Marte es un planeta sometido a gran variedad de proyectos, misiones y análisis por científicos de todo el mundo.

Marte, el cercano vecino de la Tierra, siempre ha atraído la atención de la humanidad, el llamado "planeta rojo", está incluido en muchas obras artísticas, pues despierta la imaginación delos distintos autores, y en estos tiempos de acuerdo a los pensamientos que los científicos mantienen, y apoyados en la posibilidad de descubrir algunos de sus secretos, gracias a los avances tecnológicos y con fundamento en las nuevas teorías formuladas en tiempos más cercanos, se mantienen vigentes diversos proyectos y misiones en torno a él. Así se presentan seis recientes publicaciones:

Con el desarrollo de un brazo robótico se traerán las muestras del suelo marciano a la Tierra.

La Agencia Espacial Europea (ESA) desarrollará un robot, conocido como "Brazo de Transferencia de Muestras" (STA) que, según han destacado los expertos, "desempeñará un papel crucial en el éxito de la campaña de recogida de muestras en Marte".

Formará parte de la misión conjunta de la propia ESA y la Agencia de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA) que tiene como objetivo traer muestras marcianas a los mejores laboratorios de aquí a 2033.


Parte de la que, posiblemente sea la mayor fuente de polvo de Marte: la Formación Medusae Fossaeun o MFF, esculpida por el viento. Fotografía tomada de https://www.esa.int/Space_in_Member_States/Spain.

La (ESA) ha explicado que este brazo robótico aterrizará en Marte para recuperar los tubos de muestras que ha ido recolectando en su "Misión el róver Perseverance" de la (NASA). Este proceso, según ha apuntado la agencia, lo hará gracias a su capacidad de "ver", "sentir" y "tomar decisiones autónomas".

Lo anterior es consecuencia de que su arquitectura imita la de un brazo humano, con un hombro, un codo y una muñeca y cuenta con su propio 'cerebro' y 'ojos' incorporados. De este modo, el robot puede llevar a cabo una amplia gama de movimientos con siete grados de libertad, según ha señalado la (ESA). Del mismo modo, ha destacado el "nivel de destreza" con la que cuenta este robot que "es capaz de extraer los tubos del róver, recogerlos del suelo marciano, introducirlos en un contenedor y cerrar la tapa antes de despegar de Marte. Además, de que contiene dos cámaras y un sinfín de sensores que le permiten decidir el mejor curso de acción y coordinar los movimientos correspondientes".

Así entonces se prevé que una vez que el robot cierre la tapa del contenedor, las muestras marcianas serán lanzadas para su encuentro con el "Orbitador de Retorno a la Tierra" (ERO) de la ESA y dicho material pondrá rumbo de vuelta hasta la Tierra.

David Parker, que es el director de Exploración Humana y Robótica de la ESA, ha explicado que: "Manipular las valiosas muestras marcianas y prepararlas para su envío en un viaje extraordinario desde Marte a la Tierra representa una hazaña increíble".

Además, ha destacado las aportaciones que científicos de distintas nacionalidades llevan a cabo: "Desde la creación de este brazo --a cargo de la empresa italiana Leonardo-- hasta sus primeros desplazamientos en Marte, el proyecto constituye "un testimonio de la inmensa experiencia y conocimientos técnicos" de los que dispone Europa. De hecho, ha calificado a este robot como "una de las joyas más valiosas de la robótica espacial". Situación que cristalizó la firma de la agencia espacial, en el Salón Aeronáutico Internacional de Farnborough un contrato con la empresa Leonardo para diseñar, fabricar, integrar y poner a prueba el (STA) de cara al programa de recogida de muestras de Marte.

La "Agencia Espacial Italiana" (ASI) ha apoyado el proyecto desde el principio, ha explicado el presidente de la agencia, Giorgio Saccoccia: "Nuestras inversiones nos permiten consolidar hoy el papel de liderazgo que tendrá Italia en la exploración de Marte y, en particular, en el programa de retorno de muestras de Marte".

