La existencia de vapor de agua fue confirmada en un cometa del cinturón principal de asteroides.
Los cometas han llamado la atención de los humanos de cada una las épocas y lugares, en todas las civilizaciones existen creencias sobre ellos. Generalmente eran considerados un mal augurio, debido a que se relacionaban con hechos históricos, como batallas, nacimientos o muertes. Para los humanos la súbita aparición de cometas, dado que no se sabía que llegaban hasta que eran visibles, presentaba un panorama que rompía con el equilibrio que normalmente existía en los cielos. Cabe mencionar que estas creencias perduran hasta nuestros días, aunque tienen mucho menos predicamento que en la antigüedad.
En la antigüedad, su aparición venía acompañada de malos presagios, los encargados del estudio e interpretación de los cielos, no eran científicos, eran "astrólogos", su justificación de existir, era que adivinaban, y le atribuían la realización de hechos, como el augurio de muerte inminente de algún rey o emperador, a conveniencia del patrocinador. Pero lo cierto es que, si bien este tipo de creencias ha sido superado por la mayoría de las personas, sin embargo, ahora existe el temor de un posible impacto sobre la superficie de la Tierra de efectos apocalípticos. Recordar la película "Deep Impact" o "Impacto Profundo", del año 1998, después de la expectación que generó la aparición del cometa "Hale - Boop", y que presenta como escenario el impacto de un cometa contra la Tierra. Visible por dieciocho meses, de julio de 1996 a diciembre de 1997, puso muy de moda, el tema cometa. Era un fenómeno creciente y numerosas páginas web que seguían el progreso del cometa y que facilitaban imágenes diarias desde todo el mundo se volvieron muy populares. "Internet" desempeñó un papel determinante alimentando el interés público, hasta ese entonces sin precedentes, sobre el "Hale - Bopp". 26 años después un nuevo estudio nos remite a la importancia de estos cuerpos celestes, con independencia a las posibles derivaciones catastróficas.
Cometa "Hale Boop", captado el 29 de marzo de 1997. Pudo ser contemplado a simple vista durante 18 meses.
Fue conocido como el "Gran Cometa de 1997". Tomado de wikipedia y a su vez de
Salzgeber. at. astro. pics. Philipp Salzgeber.
Estos cuerpos celestes, ahora se sabe, están compuestos por polvo, rocas y partículas de hielo; son generalmente descubiertos de manera visual o usando telescopios de campo ancho u otros medios de magnificación espacial óptica, tales como los binoculares. Sin embargo, aun sin acceso a un equipo óptico, es posible descubrir un cometa rasante solar "en línea" si se dispone de una computadora y conexión a "Internet". En los años recientes, el "Observatorio Rasante Virtual de David" (David J. Evans) (DVSO) ha permitido a muchos astrónomos aficionados de todo el mundo descubrir nuevos cometas en línea (frecuentemente en tiempo real) usando las últimas imágenes del "Solar and Heliospheric Observatory" (SOHO), una sonda espacial lanzada en el año de 1995.
A diferencia de los asteroides, los cometas son cuerpos sólidos compuestos de materiales que se subliman en las cercanías del Sol. A gran distancia, a partir de cinco a diez Unidades Astronómicas (UA), desarrollan una atmósfera que envuelve al núcleo, llamada "coma" o "cabellera" que está formada por gas y polvo. A medida que el cometa se acerca al Sol, el viento solar azota la "coma" y se genera la "cola" característica, la cual está formada por polvo y el gas de la coma ionizado. En el correspondiente recuento, se sabe que a partir de abril de 2021 hay cuatro mil 595 cometas conocidos. Un número que aumenta constantemente a medida que se descubren más, en consecuencia de las mejoras logradas en las herramientas tecnológicas para su búsqueda y el aumento en el número de personas que les buscan en los cielos, sin embargo, esto representa solo una pequeña fracción de la población total potencial de cometas, ya que se estima que la reserva de cuerpos similares a cometas en el Sistema Solar exterior, en la "Nube de Oort" es de un billón de cuerpos celestes con estas características.
