Ahora, unas historias de dinosaurios.

A los niños les encantan los dinosaurios porque los asocian con fuerza, poder, control y ferocidad, una idea que combinan con fantasía, magia y todo lo imposible

Conclusión del artículo de "UNAM Global", por Michel Olguín Lacunza.

Lo anterior está fundamentado por Fernando Mata Rosas, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien explicó que: "A los niños -sobre todo de preescolar- les encantan los dinosaurios, porque al estar en una etapa de desarrollo cognitivo quieren sentir el control de la realidad a través de su pensamiento.  El niño trabaja en todo momento para tratar de entender cómo es que funciona este mundo. De hecho, para el tercer año de vida ha construido una realidad que le permite entender que hay un mundo real y un mundo de fantasía, aunque no siempre tiene claridad sobre la frontera entre uno y otro.  De los tres a los siete años los infantes ya conocen muchas cosas del mundo real, además entienden que tienen sueños mientras duermen y son capaces de jugar a ser alguien más. Dibujan o construyen con materiales lo que saben del mundo y sus pensamientos les permiten imaginar cualquier cosa.  A estad edad, los niños o niñas se entusiasman y se ilusionan con cuentos tradicionales en los cuales la fantasía está presente: el ratón de los dientes, los cuentos de hadas, varitas mágicas, entre otros, añadió el académico universitario. No obstante, es difícil que entiendan que los dinosaurios poblaron la Tierra hace más de 65 millones de años (la temporalidad está fuera del alcance de su pensamiento), sobre todo cuando ven películas o documentales donde los muestran tan reales como a los leones, tigres y chimpancés.  Los dinosaurios se convierten en un medio para ejercitar la imaginación, que en realidad es una estimulación al pensamiento simbólico por tratar de entender la realidad.  Los dinosaurios tienen condiciones suficientes para fascinar a niños de muchas generaciones y seguramente seguirán con las nuevas generaciones".


Ilustración artística de seis tipos de dinosaurios, de izquierda a derecha: Microraptor gui, Velociraptor mongoliensis, Austroraptor cabazai, Dromaeosaurus albertensis, Utahraptor ostrommaysorum y Deinonychus antirrhopus. Wikipedia, Fred Wierum - Trabajo propio

En total acuerdo con este contenido, el psicólogo de la Universidad Johns Hopkins, Kelly Chen, ha establecido que en cuanto los niños desarrollan intereses intensos, en alguna materia, les lleva a ser más seguros de si mismos y abiertos; lo que propicia una mejora en el desarrollo cognitivoestablece fortalecimiento de la autoestima personal. Ha teorizado que, alrededor de un tercio de los menores, de entre dos y seis años, presentan esta vocación sobre temas de especialización. Y ello les conduce a la persistencia en el asunto de su interés, lo que les aporta una mejor capacidad de retenciónmayor exactitud en el procesamiento interno de la información  y ello los lleva a aprender mejor. Concluye que la pasión por investigar y aprender los convierte en más inteligentes pues se amplían los horizontes y sus capacidades cerebrales.

Lo aconsejable en un caso de este tipo, es apoyar al pequeño, fomentándole aún más sus inquietudes, para el caso de los dinosaurios, podemos auxiliarle en la búsqueda de contenidos en Internet, acompañarle a la biblioteca a descubrir más sobre las distintas especies, acudir a exposiciones o visitar los Museos de Ciencias Naturales.

Algunos niños, no se contentan con mantener sus gustos y preferencias solamente durante unos pocos años, habrá quienes mantendrán estas predilecciones y las reflejaran en la toma de decisiones a lo largo de su existencia, llegando a ser investigadores, científicos o expertos sobre los antiguos animales que poblaron el planeta hace millones de años.

En los recuentos de los materiales que circulan en los medios masivos de comunicación, como son la prensa escrita, las revistas que ofrecen esparcimiento o los medios electrónicos, he observado que el tema de los dinosaurios es recurrente. Así que como se titula esta entrega de la Machincuepa Cuántica, abordaré un par de historias de dinosaurios.

Los dinosaurios, palabra proveniente del griego "deinós" que significa "terrible" y "sauros" que es "lagarto",  son un grupo de animales clasificados como saurópsidos por la ciencia, esto es que son: "cordados", "vertebrados", "amniotas" y "tetrápodos".

