Cop27, la situación desde el tercer día, miércoles 9 de noviembre, hasta el viernes once. Dos posturas opuestas
China reafirma su compromiso de lucha contra el cambio climático.
Activistas de varios países protestaron ayer contra la política ambiental del gobierno alemán, en el contexto de la conferencia de Naciones Unidas que se realiza en Sharm el Sheikh, Egipto. Fotografía Ap.
En el contexto de la COP27, el grupo ambientalista "Fridays for Future" (FFF) o "Viernes por el Futuro", fundado en el 2018 por Greta Thunberg, protestó contra la política del gobierno alemán del canciller Olaf Scholz, acción a la que se unieron Vanessa Nakate, de Uganda, quien señaló que el continente africano emite una mínima fracción de los gases de invernadero, así como la activista India, Licypriya Kangujam, de once años de edad, ambas captadas en la imagen de arriba, en primera línea.
Entre los asistentes, también participaron lideres de las naciones con mayor influencia, tanto en el agravamiento del cambio climático, como en el financiamiento de las medidas contrarias a su fortalecimiento.
Greta Thunberg, no asistió a esta cumbre, pues no es partidaria de la COP27. Durante la promoción de su nuevo libro "The Climate Book" en el Festival de Literatura de Londres, la activista de 19 años aseguró que: "El evento es una oportunidad para que las personas de poder, puedan usar el ‘greenwashing’, mentir y hacer trampa”. Ella criticó que la cumbre tenga lugar en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh, dijo: “Es un paraíso turístico en un país que viola muchos de los derechos humanos básicos. El espacio para la sociedad civil va a ser extremadamente limitado. Es importante dejar espacio para aquellos que necesitan estar allí. Será difícil para los activistas hacer oír su voz”.
El termino "greenwashing" es utilizado para ver las malas prácticas que algunas empresas realizan cuando presentan un producto o cualquier propuesta como respetuoso ante el medio ambiente aunque en realidad, no lo sea. Literalmente "lavando lo que es verde".
China, el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero y cuyo presidente, Xi Jinping, no asistió a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), reafirmó ayer su compromiso en la lucha mundial contra el cambio climático.
Lo anterior fue confirmado mediante la declaración del emisario chino para el clima, Xie Zhenhua, al participar en la COP27: “La determinación de Pekín a la hora de participar activamente en la gobernanza climática mundial no retrocederá ni cambiará. Este año, los eventos meteorológicos extremos fueron frecuentes, con graves daños en numerosos continentes”.
En un acto colateral a la cumbre el emisario chino, destacó las acciones de su país para combatir el calentamiento, como son: la reducción continua de los precios de los paneles solares y su posición como mayor fabricante de vehículos eléctricos.
El emisario chino Xie Zhenhua speaks during a news conference at the COP27 climate summit in Red Sea resort of Sharm el-Sheikh, Egypt, November 9, 2022. REUTERS/Mohamed Abd El Ghany
Por su parte, John Kerry, emisario para el clima de Estados Unidos, aseguró que el presidente Joe Biden mantendrá su lucha contra el cambio climático sea cual sea el resultado de las elecciones de medio mandato. Y agregó: “Incluso si perdemos, el presidente está decidido a continuar lo que estamos haciendo, y no podrá ser cambiado por nadie que venga después”.
Las naciones más pobres lograron incluir en la agenda oficial de la COP27 el capítulo de “daños y pérdidas”, que plantea compensaciones por el daño causado por dos siglos de industrialización y uso intensivo de los combustibles de origen fósil.
Los países pobres: establecieron con claridad que son las naciones ricas las que agravan los efectos del calentamiento global, fueron sus dirigentes presentes en la reunión, quienes criticaron a los gobiernos ricos y a las compañías petroleras por agravar el calentamiento global; mientras que las naciones ricas opinan que esos pagos deben ser voluntarios y no estar ligados a la posibilidad de enfrentar juicios en cortes internacionales.
Finalmente los pequeños estados insulares, azotados por tormentas cada vez más violentas y el aumento del nivel del mar, pidieron a las petroleras desembolsar parte de sus enormes ganancias. Al hablar en nombre de la Alianza de Pequeños Estados Insulares, su líder Gaston Browne dijo: “La industria del petróleo y el gas sigue generando casi tres mil millones de dólares diarios en ganancias”.