Nota: UA, es una unidad de medida, por definición, a 149 597' 870 700 metros, que equivale aproximadamente a la distancia media entre la Tierra y el Sol.
La "Nube de Oort", es una nube esférica de "objetos transneptunianos" que se encuentra en los límites del "Sistema Solar", distante a casi a un año luz del Sol.
Recreación artística del cometa Read. Fotografía de la NASA.
Observaciones con el "Telescopio Espacial James Webb" (JWST) permitieron confirmar por primera vez la existencia de gas, específicamente vapor de agua, alrededor de un cometa, localizado en el Cinturón Principal de Asteroides, lo que indica que el hielo del Sistema Solar Primordial puede estar preservado en esa región.
Sin embargo, con la exitosa detección de agua por el instrumento "Espectrógrafo del Infrarrojo Cercano" (NIRSpec) del telescopio, llega un nuevo rompecabezas: a diferencia de otros, el cometa "238P / Read", no tenía dióxido de carbono detectable, advirtieron los científicos del nuevo estudio, mismo que fue publicado en la revista "Nature".
Afirmó en un comunicado la doctora Stefanie Milam, científica adjunta del proyecto del (JWST), para Ciencia Planetaria y coautora del estudio: “Nuestro mundo saturado de agua, repleto de vida y, hasta donde sabemos, único en el universo, es algo misterioso: no estamos seguros de dónde provino toda esta agua. Entender la historia de la distribución del recurso en el sistema solar nos ayudará a comprender otros sistemas planetarios y si podrían estar en camino de albergar un planeta similar a la Tierra”.
El Cometa Read es un objeto que reside en el Cinturón Principal de Asteroides, pero que de forma periódica muestra un halo, o coma, y una cola. Los cometas del cinturón principal en sí mismos son una clasificación bastante nueva, y Read fue uno de los tres originales utilizados para determinar esta categoría. Antes de eso, se tenía entendido que esos cuerpos celestes residían en el cinturón de Kuiper y la nube de Oort, más allá de la órbita de Neptuno, donde sus hielos podrían estar preservados a mayor distancia del Sol.
El material congelado que se vaporiza a medida que los cometas se acercan al astro es lo que da a estos objetos su coma y su cola flotante características, diferenciándolos de los asteroides. Los científicos han especulado durante mucho tiempo que el hielo podría conservarse en el cinturón de asteroides más cálido, dentro de la órbita de Júpiter, pero obtener la prueba definitiva era difícil, hasta la llegada del (JWST).
Explicó el astrónomo Michael Kelley, de la Universidad de Maryland, autor principal del estudio: “En el pasado, hemos visto objetos del cinturón principal con todas las características de los cometas, pero solamente con estos datos espectrales precisos del James Webb podemos decir que sí, definitivamente es hielo lo que crea ese efecto. Con las observaciones del cometa Read obtenidas con el telescopio, ahora podemos demostrar que el hielo del sistema solar primitivo puede estar preservado en el cinturón de asteroides”.
La ausencia de dióxido de carbono fue una sorpresa mayor. Por lo general, ese gas constituye alrededor del diez por ciento del material volátil de un cometa que puede vaporizarse fácilmente con el calor del Sol.
Imagen del "Cinturón de Kuiper", Tomada de Ecured.
Es un conjunto de cuerpos de cometa que orbitan el Sol a una distancia entre treinta y cien (UA). El cinturón de Kuiper recibe su nombre en honor a Gerard Kuiper (1905 - 1973), que predijo su existencia en los años sesentas, treinta años antes de las primeras observaciones de estos cuerpos. Los objetos descubiertos hasta ahora poseen tamaños de entre cien y un mil kilómetros de diámetro. Se cree que este cinturón es la fuente de los cometas de corto periodo. El primero de estos objetos fue descubierto en 1992 por un equipo de la Universidad de Hawái.
