Las sequías en Sudamérica, están mostrando su crudeza, sin embargo no es un fenómeno único, el año 2022 fue caracterizado por estos fenómenos climáticos ocurridos en muchos lugares.

En este año 2023, la sequía y los incendios en  grandes extensiones aquejan a Chile, país situado en la costa del Océano Pacífico en Sudamérica. Todos los años, con la llegada del verano austral, el país se enfrenta al fuego en diferentes puntos de su geografía, sin embargo, este año está siendo especialmente desastroso en la zona centro-sur del país, con las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía como las más afectadas.


Especies no autóctonas, como los pinos y eucaliptos dominan el paisaje y arden con facilidad. Tomada de BBC Mundo, trabajo De Francisco Urzúa.

Las cifras dadas a conocer por la "Policía de Investigaciones" y el "Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres" (Senapred), indican que hay 3,276 damnificados y un mil ciento cincuenta y nueve viviendas destruidas. Asimismo de acuerdo con el último balance ofrecido ya son más de 25 personas fallecidas.

Durante los meses de enero y febrero de 2017, se presentaron múltiples incendios forestales generados en múltiples focos de las zonas central y sureña  de la nación, entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos, con mayor intensidad en las regiones de: O'Higgins, Maule y Biobío, adicionalmente de focos distantes en la región austral de Magallanes, convirtiéndose en un año critico.

Al igual que lo sucedido ese año, las autoridades señalaron que muchos de los fuegos actuales, se generaron por manos humanas, los distintos focos tuvieron una extensión inédita, lo cual se explicaría por la convergencia de una alta velocidad del viento, altas temperaturas pues se presentaron varias olas de calor, así como una baja humedad y la dificultosa geografía de los sectores afectados. La propagación del fuego se vio potenciada por las condiciones climáticas que otorga la temporada estival en Chile, se han denominado «factor 30-30-30», que implican la combinación de temperaturas superiores a los 30 grados centígrados, baja humedad del aire, en alrededor de un 30% y vientos superiores los 30 kilómetros por hora.

El país sudamericano vive desde hace tiempo una grave sequía que los científicos relacionan directamente con el "Cambio Climático", la Fundación Aquae, informó que el país sufre la peor sequía desde 1950, lo que obligó al Gobierno a declarar la emergencia hídrica en numerosas zonas del país: "La sequía es más que notable. El combustible pesado, con los árboles, o el combustible ligero, como los matorrales, pastos y cultivos, están bastante secos ya en una fase avanzada del verano."

El doctor en Ciencias Naturales por la "Albert-Ludwigs-Universität Freiburg", en Alemania,  Álvaro Promis Baeza, profesor de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, le dijo a BBC Mundo que: "Uno de los efectos del cambio climático han sido las fuertes sequías que ha venido sufriendo Chile en los últimos años, que han afectado la vitalidad del suelo, especialmente en la zona central del país. Al estar los suelos más secos, la vegetación sufre lo que los expertos denominan "estrés hídrico". En definitiva, el material vegetal está más seco y arde con mayor facilidad, algo que ya han notado quienes combaten el fuego en primera línea".

La orografía de estas regiones, según la opinión de los expertos, favorece la propagación del fuego y dificulta hacerle frente. La abundancia de cerros y valles contribuye a que los vientos adquieran mayor velocidad, lo que expande las llamas. En la zona del centro y sur de Chile abundan las especies vegetales invasoras que han sido introducidas por la mano del hombre. Se tiene que el roble autóctono, ha ido cediendo espacio en las últimas décadas al pino insigne o radiata, o el eucalipto, especies importadas de Norteamérica y Australia que ahora copan las explotaciones forestales que proliferaron en esta zona del país, sobre todo a partir de facilidades legales introducidas durante el gobierno militar entre 1973 y 1990. Hoy, la producción de celulosa y madera de estas explotaciones tiene gran peso en la economía chilena.


La abundancia de explotaciones forestales en la zona es uno de los factores que explican la gran propagación del fuego.

Según el profesor Promis, otro de los factores que han agravado el problema es que: "Antes había zonas de trigo y maíz, pero la globalización ha hecho caer muchos de los usos típicos agrícolas y gran parte de los productos son ahora importados. En los últimos tiempos han crecido pueblos y ciudades, y ha habido un abandono de actividades agrícolas y de los campos, que son ahora más propensos a ser el escenario del comienzo de un incendio. Muchos campesinos han abandonado o vendido sus terrenos, alentando la especulación inmobiliaria, y en los terrenos en los que no hay pastoreo ni agricultura es mucho más fácil que se acumule la maleza y se origine un incendio. 

