La posibilidad del habla en las especies homínidas viene de etapas anteriores, investigaciones sobre esta características en los grandes simios, dan la pauta.

Hoy día existen muchas dudas sobre las formas en que se dieron los logros que los Homo sapiens, obtuvimos en el transcurso evolutivo y que nos dan las características que, teorizamos, nos llevaron a ser los animales inteligentes y sabios que somos. En el camino seguido desde que inicio la vida en nuestro planeta, se rastrean las señales que indican como fue el proceso que nos deja, según nosotros  mismos en la cúspide de la escala.

La capacidad del habla es una de tantas preguntas, pero, abordemos las cosas desde el principio, situándonos en la época de la formación de la que definimos la "clase mamífera".



Lámina que muestra diferentes especies de mamíferos, actualmente se conocen unas 5,486 especies, la gran adaptabilidad los han llevado a habitar todos los ecosistemas del planeta; reptan, saltan, corren, nadan y vuelan. para su alimentación muchos de ellos son capaces de aprovechar la más variada gama de recursos alimenticios, mientras otros están especializados en determinados alimentos, un sinfín de circunstancias ha forzado a estos animales a evolucionar adoptando una multitud de formas, estructuras, capacidades y funciones, por ello en su conjunto conforman uno de los grupos dominantes sobre La Tierra. Tomada de la página So Científica.

Los mamíferos son una clase de animales vertebrados, amniotas, y homeotermostodos descienden de un antepasado común que se remonta probablemente a finales del "Triásico", hace más de doscientos millones de años. Pertenecen al "clado" de los "sinápsidos", que son animales que presentan una única abertura en el cráneo detrás de cada ojo, en la parte inferior del hueso temporal, la sien, que incluye a los mal llamados "reptiles mamiferoides", esto es, reptiles similares a los mamíferos, un grupo de animales que no eran ni reptiles, ni tampoco mamíferos, aunque estaban más relacionados con estos últimos que con los primeros.

Ahora bien, los sinápsidos más primitivos se teoriza tenían un aspecto de "lagartos desnudos", sin escamas ni pelo, y su aspecto general era más similar al de los actuales lagartos que al de los mamíferos modernos. Se desconoce con exactitud cual fue el momento en que desarrollaron las glándulas mamarias, pero se conoce que fueron los primeros tetrápodos en poseer varios tipos de dientes, también poseían varios huesos pequeños que formaban la mandíbula inferior, que fueron reduciéndose en número y en tamaño en el curso de su evolución hasta convertirse en los huesecillos que forman el  oído medio de los mamíferos.

La presencia de un paladar secundario, de patas dispuestas verticalmente bajo el cuerpo y la estructura de la mandíbula inferior, sugieren que muchas características mamalianas, incluyendo una capa de pelo, habían aparecido ya en estos sinápsidos que habitaron el planeta durante el Pérmico superior. Hoy se sabe, gracias a impresiones halladas bajo los restos fósiles, que algunos "terápsidos" tenían pelo.

Los primeros restos fósiles de mamíferos semejantes a los actuales provienen de finales del Cretácico, hace unos setenta millones de años; eran animales poco abundantes, insectívoros, no muy diferentes de las actuales musarañas (Suncus murinus). Después de cientos de miles de años, surgieron los "Euarcontoglires", que significa "verdaderos semejantes a antiguos lirones" también conocidos como "supraprimates" que constituyen un "superorden" de mamíferos placentarios, que desarrollaron dos "clados": en primera instancia los "Glires", el grupo de: "Rodentía", los roedores; y "Lagomorpha" los conejos; y en segundo término "Euarchonta", que incluye a: "Scadentiatupayas,  y "Dermoptera", colugos; y nuestro "cladolos "Primates", esto es, "Los Primeros", en el sentido de jerarquía. Algunos grupos extintos relacionados con ellos también forman parte de este superorden.


Diagrama que muestra a la "super familia" Hominoidea. Tomada de la página Quizlet.