El líder del equipo científico ofrece dos explicaciones posibles para la falta de dióxido de carbono, sostuvo Kelley: “Una es que el cometa Read tenía dióxido de carbono cuando se formó, pero lo ha perdido debido a las temperaturas cálidas. Estar en el cinturón de asteroides durante mucho tiempo podría ocasionar esto: el dióxido de carbono se vaporiza más fácilmente que el hielo y se habría filtrado durante miles de millones de años. Otra opción, es que el cometa Read se habría formado en una bolsa particularmente cálida del sistema solar, donde no había dióxido de carbono disponible".
El siguiente paso es llevar la investigación más allá del cometa Read para ver cómo se compara con otros del cinturón principal, señaló la doctora en astronomía Heidi Hammel, de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía y jefa del Programa de Observaciones con Tiempo Garantizado del James Webb para objetos del Sistema Solar y una de las coautoras del estudio: “Esos objetos del cinturón de asteroides son pequeños y tenues, y con el telescopio podemos ver lo que ocurre con ellos y sacar algunas conclusiones. ¿También carecen de dióxido de carbono otros cometas del cinturón principal? De cualquier manera, será emocionante descubrirlo”.
La doctora Milam imagina las posibilidades de traer la investigación aún más cerca de nuestro planeta: “Ahora que Webb ha confirmado que hay agua preservada a tan poca distancia, sería fascinante hacer un seguimiento del hallazgo con una misión de recolección de muestras y saber qué más pueden decirnos los cometas del cinturón principal”.
El Cinturón Principal de Asteroides, es una región del Sistema Solar, de alrededor de 550 millones de kilómetros, que se localiza entre los planetas Marte y Júpiter, esto es, el último de los planetas interiores y el primero de los planetas exteriores, sirviendo como separación entre ambos conjuntos planetarios. Alberga multitud de objetos irregulares denominados asteroides o "planetas menores", se denomina así con la finalidad de distinguirla de otras agrupaciones de planetas menores dentro del Sistema Solar, como son el "Cinturón de Kuiper" o "Disco Disperso", o la zona ubicada en los confines del sistema, a casi un año luz de distancia, conocida como "Nube de Oort". Algunos de estos asteroides tienen incluso satélites que orbitan a su alrededor, las naves que han navegado a través de él, han demostrado que está prácticamente vacío, pues las distancias que separan los unos de los otros son enormes.
El Cinturón de asteroides puede ser parte de la nebulosa protosolar. Tomada de la página Concepto.
Es entonces muy probable que en el futuro se incrementen misiones de exploración y recolección de muestras a esta zona, como ya sucedió; fue en el año 2016, que la "Agencia Nacional de Administración Aeronáutica y del Espacio" (NASA) lanzó la nave espacial "Osiris-Rex" para estudiar un asteroide cerca de la Tierra llamado "Bennu". Después de estudiar al asteroide durante unos años, recogió una muestra de polvo y rocas de la superficie del asteroide. Actualmente la nave se dirige de regreso a la Tierra. Su contenedor de muestra aterrizará en el desierto de Utah en septiembre de 2023. Luego, los científicos recolectarán el contenedor y examinarán el polvo y las rocas en busca de pistas sobre cómo se formaron los planetas y comenzó la vida. La "Machincuepa Cuántica" en el mes de diciembre del 2018, dio a conocer los resultados de la visita al asteroide "Bannu", con los títulos: "El asteroide "Bennu" ha sido abordado" el día seis, y "Bennu formó parte de un cuerpo mayor que tuvo agua" el día once; asimismo, publicó el 22 de octubre del 2022, el artículo "Muestras del asteroide "Ryugu" arrojan luz sobre cómo fue la aparición de los océanos terrestres y el origen de la vida", que puede consultarse pues contiene datos de la misión japonesa que culmino con éxito, la importación de muestras de este asteroide, que se encuentran en la Tierra para su investigación y análsis. Por lo que supongo que habrá muchas nuevas noticias sobre los cuerpos planetarios cercanos a nuestro planeta, y por este medio podrá enterarse.






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