La crisis hídrica en el país. 2024

La situación por la que atraviesa México, por la falta de agua afecta las actividades humanas, desde las económicas, y en un futuro el mantenimiento de las actuales costumbres de la población.

Estiman expertos que esta crisis hídrica, del año 2024, y nunca antes vista de forma fehaciente en el país., tiene a más de tres cuartas partes de los ríos, lagunas y acuíferos, con registros de niveles mínimos históricos.

El declive en la disponibilidad del agua se ha acentuado en el país desde 2018. Con sus lagunas, ríos y acuíferos, 80% del territorio nacional se encuentra en niveles mínimos históricos y en las urbes la gente resiente la escasez del servicio de agua potable, con abasto sólo unas horas al día o a la semana, con excepción de quienes residen en áreas habitacionales de mayores ingresos.

En el aspecto alimentario, y su implicación económica, se tiene que el país está pagando la factura de un estilo de vida depredador de los recursos naturales, pues la sequía que se extiende por dos tercios del territorio nacional, ha provocado un encarecimiento de frutas, verduras, carnes, e incluso alimentos procesados, lo que se aprecia en los puntos de venta.


Las verduras y las frutas incrementan sus precios debido a los efectos de la sequía,
Fotografía tomada de Informa Oriente.

Fue Cuauhtémoc Rivera, presidente de la "Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes" (ANPEC), quién aseguró en entrevista que: “Esto de la sequía, el efecto de "El Niño" y "La Niña", todo este asunto del "Cambio Climático", nos lleva a pagar la factura de un mal estilo de vida, un estilo de vida depredador que no respeta el medio ambiente, ni a la naturaleza, ha estresado la actividad agrícola y ganadera del país y en alguna medida también ha golpeado a la pesca. La falta de agua ha afectado la producción agrícola, pues no sólo es escasa, sino que el producto no es de la mejor calidad. La sequía está golpeando, es cada vez más un tema protagónico y la inseguridad es una constante. Es la falta de agua que ha afectado la producción agrícola, pues no sólo es escasa, sino que el producto no es de la mejor calidad. La sequía está golpeando, es cada vez más un tema protagónico y la inseguridad es una constante”

Comentó que según sus datos, la canasta básica se ubicó en un mil 858.58 pesos en el pasado mes de mayo, nivel que observó una variación de 1.51% mensual o un aumento de 27.71 pesos. Puntualizó que los productos que más se han encarecido son: el aguacate, que pasó de un promedio de 59.52 pesos a 70.18; la naranja, de 26.30 a 28.74, y la zanahoria, de 17.70 a 18.43 pesos.

Por otra parte, Juan Carlos Anaya, director general de "Grupo Consultor de Mercados Agrícolas" (GCMA), apuntó que: "El encarecimiento se explica por la sequía y la temporalidad, aunque destacó que sólo el cilantro ha escaseado y aumentado considerablemente su costo. Datos recabados en la "Central de Abasto de la Ciudad de México" en la primera semana de junio, indica que la coliflor observó de nueva cuenta un alza, la cual fue de 35%, pues pasó de 17 a 23 pesos la pieza, como consecuencia de las condiciones extremas de clima y granizadas en Puebla, principal proveedor de ésta hortaliza. Otros alimentos que se han encarecido son el pepino con 77% o 4.8 pesos, la lechuga romanita con 51% o 4.6 pesos, la calabacita Italiana 63% o 4.25 pesos, el nopal con 100%. el plátano Tabasco se encareció 49% al ubicarse en 16.5 pesos el kilo, la naranja valencia aumentó 19%, 3.5 pesos; la piña, 18% o 3.5 pesos; la fresa, 7% o 2 pesos, y la toronja, 10% o 1.7 pesos.

En cuanto el tema del agua Cuauhtémoc Riveraexpresó: ""El consumo anual de agua embotellada, en el país, en el año 2020, fue de 282 litros por persona, cinco veces más que el promedio global, de acuerdo con datos de la "Asociación Internacional de Agua Embotellada" (IBWA), se observa que la tendencia es al alza, ya que, diez años antes, en el año 2010 se estimó en 234 litros, un incremento de 48 litros, que representó un 21%.


