Dos recientes descubrimiento en la lucha contra el cáncer.
Generan prometedor método para tratar cánceres recidivantes.
Un grupo de investigadores de la Universidad Internacional de Florida desarrolló un método de medicina funcional de precisión contra el cáncer que combina pruebas genéticas con una nueva forma de probar fármacos individuales en muestras tumorales.
Este enfoque combinado, desarrollado por la doctora Diana Azzam, investigadora oncológica de la Universidad Internacional de Florida, se empleó con éxito por primera vez para guiar el tratamiento de pacientes pediátricos con cáncer recidivante en colaboración con la firma First Ascent Biomedical y Maggie Fader, del Instituto Helen & Jacob Shaham para Cáncer y Trastornos Sanguíneos del Hospital Infantil Nicklaus de Miami.
El resultado, publicado en Nature Medicine, fue que 83% de los niños mostraron mejoría, incluso Logan Jenner, de 8 años de edad , cuya leucemia recidivante fue tratada con éxito mediante el nuevo enfoque guiado de la doctora Azzam.
A los tres años de edad, Logan Jenner fue diagnosticado con "leucemia mieloide aguda"(AML). Que es un tipo de cáncer hematológico y de la médula ósea con exceso de glóbulos blancos inmaduros; avanza rápidamente y las células mieloides interfieren en la producción normal de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Los síntomas incluyen fatiga, infecciones recurrentes y aparición de hematomas con facilidad. Actualmente su tratamiento incluye quimioterapia, así como, otras terapias con fármacos y trasplantes de células madre.
La leucemia linfoblástica aguda (LLA) recidivante en adultos es cáncer que recidivó (volvió) después de haber estado en remisión. La LLA quizás vuelva en la sangre, la médula ósea u otras partes del cuerpo.
Tomada de la página del National Cancer Institute.
Después de un resultado favorable, al recibir quimioterapia y un trasplante de médula ósea. Lamentablemente, el cáncer reapareció catorce meses después.
Se conoce que la leucemia comienza en la médula ósea, la parte suave del interior de ciertos huesos en donde se forman las nuevas células de la sangre, es decir, son células productoras de sangre, de células adiposas y de tejidos de soporte. Una pequeña fracción de las células productoras de sangre son células madre sanguíneas.
En el interior de la médula ósea, las células madre sanguíneas se convierten en nuevas células sanguíneas. Durante este proceso, las células se convierten en linfocitos, que son un tipo de glóbulo blanco, o en otras células productoras de sangre, las cuales son tipos de células mieloides. Las células mieloides se pueden desarrollar en glóbulos rojos, glóbulos blancos, pero que no son linfocitos, o plaquetas. Estas células mieloides son las células anormales en la (AML).
Sucede que ciertas células sanguíneas crecen de manera descontrolada y sobrepasan en número a las células normales.
Aseguró Azzam, quién es miembro de la Sociedad de Medicina Funcional de Precisión, que dirigió el estudio: "Esta podría ser la forma de convertir el cáncer en una enfermedad manejable. Los resultados son emocionantes porque el cáncer que reaparece es mucho más difícil de tratar. Ver la mejora en 83% de los pacientes es increíblemente prometedor”.
"El método que utilizamos consiste en tomar una muestra de sangre o tumor y enriquecer y procesar las células cancerosas en el laboratorio de forma que asemejen su crecimiento normal en el organismo. A continuación, el cáncer se expone a más de 120 fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos, tanto oncológicos como no oncológicos. Estos fármacos también pueden probarse en diversas combinaciones recomendadas por el equipo clínico. El proceso completo dura cerca de una semana".
Por su parte afirmó el decano del Colegio Stempel y uno de los autores del artículo, Tomás R. Guilarte: “El método del laboratorio Azzam elimina las conjeturas y proporciona una lista de los fármacos más eficaces con los que puede trabajar el oncólogo”.
Con esta aportación se incrementa la esperanza de reducir la siniestralidad por cáncer, lo que resulta esperanzador, en los casos infantiles, que son directamente responsables de la gran cantidad de científicos y estudios que se realizan sobre estos casos.
Descubren que el melanoma rompe genes para resistir a la acción de los fármacos.
Imagen sobre el gen (BRAF). Tomada de Europa Colon España.
Un estudio del Centro de Regulación Genómica, en Barcelona, y publicado en la revista Cell Reports, explica uno de los mecanismos usados por el melanoma para desarrollar resistencia a los fármacos. En respuesta al tratamiento, éstos rompen partes de su gen (BRAF), también conocido como una deleción genómica.
