La historia del "SIDA" es un ejemplo perfecto de la desinformación científica.
El "Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida" (SIDA), es el estado más avanzado de la infección llamada "VIH", la cual es causada por el "Virus de Inmunodeficiencia Humana" (VIH), entonces, las siglas “VIH” pueden referirse al virus y a la infección que causa.
El "Virus de Inmunodeficiencia Humana" ataca y destruye los "linfocitos T CD4" que son células de "Sistema Inmunitario", su tarea es combatir las infecciones, es claro que su pérdida dificulta la lucha del organismo contra las infecciones y ciertas clases de cáncer. Sin tratamiento, este virus puede gradualmente destruir el Sistema Inmunitario y la infección viral se convierte en (SIDA).
Esquema que muestra al virus de inmunodeficiencia humana,
tomada de la página Secretaría de Salud de México.
El (VIH/Sida) ha tenido un gran impacto en la sociedad, como enfermedad y como una fuente de discriminación, originada por la dimensión sexual de la transmisión del virus que reforzó el estigma y la desinformación sobre ella. Por la aparición de unas manchas de color rosáceo en el cuerpo del infectado, la prensa comenzó a llamar al (SIDA), la «peste rosa», causando una confusión, atribuyéndola a los homosexuales, lo que propició fuertes situaciones de discriminación, las víctimas de esta enfermedad eran aisladas por la comunidad, los amigos e incluso la familia. Los niños afectados no eran aceptados por las escuelas debido a las protestas de los padres de otros niños, en general la gente temía acercarse a los infectados, ya que pensaban que podían contagiarse por un contacto casual como dar la mano, abrazar, besar o compartir utensilios con un infectado. Ha sido centro de muchas controversias relacionadas con la religión, incluida la decisión del Vaticano de no apoyar el uso de los preservativos como prevención.
La situación actual, después de cuatro décadas del inicio de la hoy catalogada como pandemia, es la siguiente.
En un video difundido a mediados del pasado mes de abril, antes de ser suprimido en "YouTube", después de haber sido marcado como "visto" miles de veces; un internauta anónimo afirmaba decir “la verdad” sobre el (SIDA) y aseguraba que se trata de “una falsa pandemia” inventada para vender “tratamientos falsos”.
Cartel publicitario de la campaña 2023, tomada de Faxinfo.
Esto ocurrió en plena campaña de "Sidaction", que es un muy importante evento público francés, cuyo lema es "Ensemble contre le Sida", es decir "Juntos contra el Sida", esta asociación para la lucha contra el (VIH/Sida) fue creada en 1994, pero también es un gran evento televisivo y luego una maratón audiovisual en canales públicos que se celebra cada año con el fin de recaudar donaciones que financian igualmente programas de centros de investigación y atención y asociaciones de prevención, en Francia y en el extranjero.
Pero, recordemos que hace cuarenta años un equipo del Instituto Pasteur de Francia descubría el virus que le causaba, un hito que marcó la primera etapa en la lucha contra una epidemia que ha dejado más de cuarenta millones de muertos; y nunca hemos estado más cerca de disfrutar de un futuro sin esta enfermedad La llegada de los primeros tratamientos y, más recientemente, el alivio terapéutico han dado muchas esperanzas a investigadores y personal médico.
Hoy en día, una persona seropositiva que recibe un tratamiento eficaz ya no transmite el virus. Pero el (VIH/SIDA) sigue siendo una realidad, muy estigmatizante para las personas que viven con él.
Para el año 2021, en Francia, el 29% de las personas que descubrieron su seropositividad se encontraban en un estado avanzado de la infección, cifra que no disminuye. Sin embargo, el cribado se paralizó en 2020, durante la crisis del Covid-19: la actividad cayó un 13% respecto a 2019 y este retraso no se compensó en 2021, sin embargo, la prueba sigue siendo crucial en la lucha contra el (VIH/SIDA) tanto para velar por la salud de los infectados y como para controlar la epidemia.
Por lo tanto, es necesario alentarle, una y otra vez, considérese que esta es la lucha que lleva a diario la Asociación "AIDES Saint-Martin", que forma parte de la junta directiva de "Sidaction" a nivel nacional, y que está coordinada por Angeline Pottier; "AIDES Saint-Martin" colabora con otras estructuras asociativas como "Safe" o "la Cruz Roja" y el Centro Hospitalario Louis-Constant Fleming a través de campañas de sensibilización y detección en el campo.
Un enorme obstáculo ha sido siempre, el problema de la falta de información, así como de la desinformación, para lo cual se ha contado con la participación de diversas instituciones de distintos países.
Desde las operaciones de desinformación de la agencia rusa "Комит́ет Госуд́арственной Безоп́асности", traducido como "Comité para la Seguridad del Estado" (KGB), hasta los falsos remedios promovidos en Internet, y contando con la censura del Vaticano, la historia del "SIDA" está marcada por teorías conspirativas, que han sido reavivadas por la epidemia de Covid-19.
Ha asegurado la directora de "Sidaction", Florence Thune: "La teorías revisionistas conocen un recrudecimiento desde la epidemia de Covid-19, aunque en los pasados cuarenta años los cuestionamientos sobre la existencia del virus (VIH) “siempre han estado ahí”, éstos fueron reactivados por “las redes sociales” y la pandemia".