Los "Primates" surgieron aproximadamente hace entre cincuenta y cinco y ochenta y cinco millones de años, al final del "Cretácico", a partir de pequeños mamíferos terrestres, que se adaptaron a la vida arborícola en las selvas tropicales; de hecho, muchas de las características de los primates constituyen adaptaciones a la vida en ese entorno: un cerebro de gran tamaño, agudeza visual, visión de colores, una cintura escapular modificada y manos que se usan con habilidad.

La llamada "Plataforma de la Sonda", que es una zona, sobre la que se asientan las islas del sudeste de Asia, emergió hace aproximadamente unos doce millones de años creando una nueva porción de tierra firme, lo que atrajo fauna y flora del resto del continente asiático. Las fluctuaciones en el nivel del mar principalmente a finales del Pleistoceno, que se corresponde con el Paleolítico Arqueológico, dejaba al descubierto, al retirarse las aguas, una gran masa de continente  y numerosas islas, al elevarse de nuevo.

Bajo estas circunstancias se propició el aislamiento geográfico requerido para que ocurriera la especiación, con migraciones posteriores de estas especies dentro de la misma plataforma en cuanto los puentes terrestres se restablecían. Luego de originarse los diferentes géneros en diversos sitios de esta plataforma: gibones Hooloch; Hylobates, los gibones comunes; Nomascuslos gibones del continente, en el sur de China; y el mayor de los gibones Symphalangus, denominado "Symphalangus syndactylus", la referida especiación ocurrió en la "Plataforma de la Sonda", en lugar de hacerlo en el continente asiático. Esto se muestra más abajo en el diagrama de la taxonomía de los homínidos.

En el año 2010, se llevó a cabo un estudio basado en el ADN mitocondrial, es decir, contenido en las mitocondrias, que es heredado por la línea femenina, realizado en especies de los géneros: Hylobates, Nomascus y Symphalangus, indican que la divergencia entre los hilobátidos y la familia de los homínidae, de donde surgirían los géneros: orangutanes, gorilaschimpancés, y humanos;  ocurrió hace aproximadamente diecinueve millones de años, y los orangutanes de la familia Ponginae divergieron de los otros grandes simios de África entre hace 15.7 y 12.3 millones de años, mientras que la subfamilia Ponginae se separó de la otra subfamilia Homininae, hace cuando menos unos cinco millones de años. También se muestra más abajo en el citado diagrama de la taxonomía de los homínidos.

Recientes estudios sobre el origen del habla en nuestra especie, nos indican que al investigar a los orangutanes, ellos dan nueva información al respecto .


Los orangutanes, los más arborícolas de los grandes simios, producen llamadas consonantes con mayor frecuencia y variedad que sus primos que viven en el suelo (gorilas, bonobos y chimpancés). Fotografía de la Agencia Afp / Archivo.

Los orangutanes, los más arborícolas de los grandes simios, producen llamadas consonantes con mayor frecuencia y variedad que sus primos que viven en el suelo: gorilas, bonobos y chimpancés.

De acuerdo a las conclusiones establecida sobre un nuevo estudio, realizado por expertos adscritos a la Universidad de Warwick, esto contrasta con la expectativa de que, al estar estrechamente emparentados con los humanos, los simios africanos deberían tener repertorios de llamadas más parecidos a nuestra habla.

Los Hilobátidos se diferencian de los otros hominoideos principalmente por su menor tamaño, la gran longitud de sus brazos con respecto al tamaño corporal, su estilo de vida exclusivamente arborícola, el uso de la braquiación como forma principal de locomoción y por su organización social basada en parejas monogámicas. Son los más cercanos a la subfamilia Ponginae, que contiene al género Pongo, esto es, los orangutanes

Los estilos de vida parecen haber llevado a los grandes simios a desarrollar repertorios vocales diferentes, con inventarios amplios y variados de llamadas consonantes en los simios arborícolas, como los orangutanes, más que en los terrestres. El estudio sugiere que nuestros antepasados evolutivos podrían haber llevado un estilo de vida más en los árboles de lo que se creía.


Diagrama de la taxonomía de los homínidos. Tomada de wikipedia. es. svg. de Rursus trabajo de Petruss. talk.
Los hilobátidos (Hylobatidae) son una familia de primates hominoideos que incluye a todas las especies de gibones y al siamang.

