Importancia de la medicina en el reino animal, los humanos tenemos en contra: tabaquismo, contaminación y a favor: la prevención, la epigenética y la detección del cáncer pulmonar mediante el aliento.

La ciencia en aplicación a la cura de los organismos humanos, es un invento de tiempos recientes, pero el deseo de curar a los semejantes inició carrera desde que el humano se volvió humano, o quizás antes. Ello se demostró al documentar que los chimpancés (Pan troglodytes), se aplican cataplasmas hechas con algún tipo de insecto, o ingieren determinadas hojas de plantas que ellos conocen tienen propiedades terapéuticas, entre ellas las conocidas como "hojas amargas". Entre las civetas (Paradoxurus hermaphroditus) y los osos negros (Ursus americanus) y aún los pardos (Ursus arctos), también existen estas prácticas. También los gansos de nieve canadienses (Branta canadensis), que son aquellas aves que vuelan en as clásicas bandadas de media docena, de veinte, de treinta o quizá de más individuos, siendo guiados siempre por el ave más vieja, a la que siguen volando y formando dos filas desplegadas en larga y estirada “V” sobre el cielo otoñal y que se establecen donde abunda el alimento. Pues son generalmente los jóvenes, los que comen justo antes de migrar en el invierno, cuando van al sur, y tienen un largo camino por recorrer, que tragan hojas y en consecuencia expulsan parásitos, esto es, limpian sus sistemas antes de pasar este largo y estresante período sin poder alimentarse. Una práctica similar se ha observado en los orangutanes (Pongo pygmaeus), estos no las tragan, sino que ya masticadas, con la pasta resultante, se frotan en el lugar adolorido, después se descubrió que era la misma planta con que los nativos combatían el dolor articular.


Fotografía de una Civeta (Paradoxurus hermaphroditus). Tomada de Turismo Responsable.

Y entre los insectos, como las "abejas" (Antófilos)y las "mariposas"(Lepidópteros), también saben utilizar elementos vegetales para aplicarse remedios curativos, estas últimas, en el lapso en que son orugas se alimentan de  plantas "asclepia" o "algodoncillo" (Asclepias curassavica), dichas plantas contienen unas sustancias químicas llamadas "cardenólidos" (los glucósidos cardenólidos son a menudo tóxicos porque pueden producir parada cardiorrespiratoria), que las hacen tóxicas. Las mariposas son inmunes a estos compuestos que se acumulan en su sistema y las protege de depredadores. Pero además, las especies de algodoncillo que tienen concentraciones más altas de estos compuestos, las defiende de un parásito mortal: el protozoario "Ophrycocystis Electroscirrha", que en específico para la "Mariposa Monarca" reduce la expectativa de vida de las mariposas afectadas y puede resultar en la inhabilidad de eclosionar de los nuevos individuos. Por su parte las abejas melíferas tienen diferentes formas de tratar sus infecciones, por ejemplo, recolectan las resinas de los árboles, esa sustancia pegajosa que los árboles producen como defensa, la mezclan con su cera,  y la usan en sus colmenas y está comprobado que reduce el crecimiento de todo tipo de patógenos, ademas de que no sólo sirve como defensa en sus hogares sino que también se ha demostrado que la consumen, con la intención de reducir enfermedades en su propio organismo. 



La "Vernonia amygdalina" puede ser tóxica pero algunos saben en qué medica usarla para que sea curativa.  Comúnmente se llama hoja amarga, debido a su sabor. Existen cerca de 200 especies de Vernonia.

Para Jaap De Rhoda, biólogo de la Universidad de Emory, Atlanta, EE.UU, quien ha descubierto los hechos antes descritos y que está interesado en entender si animales con cerebros más pequeños y más diferentes a nosotros también podían usar formas de medicación. Encontró que los insectos resultaron ser un grupo de animales que han desarrollado una amplia gama de diferentes estrategias de medicación, declaró que: "Una de las cosas interesantes de esto es pensar que la medicina es un oficio que puede evolucionar con el tiempo, pero que también se puede perder. Y lo que estamos viendo con las abejas. Lo pegajoso es molesto por lo que, con el correr de los años, los apicultores involuntariamente eliminaron este medicamento mediante la selección de abejas que usaban menos resina. En la actualidad deberíamos repensar las cosas y dejar que las abejas recolecten sus propias medicinas que han estado usando durante millones de años, pues eso realmente puede beneficiar a las colonias y, por lo tanto, a los apicultores".

En un inicio entre los seres humanos, había mas buena voluntad que conocimiento, se hacían tratamientos un mucho "salvajes", se creía que había entes sobrenaturales que generaban la falta de salud, esto fue práctica por milenios, después las religiones surgieron y entonces acusaron a las malas acciones realizadas por los que enfermaban, pues con esto recibían un castigo determinado por lo dioses o el dios único. Es un hecho que la medicina ha venido avanzando en un medio experimental y en ocasiones perturbado por intereses económicos, aún en la actualidad.

