La historia que la vida ha seguido en la Tierra, se enriquece con nuevas aportaciones.
Identifican fósiles de ictiosaurios; podrían estar entre las especies más grandes que han existido.
Paleontólogos presentan en "Journal of Vertebrate Paleontology" conjuntos de fósiles que representan a tres nuevos ictiosaurios, los cuales podrían estar entre los animales más grandes que han existido a lo largo de la historia del planeta.
Reconstrucción de la vida de un ictiosaurio gigante del Triásico superior, alimentándose en masa de un banco de calamares. Foto Marcello Perillo/ Universidad de Bonn.
Los también conocidos como "lagartos peces" son un primitivo orden extinto de "saurópsidos", originalmente diapsidos, con dos fenestras craneales, que evolucionaron para perder una, desarrollando la configuración conocida como "euryapsida", es decir, con una sola fenestra.
Los ictiosaurios basales, son anteriores y antecesores de los verdaderos ictiosaurios, que fueron en su mayoría pequeños, con un metro o menos de longitud, poseían cuerpos alargados y largas vértebras en forma de carrete, lo que indica que nadaban con movimientos sinuosos similares a los de las anguilas actuales, situación que les permitía realizar rápidos movimientos y gran habilidad para cazar en aguas poco profundas, en sus albores, fueron ya reptiles acuáticos, muy especializados, provistos de aletas e incapaces de moverse en tierra firme.
Los fósiles correspondientes fueron desenterrados en los "Alpes suizos" entre 1976 y 1990, el descubrimiento incluye el mayor diente de ictiosaurio jamás encontrado. El ancho de la raíz es dos veces mayor que la de cualquier reptil acuático conocido, ya que el anterior más grande pertenecía a un ejemplar de quince metros de longitud.
Otros restos esqueléticos incompletos incluyen la vértebra del tronco más grande de un animal de Europa, que demuestra que otro ictiosaurio rivaliza con el mayor fósil de reptil marino conocido en la actualidad, el "Shastasaurus sikkanniensis", de 21 metros de largo, de la Columbia Británica, Canadá.
Imagen que representa a un "Shastasaurus sikkanniensis". Tomada de Prehistoria Wild Life. com.
Heinz Furrer, coautor de este estudio, formó parte de una investigación que recuperó los fósiles durante la cartografía geológica en la "Formación Kössen de los Alpes". Más de 200 millones de años antes, las capas de roca aún cubrían el fondo marino, en la costa del continente Pangea. Sin embargo, con el plegamiento de las montañas, habían acabado a una altura de dos mil ochocientos metros.
Furrer, quien ahora es jubilado del Instituto y Museo Paleontológico de la Universidad de Zúrich, se mostró encantado en un comunicado en el que informó haber descubierto: “el ictiosaurio más largo del mundo; con el diente más grueso encontrado hasta la fecha y la vértebra troncal más grande de los hallados en Europa”.
Estos "lagartos peces", monstruosos reptiles de ochenta toneladas de peso, patrullaban el "Panthalassa", que fue el océano del mundo que rodeaba al supercontinente Pangea durante el Triásico tardío, hace unos 205 millones de años.
Imagen de "Europasaurus", saurópodo ubicado en un bosque de la Era Mesozoica. Tomada de Prehistoria Fandom. com.
P. Martin Sandler, autor principal del estudio e integrante de la Universidad de Bonn, en Alemania, mencionó que: "espera que haya más restos de las gigantescas criaturas marinas ocultas bajo los glaciares. Más grande siempre es mejor. Hay claras ventajas selectivas en el gran tamaño del cuerpo. La vida irá para allá si puede. Sólo había tres grupos de animales que tenían masas superiores a entre diez y veinte toneladas métricas: "los dinosaurios de cuello largo" (saurópodos) que existieron hace unos 235 millones de años hasta hace sesenta seis millones de años; las ballenas (cuyo antecedente es el "Pakicetus" que habitó las tierras cercanas al "Mar de Tetis", hace 53.8 a 40.4 millones de años) y los ictiosaurios gigantes del Triásico”.
Imagen de la manera en que evolucionó a la vida marina de los cetáceos, a partir del "Pakicetus", animal terrestre hasta llegar a las ballenas. Tomada de Facebook. com.
El Megarraptor más grande conocido hasta ahora, fue identificado en Argentina.
Los restos del mayor "megarraptor" conocido, con una talla de entre nueve y diez metros de largo y que vivió hace 70 millones de años, fueron hallados en el sur de Argentina, indicaron a la "Agencia francesa de prensa" (Afp), dos de los paleontólogos que participaron en el descubrimiento.
El animal vivió hace 70 millones de años, medía entre 9 y 10 metros de largo y podía despedazar a sus presas con garras afiladas y curvas. Foto Afp
Los fósiles del dinosaurio carnívoro, que poseía unas garras de cuarenta centímetros, fueron encontrados en territorio argentino, en el mes de marzo del año 2019, ello, mediante una expedición al sur de la provincia patagónica de Santa Cruz, en la granja "Estancia La Anita", ubicada al sur de "El Calafate" y cerca al "Glaciar Perito Moreno".