El primatólogo Adriano Lameira, catedrático asociado de sicología de la Universidad de Warwick, investigó los orígenes del lenguaje hablado humano, que se compone universalmente de vocales que adoptan la forma de sonidos con voz, mientras que los sonidos sin ésta adquieren la forma de consonantes.

Los primates no humanos se han estudiado durante décadas en busca de pistas sobre cómo evolucionaron el habla y el lenguaje en nuestra especie. Sin embargo, las llamadas de los primates no humanos se componen principal o exclusivamente de sonidos vocálicos. 

Mediante un comunicado, señaló el doctor Adriano Lameira: “Esto nos lleva a preguntarnos de dónde proceden las consonantes que componen todas las lenguas del mundo. Hasta ahora, las teorías sobre la evolución del habla se han centrado exclusivamente en la conexión entre la anatomía laríngea de los primates y el uso humano de las vocales. Sin embargo, esto no explica cómo los sonidos consonánticos sin voz se convirtieron en un componente fundamental de todas las lenguas habladas en el mundo”.

Para comprender los orígenes del habla y la raíz de los sonidos consonánticos en el linaje humanos, Lameira comparó las pautas de producción vocal consonántica en el repertorio vocal de tres grandes linajes de grandes simios que sobreviven de la familia "hominidae" antaño diversa, que contiene la raíz de los: orangutanes, gorilas, bonobos y chimpancés.

A diferencia de otros primates, pero de forma similar a cualquier lenguaje humano hablado, los repertorios de llamadas de los grandes simios constan de llamadas consonánticas y vocálicas. Sin embargo, hay incoherencias en el uso que hacen los grandes simios de los sonidos consonantes en la naturaleza.


Comparativo de las distintas especies incluidas en Hominoidea.
Estudios realizados con técnicas moleculares del Ácido Desoxirribonucleico "ADN" indican que los chimpancés, gorilas y humanos forman un "clado", con los orangutanes un poco más separados filogenéticamente. Tomada de wikipedia

La investigación sugiere que vivir en los árboles podría haber sido una preadaptación para la aparición de las consonantes y, por extensión, para la evolución del habla en nuestros antepasados humanos.

Anteriormente, los Hominoidea se dividían en cuatro familias: "Proconsulidae", los extintos procónsules; los "hilobátidos", gibones; los "póngidos": orangután, gorila, chimpancé y su pariente bonobo; y los "homínidos", géneros: "Australopithecus", "Paranthropus" y "Homo".

Los avances obtenidos en la genética y de la cladística han hecho obsoletas estas divisiones.

Se van abandonando viejos paradigmas, de forma lenta pero continua, ahora debemos mirar al resto de las especies de Hominoidae de diferente forma, pues, el hombre no proviene del mono, más bien compartimos millones de años de evolución. Las especies se fueron separando, más o menos así:

La separación evolutiva, de las superfamilias "Hominoidea" y "Cercopithecoidea", los monos del viejo mundo,  se produjo hace entre 29.2 a 34.5 millones de años, con esta modificación se perdió la cola o rabo. 

Las familias "Hominidae" e "Hylobatidae", los gibones, se separaron hace cuando menos diecinueve millones de años.

La subfamilia Ponginae, los orangutanes, se separó de la otra subfamilia "Homininae", hace de entre diecisiete y veinte millones de años.

La separación del género de los gorilas, con los chimpancés y humanos ocurrió hace aproximadamente de entre  doce y quince años.

La última separación fue entre chimpancés y humanos, se estima ocurrió entre hace cinco y ocho millones de años.

En la actualidad contamos con un bosquejo generalmente aceptado, pero cuyo detalle aún se encuentra en formación, hemos logrado modificar la postura que anteriormente propiciaba se desechara cualquier posibilidad de que la evolución de otras especies animales tuvieran similitudes con la humana, pero ahora se sabe que el tiempo ha permitido, cambios en las primeras especies, cuyos beneficios nunca se fueron, no obstante la formación de nuevas especies, algunos logros sobre ciertos ambientes se mantienen vigentes.


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