En la evolución de las especies de animales multicelulares, los tetrápodos, que poseen cuatro extremidades,  se diversificaron en dos ramas, la de los "saurópsidos" y la de los "sinápsidos", presentando ambos grupos la característica de reproducción amniótica. Que implica el desarrollo de una estrategia en la que el nuevo ser, llamado "embrión", se gesta en un medio seco y terrestre. Ello fortaleció una serie de adaptaciones, surgidas a la par, o en todo caso casi en forma similar, como son: la presencia de un recubrimiento del cuerpo, por medio de una piel seca y escamosa, que fue consecuencia  de un aumento de la  "queratinización" (construida con base a una proteína estructuralmente fibrosa), de la capa externa de la piel (epidermis) para evitar la desecación y deshidratación; poseer una respiración exclusivamente pulmonar y tener una fecundación en el interior de la hembra, con el abandono de las "fases larvarias" y la posterior "metamorfosis".

La aparición del "embrión" dotado de cuatro capas, fue desarrollado en el transcurso de millones de años, y llevo a la formación de un medio acuoso, que permite su respiración y  alimentación. La capa más interna es el conocido como "saco vitalino", que se presenta entre: peces, reptiles, mamíferos y aves; que es un agregado de membranas que proporciona nutrientes y oxígeno. La segunda capa es la conocida como "saco amniótico", una especie de bolsa integrada por membranas muy resistentes y transparentes, la tercera es una capa extraembrionaria el "alantoides", con funciones excretoras del embrión y la más externa de las cuatro es la conocida como el "corion" que es una membrana concéntrica que envuelve a las demás membranas fetales. 

De acuerdo a los descubrimientos de fósiles se estima que los dinosaurios aparecieron durante el período Triásico, que constituye la primer etapa de la era Mesozoíca. El Tríasico se establece comenzó aproximadamente hace 251 millones de años y concluyó hace 201 millones de años.

Para el caso de este periodo, tanto su inicio como su final están marcados por importantes sucesos de extinción, el inicial es llamada: "Extinción masiva del Pérmico - Triásico" y la final es la "Extinción Masiva del Triásico - Jurásico". 

En la primera se estima desaparecieron alrededor del 95% de las especies marinas y el 70% de las especies terrestres, actualmente se cree en la posibilidad de una confluencia de factores que convergieron en el tiempo para producir el que, con una notable diferencia, ha sido el evento de extinción y destrucción sobre la "biosfera" más devastador que el planeta haya conocido.

La segunda extinción implico la desaparición de cerca del 20% de las especies marinas y de las terrestres: los arcosaurios, los terápsidos y los últimos grandes anfibios. Con ello se liberaron nichos ecológicos, lo que propició la época de mayor dominio en el globo por parte de los dinosaurios, período "Jurásico" que comenzó hace 201 millones de años y acabó hace 145 millones de años.

El medio existente en esos tiempos era contenido en el super Continente "Pangea" (270 millones de años) centrado en la línea ecuatorial, y que en el transcurso de los millones de años siguientes se fue separando, para formar "Laurasia" al norte y "Gondwana" al sur, lo que propició cambios en los océanos existentes, donde quizás el mayor evento fue el principio de la formación del Atlántico. Se piensa que la distribución de temperaturas era distinta, inferior a la actual, pero en el centro de "Pangea", existían grandes desiertos, lo que implica que la vida se desarrollaba con mayor frecuencia en los litorales del mismo.

La vegetación estaba compuesta por "helechos" (Pteridofitas) y "vegetales afines"; así como por  "Cícadas", un antiguo grupo de plantas primitivas, y el inicio de las "Coníferas", un tipo de plantas más evolucionadas, pertenecientes a las "gimnospermas". 

Aunque el origen exacto de los dinosaurios y su diversificación temprana es tema de activa investigación, ​ el consenso científico actual sitúa su origen entre los 231 y 243 millones de años atrás.