Se necesitó realizar una ardua labor, que ha durado un poco más de tres años, tras un difícil trabajo de extracción, de transporte hasta Buenos Aires, de limpieza y de realización de estudio en laboratorio, mismo que no se interrumpió ni con la pandemia de Covid-19, el descubrimiento de "Maip macrotórax" acaba de ser publicado en "Nature Scientifics Reports".
El nombre de este espécimen fue asignado en remembranza a la mitología de los "tehuelches", "aonikenk" o "patagones", que constituyen un pueblo indígena de la Patagonia de Sudamérica, y se refiere a un ser maliciosos, un animal asesino, y se traduce como: "la sombra de la muerte que mata con viento frío", mientras que macrotórax, corresponden a sus características físicas, y se derivan del griego "makrós", que significa "largo", y del latín "tórax", que significa "pecho", en referencia a su gran cavidad torácica.
Afirmó el paleontólogo Fernando Novas, quien funge como jefe de Laboratorio de Anatomía Comparada en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, donde expresó a la agencia francesa de prensa (Afp): “Era un animal de un porte grande, por las medidas que hemos tomado y las comparaciones. Se trataría de uno de los megarraptores más grandes documentados hasta ahora. Además, se trata de uno de los últimos de su especie en el planeta antes de la extinción de los dinosaurios, que ocurrió hace alrededor de 66 millones de años”.
Novas fue quien en 1996 descubrió a "Megaraptor namunhuaiquii", el primer megarraptor argentino, localizado en la provincia de Neuquén, también en la Patagonia, pero a unos mil cuatrocientos kilómetros al norte del hallazgo actual, y ahora encabeza el equipo que halló a "Maip macrotórax".
Y agregó que con posterioridad, al "Megaraptor namunhuaiquii" (Ladrón gigante con lanza en el pie), se han encontrado otros ejemplares en tres países:
Australia, en el 2009, el "Australovenator wintonensis" (el cazador del sur de la Formación Winton), que vivió a principios del "Cretácico Superior", esto es, hace aproximadamente 95 millones de años, así como el "Rapator ornitholestoides", encontrado en 1905 y reclasificado en el año 2000, como un dinosaurio terópodo megarraptórido, que vivió a mediados del Cretácico, es decir, hace aproximadamente 105 millones de años; tanto "Australovenator" y "Rapator" difieren sólo en algunos pequeños detalles del hueso y pueden ser sinónimos, fue el experto White que encontró diferencias entre el hueso de la mano de "Rapator" y el hueso equivalente de "Australovenator", apoyando la distinción entre los dos, y también señaló que los dos géneros provienen de formaciones separadas cronológicamente por unos diez millones de años, por lo que es poco probable que sean sinónimos, como alguna vez se aventuró.
Tailandia el "Siamraptor suwati", que vivió a mediados del Cretácico, de entre 120 a 112 millones de años, durante el Aptiense, sus fósiles se encontraron en la "Formación de Khok Kruat", en el año 2009, pero fue hasta el 2019, que fue clasificado y nombrado con el significad del "ladrón de Siam", de "Siam", que es el antiguo nombre de Tailandia y "raptor" con el significado de ladrón, y en reconocimiento al ministro Suwat Liptapanlop, quien ha apoyado al Instituto de Investigación de Madera petrificada y recursos minerales del Noreste.
Japón el "Fukuiraptor kitadaniensis" (ladrón de Fukui de la cantera de Kitadan), en el año 2000, en un yacimiento ubicado en la cantera Kitadan en la prefectura de Fukui, que vivió durante el Cretácico, hace entre unos 131 y 115 millones de años.
Junto a Fernando Novas trabaja el paleontólogo Mauro Aranciaga, quien encontró la primera pieza del megarraptor en 2019. “Cuando levanté la vértebra fue una emoción enorme porque, además, era una vértebra gigante”, recordó.
El feroz "Maip", según el paleontólogo Aranciaga: “En un sentido mitológico tehuelche, es una entidad maligna que mata donde está el frío y habita en la cordillera, y también quiere decir ‘la sombra que deja la muerte a su paso’”.
Hallan fósiles de moluscos en piso de calles de Bangkok, capital de Tailandia.
Fósiles de moluscos que vivieron al mismo tiempo que los dinosaurios fueron descubiertos incrustados en el pavimento de las calles de Bangkok. Ello fue informado a la "Agencia francesa de prensas" (AFP) por Preecha Saithong, del ministerio de Recursos Naturales y de Medioambiente: “Se trata de 77 fósiles de "ammonoideos", criaturas marinas que vivieron hace 66 millones de años, probablemente en África, los que fueron encontrados".
Fotografía de un Amonite. "Amaltheus gibbosus". Viehmann Trabajo Propio
Los fósiles, que tienen forma de caracola, miden entre dos y doce centímetros, fueron inicialmente fotografiados por un transeúnte, quién publicó las imágenes en las redes sociales, lo que despertó la curiosidad de las autoridades.
