La fauna en el planeta. Los compañeros de la humanidad y sus situaciones, reportes en el año 2022.

La gran cantidad de seres vivos acompañantes de los Homo sapiens, muchos de ellos empezaron el poblamiento del planeta mucho tiempo antes que nosotros, citemos a los que nos acompañan en la clasificación taxonómica: eucariotas, animales multicelularescordadosvertebrados, bilaterales, gnastópodos, tetrápodosamniotas, homeotermosmamíferos, teriosplacentarios, euarcontoglires, euarcontos, primateshomínidos y Homo. Gran número de animales están representados en estas especies, las que aún en estos días perviven.

Ilustración del "Árbol de la vida. Tomada de Google. Sites. Aula De Filosofia. com. 

La gran variedad de seres vivos que han existido, es muy grande, los que nos han acompañado en este viaje de alrededor de doscientos mil años, si bien, hoy se cuenta con estudios que utilizan "relojes moleculares" que  estiman el origen de los animales hace unos 850 millones de años, esto es, durante la glaciación del Crigénico - Tónico y las pruebas fósiles al final del Precámbrico, hace alrededor de 760 millones de años a 550 millones de años.

Los insectos son más vulnerables a las altas temperaturas de lo que se creía, revelan.


Estos invertebrados tendrán que cambiar a nuevos hábitats. En la imagen, una libélula. Foto Fabrizio León Diez.

Los insectos tienen una capacidad débil para ajustar sus límites térmicos a altas temperaturas y, por tanto, son más susceptibles al calentamiento global de lo que se pensaba.

Ante las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas, que exponen a los animales a temperaturas fuera de sus límites normales, un equipo internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Bristol estudió más de un ciento de especies de insectos para comprender mejor cómo les afectarán estos cambios.

Los insectos, tan importantes como los polinizadores, las plagas de cultivos y los vectores de enfermedades, son particularmente vulnerables a las temperaturas extremas. Una forma en que pueden lidiar con tales extremos es a través de la aclimatación, en que la exposición térmica anterior extiende sus límites críticos.

La aclimatación puede desencadenar cambios fisiológicos, como la regulación positiva de las proteínas de choque térmico, y dar como resultado cambios en la composición de fosfolípidos en la membrana celular.

El equipo de investigadores descubrió que a los insectos les cuesta trabajo hacer esto de manera efectiva, lo que reveló que la aclimatación de los límites térmicos críticos superior e inferior era débil; por cada cambio de un grado Celsius en la exposición, se ajustaron sólo 0.092 y 0.147 grados, respectivamente, es decir, sólo una pequeña compensación de entre el diez y el quince por ciento.

Encontraron, sin embargo, que los insectos juveniles tienen una mayor capacidad de aclimatación, destacando que puede haber periodos críticos de la vida cuando se experimenta una ola de calor que puede mejorar la resiliencia posterior.

Hester Weaving, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bristol y autora principal del estudio, en un comunicado explicó: “A medida que las temperaturas extremas se vuelven más intensas y frecuentes en nuestro mundo cada vez más cálido, muchos insectos tendrán que depender de cambiar a nuevos hábitats o modificar su comportamiento, en lugar de ser capaces de tolerar fisiológicamente el incremento de la temperatura. Nuestro estudio comparativo identificó algunas lagunas importantes en la comprensión de las respuestas de estos animales al cambio climático e instamos a realizar más análisis acerca de especies en grupos y lugares subrepresentados”.

El equipo ahora investiga cómo la reproducción de los insectos se ve afectada por la exposición a temperaturas extremas, ya que esto puede ser más importante para predecir futuras distribuciones que las medidas de rendimiento o supervivencia.

Recordemos que los insectos (Insecta) son una "clase" de "animares invertebrados" del filo de los "artrópodos", caracterizados por presentar un par de antenas, tres pares de patas y dos pares de alas, que, en algunos casos pueden reducirse o faltar. Su nombre proviene del latín y así vez del griego y significa"cortado en el medio". Los insectos comprenden el "grupo" de animales más diversos del planeta, con aproximadamente un millón de especies descritas, más que todos los demás "grupos" de animales juntos, y se tienen estimaciones de que hay entre seis y diez millones de especies no descritas. Su situación actual se estima es de alto nivel en cuanto a las probabilidades de extinción, siendo los lepidópteros (mariposas y polillas), himenópteros (abejas, hormigas y avispas) y coleópteros (escarabajos y mariquitas) los más afectados por este declive. Se estima surgieron hace uno cuatrocientos millones de años en el Devónico Inferior.

