Una evaluación desde las neurociencias, a personajes inmiscuidos en la política, nueva visión, que confirma que las ciencias médicas avanzan.

El debate que se llevó a cabo recientemente en Estados Unidos con la participación de los dos precandidatos a la presidencia del país, dejó una muy mala impresión entre las masas electoras.

Las causa de ello, fue la confirmación de las sospechas de los inverosímiles estados y comportamientos de los dos involucrados: Joe Biden y Donald Trump.


Esquema de un corte frontal de dos cerebros. El de la izquierda es un cerebro sano y el de la derecha uno que padece la enfermedad de Alzheimer. wikipedia Dominio público.
 Comparisonslice High.JPG: *derivative work Garrondo (talk): Severeslice High. JPG: 
ADEAR: "Alzheimer's Disease Education and Referral Center, a service of the National Institute on Aging.

El padecimiento de Joe Biden se llama Alzheimer; hace tiempo que para las corrientes principales todas las demencias quedan enmarcadas en esa caracterización general, que hoy  señala padece el representante de la derecha moderada, del Partido Demócrata en Estados Unidos.

En la otra esquina está, Donald Trump, que es un mentiroso compulsivo de ultraderecha, del Partido Republicano, actualmente con gran fuerza en la cultura política de Estados Unidos.

El Alzheiimer es una enfermedad progresiva que afecta a la memoria y otras importantes funciones mentales. Las conexiones de las células cerebrales y las propias células se degeneran y mueren, lo que finalmente termina con la memoria y otras funciones mentales importantes. Los síntomas principales son la pérdida de la memoria y la confusión.

Aunque el concepto de mentiroso compulsivo o mitomanía no aparece recogido en los manuales diagnósticos de trastornos psicológicos como una enfermedad, sino como un síntoma de otras, es un problema que los psicólogos encuadran dentro de las adicciones. Tal como explica Victoria Orbe, psicóloga en el centro "El Prado Psicólogos Madrid", esto se debe a que, cuando se miente asiduamente, «el engaño tiende a convertirse en una respuesta automática e impulsiva, no tanto fruto del deseo de manipulación o la astucia, sino de un hábito». También es reflejo de algún tipo de problema psicológico o emocional subyacente, pues estas personas no saben por qué lo hacen, ya que muchas veces la mentira no busca un beneficio concreto sino que es una especie de acto reflejo o inconsciente.

El declive de Biden ha sido más evidente durante el último año y la tendencia de su padecimiento no hará sino empeorar. Una encuesta realizada en agosto de 2023 por "Associated Press" (AP), halló que 77% del público y 69% de los demócratas dijeron que era “demasiado viejo para conducirse con eficacia durante cuatro años más”. Desde luego, no es la vejez, sino la demencia, que lo hace cometer fallos graves cada vez con mayor frecuencia. La esfera política, la “democracia” o el Partido Demócrata se hallan en un estado tan crítico que nadie pudo evitar el áspero encontronazo con la realiad del “debate”.


Las mentiras son parte del quehacer humano, alguien diría que son normales,
pero hay casos de obsesivos mentirosos. Tomada de la página ABC.

El periodista Christopher Hayes escribió en "The New York Times", a 18 meses de haber iniciado el gobierno de Trump: “El presidente es un mentiroso. Miente sobre asuntos de la máxima consecuencia (diplomacia nuclear) y sobre los más triviales, como en su juego de golf. Miente sobre cosas que puedes ver con tus propios ojos. Miente sobre cosas que ha dicho hace un momento. Miente como un pájaro carpintero ataca un árbol: compulsiva, insistente, instintivamente”.

"La capacidad de Trump para mentir sin preocuparse por su credibilidad, es “espantosamente impresionante”. En un periodo de tres días en abril de 2019, Trump hizo 171 “afirmaciones falsas o engañosas”, según el equipo de verificación de hechos de "The Washington Post". Durante una entrevista telefónica con el presentador del programa de entrevistas de "Fox News" Sean Hannity, Trump alcanzó 45 falsedades en 45 minutos. Este grado de mentira puede calificarse de patológico, y sí, Estados Unidos tiene como presidente a un mentiroso patológico”.