Gabriele Pieralli, director general de la división de Electrónica de Leonardo, ha expresado que: "Este contrato refuerza nuestro liderazgo en robótica espacial, una tecnología importante para la exploración planetaria y las operaciones orbitales".

Leonardo encabeza un consorcio industrial europeo integrado por empresas de: España, Francia, Rumanía, Dinamarca, Grecia, Suiza y la República Checa, las empresas que participan junto a Leonardo en la construcción del brazo son:  Added Value Solutions (AVS), y GMV Aerospace & Defence SA de España; ALTER Technology, y 3D PLUS de Francia; COMOTI, y GMV Innovating Solution de Rumanía; el Instituto Tecnológico de Dinamarca; EMTech Space de Grecia, Maxon de Suiza, y S.A.B. Aerospace s.r.o. de la República Checa.

Logran producir oxígeno en la atmósfera de Marte.


El propósito final del experimento "Moxie" es contar con sistemas que generen una cantidad suficiente de ese gas para mantener a los humanos en el planeta rojo y traerlos de vuelta. Fotografía Europa Press.

El Experimento Moxie, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, consiguió producir oxígeno en la atmósfera marciana, en lo que constituye la primera demostración de uso de recursos "in situ" en el planeta rojo y un paso clave en el objetivo de enviar humanos a una misión marciana, anunciaron los investigadores en la revista Science Advances.

El llamado "Experimento de Utilización de Recursos in situ de Oxígeno de Marte" (Moxie) fabricó con éxito oxígeno a partir de la atmósfera marciana rica en dióxido de carbono desde febrero de 2021, cuando arribó  como parte de la "Misión del Perseverance" de la (NASA).

Los investigadores informan que, a finales del año pasado, (Moxie) fue capaz de producir oxígeno en siete carreras experimentales, en una variedad de condiciones atmosféricas, incluyendo durante el día y la noche, y a través de diferentes estaciones marcianas. En cada una de las pruebas, el instrumento alcanzó su objetivo de producir seis gramos de ese elemento por hora, más o menos el ritmo de un árbol modesto en la Tierra.

Los investigadores prevén que una versión ampliada de (Moxie) podría enviarse a Marte antes de una misión humana, para producir de forma continua oxígeno al ritmo de varios cientos de árboles. Con esa capacidad, el sistema generaría lo suficiente para mantener a los humanos una vez que lleguen y alimentar un cohete que devuelva a los astronautas al planeta azul.

De momento, la producción constante de (Moxie) es un primer paso prometedor hacia ese objetivo. “Hemos aprendido mucho que servirá de base para sistemas a mayor escala”, señaló Michael Hecht, investigador principal de la misión en el Observatorio Haystack del MIT.

La producción de oxígeno en Marte también representa la primera demostración de la “utilización de recursos in situ”.

Resaltó Jeffrey Hoffman, investigador principal adjunto de (Moxie) y profesor de esta práctica en el Departamento de Aeronáutica y Astronáutica del MIT: “Se trata de la primera demostración de utilizar realmente recursos en la superficie de otro cuerpo planetario y transformarlos químicamente en algo que sería útil para una misión humana. Es histórico en ese sentido”.

Entre los coautores en ese instituto se encuentran los miembros del equipo de (Moxie): Jason SooHoo, Andrew Liu, Eric Hinterman, Maya Nasr, Shravan Hariharan y Kyle Horn, conjuntamente con colaboradores de múltiples instituciones, incluido el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, que gestionó el desarrollo, el software de vuelo, el embalaje y las pruebas de (Moxie) antes del lanzamiento.

La versión actual del instrumento es pequeña por diseño, para que quepa a bordo del robot, y está construida para funcionar durante periodos cortos, arrancando y apagando con cada carrera, dependiendo del programa de exploración y de las responsabilidades de la misión, pero una fábrica de oxígeno a gran escala incluiría unidades más grandes que, idealmente, funcionarían de forma continua.

