Nuevas naciones se incorporan al estudio del espacio, con sus propios proyectos.

En pleno siglo XXI, se da la apertura suficiente para que naciones que no habían incursionado, como país, en el estudio del espacio exterior; sin lugar a dudas la primera y mayor dificultad consiste en contar con los recursos económicos para emprender acciones concretas, para ese fin vemos la creación en septiembre pasado de la "Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio" (ALCE), iniciativa de México (avalada en marzo por el Congreso), a la que se han sumado veinte naciones hasta la fecha. El mensaje que acompañó a su inicio formal de existencia fue:

Para América Latina, su participación en las investigaciones espaciales, consiste en enfocar la tecnología para ayudar  a las personas en el bienestar social.



Durante los trabajos del proyecto Colmena. Foto cortesía de la UNAM

Antes que colonizar otros planetas, la carrera espacial en América Latina está enfocada en el desarrollo de tecnología para el bienestar de los más de 650 millones de habitantes de la región, por ejemplo, para mejorar los sistemas de telecomunicación o diseñar satélites en la zona que impacten en la calidad de los servicios de conectividad, Internet, sistemas de navegación o, incluso, en el combate a la pobreza, entre otros aspectos.

Y explica el antropólogo Gustavo Alonso Cabrera Rodríguez, representante de México ante la (ALCE), por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), y quien se ha dado a la tarea de promover la participación en el mencionado organismo de todos los estados latinoamericanos, así como de socios estratégicos, como la Agencia Espacial Italiana, que se sumó esta semana.

“Nuestro presente y sobre todo nuestro futuro está vinculado a seguir usando el espacio como un punto de análisis y de partida para el desarrollo tecnológico. Al hablar de “la carrera espacial” generalmente las personas se quedan con la idea que se ajusta a lo sucedido entre la agencia espacial norteamericana, la NASA y la Agencia Espacial Rusa Roscosmos, aquella competencia entre ambas naciones, que desarrollaron a partir de los años sesenta del siglo Veinte, por cierto, en el medio del ambiente de la "Guerra Fría", y que formaba parte de sus objetivos armamentistas, dirigidos en sus inicios en ver quién llegaba primero a la Luna. Sin embargo ahora la realidad es que estamos en el año 2022, y todo lo que veíamos en la televisión ya es presente; hay que pensar en cómo lo vamos a aprovechar, ese es nuestro gran reto. Sobre todo, la apuesta del nuevo organismo internacional, tiene que ver con “cómo utilizar el espacio para el desarrollo tecnológico y qué tecnología será. Mientras algunas naciones siguen fabricando satélites de varias toneladas de peso, en México creemos que son los nanosatélites de menos de tres kilos, en una "ecoconstelación", los que nos permitirán tener información con múltiples beneficios. No solamente estamos por la formación de astronautas.
Encontrar los mecanismos para apoyar a las nuevas generaciones de estudiantes y profesionales aeroespaciales para que trabajen en propuestas que beneficien a la agricultura, la oceanografía, el medio ambiente, la cartografía, la exploración de recursos naturales, la inteligencia urbana o ayuden a actuar con oportunidad ante desastres naturales, entre muchas áreas de oportunidad". 

Cabrera puntualiza que esta es la prioridad de la nueva Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio, que tendrá su sede en el estado mexicano de Querétaro, dicho organismo regional no es un proyecto sin antecedentes, pues desde los años setentas existen, en Chile se impulsó la propuesta de tener una agencia espacial latinoamericana. Lo que ahora están son las condiciones propicias para ello, México con su iniciativa busca rescatar esos intentos e iniciativas para formalizarlo.

Existen muchos latinoamericanos, incluso Instituciones, que se han integrado a los trabajos que despliegan distintas agencias espaciales, por lo que sabemos que América Latina y el Caribe cuentan con el capital humano para conformar una agencia espacial.

En cuanto a las escuelas de educación superior que existen en los diversos países del área, la oferta educativa se ha incrementado, hoy existe en Querétaro, la Universidad Aeronáutica, la única en el país especializada en la formación, tanto a nivel licenciatura como posgrado, en temas de aeronáutica y aeroespacial. Pero también existen escuelas en otros estados que también se han distinguido en la materia, pero de manera aislada, es decir, necesitamos tener una estrategia interna y a la vez proponer una regional para sumar todos "los garbanzos de a libra" en una estrategia global latinoamericana. Es un fuerte objetivo el de querer abarcar todos los eslabones de la cadena en la formación del capital humano, desde el más sencillo hasta el más sofisticado. La idea es que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) certifique a los estudiantes de cualquier país integrante de la ALCE y que sus estudios sean reconocidos en cualquiera de esas naciones, para facilitar la cooperación internacional. Todos los científicos de la región deben tener un reconocimiento en cuanto a su formación educativa.

Es de esperar que la organización de este gran foro de desarrollo científico de fruto en el menor tiempo posible, es algo inédito, y sus logros harán diferencia para la población de Latinoamérica, y que la cooperación internacional también redunde en ganancia al total de la humanidad.