Fotografía sobre el tandeo en la colonia Del Mar, alcaldía Tláhuac, en septiembre de 2017, y en la colonia San Rafael, alcaldía Cuauhtémoc, a finales de 2018, cuando se cerró el Sistema Cutzamala debido a la escasez del líquido.Fotografía La Jornada, trabajo Víctor Camacho y Cristina Rodríguez.

La sequía se intensificó en el país en el año 2021, cuando se observaron niveles mínimos de presas en el centro y noreste del país, así como desabasto en zonas metropolitanas. Pero este año hay un registro de 52% de llenado en promedio en las 210 grandes presas del país, de acuerdo con el "Instituto Mexicano de Tecnología del Agua" (IMTA) y la "Comisión Nacional del Agua" (CONAGUA).

El doctor Agustín Breña Naranjo, investigador del instituto mencionado, advirtió hace tres años al presentar los resultados de su trabajo: "La seguridad hídrica para diferentes sectores estaba muy afectada. Ejemplificaba que esto ocurría en la zona metropolitana de la Ciudad de México, donde las presas del Sistema Cutzamala tenían una caída de 23% respecto del promedio histórico"; y ahora asciende al 37.8%.

En el estudio "Rediseño del Riesgo Hídrico de México" que realizó el doctor Breña con otros expertos del (IMTA), destaca que, de continuar el declive del agua disponible y sin límites y control sobre las concesiones, habrá una crisis hídrica nunca antes vista en el país


En la imagen, la laguna Chairel, en el sur de Tamaulipas. Foto grafía que forma parte del fotrreportaje del diario La Jornada, sobre la crisis hídrica del año 2024.

En un mapa desarrollado para observar el comportamiento del almacenamiento hídrico del país desde 2002, tanto de fuentes de agua superficial como subterránea, se aprecia la afectación por la sequía de 2011, una recuperación de la disponibilidad y, desde 2018, un severo declive.

Se ha agudizado y conocido la escasez en la Ciudad Monterrey

Padece una de las crisis por desabasto de agua más severas de las dos últimas décadas, pero en los últimos nueve años se ha agudizado por la reducción en los niveles de lluvia y el crecimiento de la demanda.

La mayoría de los sectores tiene un abasto limitado de agua, pero la mayor escasez ocurre en zonas del poniente y sur de la capital de Nuevo León, así como en varios sectores de San Pedro y otros municipios como Apodaca y Santa Catarina.

Desde hace varios años el abasto es por tandeo, aunque ahora se ha generalizado e incrementado ante el abatimiento de los principales mantos acuíferos, presas, pozos someros y profundos.


Miles de peces han muerto en la Laguna de Bustillos, en el municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua. La sequía ha hecho que el cuerpo de agua se retraiga hasta dos kilómetros desde sus márgenes originales.
Fotografía Afp, vía La Jornada.

Las principales presas de Nuevo León, como: La Boca, El Cuchillo y Cerro Prieto, tienen bajos niveles de llenado, incluso por debajo de lo que tenían en 2022. También se ha generado una alta demanda de agua embotellada. Algunas tiendas han establecido límites en la venta de garrafones, en tanto las embotelladoras han ajustado los precios al alza.

El secretario de Servicios Públicos de Monterrey, ha informado que la ciudad y su zona metropolitana requieren un caudal de 17 metros cúbicos por segundo para satisfacer las necesidades de agua de la población. Sin embargo, en la actualidad sólo se logran abastecer unos 15 metros cúbicos por segundo.

También en Puebla y su zona conurbada se experimenta una grave crisis por la escasez de agua potable. La empresa Concesiones Integrales suministra el servicio desde 2014, pero desperdicia 40% del agua que extrae, indicaron especialistas como Francisco Castillo Montemayor, ex director del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla.

El tandeo es generalizado en la mayoría de las un mil quinientas colonias de la ciudad de Puebla, sobre todo en las que se ubican en la periferia norte y sur del municipio. El servicio se suministra de uno a dos días a la semana, durante la noche y la madrugada, lo que obliga a los usuarios a estar al pendiente a deshoras para apartar el líquido. Hay quejas de que es débil la presión del agua, insuficiente para llenar tambos y cisternas y que no les alcanza para satisfacer sus necesidades básicas.