Nos explica la coordinadora médica Radia Djebbar: "La asociación francesa Sida Info Service comparte la misma constatación. Tenemos llamadas de personas que se preguUnesco, ntan sobre los orígenes del virus o creen que las terapias están destinadas a hacer ganar dinero a los laboratorios”.
Audrey Azoulay, directora general de "La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura" (UNESCO), expresó: "Las teorías de conspiración causan un daño real a las personas, a su salud y también a su seguridad física. Amplifican y legitiman conceptos erróneos sobre la pandemia y refuerzan estereotipos que pueden exacerbar la violencia y las ideologías extremistas violentas".
Teorías conspirativas.
La pandemia de "Covid-19" ha provocado un aumento preocupante en las teorías de desinformación y conspiración. Las teorías conspirativas pueden ser peligrosas: a menudo se dirigen y discriminan a grupos vulnerables, ignoran la evidencia científica y polarizan a la sociedad con graves consecuencias
Comenta el profesor Seth Kalichman, especialista en sicología social de la Universidad de Connecticut: “Lo fascinante de las teorías conspirativas es que no evolucionan, sólo se propagan, la desinformación está como congelada y no se adapta a los avances científicos”.
Porque la desinformación sobre el sida es tan antigua como la propia enfermedad.
Fue en el año 1983, en plena guerra fría, que la (KGB) organizó "La Operación Denver", destinada a hacer creer que el sida había sido desarrollado en un laboratorio secreto en Estados Unidos, un rumor difundido por todo el mundo durante casi diez años.
El doctor en Ciencias Políticas, y sociólogo Arnaud Mercier, explica las coincidencias que han surgido al inicio de diversas pandemias: "La mal llamada gripe española o más recientemente la epidemia de (H1N1) Covid-19, también se vieron acompañadas de desinformación. Siempre es el mismo escenario, ante lo desconocido hay que encontrar certezas, y no se le da tiempo a la ciencia. Esto explica por qué estas teorías se parecen mucho a las que circularon durante el Covid-19".
“Con cada epidemia mortal surge la idea de que es conveniente para alguien, y cada uno ve en ella al enemigo. En el caso del sida, se dice que los países ricos quieren erradicar a los pobres, o bien que los laboratorios buscaban hacer dinero”, detalla Mercier.
África, duramente afectada por el virus, también ha estado a la vanguardia de la desinformación sobre el tema, y al más alto nivel. Las autoridades aseguraban que el sida no estaba relacionado con el (VIH) sino con la pobreza. El ex presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, retrasó durante años el acceso de sus conciudadanos al tratamiento antirretroviral.
Los desinformadores también promueven remedios falsos, que, según ellos, son mucho más eficaces que los medicamentos “asesinos” de los grandes laboratorio médicos, llamados coloquialmente como "Big Pharma", según una retórica bien elaborada.
Por ejemplo, entre los promotores de “remedios milagrosos”, encontramos al mismo doctor en virología Luc Montagnier, (1932 - 2022), que fuera codescubridor del (VIH), quién afirmó que el jugo de papaya fermentado podía curar a los seropositivos, o a Irene Grosjean quién asegura que el (SIDA) se puede curar con semillas, verduras y frutas, fundamentada en su teoría que indica que todas las enfermedades de los humanos pueden ser curadas a base de cambios en la alimentación, los hábitos y ciertas prácticas pseudo científicas calificadas como «naturales» o «no invasivas» y que promueve la «autocuración».
Cartel conmemorativo del aniversario cuarenta, en que la humanidad de enteró de la existencia del (SIDA). Tomada de Cesida
Es muy importante resaltar que en el caso del (SIDA), la dimensión sexual de la transmisión del virus reforzó el estigma y la desinformación. Recuerda Mercier: “No olvidemos que la enfermedad se llamó durante años la "peste rosa".
En un contexto de homofobia y represión de ciertas prácticas sexuales, las instancias católicas contribuyeron a difundir un mensaje peligroso, como el papa Benedicto XVI, quien afirmó en 2009 que la distribución de preservativos agravaba el problema del (SIDA).
Apunta Radia Djebbar: "Hoy, cuarenta años después del descubrimiento del (VIH), “el principal problema es el desconocimiento del virus, especialmente entre los jóvenes, algunos creen que se arriesgaron al besar a un colega, mientras que otros creen que son inmunes porque son heterosexuales”.
Los resultados de la encuesta anual realizada con el "Instituto Francés de Opinión Pública" (IFOP) entre jóvenes de 15 a 24 años muestran que las ideas recibidas sobre el (VIH/SIDA) están desapareciendo, se descomponen dando lugar a ideas equivocas. Ante esta observación, la "Sidaction" ha pedido una intensificación de las campañas de sensibilización y la aplicación efectiva de las tres sesiones anuales obligatorias de educación sexual en la escuela.
Este es el panorama que se vive en Francia, pero se estima que este "botón", refleja la tendencia existente a nivel mundial, después de tanto tiempo, las informaciones científicas confirmadas con rigor y su difusión, ya no se vierten como en el pasado. No estar de moda, le otorga al (SIDA) la necesidad, de volver a acercar la información a las nuevas generaciones.
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