Una anécdota al respecto se refiere a los médicos del siglo XIX, ellos empleaban una amplia gama de remedios extraños, pero pocos eran tan extraños como el recomendado por el médico alemán Karl Friedrich Canstatt (1807 - 1850). Este eminente especialista en enfermedades infantiles daba la siguiente receta para tratar las convulsiones infantiles: "Si uno sostiene el anca de una paloma contra el ano del niño durante el ataque, el animal muere pronto y el ataque cesa con la misma rapidez". Fue una idea excéntrica y, curiosamente, el doctor Canstatt no fue el único médico que creía que funcionaba. Cuando el director del Hospital Infantil de San Petersburgo, el médico J.F. Weisse, fue convocado para tratar a un niño que estaba gravemente enfermo, una noche en agosto de 1850, tuvo poco éxito con los medicamentos convencionales. Ya desesperado, pidió a los padres que consiguieran una paloma. "Después de que el ave se aplicó al ano del niño", anotó en un diario médico, "jadeó para respirar varias veces, cerró los ojos periódicamente, luego sus pies se contrajeron en un espasmo y finalmente vomitó". El niño se recuperó milagrosamente, aunque no se puede decir lo mismo de la paloma: después de rechazar su comida, murió unas horas después.

La "sangría" se constituyó en una práctica que resultaba especialmente violenta, dada la manera de practicarla, y la frecuencia de aplicación recomendada, fue temida por las personas, dado que perder sangre, siempre resultará, en primera instancia, algo rechazable. 


Las curas médicamente autorizadas incluyeron las "sangrías". Tomada de Usted Pregunta. com.

Existen antecedentes documentados de su uso en el antiguo Egipto, y aparece como muy utilizada en la "Ayurveda hindú" , que es es una medicina tradicional que se basa en un sistema de clasificación según el cual cada persona contiene tres doshas o tipologías de cuerpo-mente, que son: VATA, PITTA y KAPHA. La forma más suave de practicar la "sangría" era mediante las sanguijuelas, de las cuales conocían seis especies no venenosas. Pero también la hacían con ventosas, para lo cual se valían de cuernos y calabazas. Se encuentran ahí instrucciones acerca de la manera de prevenir infecciones y anemia después de estos tratamientos. Ya en tiempos de Hipócrates (  460 - 357 a. de C.), sentada "la teoría de los cuatro humores", representados en los astros: la sangre en Júpiter y Venus, la bilis negra en Saturno, la bilis amarilla en Marte y la flema en la Luna. La eliminación de este último humor se hacía por la sangría, de tal suerte que la fase y la posición de la luna (Selene) determinaban el momento y el lugar del del cuerpo en que se debía sangrar. Los médicos de la Escuela de Cnido la emplearon con frecuencia, el principio fue la búsqueda de evacuación de las impurezas y con los siglos fue ampliándose el campo de sus indicaciones, hasta comprender algunas tan disímiles como el parto, el puerperio, el pre y postoperatorio, los procesos inflamatorios, las enfermedades infecciosas, la apoplejía y como preventivo de todas las enfermedades, en todas las edades, y sin que se le señalaran contraindicaciones.

Ya en la Edad Media, el procedimiento quedó en manos de barberos o cirujanos de bata corta, y por ello hubo quejas de los médicos o cirujanos de bata larga, como ocurrió en el siglo XIII en París, cuando por esta causa se produjeron enfrentamientos. Por otra parte, se sabe que los aborígenes americanos practicaron la sangría antes de la llegada de los españoles a América (1492), entre los incas, se valían de una punta aguda de pedernal que era fijada con hilo a dos varitas y luego, con aquella sobre el vaso, daban un papirotazo y con ello sangraban al paciente, por su parte los mayas, realizaban rituales terapéuticos que incluían el reconocimiento de sus culpas ante los dioses, seguido de sangría a manera de desagravio.

Esta práctica se extendió hasta el Renacimiento y explica el enorme éxito alcanzado por los Calendarios de Sangría, que se publicaron muy pronto después de la invención de la imprenta. Y es de anotar que los astros influían también, según convicciones de entonces, sobre la oportunidad de medicaciones de tan frecuente aplicación como: enemas, purgantes y vomitívos.

La práctica griega, llamada de la derivación, retiraba abundante cantidad de sangre de un punto próximo e ipsolateral al que se suponía órgano enfermo, para aminorar la plétora cuando se consideraba causa del mal. Y a este procedimiento vino a oponerse, siglos más tarde, la práctica musulmana llamada revulsión, consistente en sangrar gota a gota, en el lado opuesto del cuerpo y a distancia de la zona afectada. 