Más de treinta colonias en la ciudad tienen un problema severo de escasez o carecen por completo del líquido. En las pocas que cuentan con el servicio todo el día, sus habitantes son de altos ingresos económicos, como Lomas de Angelópolis o La Paz.

Ante la escasez, la gente ha optado por comprar pipas con precios que van desde 500 hasta un mil doscientos pesos; en toda la ciudad es notoria la creciente circulación de esos vehículos, algunos de los cuales son parte de un mercado negro sin regulación.

En Baja California, región del semidesierto mexicano, con escasos recursos hídricos por la limitada presencia de ríos, lagos o sistemas lacustres y una baja precipitación pluvial, 88% del agua del estado se ubica en el Valle de Mexicali.

De este porcentaje, el Río Colorado aporta 57%, sin embargo, se conoce que más del 90% del agua que consumen Tijuana y Playas de Rosarito también se obtienen del mismo río, como resultado del Tratado Internacional de Aguas de 1944 y en el que se han dado reducciones de suministro.

En Tijuana y Playas de Rosarito, que se surten del mismo sistema, hay tandeo de agua potable, este incluye, desde las colonias más populares hasta las más favorecidas económicamente, han entrado en programas regulares, sobre todo en el verano, de restricción del servicio por horas o días; la población que mejor lo resiste es la que en sus viviendas tiene espacios para almacenarla, como aljibes.

En 2016, en la entidad se hizo el plan alternativo más serio para construir una planta desaladora y reducir la dependencia del agua del Río Colorado, sin embargo, fue cancelado por la administración del ex gobernador Jaime Bonilla (2019-2021), pues pretendía que el agua que actualmente recibe Tijuana vía un acueducto, se quede en Mexicali porque junto a la planta de la Cervecera de Constellation Brands se levantaría todo un parque industrial que requería del liquido. Es hasta el pasado mes de diciembre del 2023, que el proyecto de la desaladora ha vuelto a ser propuesto, pero alejado la capital privado, con la participación de los gobiernos estatal y federal.

En contraste, Tabasco es una de las entidades con mayor precipitación pluvial del país y el desabasto no es general. Sin embargo, en Villahermosa el agua sale de color achocolatado, debido a problemas en las plantas con la turbiedad del líquido captado en el Río Carrizal. Para terminar de raíz con el desabasto y llevar agua de calidad a los hogares, el Ayuntamiento de Centro inició la primera semana de agosto la obra Acueducto Usumacinta, con un costo de cien millones de pesos.

En resumen de los 2 mil 471 municipios del país, sólo 43 no han sido afectados por la falta de agua. Las 210 grandes presas nacionales tienen, en promedio, 36% de llenado y registran un déficit de 25% respecto de la media histórica.

Los tres embalses del famoso Sistema Cutzamala, que abastecen a una tercera parte del Valle de México, tienen un almacenamiento de apenas 27.5%. Durante el censo realizado al finalizar el mes de junio de 2024, el 75.96% del territorio nacional enfrenta condiciones de sequía.

Las tres presas de este sistema, en promedio están a 41.4% por ciento del registro histórico, con un almacenamiento de 27.5%. Villa Victoria tiene 24.5% de llenado, 46.1% menos que el promedio; Valle de Bravo está a 27.9%, 43.5% por debajo de la media, y El Bosque tiene 29.7%, es decir, el 8.3% menos.

Ahora se presentan imágenes de varias regiones del país, que muestran el avance de la seguía en el pasado mes de junio 2024.

El 18.08% sufre sequía moderada, 23.11 por ciento severa, 21.07% extrema y 13.7% excepcional, con datos al 31 de mayo.


Hierba quemada por el sol rodea lanchas varadas en el lecho seco de la laguna de Zumpango.
Fotografía Cuartoscuro

El 13.62% del país enfrenta condiciones anormalmente secas; no es sequía, pero es una condición de sequedad que se presenta al inicio de ella.

Tan sólo 10.42% del país está sin afectación. Se trata de la península de Baja California, aunque hay zonas de Baja California Sur en condiciones anormalmente secas, y también pequeñas zonas en condiciones normales en Coahuila, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo y Sonora.