Especie que se creía extinta reaparece, cucarachas sin alas, australianas.


Ejemplares de la ‘Panesthia lata’ fueron halladas bajo un árbol de higuera de Bengala en las isla de Lord Howe en Australia. Foto Europa Press

Una gran cucaracha sin alas, exclusiva de la isla Lord Howe, localizada a unos 600 kilómetros al este de Australia, misma que se creía extinta desde la década de 1930, ha sido redescubierta por Maxim Adamsun estudiante de Biología, quien informo del hecho: "Durante los primeros diez segundos más o menos, pensé 'No, no puede ser'. Quiero decir, levanté la primera piedra debajo de este enorme árbol de Higuera de Bengala (Ficus benghalensis), y allí estaba".

El es estudiante de honor del profesor Nathan Lo en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Sídney

Dijo el científico principal Nicholas Carlile del Departamento de Planificación y Medio Ambiente (DPE) de Nueva Gales del Sur, quien estaba con Adams explorando "North Bay", una playa aislada de arena blanca a la que solamente se puede acceder a pie o por el mar: "Encontramos familias de ellas, todos bajo este baniano; de hecho, Maxim y Nathan estuvieron allí el resto de la semana, buscaron debajo de todos los demás banianos en la bahía, pero no encontraron nada".

Se creía que la singular cucaracha que se alimenta de madera de la isla de Lord Howe (Panesthia lata), que alguna vez se extendió por todo el archipiélago, se había extinguido tras la llegada de las ratas a la isla en 1918. Durante las próximas décadas, las búsquedas descubrieron poblaciones dispersas de parientes cercanos en dos pequeñas islas en alta mar. Pero el grupo redescubierto es genéticamente diferente de aquellos. informa Eureka Alert, una agencia seria dedicada específicamente a la difusión de información científica, fue  creada en 1996 por la  "Asociación Americana Para el Avance de las Ciencia" (AAAS). Su portal se dedica a la divulgación de ciencia en los idiomas inglés, alemán, español, japonés, portugués y mandarín. 

"Panesthia lata" es una especie de cucaracha los Blatodeos, del latín "Blatta", «cucaracha» y del griego, "eidés" «que tiene aspecto de»; y en este caso del género "Panesthia" que tiene más de cincuenta y seis especies,  taxonómica mente pertenecen a la familia "Blaberidae" o de las cucarachas gigantes.

Pertenecen a la "Clase" de los "invertebrados", dentro del "filo" más numeroso y diverso de animales, que son los "artrópodos", están caracterizados por presentar un par de antenas, tres pares de patas y dos pares de alas, que, no obstante, pueden reducirse o faltar. Se piensa, proceden de las cucarachas originales, las que divergieron en el "Carbonífero" hace de 355 a 299 millones de años, y en especial en el "Pérmico" hace unos 299 a 251 millones de años, no son animales sociales, aunque algunas tienden a agregarse en grupos y podrían considerarse presociales, sus parientes más cercanos son las termitas, que si tienen características sociales.

"La supervivencia es una gran noticia, ya que han pasado más de ochenta años desde que se vio por última vez", dijo el Presidente de la Junta de la Isla Lord Howe, sobre el hallazgo, realizado por primera vez en julio de 2022. "La isla Lord Howe es realmente un lugar espectacular, es más antigua que las islas Galápagos y alberga un mil seiscientas especies nativas de invertebrados, la mitad de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar del mundo".

"Estas cucarachas son casi como nuestra propia versión de los pinzones de Darwin, separadas en pequeñas islas durante miles o millones de años, desarrollando su propia genética única", agregó.

Puede que no nos parezcan lindas ni tiernas, pero las cucarachas son la piedra angular para mantener un ecosistema saludable en la isla, ya que actúan como importantes recicladores de nutrientes, importantes para acelerar la descomposición de los troncos y como fuente de alimento para otras especies. Es por eso que los científicos habían estado explorando la viabilidad de reintroducirlos en la isla principal desde islotes en alta mar. Ahora no tienen que hacerlo.

Declaró el profesor Nathan Lo, jefe del Laboratorio de Ecología Molecular, Evolución y Filogenética (MEEP) en la Facultad de Ciencias Ambientales y de la Vida: "Todavía hay mucho que aprender. Esperamos estudiar su hábitat, comportamiento y genética y aprender más sobre cómo lograron sobrevivir, a través de más experimentos en la isla".

La cucaracha sin alas mide entre 22 y 40 milímetros de largo, con un color de cuerpo metálico que varía de rojizo a negro. Australia alberga once especies de cucarachas de madera Panesthia, poderosas madrigueras que viven en el interior y se alimentan de troncos podridos en la selva tropical y los bosques abiertos en la costa norte y este de Australia.