En 2020, el escritor y periodista Eric Alterman publicó un libro titulado "Lying in State. Why presidents lie and why Trump is worse", es decir, "Mentir en el Estado. Por qué mienten los presidentes y por qué Trump es peor". Él hizo acopio de información histórica muy ilustrativa. En el año 2017, la cadena de televisión "C-Span" pidió a 91 académicos que clasificaran a los jefes del Ejecutivo por su eficacia, una medida que incluía la “autoridad moral”.

“Lo sorprendente del resultado fue que la deshonestidad no parecía importar. Los mentirosos compulsivos Ronald Reagan y Lyndon Johnson quedaron entre los 10 primeros. Barack Obama y Jimmy Carter, relativos contadores de la verdad, quedaron en los puestos 12 y 26, respectivamente, con Carter apenas por encima del mentiroso más atroz de la Casa Blanca (antes de Trump), Richard Nixon.”

"Trump miente sin parar y se enorgullece de su conducta. Algunos observadores afirman que Trump se divierte con la ametralladora de sus mentiras. Cuando todos los presidentes mienten, mentir en mayor medida exhibe un vicio inaudito, pero un vicio que los ciudadanos en su mayoría parecen dar por descontado".

La filósofa Hannah Arendt (1906 - 1975), señaló con sorna que: “Nadie ha dudado nunca de que la verdad y la política se llevan bastante mal, y nadie, que yo sepa, ha contado nunca la veracidad entre las virtudes políticas, la mentira siempre se ha considerado un instrumento  necesario y justificable, no sólo del político o del demagogo, sino también del estadista”.

¿Eso significa que, si las cosas en la política son así, no importan? Sería llevar las cosas demasiado lejos. Los análisis que muestran los riesgos en la política exterior de Estados Unidos, de un presidente que miente compulsivamente, son abundantes. Lo mismo se dice para la política interna. Trump ya dijo que quiere ser “dictador sólo el primer día”. Por supuesto que los discursos sobre la democracia le importan un pito. Esto va de poder y de negocios. Eso es lo que, seguramente, veremos.

Sin embargo, su triunfo sobre Biden parece dado, si el mismo Biden, su familia y su círculo cercano  con dos ex presidentes incluidos, Obama y Bill Clinton, persisten en sostenerlo a rajatabla. Pero, cuando la tragedia se pone en marcha, no hay nada que la detenga. Va al encuentro de su destino inexorable.


Fotografías de los dos precandidatos en plena actuación. Las acciones de Biden y las palabras de Trump, resultaron sorpresivas, pero ya previstas, según los antecedentes de ambos. Tomada de Marca.

El mayor imperio de la historia no puede resolver, con un mínimo de decencia democrática, una sucesión presidencial y muestra en este capítulo su grave decadencia. Trump o Biden, por distintos motivos son pésimos candidatos. Es fácil saber cuál será señalado como el peor por los electores gringos. La diferencia entre el candidato Biden y el candidato Trump es que los electores del primero son cada vez menos, en tanto que lo electores del segundo están felices con su postulación. No es una buena noticia para la sociedad gringa; tampoco lo es para el resto del planeta. Vivimos en peligro de enfrentar una guerra de devastación humana. El aislacionismo de Trump conlleva una crisis económica como la instalada por Reagan: una crisis general, y EU resulta ganancioso de la misma.

Lo avanzado de los tiempos, ahora nos preparan como sociedad global a conocer detalles que en el pasado eran inadvertidos, veamos un poco de los estudios realizados al respecto y algunas de sus conclusiones.