Durante el siglo XVI se causó una controversia médica de grandes proporciones, al revelarse contra la práctica islámica tradicional de la sangría el profesor de medicina de París Pierre Brissot (1478 - 1522), quien la ejecutaba cerca al área enferma. A los violentos ataques de sus opositores se sumó la Iglesia Católica, que comparó su proceder con la herejía luterana. Sin embargo, en 1514, se publicaron las "Láminas de Calcar" en el libro de Andrés Vesalio (1514 - 1564), titulado "De humani corporis fabrica libri septem", en español "Sobre a Naturaleza del Cuerpo Humano", las que mostraron por primera vez el curso de los vasos y fueron señalados numerosos puntos para la sangría, tanto arterial como venosa. Era una práctica tan extendida que en ese siglo también fue aplicada a los maníacos (manía sanguínea) y a los melancólicos (melancolía sanguínea).

Para el siglo XVII, lo aconsejado era una sangría mensual para adultos y una cada seis meses para los ancianos,  Jean Baptiste Poquelin (1622-1673) más conocido por el seudónimo de "Moliére",  en su obra "El enfermo imaginario" hace ver, en su ensañada burla de los médicos, cómo el tratamiento era el mismo para todos los enfermos: enemas, purgantes y sangrías.

En el Siglo de las Luces (XVIII), Francisco José Victorio Broussais (1772 - 1838), discípulo del médico Xavier Bichat (1771 - 1802) y cirujano del ejército napoleónico, tenía por tratamiento preferencial, antiflogístico y debilitante, la aplicación de centenares de sanguijuelas en el abdomen, el cuero cabelludo e inclusive en las mucosas (anal y gingival) de sus pacientes. Fue el más sanguinario de los médicos que recuerde la historia, tanto que de él y sus seguidores se dijo que hicieron verter más sangre que la Revolución. El auge del empleo de aquel anélido hematófago fue tal entonces que a Francia fueron importadas cuarenta y un millones de sanguijuelas en un año. Coterráneo y coetáneo de Broussais fue Jean Baptiste Bouillard (1796 - 1881), el último de los grandes sangradores. Y es de observar que, paradójicamente, durante este lapso histórico fue decisivo el avance de la medicina, tanto en el campo clínico como en el de la patología.

Es ésta la prolongadísima historia de un procedimiento médico que encontró asidero en falsas concepciones que fueron aceptadas como axiomas durante muchos siglos, pero que se siguió empleando aun después de que éstas fueron revaluadas. Hoy le quedan muy escasas indicaciones .

Así, como lo concluyeron también los mayas, por malas acciones, se creía que se perdía la salud, ello sin contar que los efectos del tiempo son un buen medio ambiente para el desarrollo de las enfermedades; la fortaleza de la vida, se reduce con el tiempo que transcurre desde el nacimiento. Así al incrementarse la esperanza de vida, fue más patente que este daño era un hecho real. Aparecieron muertes debida a malestares poco conocidos, debido a que eran muy pocas las personas que sobrevivían hasta edades más elevadas.

Al finalizar el XVIII y durante el XIX, la medicina dejó pasar sus prácticas y experiencias, por maneras estudiadas y documentadas, que empezaron a modificar los pensamientos, primero en algunos grupos de personas, que decían adiós a las creencias ancestrales. Se obtuvieron pruebas de la existencia de pequeñísimos seres vivos, que eran los que desencadenaban procesos infecciosos, que se traducían en enfermedades, que incluso podían producir la muerte del enfermo. Aún al inicio del  siglo XX y antes del descubrimiento de las vacunas, hubiera sido un argumento de ciencia ficción pensar que se podría proteger a los humanos de muchas de las enfermedades infecciosas más graves. Y se descubrieron las vacunas.

Originalmente, las vacunas se obtenían a partir de un procedimiento por el cual se inactiva o debilita al microorganismo que propicia la enfermedad. Entonces, cuando la vacuna se administra a una persona hace que el cuerpo reconozca al agente causante de la infección y produzca defensas contra su accionar, la enfermedad sería detenida por el sistema inmunitario de la persona.  Si esta persona entra en contacto con el microorganismo para el cual fue vacunada, las defensas se encargarán de protegerlo para que no tenga la enfermedad o ésta, en caso de presentarse, sea de efectos más leves. Y bueno este esquema ya fue superado con las vacunas recientes, como las que operan para el Covid-19, llamadas "vacunas de ARNm", es decir, de Ácido Ribonúcleico Mensajero, que no contienen microorganismo alguno, sino un componente del Ácido Ribonúcleico (ARN), que les enseñan a nuestras células a fabricar una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo al microorganismo causante de la infección.