El doctor en Ecología Forestal de la Universidad de Montana, Aníbal Pauchard, director del Instituto de Ecología y Biodiversidad de la Universidad de Concepción, y fundador del "Laboratorio de Investigaciones Biológicas" expreso su opinión: "El pino insigne y el eucalipto se queman relativamente rápido, y además de eso tenemos otras especies invasoras arbustivas que generan una cantidad de combustible muy alta. Adicionalmente se observa que el abandono de la agricultura, sumado a la proliferación excesiva de grandes explotaciones forestales, muestran que ha habido durante décadas un mal manejo en el uso del terreno".

Y las llamas no dan tregua por ahora. El presidente Gabriel Boric advirtió: "Las condiciones climáticas van a ser desfavorables, se estima que se han quemado más de setecientas mil hectáreas de terreno, lo que nos ha obligado a declarar el estado de catástrofe en las zonas más afectadas. Tenemos un incendio bastante grande, con un eje de de casi 100 kilómetros, desde Santana hasta Nacimiento. Es de lo más grande que hemos podido ver en mucho tiempo.Van a ser días muy difíciles para Chile".

Se conoce ahora que 
el Cambio Climático incrementó veinte veces la probabilidad de sequía, y esto es extensivo a diversas regiones del planeta.


Una pareja contempla lo que fue un antiguo puente de carga expuesto por los bajos niveles de agua en el embalse de Baitings, en Yorkshire, cuando se reportaron temperaturas récord en Ripponden, Inglaterra, en agosto pasado. La sequía afectó gran parte de Europa, Estados Unidos y China el verano pasado. Fotografía de la agencia Ap.

Durante el pasado verano boreal el "Cambio Climático" aumentó “al menos veinte veces” la probabilidad de sequía en el hemisferio norte, de acuerdo con un informe científico publicado a principios del otoño.

La sequía, que afectó amplias regiones de Europa, Africa,  China y Estados Unidos, corre el riesgo de producirse ahora cada veinte años, con el clima actual, en lugar de cada cuatrocientos años o incluso plazos más largos, como sucedía en el pasado, según el reporte de la red "World Weather Attribution" (WWA),  que es una colaboración académica de científicos e investigadores, que estudia la atribución de eventos extremos, cálculos del impacto del cambio climático en eventos meteorológicos extremos como olas de calor, sequías y tormentas. Cuando ocurre un evento extremo, el proyecto calcula la probabilidad de que la ocurrencia, la intensidad y la duración del evento se deban al cambio climático. El proyecto se especializa en producir informes rápidamente, mientras que las noticias del evento aún están frescas, en resumen, investiga la relación entre episodios meteorológicos extremos y el calentamiento del planeta.

Las consecuencias de esa sequía impactaron en el sector agrícola de decenas de países, con cosechas a la baja y dificultades que repercutieron en los mercados mundiales, situación que favoreció igualmente los incendios forestales y perturbó la producción de electricidad, en particular la de origen hidráulico y nuclear.

A causa de las oleadas de calor en el hemisferio norte, en las regiones fuera de las zonas tropicales, las posibilidades de sequía se multiplicaron. Lo que significa que a una profundidad de un metro, los suelos forestales o agrícolas sufren una carencia de agua que afecta a las raíces de las plantas de forma acentuada.

Reconocen esta red de científicos, que trabajan en institutos u organismos de prestigio: “Las cifras son inciertas, se carece de una exactitud absoluta, pero la verdadera influencia de las actividades humanas es probablemente más elevada”.

Lo que es un hecho, es que la temperatura media del planeta ha aumentado 1.2 grados centígrados desde la era preindustrial, según los estudios de científicos especializados en el aspecto climático.


Fotografía. Las "olas de calor" azotan en todas las regiones, tanto en el hemisferio norte como en el sur. Tomada de Fundación Aquae.

No era un panorama alentador, los expertos del "Joint Research Centre(JRCo "Centro Común de Investigación", que es el servicio de ciencia y el centro de conocimiento de la Comisión Europea que emplea a investigadores para proporcionar evidencias científicas independientes y aconsejar con fundamento en el apoyo a la mayoría de las políticas de la Unión Europea, habían estimado este verano que la sequía era “la peor de los últimos quinientos años”.