Por otro lado, se tienen noticias de que Corea del Sur lanza su primer cohete espacial de fabricación propia.


Durante el despegue de Nuri en el Centro Espacial Naro, en Goheung. Foto Ap

Corea del Sur informó que el 18 de junio de este año, ha lanzado un cohete espacial de fabricación nacional y puso en órbita la carga, en lo que califican como un “paso de gigante” para el país asiático en sus aspiraciones espaciales. Uniéndose a Rusia, Estados Unidos, China, Japón, India y Corea del Norte.

El vehículo coreano de "Lanzamiento Espacial II", llamado coloquialmente "Nuri", despegó de la "Estación Goheung" a las 7 horas GMT, dejando atrás una gran columna de humo.

Lee Jong-ho, ministro de Ciencias y Tecnología, calificó la misión de exitosa: "Las tres etapas del cohete funcionaron, logrando llegar al objetivo de 700 kilómetros de altura y poner en órbita un satélite de verificación de funcionamiento. El programa espacial de Corea del Sur ha dado un paso de gigante. Así el proyecto nos se convirtió en la séptima nación del mundo en lanzar un vehículo espacial con tecnología nacional. El gobierno continuará trabajando para hacer del país una potencia espacial”.

El lanzamiento de tuvo lugar ocho meses después de otra operación que no pudo completarse con éxito, eso ocurrió el 21 de octubre del 2021, y se frustró debido a que el satélite simulado que debía ser puesto en órbita no se separó correctamente del módulo. El hecho se describió de la siguiente manera, en aquella ocasión:
"El Vehículo de Lanzamiento Espacial de Corea II, llamado informalmente "Nuri" y adornado con una bandera de Corea del Sur, se elevó hacia arriba desde el lugar de lanzamiento en Goheung arrastrando una columna de llamas, las tres etapas del lanzamiento habían funcionado correctamente y el cohete se elevó también hasta 700 kilómetros de altura. También se separó con éxito la carga útil de 1.5 toneladas, pero no se logró colocar el simulacro de satélite en órbita, por lo que su éxito solamente fue parcial".


El modelo de calificación completamente ensamblado del cohete espacial Nuri mientras es transportado el 1º de junio a su plataforma de lanzamiento en el Centro Espacial Naro, en el condado de Goheung-gun, provincia de Jeollanam-do. Tomada de Agencia de Noticias Yonhap

Ahora sucedió la misión con total éxito pues en la prueba del simulacro de satélite, "Nuri" llevó consigo un satélite de verificación de funcionamiento de cohetes y cuatro pequeños artefactos cúbicos desarrollados por cuatro universidades locales para labores de investigación. Este cohete de tres etapas ha sido desarrollado a lo largo de una década con un costo de mil 600 millones de dólares, su peso es de doscientas toneladas, mide 47.2 metros de largo y tiene seis motores de combustible líquido.

Recapitulando en Asia, los países con programas espaciales avanzados son: China, Japón , India y Corea del Norte, que fue previamente el de ingreso más reciente al grupo de países con capacidad de lanzar sus propios satélites.

El programa espacial coreano contempla realizar en agosto el lanzamiento de un "orbitador lunar", y al menos otros tres lanzamientos, de aquí al año 2027 con vistas también a comercializarlo en el futuro para otros países. Para ello se han enfocado en la posibilidad de desarrollar cohetes que utilicen combustible sólido, que resultan más fáciles de preparar para el lanzamiento, considerando que ello podrá realizarse a partir del 2024, esto permitiría lanzamientos más frecuentes que ayuden a mejorar su red de satélites.

Pero en lo que se cumplen los tiempos del proyecto Espacial Latinoamericano  se informó que el Centro de Control Remoto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya permite obtener datos del Gran Colisionador de Hadrones (LHC).


El ICN de la UNAM puede recabar datos del Gran Colisionador de Hadrones, el cual es operado por el Centro Europeo de Investigación Nuclear. Foto Tomada del Twitter @CERN.

La doctora María del Pilar Carreón Castro quién es la directora del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM , informó que se cuenta con el primer "Centro de Control Remoto del detector" "A Large Ion Collider Experiment" (ALICE), con lo cual los científicos obtendrán datos en tiempo real de uno de los experimentos más importantes sobre la investigación del origen del cosmos, luego del Big Bang.

Así es que ahora estos científicos podrán participar en la toma de datos del proyecto que se desarrolla bajo la frontera franco-suiza, como parte del "Gran Colisionador de Hadrones" (LHC) considerado uno de los planes científicos más importantes de la actualidad y operado por el "Centro Europeo de Investigación Nuclear" (CERN).

La directora del (ICN), abundó: "Este año se pudo “incrementar nuestra capacidad de cómputo y tenemos la posibilidad de analizar de manera inmediata, ver estos datos y, sobre todo, almacenarlos para después procesarlos. Para el grupo de la UNAM en (ALICE) es muy importante contar con esta parte de cómputo, pues tenemos un grupo importante desde licenciatura hasta posdoctorados que realizan estancias con el grupo ALICE-ICN y tienen la posibilidad de ir al CERN y trabajar de manera directa, así que el enriquecimiento de los recursos humanos es muy importante”.

