Neurociencias avanzando en los laboratorios y farmacéuticas.
El cerebro de los Homo sapiens es un tema de atención constante entre los neurocientíficos, la Machincuepa Cuántica presenta dos importantes alcances ocurridos en fechas recientes, en primer lugar.
Ponen en duda la principal hipótesis actual sobre las causas del Alzheimer.
La principal hipótesis sobre el funcionamiento del Alzheimer recibe cada vez más críticas, hasta el punto que los científicos se preguntan si siguieron una falsa pista en las pasadas décadas en la búsqueda de un medicamento. El Alzheimer y otras demencias afectan a cincuenta millones de personas en el mundo, y por ahora no existe ningún tratamiento que pueda detener la enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar, es progresiva y con el tiempo, termina con la habilidad de llevar a cabo hasta las tareas más sencillas. En la mayoría de las personas con esta enfermedad, los síntomas dan inicio con posterioridad a los sesentas cinco años, las conexiones de las células cerebrales, e incluso las propias células se degeneran y mueren. Los síntomas principales son la pérdida de la memoria y la confusión. Hasta estos tiempos no se ha encontrado una cura, solamente existen paliativos, los medicamentos y las estrategias de control pueden mejorar los síntomas temporalmente.
La demencia es la pérdida del funcionamiento cognitivo (pensar, recordar y razonar) y de las habilidades de comportamiento hasta tal punto que interfiere en las actividades y la vida diaria. La gravedad varía y va desde la etapa más leve, cuando apenas comienza a afectar el funcionamiento de la persona, hasta la etapa más grave, cuando la persona debe depender completamente de los demás para las actividades básicas de la vida diaria. La demencia más común en estos tiempos es la originada por el Alzheimer.
Ilustración que presenta la comparación de un cerebro sano y otro con Alsheimer. Tomada de la página del National Institute Aging (instituto Nacional sobre el Envejecimiento).
Esta enfermedad lleva el nombre del psiquiatra y neurólogo Alois Alzheimer (1864 - 1915), quién en el año 1906, notó cambios en el tejido cerebral de una mujer que había muerto de una enfermedad mental extraña. Sus síntomas incluían pérdida de memoria, problemas de lenguaje y comportamiento impredecible. Después de su muerte, el doctor examinó su cerebro y encontró muchas agrupaciones anormales, ahora llamadas placas amiloides, y conjuntos de fibras enredadas, ahora conocidas como ovillos neurofibrilares u ovillos de tau.
Estas placas y ovillos en el cerebro todavía se consideran entre las características principales de la enfermedad de Alzheimer. Otra característica es la pérdida de conexiones entre las neuronas en el cerebro. Las neuronas transmiten mensajes entre distintas partes del cerebro y desde el cerebro a los músculos y órganos del cuerpo.
Los científicos continúan tratando de entender los cambios cerebrales complejos que ocurren en la enfermedad, y se ha establecido la posibilidad de que los cambios en el cerebro puedan comenzar una década o más antes de que aparezca algún síntoma. Durante esta etapa sumamente temprana, se están produciendo cambios tóxicos en el cerebro, incluso las acumulaciones anormales de proteínas que forman las placas amiloides y ovillos neurofibrilares. Las neuronas anteriormente sanas, dejan de funcionar, pierden las conexiones con otras neuronas y finalmente mueren.
Parece que el daño inicialmente ocurre en el hipocampo y la corteza entorrinal, partes del cerebro esenciales para formar recuerdos. A medida que mueren más neuronas, otras partes del cerebro resultan afectadas y comienzan a encogerse. En la etapa final el daño es extenso y el tejido cerebral se ha reducido considerablemente. La mayoría de las personas con la enfermedad tienen la forma de inicio tardío en la que los síntomas se hacen evidentes alrededor de los 65 años o más. Los investigadores no han encontrado un gen específico que cause directamente la enfermedad de Alzheimer de "inicio tardío". Sin embargo, tener alguna forma del gen de la "apolipoproteína E" (APOE) aumenta el riesgo. La inconsistencia detectada por el momento es que no todos los poseedores de este gen desarrollan la enfermedad y algunos pacientes que no lo tienen si la han desarrollado. Por otra parte, el "inicio temprano" ocurre entre los 30 y los 65 años y representa menos del diez por ciento de todos los casos. A veces, la causa es un cambio hereditario en uno de tres genes. En otros casos, las investigaciones muestran que hay otros componentes genéticos involucrados.