Usando la evidencia fósil, los paleontólogos han identificado cerca de quinientos géneros  distintos y más de un mil especies de diferentes de dinosaurios. Muchos dinosaurios, sobre todo al inicio de su aparición eran pequeños, pero los millones de años de perdurabilidad les otorgaron crecimiento y diversificación, transformándose en los animales dominantes, hay estimaciones que ubican que su población alcanzó los diez mil millones de dinosaurios sobre el planeta.

La tercera etapa de la era "Mesozoica", es el período "Cretácico", que comenzó hace 145 millones de años y terminó hace 66 millones de años, la vida continuo evolucionado y se conformó una combinación de formas arcaicas y modernas. El nivel de los mares se incrementó, en su punto máximo, solamente un 18 % de la superficie de la Tierra estaba sobre el nivel de las aguas, hoy en día la superficie emergida es del 29 %, la conformación de las tierras emergidas varió, de los dos grandes continentes de "Laurasia" y "Gondwana", se formaron más de doce porciones, lo cual favoreció el desarrollo de faunas y floras endémicas, dichas poblaciones, producto de su aislamiento, en los continentes insulares del Cretácico superior, evolucionaron hasta generar gran parte de la actual diversidad de la vida terrestre actual.

Las temperaturas ascendieron hasta alcanzar su máximo punto, hace unos cien millones de años, en los cuales no había prácticamente hielo en los polos, pero, en realidad el planeta no debió de ser mucho más cálido que en los períodos anteriores, conformantes de la era "Mesozoica" (TriásiácoJurásico), pero el gradiente de temperatura entre los "polos" y el "ecuador" debió de ser más suave; esto produjo que las corrientes de aire del planeta amainaran, contribuyendo a reducir las corrientes oceánicas y por tanto a océanos más estancados que hoy día.

En lo que se refiere a la vegetación, surgen hace unos 130 millones de años y proliferan las  "angiospermas", que complementan a las "gimnospermas", estas desarrollaron espinas, venenos o sabores desagradables para protegerse de la destrucción de sus capas altas por la abundancia de animales ramoneadores, aunque sus vástagos, crecidos a ras del suelo, no necesitaban tal protección. La extinción de los ramoneadores de capas altas y la aparición de eficientes especies devoradores de plantas bajas, propició la evolución de plantas capaces de crecer y generar semillas con rapidez para perpetuar sus especies. Las "angiospermas" desarrollaron esa capacidad y, por contra, las "gimnospermas" no; por tanto, se concluye que los nuevos herbívoros pacedores habían propiciado la aparición de las "angiospermas", sin embargo, hay expertos que consideran que la situación fue a la inversa, es decir, fue la difusión de las "angiospermas" la que habría favorecido la aparición de herbívoros pacedores especialistas de capas bajas a expensas de los ramoneadores de capas altas. Son las que se difundieron y diversificaron, situación que a la fecha las pone al frente de las especies vegetales, con alrededor de doscientas cincuenta mil especies, las plantas con flores, coevolucionan con los insectos, cuya labor polinizadora fue esencial para el éxito de ambos grupos.

Y entonces las circunstancias vuelven a variar en el planeta Tierra y una extinción masiva se aparece de nuevo.

Cronología de la extinción masiva por la caída del asteroide hace 65 millones de años.

El reinado de los dinosaurios sobre la Tierra acabó con el impacto de un meteorito hace unos sesenta y cinco millones de años, en el actual Yucatán, fenómeno ocurrido durante la primavera boreal, según un estudio publicado en la revista "Nature", ello después de haber transcurrido alrededor de ciento ochenta millones de años.

Según investigación, la vida en el cráter de Chicxulub se ha recuperado de forma rápida, tras el impacto del asteroide de 12 km de ancho que hizo un agujero de 180 km de diámetro y cuya potencia ha sido comparada con la de miles de millones de bombas atómicas. Foto Agencia Espacial Mexicana.

En un día de primavera los peces espátula y los esturiones nadaban en un río que serpenteaba a través de un floreciente paisaje poblado por poderosos dinosaurios y pequeños mamíferos en el extremo suroeste de Dakota del Norte, en Norteamérica. Ese día la muerte provino del cielo.

Los científicos han señalado que los fósiles de peces bien conservados desenterrados en el sitio proporcionan una comprensión más profunda de uno de los peores días en la vida en la Tierra.

