El legado dibujado de los antiguos humanos, plasmado en las paredes de la cuevas que frecuentaron.
Este es un ejemplo de que las circunstancias que vivieron los homínidos en los albores de la. humanidad tienen posibilidades de irse poco a poco descubriendo, hace falta una mirada distinta, quizás, sin la alteración que produce el conocimiento oficial, reconocido y documentado, para con nuevas perspectivas encontrar puntos de enlace con ideas extraordinarias, que rompan con los paradigmas vigentes en el mundo académico.
En esta pintura puede apreciarse la "escritura" en forma de línea discontinua en el costado del animal. Tomada de Deutsche Welle (DW).
Desde hace varios cientos de años se han conocido los trabajos rupestres, desarrollados en cuevas, donde los antiguos humanos plasmaron dibujos y pinturas que versan sobre los temas que ocupaban su quehacer cotidiano. Una pintura rupestre es un dibujo o boceto que se plasmaron en rocas o cavernas, especialmente los realizadas en tiempos prehistóricos. El término «rupestre» deriva del latín "rupestris", y este de "rupes", esto es "roca".
En un sentido estricto, rupestre haría referencia a actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e incluso farallones. Se trata de una de las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, ya que, al menos, existen testimonios datados hasta los cuarenta mil años de antigüedad, es decir, durante la última gran glaciación
En general, se cree que estas obras están relacionadas con prácticas de carácter "mágico-religiosas" para propiciar buenos resultados en el desarrollo de las actividades, como puede ser la caza o la recolección. Dado el alcance cronológico y geográfico de este fenómeno, es difícil, por no decir, imposible, proponer generalizaciones. Por ejemplo, en ciertos casos las obras rupestres se dan en zonas recónditas de la cueva o en lugares difícilmente accesibles; hay otros, en cambio, en los que estas están a la vista y en zonas expeditas y despejadas. Cuando la decoración está apartada de los sitios ocupados por el asentamiento se plantea el concepto de santuario cuyo carácter latente subraya su significado religioso o fuera de lo cotidiano. En los casos en los que la pintura aparece en contextos domésticos es necesario replantear esta noción y considerar la completa integración a la vida cotidiana de aquellos seres humanos.
Se encuentran estos tipos de trabajo en los cinco continentes, aunque quizás las más célebres son las realizadas en tierras europeas, debido a la enorme difusión de la que han gozado.
Descifrados como signos de calendario lunar marcas en dibujos de veinte mil años de antigüedad.
Fotografía cortesía del Círculo Espeleológico del Mayab / archivo, vía el diario La Jornada.
El estudio dirigido por un investigador aficionado independiente, Ben Bacon, publicado el pasado cinco de enero, en la revista "Cambridge Archaeological Journal", informa a manera de conclusión que nuestros antepasados compartían información sobre el comportamiento de los animales a través de líneas y puntos. Aunque entre los expertos, se conocía que estos símbolos hallados en paredes de cuevas y objetos portátiles de la última Edad de Hielo almacenaban algún tipo de información, se desconocía su significado concreto.
En el desarrollo del proyecto se involucró a un pequeño equipo que incluía a los profesores de la Universidad de Durham, Paul Pettitt, del Departamento de Arqueología y Robert Kentridge, del Departamento de Psicología; estos profesores han trabajado juntos en el desarrollo del campo de la "paleopsicología visual", la investigación científica de la psicología que sustenta el desarrollo más temprano de la cultura visual humana, y aprovecharon sus habilidades colaborativas para analizar los datos del equipo, informó la Universidad de Durham en un comunicado.
En detalle se dio a conocer que Ben Bacon, pasó incontables horas consultando imágenes de pinturas rupestres en internet y en la Biblioteca Británica de Londres y acumuló todos los datos posibles para empezar a buscar patrones recurrentes.
Se dirigió al equipo de académicos con su teoría, y fueron ellos los que le animaron a seguir adelante. El profesor Paul Pettitt, arqueólogo de la Universidad de Durham, declaró que: "Estoy contento de haberlo tomado en serio sus ideas, cuando Bacon se puso en contacto con conmigo. Los resultados demuestran que los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo fueron los primeros en utilizar un calendario sistémico y marcas para registrar información sobre los principales acontecimientos ecológicos dentro de ese calendario".
Según el estudio, se trata de un sistema de escritura. El experto dice que fue "surrealista" empezar a entender lo que expresaban nuestros antepasados hace veinte mil años.