Destacó la doctora en Ciencias Atmosféricas y Climáticas de la "Escuela Politécnica de Zurich" (ETH Zúrich) Sonia Isabelle Seneviratne, profesora del Instituto para la Ciencia Climática y Atmosférica en Zurich, que es coautora del estudio: "En la realidad lo que sucedió en el verano de 2022, ha  demostrado cómo el "Cambio Climático" causado en buena medida por las actividades humanas aumenta los riesgos de sequía en regiones agrícolas y densamente pobladas del hemisferio norte. Tenemos que parar de quemar combustibles fósiles si queremos estabilizar las condiciones climáticas y evitar que esos episodios de sequías vuelvan a agravarse. Serán cada vez más frecuentes e intensos con el aumento del calentamiento”.

Nacida el 5 de junio de 1974, fue una de las principales autoras del "Informe Especial sobre Calentamiento Global de 1,5 °C"  (SR15), publicado por el "Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático" el ocho de octubre del 2018.

Por otra parte, explicó la doctora en Ciencias por la Universidad de BerlínFriederike Otto, otra coautora del estudio, al presentarlo a la prensa: "En Europa central y occidental, la probabilidad de sequía es inferior: entre cinco y seis veces menos importante, según los cálculos. Esta variabilidad se debe sólo a la extensión de territorio y a los datos analizados. Habitualmente las señales relativas al cambio climático son más importantes en regiones más grandes. Cuando analizamos regiones pequeñas, encontramos más variantes diarias de la meteorología en los datos, pero ese efecto “se atenúa” al estudiar zonas más vastas".

Ella nació el 29 de agosto de 1982 y fue cofundadora de la (WWA).

Las Olas de calor, tienen mayores impactos en la naciones más pobres.


Un hombre pesca junto a bloques de concreto para detener las olas del mar Mediterráneo en la costa egipcia de Alejandría. El calentamiento global ha aumentado los niveles marítimos. Fotografía de la agencia Afp.

Las "olas de calor", cuya intensidad crece con el "Cambio Climático", provocan miles de millones de dólares en pérdidas en el mundo, pero su impacto económico es mucho mayor en los países pobres, reforzando las desigualdades, estima un nuevo estudio, publicado en la revista "Science Advances".

Durante su intervención, explicó Justin S. Mankin, profesor del Dartmouth College, y uno de los dos autores de este estudio: “El costo del calor extremo ha sido soportado desproporcionadamente por los países pobres y las regiones que causan menos calentamiento del planeta, y eso es una tragedia, el cambio climático sucede en un panorama de desigualdades económicas y actúa amplificándolas”.

Entre los años 1992 y 2013, los periodos de calor extremo costaron cerca de 16 billones de dólares a la economía mundial, según cita este estudio.

Pero mientras para los países más ricos las pérdidas equivalen a 1.5% del "Producto Interno Bruto" (PIB) anual por habitante, para los países más pobres este costo representa 6.7%.

La razón de esta diferencia es simple, muchos de los países más pobres se sitúan a nivel de los trópicos con un clima más caluroso. Así, en una ola de calor, las temperaturas llegan a ser excepcionalmente altas.

Estos resultados resonaban con antelación al inicio de la 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, popularmente conocida como "COP 27", ​ esa 27.ª conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se llevó a cabo del 6 al 18 de noviembre de 2022 en Sharm el-Sheij, Egipto, donde el tema de las compensaciones reclamadas por los países más vulnerables, fuertemente afectados por el cambio climático pese a ser los menos contaminantes, fue uno de los puntos claves del debate.

Los costos que implican las canículas provienen de varios campos de actividad, como la agricultura, por ejemplo, donde como consecuencia las cosechas son menos abundantes.


Fotografía: Las personas modifican sus actividades al vivir las ondas de calor, se augura éxito económico por la puesta en marcha de "sitios frescos".  Tomada de BBC News.

Los problemas de salud también se ven afectados, puesto que acarrean un peso para los sistemas de atención médica, y la mortalidad elevada priva de la mano de obra.

Detalló Mankin: "Para llevar a cabo las estimaciones, nos concentramos en cinco días de extremo calor cada año y llevamos a cabo el estudio a nivel regional con eventos de olas de calor localizados. La idea general es observar las variaciones de calor extremo (…) y ver en qué medida eso se refleja en las alteraciones del crecimiento económico. Para posteriormente, en una segunda etapa, mirar cómo el cambio climático causado por los humanos influencia estos calores extremos, apoyándose en modelos internacionales. El hecho de que las consecuencias económicas únicamente del calor extremo sean tan grandes, debería hacernos reflexionar a todos.

Los estudios previos sobre el costo de las olas de calor se concentraba sobre todo en ciertos sectores, sin embargo, el cálculo del impacto económico global es primordial, según los científicos. Por ejemplo, la puesta en marcha de “sitios frescos”, de sistemas de alerta, el refuerzo de servicios de urgencia, la instalación de aires acondicionados y en general las soluciones temporales y dirigidas sobre estas olas de calor podrían revelarse muy rentables, según el estudio.