La subsiguiente extinción masiva eliminó unas tres cuartas partes de las especies de la Tierra y preparó el terreno para que los mamíferos –incluidos los humanos– se convirtieran en los animales dominantes.

El impacto que creó el "Cráter de Chicxulub" provocó catástrofes que desembocaron en un cambio climático dramático.

Esa extinción masiva sigue desconcertando a los científicos, ya que fue una de las más selectivas de la historia de la vida: desaparecieron todos los dinosaurios no avianos, los pterosaurios, los ammonites y la mayoría de los reptiles marinos, pero sobrevivieron mamíferos, aves, cocodrilos y tortugas.

No se podrá conocer nunca el año exacto en que ocurrió ese fenómeno, pero un equipo de científicos liderados por Melanie During, de la Facultad de Ciencias de la Universidad libre de Ámsterdam, y Denis Voeten, de la Universidad de Uppsala, Suecia, elaboraron tras años de investigación una cronología horaria de esa gran extinción, la quinta que ha sufrido el planeta.

En general, se sabe que los organismos que estaban expuestos morían prácticamente de inmediato. Así que los que se refugiaban en cuevas o madrigueras porque estaban hibernando tenían muchas más probabilidades de sobrevivir en el "Paleógeno", o también llamado "Terciario Temprano" que es una división de la escala temporal geológica que pertenece a la "Era Cenozoica"; dentro de esta, el Paleógeno ocupa el primer lugar precediendo al Neógeno. Dio inicio hace unos sesenta y seis millones de años y culminó hace veintitrés millones de años.

El sitio arqueológico de Tanis, en Dakota del Norte, es clave para esa teoría. En ese lugar se encuentran los restos fósiles de numerosos animales que fueron engullidos por un "seiche", que es una especie de marejada en un cuerpo de agua encerrado, según el estudio. Éste fenómeno ocurre en espacios acuáticos cerrados o semicerrados, cuando un hecho externo, como el viento o un sismo, mece las aguas.

Este fenómeno, se sabe, ocurrió unas decenas de minutos después del impacto del meteorito, la onda de choque atravesó casi tres mil kilómetros y levantó gigantescas olas en el "Mar Interior Occidental", que en esa época atravesaba la actual América, de norte a sur.

Los científicos estudiaron los fósiles de tres esturiones y tres peces espátula procedentes de Tanis, mediante un análisis tomográfico de rayos X de alta resolución en el Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón de Grenoble.

Primero comprobaron que los peces murieron efectivamente durante ese seicheMientras el agua se levantaba y devastaba todo a su paso, del cielo caía una lluvia de arena vitrificada, provocada por el enorme calor del impacto. Los peces “estaban vivos y alimentándose cuando ocurrió el impacto, en los últimos minutos del Cretáceo”, explica el informe.

Según During: "Los peces murieron “entre 15 y 30 minutos” después del choque del meteorito,  la señal de isótopos de carbono en el registro de crecimiento de este desafortunado pez espátula confirma que la temporada de alimentación aún no había llegado al clímax: la muerte llegó en primavera”.

Según los científicos participantes en el estudio, los hallazgos ayudarán a futuras investigaciones sobre la selectividad de la extinción masiva: en el hemisferio norte, era primavera y, por tanto, los ciclos de reproducción de los organismos estaban comenzando, para luego detenerse abruptamente, mientras que, en el hemisferio sur era otoño y muchos organismos se preparaban para el invierno.


Conclusión, este fenomeno ocurrido casi simultáneamente con la caída del meteorito, otorga información más precisa, sobre lo acontecido y desvela lapsos muy cortos, mientras que la historia de la vigencia de los dinosaurios abarca ciento ochenta millones de años, que es un lapso que no es posible calificar de sencillo en sus resultados, dado que por el tiempo transcurrido se dio lugar  que ocurrieran múltiples cambios en las especies de dinosaurios, aparición de nuevas especies y desaparición de algunas otras, con características que les permitían competir con ventajas sobre los demás animales existentes. Ello en medio de un medio cambiante y que estableció pautas de adaptabilidad. 

Ahora se conoce de la diversidad de especies de "Tyrannosaurus".