La historia de las vacunas nos lleva a Edward Jenner (1749-1823), el “padre de las vacunas”, fue un gran médico investigador que descubrió la vacuna contra la viruela (1796). Este descubrimiento permitió combatir y erradicar la viruela, enfermedad que se había convertido en una grave epidemia en varios continentes. Por otra parte está la experiencia de Louis Pasteur (1822-1895) fue el químico que estudió los procesos de fermentación. A él se le debe el desarrollo de la técnica de pasteurización. Después de 1870, el químico orientó su actividad al estudio de las enfermedades contagiosas de las cuales supuso que se debían a gérmenes infecciosos que habrían logrado ingresar en el organismo. En 1881 consiguió preparar la primera vacuna de bacterias desactivadas. Pasteur continuó sus investigaciones lo que le permitió desarrollar la vacuna contra la rabia (1885). Fue Jonas Edward Salk (1914 – 1995), investigador médico y virólogo estadounidense, fue reconocido por el descubrimiento y desarrollo de la primera vacuna segura y eficaz contra la poliomielitis, en el año 1954, pero, en el año 1957, el virólogo polaco, Albert Bruce Sabin (1906 – 1993), fue quién se encargó de estudiar la poliomielitis y desarrolló una vacuna que se suministraba por vía oral . Esta forma de administración hizo mucho más fácil su aplicación masiva porque gracias a ello se logró prevenir la poliomielitis en millones de niños.

Esto sentó las bases de la "Medicina Preventiva", la humanidad le daba un nuevo giro a la forma de enfrentar las enfermedades, métodos y acciones preventivas, que reducen los riesgos y cuyo costo es mucho menor a la fase curativa de la enfermedad.

Y desde la década de los años cincuenta del siglo XX, se ha continuado con el desarrollo de la medicina preventiva, ahora con nuevos conocimientos como la "Epigenética", se torna imperativo el generar: conciencia de cómo los estímulos afectan el código genético.

En los años recientes los estudios en torno a la epigenética han ganado popularidad tanto entre especialistas como en la población en general. Factores como nuestro entorno, alimentación, actividad física, pensamientos y emociones influyen y afectan la manera en que nuestro código genético es interpretado y expresado por el cuerpo y, por tanto, se relaciona estrechamente con nuestra salud.


Fotografía de Mónica García Rojas, cuya tesis dice que el código genético es afectado por: La alimentación, la calidad y cantidad de sueño, así como las emociones y pensamientos. Foto cortesía de la especialista. La Jornada.

En entrevista, Mónica García Rojas, quien es epidemióloga y homeópata, ha señalado que la epigenética: “Es como un puente que conecta el código genético que heredamos con los estímulos que recibimos del exterior, pero también del interior: nuestros pensamientos y emociones. Es decir, todos tienen influencia en él. Tienen el poder de activar o desactivar a algunos genes”.

De acuerdo con la experta científica, los estímulos que afectan cómo se expresa nuestro código genético son diversos. Por eso, además de buscar ampliar su formación sobre epigenética, se ha dado a la tarea de identificar cuáles son los factores que tienen mayor influencia en nosotros. En la parte física están la alimentación, ejercitarse, calidad y cantidad del sueño, así como la contaminación y hasta la sensación de seguridad. En la parte mental, se encuentran los pensamientos y emociones, así como las relaciones que sostenemos con otras personas.

Para la doctora García Rojas, su interés por la epigenética proviene de su vocación como epidemióloga y su deseo de aportar algo a la población a través de la prevención, tema que en nuestro país es necesario atender: y sus argumentos son muy fuertes: “Porque hacemos una medicina curativa, incluso, yo diría, ni siquiera curativa porque no curamos, sino hacemos una medicina que busca resolver urgencias, paliar el daño hecho, muchas veces en el intento de evitar complicaciones”.

La epigenética es una ciencia que explica que los cambios, las modificaciones del Ácido Desoxirribonucleico (ADN) que no cambian su secuencia, pero, pueden afectar la actividad genética. Los compuestos químicos que se agregan a genes individuales pueden regular su actividad. Estas modificaciones se conocen como cambios epigenéticos. El epigenoma comprende todos los compuestos químicos que se han agregado a la totalidad del ADN (genoma) como una forma de regular la actividad (expresión) de todos los genes dentro del genoma. Los compuestos químicos del epigenoma no son parte de la secuencia del ADN, pero están en el ADN o unidos a él (“epi” significa por encima en griego). Estas modificaciones epigenéticas permanecen a medida que las células se dividen y, en algunos casos, pueden heredarse de generación en generación. Las influencias del ambiente, como la dieta de una persona y su exposición a contaminantes, también pueden afectar el epigenoma.

Los cambios epigenéticos pueden ayudar a determinar si los genes están activados o desactivados y pueden influir en la producción de proteínas de ciertas células, asegurando que solo se produzcan las proteínas necesarias. Por ejemplo, las proteínas que promueven el crecimiento de los huesos no se producen en las células musculares. Los patrones de modificación epigenética varían entre individuos, diferentes tejidos en un individuo e incluso diferentes células.

