribuye a la comprensión holística de este fenómeno sumamente complejo. Contamos con cuarenta siglos de historia del suicidio, pero sólo en los dos últimos siglos y medio, ha sido la medicina quien ha reclamado para sí su estudio. Es por esto, por lo que los profesionales no debemos caer en un reduccionismo biomédico como paradigma explicativo de este fenómeno. Otras disciplinas como la filosofía, la ética, la sociología, el evolucionismo, la antropología, las artes, la literatura, los medios de comunicación y por supuesto la historia, que complementan nuestro conocimiento.

El concepto y la imagen del suicidio no ha sido la misma a lo largo de la historia, siendo un constructo social modificable, sujeto a las influencias sociales y sobre todo culturales de cada tiempo histórico. Ya desde la prehistoria, el ser humano manifestaba conductas de auto-sacrificio. Los ancianos, enfermos o aquellos con dificultades de movilidad, se auto-eliminaban para beneficiar y favorecer los recursos de la tribu. En la mayor parte de las civilizaciones de la antigüedad el suicidio era aceptado. La muerte era entendida como el paso de una vida a otra, conceptualización de la muerte como una salida, por lo que acabar con la vida de forma voluntaria no implicaba el fin de la existencia, sino el tránsito a otra dimensión inmortal. El primer texto escrito que nos habla del suicidio es un poema conocido como "Diálogo del desesperado de la vida con su alma" y fue datado en el año dos mil antes de nuestra era, en pleno Imperio Medio Egipcio".

Posteriormente la postura social varió: "El suicidio era un delito contra el Estado que conllevaba castigos puesto que privaba a la comunidad, de uno de sus miembros y de su contribución al progreso de esta. Y posteriormente las religiones se manifestaron en contra, aduciendo que el ser humano, no podía atentar contra la obra del creador".
 
En el siglo Veinte, el psicoanálisis, y las corrientes filosóficas, como lo es, el Existencialismo contribuyeron significativamente al estudio y comprensión de manera distinta del acto suicida.

Para el siglo Veintiuno, las posturas han cambiado, desde el esquema biopsicosocial como el propuesto por Cornelis Van Heeringen en el año 2001, que impulsan una serie de estrategias de intervención, clasificadas en universales, población universal, selectivas (dirigidas a grupos de riesgo) e indicadas (indicadas para personas con conducta suicida expresada). Las principales serían la limitación de acceso a medios letales, la mejora en el acceso a los recursos sanitarios (tanto a atención primaria como, sobre todo, a atención especializada en salud mental), la identificación temprana y el tratamiento de la depresión, el alcoholismo u otros trastornos mentales.

Y este mismo año en México se presenta lo siguiente, con motivo de la conmemoración del "Día Mundial de Prevención del Suicidio", que se celebra an forma anual, el diez de septiembre, desde el año 2003, a instancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) :

Precisó la doctora Pamela Espinosa Méndez, responsable de la articulación del "Programa Nacional para la Prevención del Suicidio" de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adiciones de la Secretaría de Salud: "En México la tasa de suicidios ha aumentado: en 2017 se ubicó en 5.3 por cada cien mil habitantes y para 2022 subió a 6.3".

En detalle, informó que: "Los hombres se suicidan más, porque utilizan métodos más letales, y las mujeres lo intentan con mayor frecuencia. La tasa es de 10.5 por cada cien mil varones y 2.3 en ellas, lo que implica que 81.3% de los suicidios son de hombres y 18.7% de mujeres. En víspera del "Día Mundial de Prevención del Suicidio", que se conmemora mañana, la siquiatra infantil y adolescente expuso que el grupo más vulnerable al comportamiento suicida es de 15 a 29 años de edad; “son los que presentan las tasas más altas de comportamiento suicida”.

Recomendó no minimizar o ignorar a alguien que verbaliza ideas sobre poner fin a su existencia, pues nueve de cada diez personas que atentan contra su vida manifestaron expresamente su propósito y la otra dejó entrever esa intención.

Hizo hincapié en que: “Hay que escuchar sin juzgar, tomar en serio las señales, ofrecer apoyo, expresar empatía y preocupación genuina, haciéndoles sentir que no están solos”, y su conclusión es que estas medidas, sin duda, podrán ayudar a salvar vidas.


Las sociedades humanas, en el siglo Veintiuno, son muy distintas a las antiguas, se ha modificado la postura sobre el suicidio, vigente en la antigüedad y aún la en períodos hístóricos más recientes.
Fotografía Agencia (Ap).

El comportamiento suicida es multifactoral, no sólo se asocia a algún trastorno siquiátrico como: ansiedad, depresión, esquizofrenia o trastornos bipolares, que aumentan el riesgo, y remarcó. “Inciden también los problemas económicos, laborales, educativos (bajo rendimiento), falta de oportunidades y las violencias doméstica, emocional, sexual y el acoso escolar”.

Advirtió también que: “El consumo de sustancias psicoactivas es otro factor relevante, pues éstas aumentan la impulsividad, reducen la inhibición y llevan a tener comportamientos auto-destructivos”.

Para prevenir y evitar comportamientos suicidas es importante contar con redes de apoyo en todos los ciclos del desarrollo de la persona y acota: “Las situaciones de aislamiento aumentan la desesperanza”. Es relevante entender que “cualquier persona puede tener comportamiento suicida, experimente o no uno o varios de los factores descritos”.

Éste es el mensaje central que las autoridades sanitarias y con el apoyo del Metro de la Ciudad de México hacen patente en una exposición sobre el tema en este medio de transporte, el cual, lamentablemente es muy utilizado por las personas en su intención de quitarse la vida. Y precisó: “En la estación Zaragoza. Se utilizaron imágenes de personas en diversos ciclos del desarrollo con diferentes frases. Se evidencia que a cualquiera le puede pasar y que la prevención del suicidio es responsabilidad de todos.”

"Entre los principales comportamientos de personas propensas al suicidio se encuentran aislarse de amigos y familiares, pérdida del interés en actividades que antes les animaban, regalar objetos personales, cambios en sus rutinas, en los patrones de sueño y alimentación, se vuelven impulsivos e irritables y empiezan a buscar medios de acabar con su existencia".

A través del "Programa Nacional para la Prevención del Suicidio", que comenzó en el año 2019 con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se ha capacitado a médicos, se realiza investigación y campañas, entre otras acciones. El objetivo es que se logre su continuidad en la aplicación en todo el País.

Comprender que el suicidio es un fenómeno sociológico e histórico complejo más allá de la patología psiquiátrica y de las fronteras de la atención a la salud mental facilitará un abordaje integral similar al que se hace con otros fenómenos, como son, la violencia de género, o los accidentes de tráfico.


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