En aquellas personas con la enfermedad de inicio temprano, la causa puede ser una mutación genética. La enfermedad de Alzheimer de inicio tardío surge de una serie compleja de cambios cerebrales que pueden ocurrir durante décadas. Las causas probablemente incluyen una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. La importancia de cualquiera de estos factores para aumentar o disminuir el riesgo de desarrollar esta enfermedad puede variar de una persona a otra. los científicos están aprendiendo cómo los cambios en el cerebro relacionados con la edad pueden dañar las neuronas y afectar otros tipos de células cerebrales para contribuir al daño que causa esta enfermedad. Estos cambios relacionados con la edad incluyen atrofia (disminución) de ciertas partes del cerebro, inflamación, daños vasculares, producción de moléculas inestables llamadas radicales libres y disfunción mitocondrial (un colapso de la producción de energía dentro de una célula).
Imagen Alzheimer es la demencia más conocida y habitual. Tomada de Salud180. com.
La teoría de la “cascada amiloide” sirvió como base durante los pasados veinte años de investigación sobre esta enfermedad degenerativa, pero sin que se obtuvieran resultados palpables. A pesar de tratarse de la demencia más conocida y habitual, siguen ignorándose sus causas y el funcionamiento con exactitud.
Ahora el nuevo planteamiento es que es factible que la formación de dichas placas se deba a otra patología, esto es, son un síntoma y no la causa del mal, ello es la duda de los expertos.
"La teoría de la Cascada”, como causante del Alzheimer se debe a la formación de estas placas, sin embargo, esta hipótesis genera cada vez más dudas, tres décadas después de haber sido formulada por el biólogo británico John Hardy (nacido el 9 de noviembre de 1954), que se basa en la idea de que una "cascada química" es la que acaba provocando la acumulación en el cerebro de placas seniles, estos son, depósitos extracelulares anormales de un material proteínico llamado beta-amiloide, los que a su vez acaban destruyendo las neuronas de los pacientes con este tipo de demencia. Se teorizó que lo que desencadena la cascada amiloide son fallos genéticos raros, que generan una anomalía en el ADN que codifica la proteína precusora del amiloide, llamada (PPA), que se encarga de sintetizar al beta-amiloide, que es un péptido compuesto por aminoácidos.
Ese error genético hace que el cuerpo empiece a formar PPA alterada lo que conduce a la formación de depósitos anormales de amiloide, que a su vez forman placas seniles y ovillos neurofibrilares de proteína tau en las neuronas, las que hacen que éstas dejen de funcionar o mueran, causando demencia clínica.
Pero existe otra posible explicación, ella apunta a que el problema no tiene que ver con la (PPA) que genera el amiloide sino con una proteína que debiera eliminarlo.
Lisosomas. Son orgánulos relativamente grandes, formados por el retículo endoplasmático rugoso (RER) y luego empaquetadas por el complejo de Golgi, que contienen enzimas hidrolíticas y proteolíticas que sirven para digerir los materiales de origen externo (heterofagia) o interno (autofagia) que llegan a ellos, se encargan de la "digestión celular". Tienen una estructura muy sencilla, "semejantes" a "vacuolas", rodeados solamente por una membrana, degradan todas las molécula inservibles para la célula. Tomada de Ecured.