A pesar de los compromisos necesarios en el diseño actual del artefacto, éste ha demostrado que puede convertir la atmósfera de Marte en oxígeno puro de forma fiable y eficiente. Para lograrlo: primero aspira el aire marciano a través de un filtro que lo limpia de contaminantes, después, se presuriza y finalmente, se envía a través del electrolizador de óxido sólido, instrumento desarrollado y construido por OxEon Energy, que divide electroquímicamente el aire rico en dióxido de carbono en iones de oxígeno y monóxido de carbono.

A continuación, los iones de oxígeno se aíslan y se recombinan para formar oxígeno molecular respirable, esto es,  O2, cuya cantidad y pureza se mide en el (Moxie) antes de devolverlo al aire de forma inocua, junto con el monóxido de carbono y otros gases atmosféricos.

Desde la llegada del robot, en febrero de 2021, los ingenieros han puesto en marcha el instrumento siete veces al año marciano, cada vez tarda unas horas en calentarse y luego otra hora en fabricar oxígeno antes de volver a apagarse. Cada ejecución se programó para una hora diferente del día o de la noche, y en diferentes estaciones, para ver si podía adaptarse a los cambios en las condiciones atmosféricas.

“La atmósfera de Marte es mucho más variable que la de la Tierra –destacó Hoffman–. La densidad del aire puede variar en un factor de dos a lo largo del año, y la temperatura en  cien grados. Queremos demostrar que podemos funcionar en todas las estaciones.


Meteoros impactan en el planeta rojo y causan los cráteres más grandes.


En la primera imagen, antes y después del choque de diciembre; en la segunda está la sonda, y en la tercera un acercamiento del hoyo. Fotografía Ap.

Dos naves espaciales de la (NASA) en Marte, una en la superficie y la otra en órbita, registraron los impactos de meteoritos y cráteres de choque más grandes hasta el momento.

Los bombardeos de alta velocidad del año pasado enviaron ondas sísmicas a miles de millas a través de Marte, las primeras detectadas cerca de la superficie de otro planeta, y ocasionaron cráteres de casi ciento cincuenta metros de ancho, informaron ayer científicos en la revista Science.

El mayor de los dos impactos produjo bloques de hielo del tamaño de una roca, lo que puede ayudar a los investigadores a buscar formas en que los futuros astronautas puedan aprovechar los recursos naturales de Marte.

El módulo de aterrizaje InSight midió los impactos sísmicos, mientras el Orbitador de Reconocimiento de Marte proporcionó imágenes impresionantes de los cráteres resultantes.

Captar imágenes de los cráteres “ya habría sido enorme”, pero compararlo con las ondas sísmicas fue una ventaja, explicó Liliya Posiolova, coautora del trabajo e integrante de Malin Space Science Systems en San Diego.

La atmósfera de Marte es delgada a diferencia de la de la Tierra, donde es más espesa y evita que la mayoría de las rocas espaciales lleguen al suelo, en lugar de romperlas e incinerarlas.

Un estudio aparte el mes pasado vinculó una serie reciente de impactos de meteoritos marcianos más pequeños con cráteres más pequeños más cerca de InSight, utilizando datos del mismo módulo de aterrizaje y órbita.

Las observaciones del impacto se producen cuando InSight se acerca al final de su misión debido a la disminución de la energía, sus paneles solares están cubiertos por tormentas de polvo. Arribó en las llanuras ecuatoriales de Marte en 2018 y desde entonces ha registrado más de mil 300 "martemotos".

Bruce Banerdt del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y científico jefe del módulo de aterrizaje que participó en los estudios, destacó: “Los datos que nos envió nos mantendrán ocupados durante los próximos años”.

Las rocas espaciales entrantes tenían dimensiones de entre cinco y doce metros de diámetro, detalló Posiolova. Los impactos registrados rondan la magnitud cuatro, el más grande de los dos ocurrió en diciembre a unos tres mil quinientos kilómetros de InSight. Creó un cráter de unos veintiún metros de profundidad, y las cámaras del orbitador mostraron escombros arrojados hasta cuarenta kilómetros, así como manchas blancas de hielo alrededor del hoyo, el agua más congelada observada en latitudes tan bajas, indicó.

El antiguo Marte, capaz de albergar un mundo subterráneo de microbios.