El estudio no solo decodifica la información registrada por primera vez hace miles de años, sino que también muestra que los "cazadores - recolectores" de la Edad de Hielo fueron los primeros en usar un calendario sistemático y marcas para registrar información sobre los principales eventos ecológicos dentro de ese calendario.
La glaciación Würm también llamada "Edad de Hielo" más reciente, se inició hace 110 mil años y terminó hace cerca de diez mil años. Durante esta época la temperatura global de la Tierra disminuyó, los ecosistemas se transformaron, durante este periodo, extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por casquetes de hielo, el clima se enfrió a nivel global, lo cual afectó incluso a zonas tropicales y provocó una regresión marina que disminuyó la superficie de océanos y mares. Las principales zonas cubiertas por hielo fueron:
Sudamérica: los Andes Patagónicos, así como toda la Cordillera de los Andes hasta la Cordillera Oriental Colombiana;
Oceanía: Nueva Zelanda;
Europa: muy al norte en la península que se conoce como "Fenoscandia", esto es, Finlandia y Escandinavia, compuesta por el conjunto de territorios de: la Península Escandinava; la de Kola, ubicada en la actual Rusia; Carelia (hoy territorio comprendido entre Finlandia y Rusia) y Finlandia ; las Islas Británicas; en el centro del continente hasta los Alpes
Groenlandia, Islandia
Norteamérica: el norte de la Cordillera Norteamericana, la zona de los Grandes Lagos, incluido todo el este de Canadá, y la Antártida que retienen sus glaciares desde entonces. Producto de esta glaciación algunas zonas, hoy en día áridas, tuvieron mayores precipitaciones, como es el caso de los altiplanos.
Ilustración del planeta afectado por la edad de Hielo. Tomada de La Trompeta de Jericó. com.
Desde el punto de vista de la arqueología humana, esta época se ubica en el "Paleolítico" y "Mesolítico" temprano. Cuando comenzó la glaciación, el "Homo sapiens" estaba confinado a latitudes más bajas y usaba herramientas comparables a las que usaban los "neandertales" en "Eurasia" occidental y central, los "denisovanos" y en el sur este de Asia el "Homo erectus". Los datos arqueológicos y genéticos sugieren que las poblaciones de origen de los humanos del Paleolítico sobrevivieron la edad de hielo en áreas escasamente boscosas y se dispersaron a través de áreas de alta productividad primaria, evitando la cubierta forestal densa, etapa que sirvió para que "Homo sapiens", emigrara de África a Asia y de ahí al resto del mundo.
En mayor detalle, se describe que los glaciares avanzaron más allá de los casquetes polares, hasta cerca de los trópicos. En esa zona los continentes se cubrieron de hielo, se congelaron los lagos, lagunas y ríos. Los mares de poca profundidad desaparecieron, como consecuencia de que sus aguas se convirtieron en glaciares; mientras que en los océanos los estrechos y aun los archipiélagos continentales e insulares quedaron sin cobertura líquida; por lo tanto, y temporalmente, muchas zonas cercanas quedaron unidas. Se unieron territorios, por ejemplo, Australia - Tasmania con Nueva Guinea, Filipinas e Indonesia, al igual que Japón y Corea, y se unió el territorio continental de América del sur con el archipiélago "Tierra de Fuego", que está situado entre los océanos Atlántico, Pacífico y Antártico.
Entre Asia y América, al reducirse el nivel de las aguas, el "Estrecho de Bering" se convirtió en «Puente de Bering» o «Puente de Beringia». Los expertos afirman que esa nuevo territorio reunió las condiciones de ser transitado por personas y animales, duró un breve período geológico, en dos etapas, la primera, de unos cuatro mil años y, en su segunda etapa, unos quince mil años. Se calcula que ese "puente" tenía una longitud de un mil quinientos kilómetros y un ancho máximo de setenta y cinco kilómetros. Esas magnitudes son más características de un itsmo pero la denominación de «puente», se ha mantenido, por su significado de «unión» entre ambos continentes, es pues esta una etapa en que prácticamente se puede habla de una nueva unión de todos los territorios emergidos.
Así, sumando se observa que durante unos diecinueve mil años, los grupos humanos del Asia tuvieron la oportunidad de cruzar, tiempo fue suficiente para que muchas especies procedentes de Asia llegaran a América, por el norte del continente, y aún a otros lugares del globo terráqueo, como Asia, Oceanía y Sudamérica.