El presidente de Senegal, Macky Sall, señaló que las naciones africanas en desarrollo necesitan más fondos para adaptarse al cambio climático, y no pueden abandonar de inmediato los combustibles fósiles pues ello socavaría su crecimiento económico.
Su par de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, refirió que Occidente se apresuró a aportar miles de millones de dólares a Ucrania, pero evaden invertir en mitigar el cambio climático.
Abdelfatah Said Husein Jalil el Sisi y Macky Sall, en el desarrollo de la COP27. Tomada de Daily News Egipt.
Las naciones del Sur necesitarían más de 2.4 billones de dólares al año para financiar su combate al cambio climático, según un informe encargado por la presidencia de la COP27 publicado ayer.
Cerca de la mitad de ese monto deberá provenir de inversionistas exteriores, y el resto de fuentes públicas y privadas de las naciones.
El objetivo de dichas inversiones es “reducir las emisiones, reforzar la resiliencia, enfrentarse a los daños y pérdidas causados por el cambio climático y restaurar la tierra y la naturaleza” indicó el documento. Las inversiones actuales son de sólo 500 mil millones de dólares.
Un informe de Naciones Unidas denunció a empresas que reivindican un compromiso con la neutralidad carbono, pero no disminuyen sus emisiones ni el uso de combustibles fósiles.
El estudio indicó que las compañías pretenden compensar su falta de acción con planes de reforestación o desarrollo de energías renovables, en lo que calificó de “un engaño tóxico”.
Ranil Wickremesinghe Presidente de Sry Lanka, en su intervention en el foro de la COP27. Tomada de Asian News
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó ayer al capitalismo de provocar la crisis climática mundial, al explicar que su país sufre los embates de fenómenos medioambientales provocados por las principales economías del mundo.
“El pueblo venezolano debe pagar las consecuencias de un desequilibrio causado por las principales economías capitalistas del mundo, quienes han contaminado –y lo continúan haciendo– el planeta para el beneficio de unos pocos”, expresó el presidente Maduro, durante su intervención en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27).
Destacó que la desigualdad abismal entre los países del primer mundo frente al resto se ha incrementado y profundizado en las últimas décadas al mismo paso de la destrucción ambiental, por lo que “hay una correlación entre la crisis ambiental y la crisis de desigualdad que genera pobreza en el mundo”.
Maduro, junto con su par de Colombia, Gustavo Petro, llamaron a establecer una ambiciosa alianza por la protección de la Amazonia y como primera acción planteó reactivar la "Organización del Tratado para la Cooperación Amazónica" (OTCA); para lo cual el presidetnte Petro, abundó: “Estamos decididos a revitalizar la selva amazónica para darle una victoria importante a la humanidad en la lucha contra el cambio climático”, con lo cual convocó a Perú, Ecuador, Bolivia, Surinam y Brasil, y a los demás miembros de la OTCA, para lograr este objetivo.
"Estamos decididos a revitalizar la selva amazónica", para "darle una victoria importante a la humanidad en la lucha contra el cambio climático", afirmó Petro, junto al venezolano Nicolás Maduro y el surinamés Chan Santhoki, en la COP27. Tomada de Semanario Universidad.
Ambos mandatarios celebraron el regreso a la presidencia brasileña de Luiz Inácio Lula da Silva y calificaron de “absolutamente estratégico” el ingreso del gigante sudamericano a la alianza por la preservación de la Amazonia. Petro llamó a involucrar a Estados Unidos por ser “el país que más contamina” en América.
El presidente Lula conversó con líderes y representantes de Perú, Argentina, Costa Rica, Holanda y la Unión Europea para tratar, entre otras cuestiones, los desafíos que supone la lucha contra el cambio climático.
El mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tuiteó que la cumbre climática debe ser reflejo de la amenaza que supone este fenómeno para la humanidad y subrayó que las acciones internacionales para enfrentar el cambio climático no pueden significar una carga adicional para los países en desarrollo, por lo que llamó a la cooperación de las potencias mundiales.
Este año, nuevo récord de emisiones de dióxido de carbono, dice estudio.