Un tipo común de modificación epigenética se conoce como "metilación del ADN". Esta implica unir a segmentos de ADN moléculas pequeñas llamadas "grupos metilo", cada una de las cuales consta de un átomo de carbono y tres átomos de hidrógeno. Cuando se agregan grupos metilos a un gen en particular, ese gen se desactiva o apaga, y no se produce ninguna proteína a partir de él.

Dado que los errores en el proceso epigenético, como modificar el gen incorrecto o no agregar un compuesto a un gen, pueden provocar una actividad o inactividad genética anormal, se pueden causar trastornos genéticos. Se ha descubierto que las afecciones que incluyen cánceres, trastornos metabólicos y trastornos degenerativos están relacionadas con errores epigenéticos.

Los científicos continúan explorando la relación entre el genoma y los compuestos químicos que lo modifican. En particular, están estudiando el efecto que tienen las modificaciones en la función genética, la producción de proteínas y la salud humana.

En un país como México, en el que gran parte de la población padece alguna enfermedad crónico degenerativa, como diabetes y obesidad, la conciencia sobre cómo nuestros hábitos afectan a nuestro estilo de vida es necesaria. “Para mí, es como prevenir enfermedades, porque nos vamos a la raíz de problema”, señaló la doctora.

Sin embargo, en su labor de divulgación, García Rojas también se ha encontrado con la reticencia de sus pacientes y ha precisado: “Hace falta mucho trabajo para educar, acompañar, entender lo que significa cambiar un hábito. De alguna manera, promover alternativas de consumo ha sido ir contra corriente debido al errado concepto de alimentación saludable que impera en la mayoría de las personas. Como adultos, es un reto muy grande, porque somos los proveedores de los alimentos de nuestra familia.”.

Al mismo tiempo, existen muchos malentendidos a la hora de diferenciar entre alimentos reales y productos (reconocibles por venir en una caja, lata u otro paquete). Agrega que hay una idea falsa sobre la buena alimentación, “nos han presentado los alimentos sanos como los no propios ni de la temporada ni de la región. Pensamos que consumir antioxidantes es comer frutos rojos, no nopales”, criticó.

García Rojas también se ha certificado en nutrición y alimentación preventiva, es "coach" y estudia una maestría. Añade: “Cuando aprendes a interpretar cómo esos estímulos afectan tu código genético puedes elegir qué ingredientes quieres que lleve esa fórmula a tu cuerpo”.

La especialista, originaria de Oaxaca, donde fue directora de promoción de la salud, publicó el libro "La vida cotidiana, seis fórmulas para potenciar tu código genético", que fue diseñado como un manual dividido en 10 capítulos. Más que sustituir la orientación y apoyo de un especialista, tiene el objetivo de “que despiertes a ver dónde estás, hacia dónde quieres ir y que busques el acompañamiento de un profesional de la salud si eso es lo que tú quieres”, explicó.

Y trayendo a cuento las prácticas humanas que funcionan contra la propia salud, tenemos el hábito de fumar, ese muy antiguo entretenimiento que hoy nos deja Cifras alarmantes en el número de decesos a consecuencia del tabaquismo.

Especialistas en tabaquismo advirtieron que de continuar la tendencia actual en el consumo de tabaco, durante este siglo la cifra de muertes relacionadas con su uso será de alrededor de mil millones. En nuestro país se estima que cada año ocurren poco más de 63 mil muertes vinculadas al tabaco o la exposición al humo. Agregaron que entre las personas de mediana edad, entre 2010 y 2025, su consumo será el factor de riesgo más importante para una muerte prematura.


En nuestro país se estima que cada año ocurren poco más de 63 mil muertes vinculadas al tabaco o la exposición al humo. Foto Luis Humberto González / Archivo

En videoconferencia, Luz My­riam Reynales-Shigematsu, jefa del Departamento de Prevención y Control de Tabaquismo del Instituto Nacional de Salud Pública, destacó que en México el consumo de tabaco genera cada año 429 mil 380 casos nuevos de enfermedades como cáncer de pulmón, accidente cerebro vascular, neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedades cardiacas y otros cánceres.

Detalló que en nuestro país 14 millones de personas fuman, es decir, 16.8% de la población de 20 años o más. La prevalencia de mujeres es de 7.2%, con una tendencia al alza, al igual que en mujeres jóvenes, mientras en hombres es de 27.3%.

Reynales-Shigematsu destacó que México enfrenta un estancamiento en la reducción de la epidemia del tabaquismo, aunque, se observa que entre los adolescentes tiende a incrementarse.

Agregó que el consumo de tabaco en el país también está diferenciado por regiones, siendo el norte del territorio nacional donde se presenta mayor incidencia, aunque por número de fumadores la Ciudad de México mantiene la prevalencia más alta, con 17% de los adultos de 20 años y más.

