Del agua en la ciudad de México, año 2024 y la COP 16 sobre biodiversidad, en punto culminante en Colombia.
Ya hemos hablado del paraíso lacustre que era México Tenochtitlan, rodeada de cinco lagos que se alimentaban de 45 ríos, de manantiales y de la abundante agua que cae del cielo.
Lamentablemente, desde la llegada de los españoles este tesoro se comenzó a desecar y los caudales se entubaron enviándolos al drenaje, donde se mezclan con las aguas negras y se sacan de la cuenca.
El agua está presente en el Universo, la Tierra tambien contiene agua,
y algún porcentaje corresponde a agua dulce.
Fotografía de la Agencia noticiosa (Afp).
El arquitecto Jorge Legorreta (1948 - 2012) dedicó su vida a estudiar el tema y el resultado de sus investigaciones las plasmó en el libro "Ríos, lagos y manantiales del valle de México", editado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). A disposición en la versión (PDF) por la Universidad Autónoma Metropolitana.
En él explica que la Ciudad de México tiene uno de los mayores abastecimientos del líquido del mundo: 72 mil litros por segundo, equivalentes a 360 litros diarios por habitante, y paradójicamente padece también de los más elevados déficits de agua potable para sus habitantes, estimado en casi 5 millones de sus 22 millones de pobladores.
El arquitecto-urbanista Legorreta, nos lleva por todos los ríos, la mayoría convertidos ahora en avenidas: Río Churubusco, Río Consulado - Circuito Interior, Viaducto Miguel Alemán, Ríos Mixcoac, Becerra, Tacubaya, San Joaquín, Barranca del Muerto y Miramontes. El agua que alimenta los drenajes que corre en las entrañas de estas vías nace limpia y es perfectamente aprovechable. De los 45 ríos, 12 son perennes, esto es, que conducen agua las 24 horas del día los 365 del año.
Uno de los que subsiste entubado es el Río de La Piedad, que corre en medio del Viaducto Miguel Alemán. Fue en 1952 cuando por mandato de dicho presidente se entubó como parte de un proyecto de modernización. Increíblemente el caudal sigue fluyendo, ahora contaminado con aguas negras y residuales producidas en el poniente de la ciudad.
Seguramente en varias ocasiones lo ha recorrido; si en alguna ocasión ha levantado la vista, habrá observado algún follaje que quizás piensa es silvestre. Ahí viene la sorpresa: resulta que en 2017 se realizó un innovador proyecto por el cual, sobre el tubo de aguas negras del río de La Piedad, se construyó un parque llamado oficialmente "Ecoducto".
Cuenta con cuatro mil ochocientos metros cuadrados de vegetación y originalmente se sembraron cincuenta mil ejemplares de plantas; este vergel busca reducir las toneladas de carbono que se emiten durante el día en esa vía. Tiene bancas, techumbres para resguardarse del sol, luminarias y conexiones eléctricas (USB), aunque estas dos últimas han sido víctimas de la falta de mantenimiento.
Se instalaron diez biodigestores y cuatro humedales artificiales con los que se remueven los principales contaminantes de las aguas residuales: materia carbonosa, microrganismos patógenos, nutrientes, sólidos suspendidos y metales pesados.
A pesar de que requiere mantenimiento general, en un paseo reciente pudimos disfrutar de las plantas, flores, arbustos y hasta árboles. Había pájaros y abejas. Resulta interesante cómo la vegetación ayuda a aislar el ruido que generan los miles de autos que circulan en ambos lados del parque y disminuye la acumulación del calor en la zona. Es un oasis en la jungla de asfalto.
Una serie de atractivos letreros explican los diferentes ecosistemas de la cuenca de México que se representan, en particular los acuáticos: humedales, apantles y chinampas, entre otros; donde por procesos biogeoquímicos, los microrganismos crean sitios para que flora nativa y exótica convivan para fomentar la fauna local.
Un barandal de 1.50 metros de altura en ambos lados del corredor –cuyo pavimento está bien conservado– lo hace sumamente seguro para los paseantes.
Protestas de medio ambientalistas en la en la cumbre COP15 de biodiversidad,
en que el agua es protagonista.