Un estudio realizado en la Universidad de Massachusetts estima que el 60% de las personas adultas mienten al menos una vez durante una conversación de diez minutos. El mentir a fin de evitar conflictos o castigos, no herir los sentimientos de otra persona o preocuparla innecesariamente, no realizar o posponer una actividad no apetecible, así como la necesidad de dar una buena imagen, agradar o no ofender a los demás son motivos habituales que llevan a mentir e incluso pueden considerarse motivos razonables y la mentira adaptativa. Pero, ¿cuándo mentir se convierte en un problema? 

En este sentido, es importante destacar que lo preocupante de la mentira es su frecuencia, la gravedad de la misma, las circunstancias que llevan a engañar y sus consecuencias.

Aunque parezca sorprendente, hay muchas personas que adornan, deforman o inventa la realidad, y las causas son muy variadas, nos dice Victoria Orbe:


La persona adicta a mentir, se le conoce como mitómana. Tomada de fb.

1. Desconfianza. Lo que comienza siendo una mentira fruto de la desconfianza hacia una persona puede terminar convirtiéndose en un entramado e incluso llegar a engañar por inercia.

2. Impulsividad. Las personas que mienten con frecuencia al final lo hacen de manera impulsiva, dejando de controlar dicha conducta. En este sentido, según Psychological Science, el cansancio hace más vulnerable a la mentira, por lo que se tiende a mentir más por la tarde.

3. Evitar castigos y eludir responsabilidades. Una persona puede mentir de forma reiterada a fin de evitar las consecuencias de sus acciones, demostrando cierta inmadurez.

4. Asociar la mentira al éxito. En un estudio realizado por las académicos Brian Gunia y Emma Levine (2019), se observó que, en aquellos empleos con una mayor orientación a las ventas que al cliente, los empleados podían asociar la mentira, por ejemplo: manipular, disfrazar la verdad u ocultar aspectos negativos sobre el objeto de la venta, al éxito laboral. 

5. Refugiarse de la realidad. La insatisfacción puede llevar a modificar la realidad adornándola e incluso alterándola, haciéndola más tolerable emocionalmente y aparentemente entretenida. Indica la experta que un estudio de la Universidad de Harvard, asoció la mentira recurrente con la creatividad, ya que ésta también puede ser empleada para racionalizar y auto justificar los engaños. 

6. Intolerancia emocional. Una elevada sensibilidad a las emociones displacenteras y una pobre gestión emocional pueden provocar que la persona opte por mentir a fin de evitar el malestar emocional que considera que le ocasionaría decir la verdad, por ejemplo: si se quiere hacer un viaje y no hay nadie disponible, decir que no se va porque no le apetece o está muy ocupado, evitando decir la verdad y sentirse solo o sin amigos suficientes.

7. Falta de habilidades sociales. Hay personas que tienden a mentir porque temen que exponer sus necesidades lleve a conflictos interpersonales, de forma que terminan haciéndolo a fin de poder mantener sus límites sin dejar de contentar a los demás, por ejemplo:. para detener una conversación.

8. Tener una relación insana/tóxica con los padres o la pareja: Ante personas excesivamente inflexibles, autoritarias, controladoras e incluso agresivas, la persona puede recurrir a la mentira por temor a las consecuencias de exponer su opinión o a fin de poder tomar sus propias decisiones.

9. Miedo al rechazo o a la crítica. Al parecer, quienes temen el rechazo o les cuesta asumir las críticas pueden adornar o falsear la realidad para mantener una imagen aparentemente perfecta ante el resto.

10. Baja autoestima e inseguridad. Las personas inseguras dependen de la aprobación externa para sentirse valiosas, de manera que pueden recurrir a la mentira como mecanismo compensatorio, proyectando un «yo ideal» que les proporciona una mayor seguridad en sí mismas. 

11. Necesidades afectivas insatisfechas. Hacer falsos cumplidos o mentir sobre la salud, la riqueza o el estado profesional puede tener el fin de ganar el afecto y el reconocimiento ajenos. Asimismo, el parecer el héroe o la víctima de una historia suele granjear simpatía y admiración de los demás.