Los medios locales reportaron que la acera fue restaurada hace dos años y que los restos pudieron ser colocados entonces, con el objeto de mejorar la decoración de la avenida, por los obreros a cargo.
Los "ammonoideos" o "Amonites", son una subclase de moluscos cefalópodos extintos que existieron en los mares desde el "Devónico Medio", hace unos 400 millones de años, hasta finales del "Cretácico", hace 66 millones de años, gracias a su rápida evolución y distribución mundial son excelentes fósiles guía para la datación de rocas y han posibilitado la elaboración de sucesiones de "Biozonas" de gran precisión "Bioestratigráfica", mas por ser de fácil localización, son vendidos en el mundo como recuerdos turísticos en destinos tan diversos como Marruecos o Madagascar, e incluso, se utilizan en la cotidianidad como si nada, como en este caso para adornar el paisaje urbano.
Es muy espectacular encontrar vestigios de la evolución que ha seguido los seres vivos desde el inicio de su aventura en este planeta, con estos ejemplos, queda demostrado que la continua modificación del medio ambiente propicia, en función a la iniciativa de los propios organismos, que guiados por sus genes buscan su permanencia, para lo cual desarrollan acciones que les permite cubrir algún nicho ecológico en la naturaleza. Difícil de imaginar el paso del antiquísimo "Pakicetus attocki", hasta una enorme "ballena azul" (Balaenoptera musculus) , o un impresionante "cachalote" (Physeter macrocephalus).
Fotografía de Ballena Azul en los litorales chilenos. Tomada de mma. gob. cl.
Solamente que los cambios ocurren muy lentamente, de acuerdo a los criterios humanos, pero dejan a nuestro conocimiento grandes huecos por llenar, pues los detalles son difíciles de fijar, com ejemplo tenemos la gran cantidad de cambios que han ocurrido en la clasificación de los dinosaurios, ejemplificados con los megaraptores, que antes conocimos, de forma tal que el descubierto en el año 1905, ha cambiado de adscripción familiar y genérica en muchas ocaciones, resultando que en apenas hace tres años volvió a ser revisada su estructura y se reacomodó, en los "dinosaurios terópodos megarraptóridos", y que decir de los cetáceos los que originalmente se habían clasificado como emparentados con los "mesoníquidos", que fueron mamíferos omnívoros y carnívoros parecidos a los lobos, que andaban sobre pezuñas, relacionados con los artiodáctilos, es decir, "ungulados" y dotados de pezuñas de dedos pares" de los cuales apoyan en el suelo por lo menos dos (camellos, llamas, cerdos, jirafas, jabalíes, etcétera), y sin conexión con los perisodáctilos, que cuentan con dedos impares, pero que se desplazan sobre uno de ello, el dedo central que se encuentra más desarrollado (Caballos, asnos, cebras, tapires, rinocerontes, etcétera).
La historia que ahora se cuenta dice que en un inicio, en el "Cretácico", hace unos 67 millones de años, los "perisodáctilos", eran mucho más exitosos y por ello ocupaban nichos más viables, su sistema digestivo fue menos exigido, y por consecuencia está menos especializado que en los artiodáctilos. Los incisivos se conservan y se usan para segar la hierba, mientras que los caninos están reducidos o ausentes y, a menudo, hay una separación entre las piezas dentales, a su vez los molares de las formas primitivas permanecieron con puntas redondeadas y de corona baja, y el tubo digestivo es más simple que el de los artiodáctilos, su estómago no presenta cámaras la digestión de la celulosa se realiza en el ciego y el intestino grueso, que puede estar muy desarrollado. En contrario, los "artiodáctilos" por entonces sobrevivían ocupando por lo general hábitats marginales, y presumiblemente fue por esa época que desarrollaron sus complejos sistemas digestivos, que les permitían sobrevivir con comida poco nutritiva. También existieron artiodáctilos carnívoros que se alimentaban de vertebrados, incluyendo a otros artiodáctilos, los cuales posteriormente darían origen a los cetáceos, donde ahora se sabe que son los hipopótamos son los parientes vivos más cercanos a los cetáceos, ambos se agruparon en el suborden "Whippomorpha", que es la unión de dos palabras en inglés: "w + hale" e "hippo + potamus". Los aspectos físicos no se corresponden total y absolutamente. La modificación tiene que ver con los análisis moleculares, posibles de realizarse hasta la década de los noventa del siglo Veinte.
Algo similar se desprende de los mismos análisis con la especie Homo sapiens, donde queda desechada la idea de las razas puras, criterio establecido en épocas en las cuales no era posible la identificación genómica de las personas y todo se basaba en las condiciones externas y los prejuicios de la superioridad que la propia persona establecía, sin dudas, bajo la errónea óptica de pertenecer a una raza superior, al resto de la humanidad.
La Machincuepa Cuántica seguirá la huella de los nuevos descubrimientos, pues se anticipa que continuaran los descubrimientos arqueológicos y moleculares que nos acercaran un poco más a la comprensión de los hechos, aun cuando no estemos cerca del total de las verdades.
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