Fotografía de la Agencia noticiosa (Afp)
Seguramente el gobierno capitalino prestará atención a este extraordinario proyecto para devolverle su antiguo esplendor. Puede ser un modelo para muchos lugares de la ciudad.
Para acceder a él tiene cuatro entradas en los cruces de Viaducto con Insurgentes, Patricio Sanz, Medellín y Monterrey.
Nota: Vale la pena visitarlo y de ahí ir a la cercana cantina "El León de Oro," en Martí 103, una de las auténticas que se erigieron en la ciudad. Fundada en 1954, conserva su misma decoración con vitrales en tonos amarillos y ocre, la gran barra, hay sabrosa y abundante botana, se juega dominó, está el mismo trío desde hace años y para los jóvenes hay pantallas. Su gran tamaño permite platicar ajenos a la música y la algarabía que lo caracteriza y, de pilón, el servicio es magnífico.
Y como ya se pudo constatar todo el aspecto de lucha contra el Cambio Climático, esta interconectado: aspecto hídrico, contaminación atmosférica, respeto a la flora y la fauna, etcétera, por ello nos remitimos a la más reciente información sobre la COP 16, que no es positiva.
Aplazan el cierre de la COP16 sobre biodiversidad por la falta de acuerdos.
Sin alcanzar acuerdos sobre el financiamiento en las negociaciones de la COP16 en materia de biodiversidad, la presidenta de la conferencia mundial en Colombia, Susana Muhamad, presentó un proyecto con los esfuerzos que la humanidad se comprometió a cumplir de aquí hasta el, ya no tan lejano, año 2030 para dejar de destruir la tierra, el mar y los organismos vivos.
Si bien la conferencia de dos semanas debía concluir ayer, primer día de noviembre, los observadores dijeron que las negociaciones podrían continuar el fin de semana, o se retiren los participantes y no exista un acuerdo firme.
También dio a conocer textos alternativos sobre los puntos más tensos, entre ellos, cuáles serán las reglas para monitorear la aplicación de esta hoja de ruta, cómo se van a movilizar los miles de millones necesarios para ponerla en marcha y la distribución de los beneficios que las empresas, principalmente farmacéuticas y cosméticas, obtienen gracias al "Data Strategy Institute" (DSI), un banco de datos genéticos de plantas y animales, muchos de ellos autóctonos de países en vías de desarrollo.
Según la presidenta del acto y ministra de Ambiente de Colombia, se llegó a un punto en el que las partes debían ceder en algo, y señaló Susana Muhamad: “Hay un debate de quién define si las cuentas dan, entonces los países en desarrollo dicen que no es claro ni transparente y alegan que ellos sí cumplen con las metas”.
Por otra parte, se tiene lo que explicó Georgina Chandler, directora de políticas y campañas de la Sociedad Zoológica de Londres: “La COP15 se centró en el qué y este año se supone sería cómo”.
Las naciones ricas se comprometieron en la cumbre de Kunming-Montreal a recaudar veinte mil millones de dólares anuales para financiar la conservación de las naciones en desarrollo en el año 2025, cifra que aumentaría a treinta mil millones en el año 2030.
Ha indicado Eva Zabey, directora ejecutiva de Business for Nature: “Necesitamos que los gobiernos dejen sus diferencias y demuestren un liderazgo real y urgente para lograr un resultado sólido de la COP16 que incentive e impulse acciones empresariales necesarias, profundas y rápidas, para detener y revertir la pérdida de la naturaleza para 2030”, .
Finalmente, referimos lo expresado por Óscar Soria, director de "The Common Initiative", quién dijo: “Como dice el texto, es puramente voluntario, además, el fondo (DSI) estaba previsto aprobarse aquí hace dos años y no hay claridad cómo se recaudará el dinero de las empresas."
La humanidad persiste en sabotearse a ella misma, bajo argumentos muy sólidos de defensa sobre los intereses de las industrias que sobreviven con máximas utilidades, ante el temor a que estas se reduzcan, quizás en la misma proporción que se elevan las tasas de sobrevivencia de los seres vivos del nuestro planeta, incluidos los Homo sapiens.
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