El hallazgo desafía a repensar la forma en que interactúan una biosfera y su planeta, exponen. Aquí, captado por la sonda Esperanza, de los Emiratos Árabes Unidos. Fotografía Ap.

En la antiguedad Marte pudo haber tenido un entorno capaz de albergar un mundo subterráneo repleto de organismos microscópicos, informaron ayer científicos franceses.

Pero si existieron, esas formas de vida simples habrían alterado la atmósfera tan profundamente que desencadenaron una Edad de Hielo Marciana y se extinguieron, concluyeron los investigadores.

Los hallazgos proporcionan una visión sombría de los caminos del Cosmos. La vida, incluso la simple como la de los microbios, “en realidad podría causar su desaparición”, afirmó el autor principal del estudio, el doctor por la Escuela Normal Superior de París,  Boris Sauterey, ahora investigador posdoctoral en la Universidad de La Sorbona.

Los resultados “son un poco sombríos, pero creo que también son muy motivantes”, señaló en un correo electrónico. “Nos desafían a repensar la forma en que interactúan una biosfera y su planeta”.

En un estudio en la revista "Nature Astronomy", Sauterey y su equipo explicaron que usaron modelos climáticos y de terreno para evaluar la habitabilidad de la corteza marciana hace unos cuatro mil millones de años, que es una época en la que se teoriza que el planeta rojo estaba colmado de agua liquida y era mucho más hospitalario que ahora.

Supusieron que los microbios productores de metano y devoradores de hidrógeno podrían haber florecido justo debajo de la superficie en ese entonces, con unas cuantas decenas de centímetros de suciedad, más que suficiente para protegerlos contra la fuerte radiación entrante. Cualquier lugar libre de hielo en Marte podría haber estado plagado de estos organismos, según explica Sauterey, tal como lo hicieron en la Tierra primitiva.

Y agregó: "Sin embargo, el clima presumiblemente húmedo y cálido del Marte primitivo se habría visto comprometido por tanto hidrógeno extraído de la delgada atmósfera rica en dióxido de carbono. A medida que las temperaturas cayeron casi menos 200 grados Celsius, cualquier organismo en la superficie o cerca de ella probablemente se habría enterrado más profundo en un intento por sobrevivir".

Por el contrario, los microbios en la Tierra pueden haber ayudado a mantener las condiciones templadas, dada la atmósfera dominada por el nitrógeno, sotuvieron los investigadores.

El doctor en Ciencia Planetaria por el Instituto Tecnológico de California (Caltech), Kaveh Pahlevan, investigador del Instituto "Search for Extra Terrestrial Intelligence" (SETI) o en español "Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre", sostuvo que los modelos futuros del clima de Marte deben considerar la investigación francesa.

El científico dirigió un estudio reciente separado que sugiere que Marte nació húmedo con océanos cálidos que duraron millones de años. La atmósfera habría sido densa y en su mayoría hidrógeno en ese entonces, sirviendo como un gas de efecto invernadero que atrapa el calor que eventualmente fue transportado a altitudes más altas y se perdió en el espacio, concluyó su equipo.

El trabajo francés investigó los efectos climáticos de posibles microbios cuando la atmósfera de Marte estaba dominada por dióxido de carbono y, por tanto, no es aplicable a épocas anteriores, añadió Pahlevan.

“Sin embargo, lo que deja en claro es que si esta vida hubiera estado presente en Marte” durante ese periodo anterior, “habrían tenido una gran influencia en el clima predominante”, destacó en un correo electrónico.

Respecto de los mejores lugares para buscar rastros de esta vida pasada, los investigadores franceses sugieren el inexplorado "Hellas Planita", o llanura, y el cráter Jezero en el borde noroeste de "Isidis Planita", donde el Robot Perseverance, de la (NASA), actualmente está recolectando rocas para regresar a la Tierra en una década.

Topografia de la planicie o llanura marciana "Hellas Planitia", Imagen de Martin Pauer. MOLA data Archive. 