Revertir esta tendencia, señaló, demanda un cambio de políticas públicas, pues la meta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles es que la prevalencia de fumadores en el país debe caer a 12.5%, y lograr el control de esta epidemia, implicaría reducirla aún más, a menos de 5%.

Lograrlo, indicó, requiere de nuevos esfuerzos como incrementar los impuestos al tabaco y aplicar una visión integral, que incluya la salud mental y el control de adicciones. También deberán avanzar acciones como el incremento de imágenes en cajetillas de cigarros y garantizar un empaquetado neutro; prohibición de saborizantes para evitar su consumo en menores de edad, además de desalentar la importación y comercialización de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado.

Por otra parte, pero en un hecho que incide fuertemente a las condiciones de salud de la población se tienen cifras que atribuyen nueve millones de muertes anuales, en el mundo, por contaminación ambiental.

Una nueva investigación atribuye a la contaminación en todas sus variantes la muerte de 9 millones de personas al año en el mundo, y la cifra de decesos que la polución del aire generada por automóviles, camiones e industrias aumentó 55% desde 2000.


Una nueva investigación atribuye a la contaminación en todas sus variantes la muerte de nueve millones de personas al año en el mundo, y la cifra de decesos que la polución del aire generada por automóviles, camiones e industrias aumentó 55 por ciento desde 2000. Foto Ap / Archivo.

Este aumento se compensa con una disminución en el número de muertes ocasionadas por fuentes como estufas rudimentarias en interiores y agua insalubre con desechos humanos y animales, por lo que el total de fallecimientos en 2019 es casi el mismo que en 2015.

Según un nuevo estudio publicado en la revista "The Lancet Planetary Health" es Estados Unidos es el único país totalmente industrializado que figura entre las diez primeras naciones por el total de decesos por contaminación, ocupa el séptimo lugar con 142 mil 883 muertes atribuidas a la polución en 2019, situado entre Bangladesh y Etiopía.

La investigación realizada antes de la pandemia y publicada recientemente, se basa en estimaciones extraídas de la "Base de datos Carga Mundial de Morbilidad", que es un consorcio internacional de casi 5 mil 500 investigadores, y del Instituto de Sanimetría y Evaluación de Seattle. Dos naciones asiáticas: India y China están a la cabeza, con casi 2.4 millones y casi 2.2 millones al año, pero hay que tomar en cuenta que estas dos naciones tienen las mayores poblaciones, en números absolutos.

Cuando las muertes se estiman en tasa poblacional, Estados Unidos ocupa el lugar 31, con 43.6 muertes por contaminación por cada 100 mil habitantes.

Con las cifras más elevadas se encuentran dos naciones africanas: Chad y la República Centroafricana, ellas ocupan los primeros lugares con tasas de alrededor de 300 fallecimientos por cada 100 mil personas, más de la mitad causados por agua insalubre, mientras Brunéi, Qatar e Islandia tienen las tasas de mortalidad más bajas, entre 15 y 23.

El promedio mundial de fallecimientos por cada cien mil habitantes es de 117 por cada 100 mil personas.

El estudio señala que la contaminación provoca la muerte de casi el mismo número de personas al año en el mundo que el consumo de cigarrillos y la exposición al humo de segunda mano juntos.

“Nueve millones de muertes son muchas”, sostuvo Philip Landrigan, director del Programa de Salud Pública Global y del Observatorio de la Contaminación Global del Colegio de Boston.

Informó Landrigan, quién es médico de salud pública: "Proporcionalmente, las tres cuartas partes de las muertes por contaminación global proceden de la polución atmosférica, y la más abrumadora es “una combinación procedente de fuentes fijas, como las termoeléctricas a carbón y las siderúrgicas, por un lado, y de fuentes móviles, como los automóviles, los camiones y los autobuses. Es un gran problema global. La mala noticia es que la cifra no disminuye. Ganamos en lo fácil y vemos que lo más difícil, que es la contaminación del ambiente y la química, sigue subiendo. Se agrava en el mundo a medida que los países se desarrollan y las ciudades crecen”.

En Nueva Delhi, India, la mala calidad del aire alcanza su punto álgido en invierno, y el año pasado, la ciudad sólo tuvo dos días en los que el aire no se consideró contaminado. Fue la primera vez en cuatro años que la ciudad experimentó un día de aire limpio durante esa estación. Señalan los investigadores: "No tiene por qué ser así".


Un informe de la revista ‘Lancet Planetary Health‘ dice que la contaminación mata a tantas personas a nivel global como el tabaquismo – cerca de nueve millones por año. En comparación, el covid-19 ha matado a 6.7 millones desde 2020. Vía Graphic News.

“Son muertes que se pueden prevenir. Todas y cada una de ellas son muertes innecesarias”, dijo la doctora Lynn Goldman, decana de la Facultad de Salud Pública de la Universidad George Washington, que no participó en el estudio.