Estadística que muestra el total de emisiones de dióxido de carbono, por sectores. Tomada de Controlaplus.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) derivadas del consumo de energías fósiles –petróleo, gas y carbón– alcanzarán un nuevo récord en 2022, según un estudio publicado este jueves diez, durante la Conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022.
Las emisiones totales de gas de efecto invernadero, incluyendo las procedentes de la deforestación, alcanzarán 40 mil 600 millones de toneladas, justo por debajo del nivel récord de 2019, según las primeras proyecciones publicadas para este 2022 por los científicos del proyecto "Global Carbon Project" (GCP).
Eso significa que a ese ritmo, sólo queda el cincuenta por ciento de probabilidades de cumplir la meta de que el calentamiento global se incremente en sólo 1.5 grados centígrados en los próximos nueve años, fijada en el Acuerdo de París de 2015. Para ello, las emisiones de gases de efecto invernadero deberían reducirse en un cuarenta y cinco por ciento antes de 2030.
Ha señalado Haewon McJeon, científico del Laboratorio del Noroeste del Pacífico: “Aceptémoslo. Vamos a superar el límite de 1.5 grados en las próximas dos décadas. Eso significa que subiremos a 1.6 o 1.7 grados o más, y tendremos que volver a bajar a 1.5, pero la rapidez con la que lo bajemos es la clave”.
La guerra en Ucrania ha demostrado el impacto ambiental de los conflictos armados en el entorno. Científicos calculan que esas emisiones equivalen a entre uno y cinco por ciento del total mundial, según un informe publicado en la revista científica Nature. Comparativamente, la aviación y el transporte marítimo civil representan un dos por ciento cada uno.
Los desplazamientos de refugiados representan 1.4 millones de toneladas de (CO2); los incendios forestales, de campos agrícolas o de construcciones; 23.8 millones; los combates, 8.9 millones, y la reconstrucción de infraestructuras destruidas durante la guerra equivale a 48.7 millones de toneladas, según el proyecto "Initiative on GHG Accounting of War".
Diversas organizaciones ecologistas, participantes en este for, deploraron el jueves diez que este año hubo mayor presencia de representantes del sector de energías fósiles en la conferencia. Indicó un comunicado de Global Witness: Un total de 636 cabilderos de las energías fósiles, afiliados a algunos de los mayores contaminadores del petróleo y el gas, participan en las conversaciones; y otras asociaciones que destacaron que esto es un aumento del veinticinco por ciento respecto de la anterior edición de la COP, hace un año en Glasgow.
En una declaración hecha por el nigeriano Omar Farouk Ibrahim, secretario general de la Organización de Productores de Petróleo Africanos (APPO), dijo que: “No nos vamos a disculpar por estar aquí. Si no estamos nadie nos va a escuchar y se tomarán decisiones contrarias a lo que pensamos son nuestros intereses”.
Testimonios sobre los efectos del Cambio climático en Centroamérica.
Imagen de la trayectoria seguida por el huracán Julia en Centroamérica. Tomada de La Jornada.
Como se recordará el ciclón Julia ingresó el 9 de octubre a Nicaragua como Huracán categoría Uno, pasó como tormenta tropical por El Salvador y se disipó en Guatemala.
Miguel rescató sólo dos mazorcas de su plantación de maíz, aún cubierta por el agua achocolatada. El campesino hondureño fue víctima de la tormenta tropical Julia que hace un mes azotó América Central, donde los fenómenos climáticos son cada vez más frecuentes.
Se dio a conocer que las bandas de lluvia desbordaron los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón, provocando los mayores daños en el Valle de Sula, situado en el norte de Honduras, la zona más vulnerable ante los fenómenos climáticos.
Según fuentes estatales, Julia dejó medio centenar de muertos en los cuatro países, así como miles de hectáreas de cultivos dañados.
Las siete hectáreas de Miguel Mejía, de 58 años, Antonio Alemán, de 53, y otros ocho campesinos hondureños, está a 30 kilómetros de donde desbordó el Ulúa, cerca de "El Progreso", a unos 200 kilómetros al norte de Tegucigalpa. Hasta allí llegaron las crecidas.