Hellas Planitia, es una llanura localizada en el hemisferio sur del planeta Marte, contiene en un gran cráter de impacto, que se encuentra centrado en torno a las coordenadas 42.7 S, 70.0 E; poseé un diámetro de unos dos mil trescientos kilómetros, es el cráter de impacto más grande de la superficie de Marte. Se cree que fue formado durante el período deintenso bombardeo tardío del Sistema Solar, esto es, hace unos tres mil novecientos millones de años, cuando un "protoplaneta" o un gran asteroide colisionó con la superficie marciana.

Isidis Planitia, es una llanura localizada dentro de un gigantesco cráter de impacto en el planeta Marte, centrado en las coordenadas 12.9 N, 87.0 E;  con unos un mil quinientos kilómetros de diámetro, constituye el tercer cráter de impacto más grande de la superficie de Marte, después de "Hellas" y "Argyre". Cabe recordar que en diciembre del año 2003, el "Beagle 2" estaba programado para aterrizar en la parte oriental de esta llanura, cuando se perdió el contacto con la nave.

Argyre Planitia, es una llanura, inserta en un cráter de impacto en suelo marciano, con un diámetro de un mil ochocientos kilómetros de diámetro, centrado en las coordenadas 49.7 Sur, 316.0 Este. Su nombre proviene de la mitología griega, en la cual había una mítica isla de plata con este nombre.

Lo que sigue en la lista de tareas pendientes de Sauterey es investigar la posibilidad de que la vida microbiana aún pueda existir en las profundidades del planeta rojo.

El científico se pregunta a si mismo: “¿Podría Marte todavía estar habitado hoy por microorganismos que descienden de esta biosfera primitiva? Si es así, ¿dónde están?”.

Comprueban que hay una pluma de manto activa en Marte.

Las plumas del manto son grandes bolsas de roca cálida y flotante que se elevan desde las profundidades de un planeta y atraviesan su capa intermedia, conocida como "el manto", para llegar a la base de su corteza, lo que provoca terremotos, fallas y erupciones volcánicas.


Recreación artística de la gran masa de roca cálida y flotante, que se eleva desde las profundidades del planeta rojo. Fotografía Europa Press.

Científicos de la Universidad de Arizona comprobaron en Marte, la existencia de una pluma de manto activa gigante que empuja la superficie.

El estudio, publicado en "Nature Astronomy", sugiere que la superficie engañosamente tranquila del planeta rojo puede ocultar un interior más tumultuoso de lo que se pensaba. Se analizaron datos de varias sondas orbitales y también las decenas de martemotos captados por la Misión InSight, de la NASA, posada cerca del ecuador del planeta rojo y que ha sido la primera en registrar movimientos sísmicos ahí.

El resultado indica que el área estudiada alberga una zona con actividad volcánica que tiene un diámetro de unos cuatro mil kilómetros. Marte, concluyen los científicos, pasa a ser el tercer planeta rocoso del sistema solar con vulcanismo activo, junto a la Tierra y Venus.

Señaló Adrien Broquet, que es investigador asociado posdoctoral en el Laboratorio Planetario y Lunar de la Universidad de Arizona y coautor del trabajo con el doctor Jeff Andrews-Hanna, profesor asociado de ciencia planetaria en ese recinto: “Nuestro estudio presenta múltiples líneas de evidencia que revelan la presencia de una pluma de manto activa gigante en el Marte actual. La poca actividad que ha ocurrido en la historia reciente generalmente se atribuye a procesos pasivos en un cuerpo que se está enfriando”.

Complementó la explicación el doctor Andrews-Hanna: “Tenemos pruebas sólidas de que las plumas del manto están activas tanto en la Tierra, como en Venus, pero esto no se esperaba en un mundo pequeño y supuestamente frío como lo es Marte, que estuvo más activo hace bastante tiempo, hace entre tres o cuatro mil millones de años, y la opinión predominante es que el planeta está muerto”.