Señaló que los cálculos tenían sentido y que, en todo caso, eran tan conservadores en cuanto a lo que atribuían a la polución, que la cifra real de muertes es seguramente mayor.

En los certificados de estas defunciones no figura la palabra contaminación.

Al respecto agregó Landrigan: "Se enumeran enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón, otros problemas pulmonares y diabetes, males que según múltiples estudios epidemiológicos están “estrechamente correlacionados” con la exposición a la contaminación. Para unir estos datos con las muertes reales, los investigadores examinan el número de muertes por causa, la exposición a la contaminación sopesada en función de varios factores, y luego se realizan cálculos complejos sobre la respuesta a la exposición derivados de grandes estudios epidemiológicos basados en miles de personas durante décadas de estudio. Es el mismo modo en que los científicos pueden decir que los cigarrillos causan muertes por cáncer y enfermedades cardíacas. Ese cúmulo de información constituye la causalidad, así es como lo hacemos”.

Cinco expertos externos en salud pública y contaminación atmosférica, incluido Goldman, explicaron a la Agencia The Associated Press (Ap)que el estudio se apega a la principal corriente de pensamiento científico. Mientras que Renee Salas, médico de urgencias y profesora de Harvard que no formó parte del estudio, dijo que: “La Asociación Americana del Corazón estableció hace más de una década que la exposición a pequeñas partículas de contaminación, como las generadas por la quema de combustibles fósiles, es causal de enfermedades cardiacas y muerte. Mientras las personas se preocupan por disminuir su presión arterial y su colesterol, pocas se dan cuenta de que eliminar la contaminación del aire es una receta importante para mejorar su salud cardíaca”.

Se expresó Anumita Roychowdhury, que es la directora del grupo de defensa del medio ambiente en el Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente en Nueva Delhi: "El hecho de que la contaminación del aire siga siendo la principal causa de muerte en el sur de Asia corrobora lo que ya se sabe, pero el aumento de estas muertes significa que las emisiones tóxicas de los vehículos y de la generación de energía se están incrementando. Estos datos son un recordatorio de lo que está fallando, pero también son una oportunidad para solucionarlo”.

Según los expertos, las muertes por contaminación se están disparando en las zonas más pobres.

“Este problema empeora en las zonas del mundo donde la población es más densa, como es el continente asiático, y adicionalmente donde los recursos financieros y gubernamentales para hacer frente al problema de la polución son limitados y no alcanzan para encarar una serie de retos, como la disponibilidad de asistencia sanitaria y la dieta, además de la contaminación”, declaró Dan Greenbaum, presidente del Instituto de Efectos sobre la Salud, en Boston, que no participó en el estudio.

En el año 2000, la contaminación atmosférica de la industria mataba a unos 2,9 millones de personas al año en todo el mundo. En 2015, ascendía a 4,2 millones y en 2019 a 4,5 millones, según el estudio.

Si añadimos la contaminación del aire en los hogares, en su mayoría procedente de estufas antiguas poco eficientes, la contaminación del aire mató a 6.7 millones de personas en 2019, según el estudio.

La contaminación por plomo —parte de la cual se deriva del aditivo que se ha prohibido a nivel mundial en la gasolina y también de la pintura vieja, el reciclaje de baterías y otras industrias, mata a 900 mil personas al año, mientras que la contaminación del agua es responsable de 14 millones de muertes al año.

La contaminación del ambiente laboral añade otras 870 mil muertes, según el estudio.

Ha dicho Landrigan: "En Estados Unidos mueren unas 20 mil personas al año por hipertensión, cardiopatías y enfermedades renales provocadas por la contaminación con plomo, sobre todo en relación con los riesgos laborales. El plomo y el asbesto son los grandes riesgos químicos laborales de Estados Unidos, y matan a unas 65 mil personas al año por contaminación".

El estudio indica que el número de muertes por contaminación del aire en Estados Unidos en 2019 fue de 60 mil 229, muchas más que las muertes ocurridas en las carreteras estadounidenses, que en 2021 alcanzaron un máximo de 16 años, con casi 43 mil. 

Las formas modernas de contaminación aumentan en la mayoría de los países, especialmente en los que están en vías de desarrollo, pero se redujeron entre 2000 y 2019 en Estados Unidos, la Unión Europea y Etiopía.

Richard Fuller, fundador de la Alianza Mundial sobre Salud y Contaminación y presidente de "Pure Earth", una organización sin ánimo de lucro que trabaja en programas de reducción de la contaminación en una docena de países, quien además es coautor del estudio: "Los datos de Etiopía no se pueden explicar por completo y pueden deberse a un problema de información".