Llevan microorganismos especializados en sus entrañas que ayudan a digerir la celulosa de la madera. Las hembras dan a luz ninfas que se mantienen en grupos familiares con los adultos. Pero los artrópodos únicos se comportan de manera diferente y pueden haber sido mal llamados.

En Annapolis la capital del estado de Maryland, se realizó la Conferencia Anual de la Asociación de Zoológicos y Acuarios (WAZA), y en esos momentos se han captado la imagen de ejemplares de los Flamingos del Caribe que interactúan en un parque de ese estado.


Flamingos del Caribe o flamenco rojo (Phoenicopterus ruber). Tomada de La Jornada y a su vez de Ap.

Alcanza de un metro veinte centímetros a un metro cuarenta centímetros de altura. Es un ave esbelta: el macho pesa en promedio 2.8 kilogramos y la hembra 2.2 kilogramos; pueden verse en lagos poco profundos y aguas costeras, están adaptados para alimentarse en lagos con grandes concentraciones salinas o alcalinas, obteniendo su alimento desde el sedimento limoso del fondo, se observa que estas aguas contienen suficiente alimento para satisfacer a un gran número de estas aves, que consumen primordialmente insectos y camarones, pero también pequeñas plantas, algas unicelulares diatomeas y otros tipos de algas. Su color puede variar desde el rosa pálido hasta un carmesí o bermellón, dependiendo de la zona donde viva y de la cantidad de crustáceos con altos contenidos carotenoides que consuma. Los lagos adecuados son pocos y están alejados entre sí, y estas aves deben recorrer grandes distancias desde un lugar de alimentación a otro, con frecuencia en grandes bandadas. Migran distancias cortas para asegurarse de obtener suficiente alimento o porque su hábitat ha sido perturbado de alguna manera, como por ejemplo cuando el nivel del agua se ha elevado. Estas condiciones dificultan que Phoenicopterus ruber vadee, lo que dificulta su capacidad para acceder a los alimentos, luego abandonarán sus áreas de alimentación en busca de una fuente alternativa de alimento. Si bien los vuelos no son tan largos como los de otras aves migratorias, los flamencos aún vuelan durante períodos sin comer. Es una especie considerada con un estado de conservación "amenazado".

Rinoceronte recién nacido en Sumatra.


 En la imagen, un rinoceronte recién nacido en el Parque Nacional Way Kambas, en la provincia de Lampung, Sumatra. Foto Afp

Las poblaciones silvestres de especies animales vigiladas se han desplomado casi setenta por ciento en cincuenta años, según el Índice Planeta Vivo (IPV), del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), publicado el 13 de octubre pasado, que destaca pérdidas devastadoras para la naturaleza debido a la actividad humana. 

Este exahustivo informe, que se actualiza cada dos años y se desarrolla en colaboración con la Sociedad Zoológica de Londres, es el estudio más completo que existe sobre las tendencias en la biodiversidad global y la salud del planeta. Fue en el año de 1998 que se publicó por primera vez el informe., han transcurrido veinticuatro años estudiando el estado de la biodiversidad mundial. Este análisis, recoge una visión panorámica del estado de las especies, medido a través del (IPV), los impactos generados por el ser humano y las soluciones disponibles. Las miles de tendencias de población individuales se reúnen para calcular el cambio porcentual promedio en el tamaño de la población usando un índice. El porcentaje refleja el cambio promedio en el tamaño de la población animal, no la disminución de especies.

Este estudio nos muestra la dura realidad: la biodiversidad mundial disminuye a un ritmo alarmante.

Vivimos en la incertidumbre por diversos motivos, uno de ellos es que estamos inmersos en medio de dos crisis, una climática y otra de biodiversidad. Estamos sintiendo las repercusiones: desplazamientos y muertes provocadas por los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, aumento de la inseguridad alimentaria, agotamiento de los suelos, falta de acceso a agua dulce o incremento de la expansión de enfermedades zoonóticas,como el Covid-19, solo por citar algunas. Dichas repercusiones afectan a todas las personas, pero, muy especialmente y de manera desproporcionada, a las más empobrecidas y marginadas.

En el mes diciembre próximo tendrá lugar una reunión de la Organización de la Naciones Unidas en la ciudad de  Montreal, ello con la intención de acordar un nuevo Marco Global para la Biodiversidad. Esta será, quizás nuestra última oportunidad para cambiar la tendencia de pérdida de biodiversidad. Cuando acabe esta década sabremos si ese plan propuesto era suficiente o no, si la lucha por las personas y la naturaleza se gana o se pierde, pero los indicios no son buenos.