12. Tener algún trastorno psicológico asociado a la mentira. Padecer algún trastorno de la conducta alimentaria o sufrir un trastorno obsesivo compulsivo son los problemas psicológicos en los que la mentira se vuelve una constante en quienes los padecen. 

13. Tener un trastorno de la personalidad. La mentira compulsiva forma parte de trastornos de la personalidad antisocial, en la que se utiliza la mentira como estrategia de manipulación, la personalidad límite, en la que la mentira se ve impulsada por una emoción, o el trastorno narcisista, en el que se miente para conseguir la admiración ajena.


Representación gráfica de lo que sucede con una persona afectada de la "Demencia Senil de Tipo Alzhéimer", tomada de la página  La Voz de Galicia.

Denominada "Demencia Senil de Tipo Alzhéimer" (DSTA), o simplemente "Alzhéimer", como antes se anotó, es una enfermedad neurodegenerativa, producto de un proceso que implica la degeneración progresiva y/o la muerte de las neuronas, y que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su manera típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales, tales como las capacidades cognitivas superiores, a medida que mueren las células nerviosas, neuronas, y se atrofian diferentes zonas del cerebro. La enfermedad suele tener una duración media aproximada, después del diagnóstico, de diez años.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, y aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad. Por lo general, el síntoma inicial es la inhabilidad de adquirir nuevos recuerdos, pero suele confundirse con actitudes relacionadas con la vejez o el estrés. A medida que progresa la enfermedad, aparecen: confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de corto plazo y una predisposición a aislarse a medida que declinan los sentidos del pacienteGradualmente se pierden las funciones biológicas, que finalmente conllevan a la muerte

La causa de la enfermedad permanece desconocida, aunque las últimas investigaciones parecen indicar que están implicados procesos de tipo  "priónico". Mas existen otra teorías sobre su causa, las que por ser demasiado extensas no se incluyen.

La "Alzheimer's Disease International" ha estimado para el año 2010 una prevalencia de demencia del 4,7 % a nivel mundial para personas de 60 años de edad o más. Sin embargo, en el año 2015, en el seno de la "Primera Conferencia Internacional" de la "Organización Mundial de la Salud" (OMS), sobre la "Acción Mundial Sobre la Demencia" estimó que había en el mundo un total de cuarenta y siete millones y medio de enfermos.

Un resumen muy claro es el que externo Henrietta Treyz, socia gerente y directora de investigación de políticas económicas de la consultora Veda Partners: “El expresidente Trump se aferró esta noche a sus mensajes fácticamente incorrectos, pero el presidente Biden no fue capaz de contrarrestarlos en tiempo real de manera convincente”. 

Por otra parte, es válido el comentario expresado por Caitlin Legacki, estratega demócrata y antigua asesora de la secretaria de Comercio, Gina Raimondo: “Para nosotros, lo único positivo es que Trump ha proporcionado una tonelada de fragmentos de audio problemáticos esta noche y podemos esperar que se utilicen en anuncios en todos los medios de aquí a la Luna durante los próximos cuatro meses. Todas las mujeres de Estados Unidos verán anuncios en televisión, móviles y correos recordándoles que Trump se atribuyó el mérito de anular Roe contra Wade”, 

La sentencia en el caso "Roe contra Wade”, de 1973, dictaminó que la Constitución de Estados Unidos les daba a las mujeres la libertad de abortar hasta las 24 semanas de gestación. Pero en junio de 2022, la Suprema Corte estadounidense, de mayoría conservadora constituida desde la presidencia de Donald Trump, anuló esa decisión.

La ciencia neurológica indica, de acuerdo a los conocimientos actuales, que ambos pre candidatos, tienen problemas con respecto a sus capacidades mentales. En otros tiempos las evaluaciones hubieran sido diferentes, hoy es distinto. 

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