Los autores del estudio formularon ocho recomendaciones para reducir las muertes por contaminación, y destacaron la necesidad de mejorar la vigilancia, los sistemas de notificación y el refuerzo de los sistemas gubernamentales de regulación de la industria y los automóviles.

“Sabemos perfectamente cómo resolver cada uno de esos problemas”, dijo Fuller. “Lo que falta es voluntad política”.

Y es que esta depende de los intereses económicos que debieran ser afectados en beneficio de las mayorías.

Finalmente, traigo una buena noticia, dada en el medio del desarrollo de soluciones, de la medicina preventiva en México, en el que Diseñan dispositivo que diagnostica cáncer de pulmón con el aliento.

Señaló Omar Amador Muñoz, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)"La respiración humana contiene cientos de compuestos orgánicos volátiles que se emiten desde el torrente sanguíneo a las vías respiratorias y que son reflejo de la actividad metabólica que ocurre en su interior, lo que permite conocer el estado de salud o enfermedad de un individuo".


La técnica no es invasiva e indica la fase de la enfermedad. Foto Eric Noxpanco

Junto con un equipo de científicos, Amador Muñoz creó una técnica no invasiva por la cual pueden diagnosticar a través del aliento cáncer de pulmón, en lo que considera una solución de vanguardia que permite el análisis en tiempo real.

El investigador que es el titular del Laboratorio de Especiación Química de Aerosoles Orgánicos Atmosféricos, indicó: “Mientras técnicas convencionales diagnostican el cáncer de pulmón por medio de métodos como la tomografía computarizada y las biopsias, nosotros estamos desarrollando una técnica no invasiva en la que el aliento de un individuo se transfiere a un sistema de detección por medio de una sonda que nos permitirá conocer si padece esta enfermedad y en qué fase está”.

Esto se dio a conocer en un artículo que fue publicado en Gaceta UNAM, el especialista señala que el aliento es un campo en crecimiento en la investigación médica y las pruebas de fármacos. La caracterización de los compuestos que contiene se puede utilizar para diagnóstico no invasivo de padecimientos, la evaluación de las funciones fisiológicas, el control de la terapia y los estudios farmacocinéticos; es decir, cómo se procesa un fármaco en el organismo.

El especialista detalló: "El sistema de reacción de transferencia de protones y espectrometría de masas de tiempo de vuelo (PTR-TOF-MS, por sus siglas en inglés) es una solución de vanguardia que permite el análisis del aliento en tiempo real. Las células cancerosas tienen un metabolismo distinto al de las sanas, así que cuando hay crecimiento de cáncer en el tejido pulmonar de una persona se pueden detectar los productos de su metabolismo en el aliento”.

Por su parte, Margarita Palacios Arreola, investigadora asociada al grupo y especialista en Inmunología, y Maribel Hernández Camarillo, estudiante de doctorado en Ciencias Químicas de la UNAM, apuntaron que el equipo PTR-TOF-MS funciona analizando en tiempo real el aire que una persona exhala hasta vaciar sus pulmones por medio de una sonda con una boquilla desechable. Y concluyeron: “Lo que el equipo nos arroja son datos de masas moleculares, que generalmente corresponden a un compuesto y que poseen una abundancia particular. Pero estamos trabajando para que mediante algoritmos matemáticos logremos distinguir un perfil típico de una persona sana y de otra que no lo está”.

Ahora bien, la siguiente etapa del proyecto, que iniciará en el segundo semestre de este año, consistirá en probar la técnica en pacientes del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias con el fin de que en un futuro, no lejano, la técnica pueda expandirse a todo el territorio nacional con tecnologías de menor costo.

En el contexto del Día Mundial sin Tabaco, que para el 2022, se celebró el 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que más de 40% de las muertes relacionadas con ese producto se deben a padecimientos pulmonares como el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la tuberculosis. Sin embargo, datos del Instituto Nacional de Salud Pública indican que en 2020 en México se registraron 7 mil 811 casos de cáncer de pulmón y 6 mil 733 muertes por esta causa.

La conclusión es cara y contundente, no hay una cantidad inocua al consumir cigarros o productos de tabaco, siempre existe riesgo a desarrollar cáncer; pero  dejar de fumar puede reducirlo; así pues, después de diez años sin dicho hábito el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a la mitad del de un fumador.

La historia es larga, el deseo de curar o aminorar las molestias de las enfermedades, tiene millones de años entre los seres vivos, los detalles sobre el inicio de las prácticas, las tácticas empleadas por los seres unicelulares, las plantas y otros animales anteriores a los insectos se descubrirán en el futuro. La Machincuepa Cuántica se mantendrá ocupada al respecto con la intención de comentarlo en su oportunidad.

La lucha contra la contaminación, el calentamiento global y el cambio climático están en proceso, seremos los Homo sapiens quienes hagamos una serie de decisiones y acciones para encontrar el desenlace de la historia, todos los seres vivos del planeta serán afectados por ello.


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