Un estudio publicado el pasado 3 de junio del 2022, en la revista "Nature Neuroscience" pone en duda el papel de las placas de proteínas y defiende la hipótesis de que en realidad el Alzheimer surgiría en el interior de las neuronas, en lugar de en su exterior. El doctor y profesor de Psiquiatría y Biología Celular Ralph Nixon, que supervisó este estudio realizado en la Universidad de Nueva York; declaro que: “Estos nuevos elementos sacuden las convicciones que teníamos sobre el funcionamiento del Alzheimer”.
La publicación, realizada a partir de análisis en ratones modificados genéticamente para introducir el equivalente de la enfermedad, apunta a una posible disfunción de las lisosomas, que son orgánulos celulares que sirven para “digerir” los componentes inútiles o degradados.
Con ello el doctor Nixon se une a otros investigadores que también esgrimen que las placas seniles y los ovillos neurofibrilares, que se observan en los cerebros de los enfermos de Alzhéimer no serán el resultado, y no la causa, de la neurodegeneración.
Esta investigación no cambiará por sí sola los consensos científicos sobre la enfermedad, puesto que esta hipótesis deberá confirmarse, pero abre un nuevo panorama de desarrollo de la pruebas que se deberán efectuar en humanos.
Nuevo fármaco reduce síntomas de depresión posparto.
Las investigaciones en el campo de la salud mental se mantienen en ascenso, he aquí un ejemplo de lo que se ha publicado recientemente, esto forma parte del esfuerzo científico en el terreno de las Neurociencias.
Ilustración de madre en depresión posparto.
Muchas mujeres sienten melancolía o tristeza después de haber dado a luz, se desconoce la causa. Pueden sentir cambios en el estado de ánimo, sentirse ansiosas o abrumadas, sufrir crisis de llanto, pérdida de apetito o dificultad para dormir. Pero esto, generalmente, desaparece en unos días o una semana y los síntomas no son graves ni necesitan tratamiento.
Sin embargo, los síntomas que duran más tiempo, son más graves. La nueva mamá puede sentirse desesperanzada e inútil y puede, incluso, perder su interés por el bebé. En muy contadas ocasiones, estas nuevas mamás desarrollan algo más serio, esto, si tienen alucinaciones o tratan de hacerse daño o hacer daño a su bebé. Una estadística reciente realizada a nivel mundial habla de que la tasa de incidencia es del quince por ciento, en Estados Unidos se dice que una de cada nueve madres que acaban de dar a luz tienen depresión posparto, en Europa la tasa es del diez por ciento, mientras que en México, se reconoce que, entre un trece y un quince por ciento de las nuevas madres padece de depresión posparto, adicionalmente se ha reconocido que nuestro país ha quedado a la saga en cuanto a investigación y atención a la salud mental, en general, y en caso específico en lo referente a la depresión que se suscita durante el embarazo y posterior al parto.
Es el muy particular cambio en el estado de ánimo, así como el auto generarse sentimientos de preocupación, infelicidad y agotamiento que lleva a las mujeres a experimentar durante las primeras dos semanas después de dar a luz. Los bebés recién nacidos requieren atención las veinticuatro horas, por lo que es normal que las madres se sientan cansadas e incluso abrumadas a veces. Si los cambios en el estado de ánimo y los sentimientos de ansiedad o infelicidad son muy fuertes, o si duran más de dos semanas, es factible que la mujer padezca depresión posparto. Por lo general, las mujeres que tienen este tipo de depresión no se sentirán mejor hasta que reciban tratamiento.
No todas las afectadas presentan los mismos síntomas, algunas pueden experimentar pocos síntomas de depresión perinatal, mientras que otras pueden tener más. Algunos de ellos son:
estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" persistente; irritabilidad; sentimientos de culpa, nulidad; falta de esperanza o impotencia; pérdida de interés o de placer en pasatiempos y actividades; presentar fatiga o disminución anormal de energía; sentir inquietud o tener problemas para quedarse quieto; dificultad para concentrarse, no recordar o para tomar decisiones; padecer dificultad para dormir (incluso cuando el bebé está durmiendo), despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado; apetito anormal, cambios de peso o ambos; molestias o dolores corporales, dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física clara o que no se alivian aun con el tratamiento; problemas para crear un vínculo emocional con el nuevo bebé; dudas constantes sobre su capacidad de cuidar al nuevo bebé; y los de mayor cuidado: pensamientos sobre la muerte, el suicidio, o hacerse daño a sí misma o al bebé.