Los investigadores se sintieron atraídos por una sorprendente cantidad de actividad en la región llamada Elysium Planitia, llanura dentro de las tierras bajas del norte del planeta, cerca del ecuador. A diferencia de otras regiones, que no han experimentado una gran actividad durante miles de millones de años, ésta experimentó grandes erupciones en los pasados 200 millones de años. Se sabe que el vulcanismo se origina en las Fosas de Cerbero (Cerberus Fossae), conjunto de fisuras jóvenes que se extienden por más de un mil 290 kilómetros en la superficie marciana. Recientemente, el equipo de InSight descubrió que casi todos los temblores emanan de esa región, si bien, esto ya había sido documentado, la causa subyacente seguía siendo desconocida.

Marte "está muy vivo", confirma la nave InSight con estudio sísmico.


La mayoría de la actividad sísmica detectada en Marte por la misión InSight muestra que el planeta rojo "no está tan muerto" como podría parecer, ya que tiene movimientos como la Tierra o Venus. Fotografía Ap / Archivo.

Las imágenes de la superficie desolada de Marte obtenidas por la sonda de esta misión de la NASA son engañosas, porque aunque “la actividad volcánica principal del planeta se remonta a hace 3 mil 500 millones de años, no está tan muerto”, comentó Clément Perrin, físico en el Laboratorio de Planetología y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Nantes, en Francia.

De hecho, está bastante vivo a juzgar por los temblores periódicos registrados desde febrero de 2019 por InSight. Su sismómetro, instrumento de alta precisión desarrollado por el "Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia" (CNES), está colocado a más de mil 200 kilómetros de las "Fosas de Cerbero".

Explicó Clément Perrin, coautor del estudio realizado por Simon Stähler, de la Escuela Politécnica de Zúrich y publicado en la revista Nature: "Es una de las “zonas más jóvenes en Marte, de unos diez millones de años, con fracturas abiertas, asociadas a actividades volcánicas. Estas fosas, verdaderos cañones, de varios centenares de kilómetros de largo, uno de ancho y uno de profundidad, nos interesan por varias razones. Verán, un estudio geológico reciente mostró, con ayuda de imágenes captadas por una sonda que orbita al planeta, los restos de una actividad volcánica de hace entre cincuenta mil y doscientos mil años, situación que lo descubre como “bastante joven", lo que en la Tierra podemos tener con volcanes inactivos en Francia”.

La Misión InSight aporta una mirada nueva a estos datos, además de confirmar con su estudio sísmico que el planeta está vivo, aunque no veamos ningún volcán activo.

Reseñó el físico Perrín: “Antes de ir a Marte con InSight pensábamos que estaba un poco en el final de su vida, con un núcleo poco activo. El equipo esperaba encontrar un planeta sacudido por “pequeños sismos provenientes de todos lados”, señal de que se contrae de forma lenta al enfriarse, como sucede en la Luna y en Mercurio. Sin embargo, el sismómetro de InSight registró algo completamente distinto, “mayormente una fuente mostrando una actividad interna en el planeta”. La máquina detectó, en la zona de las "Fosas de Cerbero", sismos que los científicos anteriormente atribuían a circulaciones de magma, roca fundida, en la corteza de Marte a profundidades de 15 a 50 kilómetros".

Según refirió Anna Mittelholz, investigadora posdoctoral en la Escuela Politécnica de Lausana en Suiza, citada por la universidad: “Aunque todavía tenemos mucho que aprender, la evidencia de posible magma en Marte es intrigante”.

Por su parte, Stähler estableció dos posibles explicaciones para el fenómeno: “Bien  podría ser que lo que vemos son los últimos restos de actividad de una región antiguamente volcánica, o quizás es que  el magma se está desplazando hacia el Este y una nueva zona de erupción”.

A fin de obtener la respuesta, hace falta un rápido sustituto para la Misión InSight, cuyo sismómetro debería dejar de funcionar en los próximos meses, pues sus paneles solares, cubiertos de polvo, no producirán suficiente electricidad para que su funcionalidad se prolongue.

Así el panorama que se tiene en el año 2022, muy interesante y con el que seguramente se llegara mejor preparado el previsto viaje tripulado para "amartizar" en el planeta rojo, la Machincuepa Cuántica seguirá con atención el desarrollo de estas y de nuevas investigaciones y proyectos en torno al planeta Marte.

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