La desecación de la presa El Palote, en León, Guanajuato, dejó al descubierto construcciones antiguas.
Fotografía Cuartoscuro, vía La Jornada.

La sequía excepcional, el grado más severo, afecta 81.8% del territorio de Querétaro, 65.5% de Hidalgo, 47% de Sinaloa, 46.1% de San Luis Potosí, 39.2% de Chihuahua, 25% de Durango, 19.1% de Guanajuato, 19% de Sonora, 17.1% de Veracruz,  8.9% de Puebla, 8.5% de Tamaulipas, 3.2% del estado de México, y 0.2% de Coahuila,

De los 2 mil 471 municipios del país, actualmente tan sólo 43 están sin afectación, hay 2 mil 180 con sequía y 248 presentan condiciones anormalmente secas. En 2023 la situación era distinta: había 942 alcaldías sin afectación, 829 con sequía y 700 en condiciones anormalmente secas.


La sequía hizo desaparecer el río Pixquiac, en el municipio de Coatepec, en el centro de Veracruz.
Fotografía La Jornada Veracruz.

Hay 160 presas con menos de 50 por ciento de almacenamiento, 36 tienen entre 50% y 75% por ciento de llenado, 15 entre 75% y 100%, y dos están a 100 por ciento. En 2023, había 126 presas con menos de 50% de llenado.


La crisis del sistema lagunario del río Tamesí, en el sur de Tamaulipas, ha provocado escasez de agua en varios sectores de Tampico, Ciudad Madero y Altamira.
Fotografía La Jornada.

Del primero de enero al 2 de junio, las lluvias han sido 50.3% por debajo del promedio, el año pasado el déficit era de 68%. De los meses de mayo, el anterior ha sido el segundo más seco del registro histórico y es el más cálido del registro histórico con 2.9 grados centígrados por arriba del promedio, al alcanzar 27 grados en promedio.

De enero al 6 de junio se presentaron 5 mil 482 incendios forestales que afectaron 538 mil 233 hectáreas. De los últimos cinco años, el actual es el tercero con más superficie afectada por siniestro, con 98.18 hectáreas.


En zonas serranas y agostaderos de Durango el ganado muere por falta de alimento y agua.
Fotografía La Jornada.

Hay especies afectadas por la ola de calor y falta de agua, y según información oficial se han encontrado muertos 220 ejemplares de monos aulladores, especie en peligro de extinción, en Veracruz, Tabasco, Campeche y Chiapas.

Desde al punto de vista de organismos especializados y de autoridades hídricas se tiene:

El área de estudios de (BBVA) con cifras tomadas de diversos organismos, dio a conocer que hasta la primera quincena de abril, en 64.6% del territorio nacional hubo algún grado de sequía, dentro del cual en 11% fue un grado excepcional, es decir, el mayor grado alcanzado, .

De acuerdo con el estudio y con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el caso particular de la Cuenca del Valle de México, en la misma fecha señalada, 100 por ciento del territorio tuvo algún grado de afectación por sequía.

A inicios de este año, refirió el análisis del banco, el tema relacionado con la escasez de agua volvió a la agenda pública, impulsado por un récord histórico a la baja en la capacidad de almacenamiento de las presas del Sistema Cutzamala, abastecedor del agua que se consume en la Zona Metropolitana del Valle de México.

Precisó (BBVA): “Sin embargo, el problema no es únicamente de disponibilidad y abasto, sino que intervienen otros factores como los distintos usos que se da a los recursos hídricos y la eficiencia en su utilización, así como la desigualdad en el acceso a nivel de hogares. La sequía se ha vuelto un problema persistente desde 2021, ya que cerca de la mitad del territorio nacional ha presentado condiciones de sequía en esta misma época del año, habiendo alcanzado hasta ahora el punto máximo de afectaciones en dicho año. A nivel nacional, 93.1% de los hogares en México contaban con la infraestructura de tubería para el suministro público de agua potable en su vivienda, pero el 6.9% restante, que equivale a 2.59 millones de hogares, no les llega el agua entubada en su vivienda o en el terreno donde se ubica, es decir, suman 2.6 millones de hogares, sin infraestructura para recibir el suministro. Se podría creer que esto se debe principalmente a la dispersión y lejanía en zonas rurales, pero del total de hogares con esta carencia, 1.55 millones están en el ámbito rural (59.9%) y 1.04 millones están en el ámbito urbano (40.1%)”.