Un mes después, el panorama en esa zona es desolador: viviendas de miles de personas muy pobres cubiertas de tierra y otros desechos que arrastraron las corrientes, que también arrasaron con cultivos de granos básicos, palma africana, plátanos, yuca y otros productos.
“Perdimos la cosecha. Sólo pude localizar unas dos mazorcas medio buenas y las otras están totalmente podridas”, se quejó el campesino. “Vamos a tener una crisis alimentaria”, deploró Miguel, quien vive con su esposa y dos hijos ya adultos.
Estimó las pérdidas en más de 400 mil lempiras, que equivalen a unos 16 mil dólares, para los diez campesinos, quienes no podrán sembrar en el segundo ciclo del año porque las tierras siguen inundadas.
El trabajo de dos ciclos anuales es “para tener el maicito para comer uno las tortillas y ayudarse de alguna manera con lo que vende de lo que cosecha”, explicó.
Tras las pérdidas, Miguel se compra la comida con dinero que percibe al arreglar cercos dañados por las corrientes. Allí “nos están dando un sueldito para poder sobrevivir”.
A Antonio el agua le cubrió su vivienda hasta el techo. Y nos dijo: “Sembramos con semilla comprada, fertilizamos y todo eso lo perdimos”.
Ahora el campesino trabaja en una cooperativa de palma africana. También reparando cercos, chapeando y cortando frutas, donde le pagan diez dólares al día. “Allí vamos a estar trabajando, por mientras.”
Otro campesino de la zona, Camilo Chávez, de 64 años, dijo que: "Me las arreglo para comer con ayuda de algunos amigos, y la municipalidad que nos ha invitado un poquito de comida”.
“Las llenas [crecidas] grandes se han dado cada veinte años pero esta vez apenas habían pasado dos años desde los ciclones Iota y Eta, sucedidos al final de la temporada de huracanes del atlántico en el año 2020. El gran huracán Mitch pasó por América Central del 22 de octubre al 5 de noviembre en la temporada de huracanes en el Atlántico de 1998; y lo recuerda muy bien Miguel, quien lo rememoró: “desde el Mitch ya han pasado 24 años”.
Imagen de las consecuencias que el ciclón Julia dejo en Guatemala. Tomada de el diario "El Comercio de Perú.
Tras el huracán Mitch, la peor tragedia climática que ha experimentado Centroamérica, las autoridades hondureñas construyeron unos muros de tierra a la orilla de los ríos Ulúa y Chamelecón, para proteger las poblaciones.
Pero en ese año 2020, las crecientes por los ciclones Iota y Eta rompieron partes de esas barreras y los ríos se desbordaron hacia las poblaciones del Valle de Sula, la más pujante zona productiva de Honduras, que es un país de 9.6 millones de habitantes, con más de setenta por ciento en la pobreza.
En un informe el Banco Mundial, en el mes de julio pasado, advirtió: “El cambio climático está profundamente ligado con el desarrollo y el bienestar humano. Si no se controla, sus impactos podrían empujar a 132 millones de personas a la pobreza en los próximos 10 años”.
En El Salvador, uno de los afectados fue Víctor Carranza, de 44 años. Perdió su cultivo de una hectárea en El Zamorano, 100 kilómetros al sureste de San Salvador.
“Ahí se queda uno más fregado, sin recurso de poder tener su maicito”, sostuvo. Aspira a una donación del gobierno para sembrar de nuevo.
“Ha habido demasiada agua; este año ha sido bastante copioso, ningún año ha habido agua como en este”, deploró el también campesino salvadoreño Alfredo Hernández, de 51 años.
En Nicaragua, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público estimó en 367.8 millones de dólares las pérdidas causadas por Julia en producción, daños al ambiente e infraestructura en salud, educación, telecomunicaciones, energía, agua y saneamiento.
El ministro guatemalteco de Agricultura, contabilizó entre los efectos de Julia: “Sesenta mil hectáreas afectadas en diferentes niveles, que incluyen maíz, frijol, cardamomo, café, banano, plátano y pastos”.