Fotografía de una pareja que tiene depresión posparto, pues la enfermedad puede afectar a mamá y también a papá. Tomada de Psicoterapeútas. com.
Esta situación puede comenzar en cualquier momento dentro del primer año de haber dado a luz. Actualmente aún no se conoce con certeza la causa, pero, las investigaciones sugieren que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, se ha establecido una teoría que dice que puede deberse a cambios hormonales y físicos, que sufre el organismo después del parto y, adicionalmente, en el aspecto psicológico, al estrés que representa el compromiso de cuidar a un bebé, las mujeres que ya sufrían de depresión, presentan un riesgo mayor.
Los hombres también pueden tener depresión perinatal o posparto. Quizá no hayan lágrimas, pero pueden sentirse irritables o enojados. La depresión puede manifestarse en términos de irritabilidad, impulsividad y sentirse incapaz de encontrar placer en las cosas. Lo padres deprimidos tienen mayor probabilidad de abusar de sustancias, cometer violencia doméstica y de no apoyar a sus parejas con la crianza del nuevo bebé. Esta afectación psicológica también aumenta los conflictos en las relaciones matrimoniales y hace más vulnerables a las madres a la depresión. Por otra parte, los niños cuyas madres ya sufren de depresión, les puede ayudar tener un padre cariñoso y preocupado en protegerlos de algunos de los efectos negativos de la depresión de la madre.
Estadísticamente se ha determinado que el fenómeno es relativamente común y afecta entre un dos a un veinticinco por ciento de los padres durante el embarazo de su pareja o durante el primer año después del parto, esta tasa puede incrementarse a un cincuenta por ciento cuando la madre sufre de depresión perinatal o de depresión posparto, y puede impactar el bienestar de la familia de forma considerable, especialmente a los niños.
Las nuevas demandas y responsabilidades durante el periodo del embarazo y después del parto pueden ocasionar grandes cambios en la vida del padre. Es importante entender qué factores de riesgo pueden afectar el desarrollo de la depresión, entre ellos se enlistan: La dificultad para establecer un lazo de apego con el bebé, la carencia de un buen ejemplo masculino, sufrir la falta de apoyo social o ayuda de familiares y amigos, los cambios en la relación matrimonial, tal y como la falta de intimidad de la pareja, el sentirse excluido y celoso de el lazo establecido entre la madre y el bebé, el descubrir la carencia de retribuciones de la crianza, el que la madre sufra de depresión, el entra en un estado de estrés relacionado con el trabajo o la estabilidad financiera y desde el punto de vista biológico el que existan niveles bajos de testosterona.
Ahora que se da importancia a la salud mental de las personas, se ha observado que el problema de depresión también puede presentarse entre los nuevos padres, a las madres se les examina para detectar la depresión durante y después del parto con herramientas, tales como la "Escala de Depresión Posnatal Edimburgo". Recientemente, los médicos también han comenzado a examinar a los padres usando el mismo cuestionario. La detección temprana de la depresión paterna ayuda a disponer de apoyo y tratamiento para que los padres permanezcan presentes y participen de manera positiva con su familia.
Las investigaciones revelan claramente que es importante que madres y padres reciban atención y en su caso tratamiento, lo cual puede abarcar psicoterapia, medicamentos antidepresivos, terapia de comunicación y apoyo de recursos disponibles en la comunidad o una combinación de ellos.
Imagen que clarifica la tormenta depresiva. Tomada de Neuroespai. com
El fármaco experimental llamado "zuranolona" de las farmacéuticas Sage Therapeutics Inc y Biogen, redujo los síntomas de la "Depresión Posparto" después de quince días en un estudio de última etapa, informaron las propias compañías, en un comunicado de prensa de fecha 2 de junio del año 2022..