Esto ayuda al tumor a crear versiones alternativas de la proteína (altBRAFs) que carecen de regiones a las que se dirigen los inhibidores de (BRAF), haciendo que los fármacos sean menos eficaces. El hallazgo fue consistente en varios modelos de laboratorio y muestras tumorales de pacientes.
Es sabido que alrededor de uno de cada dos pacientes con melanoma tendrá mutaciones en el gen (BRAF). Este gen normalmente produce una proteína que ayuda a controlar el crecimiento celular, pero las mutaciones hacen que las células crezcan y se dividan sin control, lo que ocurre en muchos tipos diferentes de cáncer, pero especialmente en el melanoma. Éste, ocurre cuando las células productoras de pigmento que dan color a la piel se vuelven cancerosas. Sus síntomas incluyen neoplasias inusuales y nuevas, o cambios en un lunar ya existente, pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo.
Los hallazgos son importantes porque se pensaba que los (altBRAFs) se fabricaban a través de "splicing", que es como se denomina a un proceso biológico que las células usan para sintetizar diferentes proteínas del mismo gen. El descubrimiento que indica que las deleciones genómicas, y no el "splicing", son la causa de la creación de (altBRAFs), cambia el enfoque de futuras estrategias terapéuticas.
Explica el profesor de investigación del "International Computer Room Experts Association" (ICREA) Juan Valcárcel, coautor del estudio: “Durante años, hemos sabido que algunos pacientes producen (altBRAFs) y que ayudan al cáncer a resistir a la acción de los fármacos, pero no entendíamos el mecanismo responsable. Saber que las deleciones genómicas son la causa abre nuevas vías para desarrollar terapias que podrían ayudar de forma más eficaz a los pacientes con mutaciones BRAF”.
Este estudio encontró las mismas deleciones genómicas en melanomas que aún no habían sido tratados con la combinación de fármacos, hecho que resultó totalmente inesperado.
En otras palabras, los melanomas desarrollan, de forma natural, unos mecanismos que imitan la resistencia a los fármacos, incluso sin estar expuestas a ellos. El hallazgo permite mejorar la eficacia de las terapias de primera línea, por ejemplo, identificando estos mecanismos de resistencia con cribajes genéticos.
Aún más sorprendente, el estudio también muestra que las deleciones genómicas podrían ser un mecanismo de oncogénesis y resistencia más extendido de lo que se creía. Aunque es poco común, los autores del estudio encontraron evidencia de deleciones genómicas en melanomas con un gen (BRAF) que funciona normalmente, así como en otros tipos de cáncer, incluido el de pulmón de células no pequeñas, el de mama, el de riñón y el de próstata.
Los hallazgos podrían extender la proporción de pacientes que se beneficien de tratamientos que actualmente se encuentran en desarrollo clínico, en un abundamiento, explicó el líder del estudio, el oncólogo Francisco Aya Moreno: “Ha sido inestimable la oportunidad de abordar esta investigación con la perspectiva de un médico y de un científico. Nos permitió descubrir no sólo cómo los melanomas crean resistencia al tratamiento, sino también cómo este conocimiento podría conducir a terapias más eficaces para los pacientes. Esta fusión de diferentes conocimientos es vital para lograr un progreso real en nuestra lucha contra el cáncer. El melanoma produce la mayoría de las muertes por cáncer de piel. La incidencia mundial sigue aumentando y se necesitan tratamientos nuevos y más eficaces para aliviar la carga sanitaria de la enfermedad. Un avance importante en los pasados años está en el uso clínico de pruebas genéticas para buscar mutaciones específicas y usar fármacos dirigidos a estas dianas terapéuticas para un tratamiento más personalizado y eficaz".
El descubrimiento de las mutaciones (BRAF) ha llevado al desarrollo de terapias para inhibir su función. En los pasados diez años, el tratamiento estándar para el melanoma ha sido atacar simultáneamente las mutaciones (BRAF) y (MEK). Estos dos genes forman parte de la vía de señalización (MAPK), que, en el cáncer, se reconfigura para impulsar un crecimiento descontrolado. Atacando dos puntos críticos diferentes en la misma ‘cadena de dominó’ mo- lecular ayuda a retrasar o detener el crecimiento del cáncer.
Pese a una excelente respuesta inicial al uso combinado de inhibidores de primera generación, alrededor de 50% de los pacientes que presentan melanoma con mutaciones (BRAF) recaen en un año. El cáncer adquiere resistencia a los fármacos, encontrando otras formas de reactivar la vía (MAPK) a través de varios mecanismos.
Estas ampliaciones sobre variantes conocidas en el desarrollo de la terapias cancerosas, dan un fuerte impulso a logros a otorgar a los pacientes de esta enfermedad. Sitúan en mejores perspectivas a la población afectada.
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