Fotografía de poblador de Qikiqtarjuaq, Nunavut, Canadá.Tomada de GQ México, trabajo de Jonas Bendiksen

Estos eventos de calor han atraído la atención de diversas instituciones, la Organización de Naciones Unidas (ONU) conjuntamente con la Cruz Roja, han informado que zonas enteras del planeta se volverán inhabitables por olas de calor.


Olas de calor volverán algunos lugares inhabitables. Tomada de La Razón.

Regiones enteras del planeta se volverán inhabitables en las próximas décadas a consecuencia de las olas de calor, que serán cada vez más frecuentes e intensas, advirtieron la  (ONU) y la "Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja" (FICR).

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de la (ONU) y la (FICR) instaron, en un informe conjunto a las naciones a prepararse para resistir las olas de calor futuras y evitar así un importante número de decesos, para lo cual han de tomarse medidas preventivas.

Estos organismos recordaron que, dada la actual evolución del clima, “las olas de calor podrían alcanzar y superar (los) límites fisiológicos y sociales” de los humanos en las próximas décadas, sobre todo en regiones como el Sahel, que es una zona ecoclimática y biogeográfica del norte del continente africano, sus límite son al norte el Desierto del Sahara y al sur la Sabana Sudanesa, siendo una zona de transición entre ambos, así como en el sur y el suroeste de Asia. 


Fotografía. Un padre con sus hijos se refrescan en Jacobabad, Pakistan, donde las temperaturas exceden los 50 grados Celsius. Tomadas de "GQ" trabajo de Matthieu Paley.

Instaron ayer a la gente y a los gobiernos a hacer más y prepararse mejor ante las olas de calor como las registradas durante el año 2022, en lugares tan distantes como Sacramento, en el oeste de Norteamérica; Somalia en el Extremo Oriente de África o Sichuán, provincia del suroeste en China, que podrían cobrar muchas vidas en el futuro.

La (OCAH) y la (FICR) emitieron su primer reporte conjunto, que recoge la devastación de episodios anteriores y enumera formas de prepararse y limitar los daños de los que puedan venir.

De 2010 a 2019, fueron 38 olas de calor, las que provocaron la muerte de más de setenta mil personas en todo el mundo, según el Reporte Calor Extremo: Prepararse para los fenómenos del futuro. La cifra, que probablemente esté por debajo de lo real, se suma a los efectos sobre las personas y los medios de vida de la población.

Ese costo supuso más de un sexto de las más de las cuatrocientos diez mil muertes derivadas de catástrofes asociadas a clima y tiempo extremo en ese periodo, señala el reporte, que cita estimaciones previas de (FICR).


Fotografía de habitaciones con tejados "verdes" y muros vivientes. Tomada de Agriculturers. com.

Entre sus propuestas, las dos organizaciones dijeron que algunos grupos humanitarios están promoviendo:
el despliegue de alojamientos de emergencia,
habilitación de tejados “verdes”,
establecimiento de centros de refresco y
cambios en calendarios escolares; para con ello mitigar el impacto de las olas de calor, que según muchos científicos se vuelven más frecuentes debido al cambio climático.

Además de eso, se instó a los gobiernos a mejorar sus sistemas de alerta temprana sobre olas de calor y a dar más formación y financiamiento a servicios de emergencias locales, que a menudo son los primeros en responder ante ellas.


Imagen que muestra la situación de inhabitabilidad del planeta si la temperatura subiera a cuatro por ciento por encima de la media. Tomada de Magnet Xakata.
Según datos proporcionados por el "Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático", el 40% de todas las emisiones globales son de Europa y Norteamérica, mientras que el 12% es del Este de Asia, incluyendo China, el cual se ha vuelto el principal contaminador durante las últimas décadas. Y aunque muchos gobiernos han prometido reducir las emisiones, muchos siguen con altas cantidades. “Algunos gobiernos y líderes de negocios dicen una cosa pero hacen otra", el secretario general de la ( ONU),afirmó recientemente Antonio Guterres: “Simplemente, están mintiendo. Y los resultados serán catastróficos”.

Éstos fenómenos, pueden propiciar que la gente abandone sus lugares de residencia, aumentando la migración, incluso de un país a otro buscando climas más benignos.

Una situación como  la que muestra la imagen anterior es impensable, pero, lamentablemente posible. Los costos serán para las todos, pero para las mayorías con menos recursos serán letales, el planeta al revés de la situación actual, y espacios muy disminuidos.


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