Actualmente la situación de los rinocerontes es de mal pronóstico, pues de las cinco especies existentes: en África, el rinoceronte "blanco" (Ceratotherium simum) esta catalogado como «casi amenazado» y el "negro" (Diceros bicornis) en «peligro crítico»; y en Asia, el "de Java" (Rhinoceros sondaicus), y el "de Sumatra" (Dicerorhinus sumatrensis), en «peligro crítico», mientras que el "de la India", (Rhinoceros unicornis) se clasifica como «vulnerable»; lo anterior según la clasificación establecida por la Union Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

En la Isla de Madagascar, este lemur está diseñado para atrapar larvas.


 Fotografia de un "aye - ayes"se puede observar su largo dedo medio, realizada por la agencia Afp.

Los lémures son unos primates estrepsirrinos, del griego "nariz torcida", endémicos de la Isla de Madagascar, su nombre deriva de los lémures o fantasmas o espíritus de la mitología romana, debido a las estrepitosas vocalizaciones que emiten, sus ojos brillantes y los hábitos nocturnos de algunas de sus especies.

La hipótesis más extendida es que los lémures llegaron a la isla hace aproximadamente de entre 62 y 65 millones de años en el pasado, por dispersión biológica realizada por medio de balsas de vegetación (rafting), en algún momento en que las corrientes oceánicas favorecieron la dispersión hacia la isla. Desde entonces los lémures han evolucionado para enfrentarse a un ambiente sumamente estacional y sus adaptaciones les dan un nivel de diversidad que rivaliza con los demás grupos de primates.

Con un peso que va desde los treinta gramos hasta los nueve kilogramos en las especies actuales, los lémures comparten muchos de los rasgos básicos de los primates, como manos y pies con cinco dedos y el pulgar oponible, y presentan uñas, en lugar de garras, en la mayoría de las especies . Sin embargo, su  proporción "cerebro -mas corporal" es menor que en los "primates- antropoides", y, al igual que los demás primates, tienen la nariz húmeda, son los estrepsirrinos más sociales y se comunican más con olores y vocalizaciones que con señales visuales, presentan un  metabolismo basal relativamente bajo, muchos se reproducen estacionalmente, tienen períodos de "dormancia", que es un estado similar al de hibernación o letargo, y algunas especies muestran un dominio social de las hembras. La mayoría se alimenta con una amplia variedad de frutas y hojas, mientras que otros son especialistas. Aunque muchas comparten dietas similares, especies distintas comparten los mismos bosques a través de un proceso de la llamada "diferenciación de nicho".

Hasta la llegada de los humanos a la isla, hace aproximadamente dos mil años, existían lémures tan grandes como el de un gorila macho, actualmente perviven unas cien especies de lémures, la mayor parte de ellas descubiertas o promovidas al estatus de especie a partir de los años noventas del siglo Veinte.

Aunque por lo general las tradiciones locales ayudan a proteger a los lémures y sus bosques, la tala forestal ilegal, la generalización de la pobreza y la inestabilidad política dificultan y menoscaban los esfuerzos por la conservación de estos primates. Lamentablemente estos animales están en serio peligro de extinción.

Los "aye-ayes", del género Daubentonia, tienen el dedo medio de unos ocho centímetros de largo, el cual, además, es muy delgado y posee una articulación esférica única que les permite golpear la madera y escarbar para atrapar larvas. Uno de los mayores desafíos fue la clasificación del "aye-ayes", este ha sido un tema de debate hasta muy recientemente, los primeros naturalistas no estaban seguros si estos lémures de Madagascar eran primates, roedores o marsupiales; las pruebas moleculares han mostrado ahora que Daubentoniidae es básal a a todos los Lemuriformes, tiene una proporción cerebro-masa corporal grande, lo que puede indicar un nivel más alto de inteligencia, sin embargo,  ha ofrecido pobres resultados en las pruebas de utilización de herramientas.

Es esta crisis sobre la biodiversidad que debemos los humanos resolver, y mientras no nos queda más que admirar la variedad de especies surgidas en un lapso de aproximadamente tres mil ochocientos años en el planeta. Rinoceronte, lémures abejas, hormigas o cucarachas, todas las especies son necesarias para mantener los equilibrios ecológicos. Estará la Machincuepa Cuántica al pendiente de los resultados de la reunión del próximo diciembre para establecer el nuevo Marco Global para la Biodiversidad.





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