Se trata de la zuranolona, candidata a ser el fármaco más avanzado de Sage, después de observar que también disminuyó la gravedad de la depresión a partir del tercer día de tratamiento en comparación con el placebo en el estudio realizado entre doscientas mujeres adultas.
Este medicamento es un "modulador alostérico positivo" de los receptores "GABA-A" neuroactivos orales que se desarrolla también para su uso en el tratamiento del trastorno depresivo mayor.
En dos estudios de fase avanzada, alivió los síntomas, sin embargo aún existen dudas sobre su eficacia y durabilidad. Expertos indican que la durabilidad a corto plazo sería importante para un éxito comercial más amplio y han expresado preocupación sobre si sus datos en el trastorno depresivo mayor limitarían las oportunidades.
La población objetivo de éste es mayor que la de la depresión posparto, pero la “intensidad competitiva de esta última es mucho menor”, declaró a Reuters Jeff Jonas, director de innovación de Sage.
Según esta empresa, un estudio anterior en fase avanzada que probaba una dosis menor para ese tipo de depresión también había cumplido el objetivo, y ha firmado una operación por mil 500 millones de dólares con Biogen desde 2020 para desarrollar la "zuranolona" junto con otro fármaco experimental.
Las empresas empezaron a presentar datos sobre el fármaco al regulador sanitario para el tratamiento del trastorno depresivo mayor a principios de este mes y esperan completar la solicitud de comercialización en la segunda mitad del año, por consecuencia su plan es solicitar la aprobación del fármaco para la depresión posparto a principios del próximo año.
Una importante consecuencia a este padecimiento se establece que los hijos de madres que tienen depresión posparto no tratada tienen más probabilidades de tener problemas emocionales y de comportamiento, así como dificultades para dormir y comer, llanto excesivo y retrasos en el desarrollo del lenguaje.
Neurociencias. Imagen de Greg Dunn Neuro Art. Tomada de Centro de Investigación de Neurociencias, Universidad de Costa Rica.
De acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD), encontramos multiples ramas dentro de la neurociencia, entre ellas las siguientes:
• Neurociencia del desarrollo: esta detalla cómo el cerebro se forma, crece y cambia durante la vida.
• Neurociencia cognitiva: tiene el propósito de comprender cómo el cerebro crea y controla el pensamiento, memoria, la resolución de problemas y hasta el lenguaje.
• Neurociencia molecular y celular: se enfoca en explorar genes, proteínas y otras moléculas necesarias en el funcionamiento de las neuronas.
• Neurogenética: corresponde al estudio de los cambios en las neuronas producto de la herencia, involucrando diversas enfermedades genéticas como la enfermedad de Huntington y la distrofia muscular de Duchenne.
• Neurociencia conductual: se centra en analizar las áreas y procesos del cerebro que subyacen a la conducta animal y humana.
• Neurociencia clínica: explora cómo intervenir y evitar los trastornos neurológicos, así como la rehabilitación de pacientes con sistemas nerviosos dañados.
• Neurofisiología: corresponde al estudio del funcionamiento del sistema nervioso.
• Neurociencia sensorial: estudia las características de los sistemas sensoriales del cuerpo (vista, audición, olfato, gusto y tacto), y cómo el sistema nervioso procesa e interpreta dicha información sensorial.
• Otras: también se hace mención a campos de estudio como la neurobiología, neuropsicología, neuroeducación, etc.
Así las "Neurociencias", que en su mayoría recién inician actividades ante este enigmático y gran desconocido, por el momento, que es el cerebro humano, nos proporcionaran nuevas investigaciones cuyos resultados obligaran a replantear los puntos de vista anteriormente aceptados, pero siempre con la idea de acercarnos a la comprensión de la morfología, bioquímica y funcionalidad del cerebro humano, incluyendo las posibles variantes que de un individuo a otro se presentan en la humanidad.










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