Lo anterior, se detalló, significa que hay más de un millón de hogares en México en zonas urbanas que no cuentan con agua entubada en su vivienda o terreno y eso se debe no por una cuestión de la lejanía o marginación geográfica de las viviendas, sino posiblemente es un problema derivado de la falta de planeación urbana y por asentamientos irregulares. A nivel detallado se sabe que seis estados concentran más de 60% de los hogares urbanos que no tienen disponibilidad de agua entubada, que son Veracruz, Puebla, Guerrero, Estado de México, Chiapas y Oaxaca. Ahora bien, al mismo tiempo, contar con tubería de agua potable que llega a la vivienda o en el terreno no garantiza el disponer todos los días de este vital líquido en el hogar, pues se tiene registro que uno de cada tres hogares en México que tienen la infraestructura de la tubería del servicio público no les llega diariamente el suministro de agua, lo reciben solo algunas veces a la semana o por tandeo.

Al menos, en el año 2022, se enfatizó, en 24.6% de los hogares les llegaba el agua dos o tres veces a la semana y en 8.8% de los hogares recibieron el suministro una vez a la semana o de vez en cuando. También en el país, externó, se observan desigualdades evidentes entre el nivel socioeconómico de los hogares y la frecuencia con la que les llega el agua potable por tubería.

Mientras en el estrato socioeconómico alto 17% de los hogares indicó que en 2022 les llegaba el agua por tandeo, para el estrato medio esta proporción aumentó 32.4% y en el estrato bajo casi la mitad de los hogares o 49.5% recibió agua por tandeo.

Y se agrega que los problemas de suministro de agua no afecta instalaciones de esparcimiento y diversión de las clases más favorecidas, como son campos de gol y de instalaciones deportivas.

Cambio climático y crisis mundial del agua.


Fotografía de un espacio acuífero, ya seco.
Fotografía del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAM)

La carencia aguda de agua potable para consumo humano y la reducción del agua dulce como insumo necesario de la agricultura son un desafío monumental de la humanidad entera, un fenómeno derivado del cambio climático, más allá de fronteras geográficas, sistemas políticos y modelos económicos, por lo que debiera suscitar la reflexión colectiva para construir soluciones de fondo y con visión de futuro, y no ser materia de lucro político inmediatista en ningún lugar del planeta.

El problema no es privativo de un país y mucho menos de una ciudad en particular. En el caso nacional, es tiempo de buscar fórmulas viables y duraderas para hacer frente a la sequía, el abatimiento de algunas fuentes, la reducción de suministro en los hogares y la disponibilidad para un campo ya de por sí agobiado por las exigencias de una inequitativa competencia con nuestros principales socios comerciales, al amparo del "T-MEC".

Expertos de la UNAM, ponen alerta: la sequía ya no es atípica,
sino causada por el calentamiento global.


Fotografía que muestra la realidad de la sequía alcanzada en diversas latitudes del país.
Tomada de la página Informe Fracto.

Las evidencias de la creciente escasez de agua en el país cada vez son más inocultables y tan sólo los registros históricos oficiales de 2023 de acumulación de lluvia en 25 de 32 entidades indican que fue significativamente inferior al promedio anual de los 82 años previos, a lo que se suman las olas de calor, y ya no son situaciones atípicas, están asociadas al calentamiento global, sostuvo Eduardo Vega López, titular de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En el contexto del Día Mundial del Agua, el pasado 22 de marzo, sostuvo que se debe hacer énfasis en atender la inseguridad hídrica, en qué magnitud y cómo se resuelve; la conservación de cuencas hidrográficas y la infraestructura hidráulica, con el mejoramiento, renovación y gestión institucional del agua. La desigualdad en México no sólo es de ingresos, acceso a educación, sino también de acceso y uso de este recurso, dijo.

Hay relevos próximos en el país, es un gran número de cargos que se renuevan y si se tiene este debate público serán buenas noticias, expresó durante la conferencia de prensa "Diagnóstico y propuesta de política pública para el manejo del agua en México", convocada por la (UNAM).