Se concluye que en paralelo a la llegada y establecimiento del hombre en América, el planeta entero experimentaba un cambio climático muy similar al que ahora tanto nos ocupa: un calentamiento global probablemente ocasionado por variaciones en el grado de inclinación del eje de la Tierra y su órbita alrededor del Sol y/o al incremento en la actividad solar. Esto provocó la liberación de gases de efecto invernadero acumulados en el suelo congelado cercano a los polos, lo que potenció ese calentamiento del clima, ocasionando cambios en los ecosistemas.
En lo que hoy es el territorio mexicano, además de jaguares y pumas, también habitaban dos especies de felinos dientes de sable, leones, osos y lobos, todos de mucho mayor tamaño que los actuales, compartían el hábitat con cuatro especies de “elefantes”, perezosos terrestres de cuatro toneladas, armadillos del tamaño de un automóvil compacto y una comunidad de seres prehistóricos que recuerdan a la fauna silvestre África de hoy en día. Hace unos diez mil años terminaron por desaparecer más de ochenta especies de mamíferos terrestres; grandes, medianos y algunos pequeños pero principalmente los que pesaban más de cien kilogramos, incluyendo los más resistentes y adaptables como los camellos. Imagen tomada de la página Biodiversidad Mexicana, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
Habiendo demostrado que pueden descifrar el significado de al menos algunos de estos símbolos, el equipo plantea la conveniencia de continuar con su trabajo e intentar comprender más símbolos, sus bases cognitivas y qué información valoraban los "cazadores-recolectores" de la Edad del Hielo.
El significado de marcas que se ven en dibujos en antiguas cuevas habitadas ha sido descifrado como evidencia de escritura temprana que data de al menos catorce mil años antes de lo que se pensaba.
El nuevo estudio revela que los "cazadores - recolectores" de la "Edad de Hielo", usaban marcas como líneas y puntos, combinadas con dibujos de sus presas animales para registrar y compartir información sofisticada sobre el comportamiento de estos animales, hace al menos veinte mil años.
Una réplica de las famosas pinturas rupestres de la cueva de Lascaux en Francia.
Tomada de Deutsche Welle (DW).
Hasta ahora, los arqueólogos sabían que estas secuencias de líneas, puntos y otras marcas, que se encuentran en las paredes de las cuevas y en los objetos portátiles de la última Edad de Hielo, almacenaban algún tipo de información, pero desconocían su significado específico.
Al utilizar los ciclos de nacimiento de animales equivalentes hoy como punto de referencia, el equipo pudo determinar que la cantidad de marcas asociadas con los animales de la Edad de Hielo era un registro, por mes lunar, de cuándo se apareaban.
El equipo también pudo determinar que un signo 'Y' en las marcas, formado al agregar una línea divergente a otra, significaba 'dar a luz'.
Su trabajo demuestra que estas secuencias registran las temporadas de apareamiento y parto y encontraron una correlación estadísticamente significativa entre el número de marcas, la posición del signo 'Y' y los meses en los que los animales modernos se aparean y dan a luz, respectivamente.
Dado que las marcas, encontradas en más de seiscientas imágenes en paredes de cuevas y objetos portátiles en toda Europa, registran información numéricamente y hacen referencia a un calendario en lugar de registrar el habla, no pueden llamarse "escritura" en el sentido pictográfico o dibujo, y cuneiforme, o cuña, en forma de sistemas de escritura temprana que surgieron en Sumeria a partir del año 3 mil 400 antes de nuestra era y en adelante.
En cambio, el equipo se refiere a ellos como un sistema de protoescritura, anterior a otros sistemas basados en fichas que se cree que surgieron durante el Neolítico del Cercano Oriente por al menos hace diez mil años. Estos hallazgos han animado al equipo a seguir investigando el significado de otras marcas encontradas en los dibujos rupestres.
Bacon, quién profesionalmente es un restaurador de muebles, afirmó: "El trabajo hizo que me sintiera de repente mucho más cerca de los antepasados. A medida que nos adentramos en su mundo, descubrimos que estos antiguos antepasados son mucho más parecidos a nosotros de lo que pensábamos. Lo que esperamos, y el trabajo inicial es prometedor, es que desentrañar más partes del sistema de protoescritura nos permita comprender qué información valoraban nuestros antepasados".
La labor de investigación bajo estos nuevos "lentes" inicia y seguramente en el futuro traerá descubrimientos que hoy día parecerían de difícil aceptación, así que deberemos seguir atentos.







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