Por otra parte, el doctor  Guy Paic, coordinador del grupo ICN-UNAM en el CERN apuntó que los trabajos se perfilan para fecha posterior a 2030: “Todos los detectores desarrollados en física sirven a largo plazo en medicina o astronomía, estos proyectos de frontera permiten llevarnos más allá, como lo fue el internet en su momento, que empezó como una necesidad de comunicación”.

Asimismo el doctor Luciano Musa, que es vocero del proyecto (ALICE),  líder e investigador del CERN, además de ser miembro de diversos comités internacionales de ciencia y tecnología, destacó que: "El trabajo del centro europeo se basa en cuatro pilares: investigación, tecnología, entrenamiento y colaboración; esta última ayuda a motivar a las nuevas generaciones a sumarse a la comunidad para hacer física en la frontera de la ciencia y la tecnología".

El doctor Musa, se encuentra en México y el diez de agosto pasado dictó en la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP), la conferencia "Uncovering the quark gluon plasma: scientific and technological challenges", tuvo lugar en la Unidad de Seminarios de Ciudad Universitaria, en ella afirmó que para estudiar los "quarks" y "gluones", la ciencia enfrenta grandes desafíos, en primera instancia tecnológicos, de ahí la importancia del CERN, el laboratorio más grande del mundo donde se busca revelar los misterios de este plasma de quarks y gluones.


Ilustración sobre el experimento "ALICE". Tomada de Es. Wikipedia. com.

Este muy prestigiado científico se unió al Experimento (ALICE) en 1997 y desde entonces ha trabajado en el diseño de detectores, inicialmente en su disertación destacó el papel de los científicos mexicanos y de las contribuciones que han realizado los investigadores de la BUAP en el estudio del plasma de quarks y gluones. En el año 2011 fue nombrado líder del, "Sistema de Seguimiento Interno" (ITS) que es el detector más central que rodea el tubo de luz ubicado en el cilindro central de ALICE, en el CERN, lugar donde se encuentra el "Gran Colisionador de Hadrones" (LHC), que tiene una circunferencia de 27 kilómetros, bajo la frontera entre Francia y Suiza, donde se hacen chocar partículas a muy altas energías, mientras los cuatro experimentos: ALICE, CMS, ATLAS y LHCb son capaces de captar el trayecto de estas partículas con detectores de alta tecnología, hoy su trabajo se enfoca primordialmente en el Experimento (ALICE).

Fue a partir de la pregunta ¿De qué está hecho el Universo?, que el doctor Luciano Musa, explicó que el plasma de quarks y gluones se creó millonésimas de segundos después de la gran explosión del Big Bang, esos primeros instantes en que la materia primigenia pasó a un estado conocido como plasma de quarks y gluones; posteriormente se enfrió y se formaron los protones y neutrones, los cuales constituyen los átomos, que a su vez conforman todo lo que nos rodea y lo que somos.

También se refirió a las nuevas tecnologías empleadas para la participación de (ALICE) en la próxima toma de datos del (LHC), específicamente en los detectores basados en el concepto de innovación tecnológica, que serán relevantes para proveer la mejor resolución e identificación de partículas en un amplio rango, además del impacto que pueden tener en otras aplicaciones.


Ilustración del plasma quarks y gluones. Tomada de Francis. Naucas. com.

Haciendo un poco de historia sobre la participación de estudiantes de posgrado y el grupo de científicos de la BUAP que colaboran en (ALICE), su inicio se remonta hasta el año 2002, con la propuesta de un detector de rayos cósmicos y desde entonces han contribuido con la construcción y operación de los sistemas de detección del experimento, así como el análisis de datos de la interacción de protones y núcleos de iones pesados a las energías del (LHC). Es importante señalar que actualmente, el grupo de la BUAP adscrito al experimento (ALICE) tiene a su cargo el funcionamiento del "ALICE Cosmic Ray Deetector" (ACORDE), esto es, un detector de rayos cósmicos de muy altas energías.

Este ingenio auxiliar en la búsqueda de las subpartículas que dieron origen a la materia que forma nuestro Universo, es en verdad interesante, nos ubica en la frontera con lo desconocido, y aún le falta mucho camino por recorrer, se dan pasos en la consecución de metas, pero eso genera nuevas preguntas y debemos seguir de cerca sus incursiones en los detalles, por ello la Machincuepa Cuántica se ocupa en dar seguimiento a los trabajos.

Así como en Asia se observa el desarrollo de varias naciones en el contexto de la exploración espacial resulta muy prometedor el esfuerzo conjunto que los países de América Latina y el Caribe, hoy inician, y como se asegura, el talento existe, solamente será un asunto de organización y la asignación de presupuestos suficientes para que fructifique en la realidad aportando mejoras en la calidad de vida de los "Homo sapiens".

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