Después de haberse formado solo tres tormentas tropicales de corta duración, a partir del día tres de julio, la ciclogénesis tropical fue suprimida a lo largo de la cuenca durante dos meses aproximadamente, ello sefún explicaron especialistas, por una combinación de fuertes vientos cortantes y aire más seco, más la presencia de la Capa de Aire del Sahara. Como resultado, no se formaron ciclones tropicales en agosto por primera vez desde 1997. Con los huracanes Bonnie y Julia, cruzando hacia el Océano Pacífico, la temporada se convirtió en la primera desde 1996 en la que dos ciclones sobreviven al cruce del Atlántico al Pacífico. Como dato adicional, se tiene que, no se produjo ningún desarrollo subtropical o tropical en el Océano Atlántico antes del inicio de la temporada (de Junio a Noviembre), lo que lo convierte en el primero desde el año 2014 en no tener una tormenta nombrada antes de la temporada.
Pronto habrá ocho mil millones de habitantes en el planeta.
El próximo martes 15 de noviembre se calcula que nacerá el habitante humano número ocho mil millones. Tomada de Magnet Xayaka.
Declaró la jefa del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA), la panameña Natalia Kanem: " Para el 15 de noviembre habrá ocho mil millones de personas en la Tierra. Es un hito capital para la humanidad, y señaló que la noticia implica que hay mayor esperanza de vida, así como menor mortandad infantil y materna a escala global. Sin embargo, me doy cuenta de que no todo el mundo lo celebra, hay algunos están preocupados por la sobrepoblación, y que con demasiadas personas los recursos sean insuficientes para vivir, pero no hay razón para temerle a la cifra".
El profesor Joel Cohen, de la Universidad Rockefeller, señaló que la cuestión no es si somos “demasiados”, sino que “consumimos muchos más recursos biológicos (bosques, peces, tierras...) de lo que el planeta puede generar cada año, y el excesivo consumo de energías fósiles, que generan cada vez más emisiones de dióxido de carbono, causantes del calentamiento global. A menudo, somos estúpidos. Nos ha faltado visión. Somos glotones. Es ahí donde radica el problema”, le pidió no consideren a la humanidad una plaga".
En cuanto a los recursos, se necesitarían 1.75 planetas Tierra para sostener a la población mundial, Por otra parte, según cifras obtenidas y publicadas por la Organización No Gubernamental (ONG) "Global Footprint Network" y "World Wide Fund for Nature" (WWF) o "Fondo Mundial por la Vida Silvestre".
Jennifer Sciubba, investigadora del centro de análisis Wilson Center, afirmó que “es cómodo y perjudicial culpar a la sobrepoblación” de la escasez de recursos y el calentamiento global, y no al comportamiento de los países ricos.
Aunque se producen alimentos suficientes para ocho mil millones de personas, “800 millones, esto es, una de cada diez, sufren desnutrición crónica”, afirmó Cohen.
El número de personas que padecen hambre en el mundo aumentó hasta alcanzar los 828 millones de personas en 2021, lo que supone un aumento de unos 46 millones desde 2020 y de 150 millones desde el brote de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) (1), según un informe de las Naciones Unidas "El Estado de Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo" (SOFI), en el que se aportan nuevas pruebas que muestran que el mundo se está alejando de su objetivo de acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas de aquí a 2030. Imagen tomada de UNESCO Red Bioética.
Y como conclusión de las malas noticias sobre lo sucedido en este año, informó el director regional de la Organización Mundial de la Salud para Europa, Hans Kluge durante la COP27: "Al menos quince mil personas fallecieron este año en Europa a causa de canículas atípicas".
Haciendo a un lado las interrogantes sobre la verdadera validez del foro, las menciones sobe su anacronismo, la falta de participantes civiles, alejados de los intereses comerciales, y de sus patrocinadores; considero que este foro es el último esfuerzo multinacional para tratar de corregir el rumbo que la humanidad ha tomado sobre el asunto del calentamiento global, que es de momento el único esfuerzo internacional, apoyado por las instituciones oficiales para dicho efecto, por medio del dialogo y el convencimiento pacífico.
Puedo establecer dos conclusiones otorgadas en el desarrollo de la citada COP27: No existe falta de información sobre las consecuencias del cambio climático, y, aún no impera el deseo de compartir los costos que implica el cambio en los modos acostumbrados de vivir de la humanidad. La Machincuepa Cuántica sigue al pendiente de los sucesos que ocurren en Egipto este mes de noviembre.
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