Vega López recordó que actualmente la disponibilidad de líquido es de 3 mil 500 metros cúbicos al año por habitante y a principios del siglo eran 4 mil 800.

En tanto, Marisa Mazari, coordinadora del Seminario Universitario en Medio Ambiente e Instituciones, alertó: "Las concesiones y asignaciones de títulos deberían ser revisadas cada cinco años, no son para siempre. Además, hay rezago en solicitudes de comunidades agrarias e indígenas, mientras las corporaciones sí las obtienen. La calidad del agua es un tema pendiente, se ha avanzado y hay normas, pero deben ser cumplidas. Actualmente se trata 57% de las aguas residuales y las no recolectadas van a dar a los cuerpos de agua, se contaminan, se pierde una gran capacidad de agua segura al no tener infraestructura adecuada".

A su vez, Fernando González, titular de la Red del Agua de la UNAM, advirtió: "Hay una crisis de seguridad hídrica en el mundo, difícilmente se puede garantizar el agua en las ciudades en calidad y cantidad. El Sistema Cutzamala, que aportaba al valle de México entre 15 y 16 metros cúbicos por segundo de agua, hoy proporciona ocho, esto representa un déficit en la entrega entre 10% y 15%, ya se nota y hay algunos efectos negativos que seguirán en los próximos meses, pues continuará aumentando la demanda por el calor.

Las lluvias no harán que se supere definitivamente la sequía.


La Comisión Nacional del Agua reporta niveles críticos de almacenamiento en la mayoría de las presas del país. Fotografía del diario La Jornada, trabajo de Cristina Gómez Lima.

El investigador de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Saúl Arciniega, alertó: "La falta de lluvias nos afecta de manera inmediata; sin embargo, su presencia no significa que nos recuperemos de una sequía, la cual es un fenómeno natural cíclico que ocurre en regiones secas como en zonas húmedas. En el país históricamente se han experimentado sequías a partir de 1984 y en los últimos catorce años la más severas fueron en 2011 y 2012, las cuales se prolongaron durante dos años; posteriormente, en 2016 y 2017 prevalecieron periodos secos, aunque sin tanta intensidad, lo que indica que la precipitación promedio en esas fechas estuvo por debajo de lo esperado".

Hay quienes se preguntan cuándo vuelve a llover o si se acabará la sequía, a lo que el especialista Saúl Arciniega, dijo: “Lamentablemente la respuesta es no, aunque depende de cuánto tiempo llueva; tendríamos que esperar bastantes años de precipitaciones intensas. Además, la temperatura y la evapotranspiración no muestren cambios significativos.

También manifestó que: "Es trascendental estudiar estas anomalías climatológicas debido a los impactos económicos y humanos. Si bien los sucesos hidrometeorológicos son los que más daños generan y sus repercusiones se manifiestan en la población, las sequías son el se- gundo fenómeno que más estragos financieros causan, aunque no son los que más comunidades lesionan".

Complementó sus palabras, dando a conocer que: "Del año 2000 al 2015, se reportaron 145 sequías que ocasionaron perjuicios por casi 21 mil millones de pesos, de ahí la importancia de analizar y comprenderlas por medio de tecnologías y modelos numéricos para cuantificarlas y determinar el deterioro”.

La sequía y la falta de lluvias, explicó; "Son eventos naturales temporales y recurrentes y una parte normal del clima en todas las regiones del mundo. Sin importar si son húmedas o secas están catalogadas en distintas intensidades, y la sequía excepcional es la más severa. Tanto la precipitación como el almacenamiento de agua presentan tendencias negativas y tal vez, en un futuro, no tendríamos que estar hablando de sequías, sino de aridez o desertificación, según los factores que intervengan, pero una vez que entremos en ello será un periodo de difícil regreso a las condiciones anteriores.

La pregunta la dejo en el tintero, la respuesta no queremos conocerla, puesto que si se alcanzó ya "el punto de no retorno", el futuro se presentara sin el agua al que estamos habituados.
 
Y los efectos se dan en diversas esferas de la vida humana y de los demás seres vivos, desde lo económico para las mayorías hasta la supervivencia de especies de seres vivos, tanto animales como plantas.





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