Un nuevo análisis de restos óseos revela diferencias que podrían sugerir que el "Tyrannosaurus rex", por cierto el dinosaurio más popular y admirado por los humanos, y que a la luz de los descubrimientos realizados y la maduración de teorías al respecto, ahora debe reclasificarse en tres especies: "rex" la que engloba actualmente a este tipo de depredadores, y adicionar a "regina e "imperator".

Hasta la fecha, para estos eficientes depredadores, hay una única especie reconocida. Si bien, investigaciones anteriores han reconocido la variación entre los restos esqueléticos de Tyrannosaurus en el fémur (hueso del muslo) y especímenes con uno o dos dientes incisivos delgados a cada lado de los extremos frontales de la mandíbula.

Entonces, es ahora que, un equipo liderado por Gregory Paul, que es un investigador independiente, autor e ilustrador que trabaja en paleontología, analizó los huesos y restos dentales de treinta y siete ejemplares de Tyrannosaurus. Los autores compararon la robustez del fémur en veinticuatro especímenes, calculada a partir de la longitud y la circunferencia, que da una indicación de la fortaleza del hueso. También midieron el diámetro de la base de los dientes o el espacio en las encías para evaluar si las muestras tenían uno o dos incisivos delgados.

Esqueleto de Tyrannosaurus rex en el Museo Nacional de Historia Natural, en París. Foto Afp.

Los autores del proyecto encontraron que había fémures dos veces más robustos que gráciles entre los ejemplares, lo que sugiere que no es una diferencia causada por el sexo, lo que probablemente resultaría en una división más pareja, y fueron publicados los resultados en la revista "Evolutionary Biology", y sugieren que la variación en los fémures no está relacionada con el crecimiento del individuo, ya que se encontraron huesos robustos en especímenes juveniles de dos tercios del tamaño de un adulto y se encontraron hueso gráciles en algunos de tamaño adulto completo.

En lo que se refiere a la estructura dental, esta también varió entre los ejemplares, aunque aquellos con medidas de fémur y restos dentales fueron bajos (doce especímenes). Los individuos con un diente incisivo se correlacionaron con mayor gracilidad del fémur.

Gregory Paul, ha dicho: “Proponemos que los cambios en el fémur pueden haber evolucionado con el tiempo a partir de un ancestro común que mostró más fémures robustos para volverse más gráciles en especies posteriores. Las diferencias en la robustez del fémur a través de las capas de sedimento son lo suficientemente distintas como para que los especímenes puedan considerarse especies separadas”.

Por lo que se nominan dos nuevas especies potenciales: el primero, "Tyrannosaurus imperator" (emperador lagarto tirano), se relaciona con especímenes encontrados en las capas inferior y media del sedimento, caracterizados por fémures más robustos y generalmente dos incisivos. Argumentan que estas características se han conservado de ancestros anteriores (tiranosáuridos).

El segundo, "Tyrannosaurus regina" (reina lagarto tirano), está relacionado con especímenes de las capas superior y posiblemente media del sedimento, caracterizado por fémures más delgados y un diente incisivo. La cual se identificó en la capa superior y posiblemente en la media del sedimento con especímenes clasificados que retienen fémures más robustos y tienen sólo un diente incisivo. Algunos especímenes no pudieron identificarse con base en sus restos, por lo que no fueron asignados a una especie.

Era un gran error pensar como en los siglos anteriores, que las especies de dinosaurios fueran inmutables, ante las nuevas evidencias, resulta muy claro que nos faltan muchas piezas del rompecabezas respectivo. La imposibilidad de sintetizar y simplificar, lo que ocurrió en el  pasado, se va demostrando en la medida que aparecen nuevos vestigios fósiles, se hecha mano de nuevas herramientas tecnológicas y nuevas perspectivas originadas por el cambio de supuestos iniciales.

La imagen de animales "tontos", con un cuerpo enorme y diminutos cerebros; animales de sangre fría y por tanto torpes, va quedando en el olvido, la variedad de especies, la ramificación ocurrida en ciento ochenta millones de años, el efecto de haber cubierto todos los nichos ecológicos, nos empieza a mostrar escenas y actores inimaginables años atrás.

La Machincuepa Cuántica seguirá pendiente de los nuevos materiales para su difusión y correspondiente comentario. Pues resulta claro que muchos de los niños que en el pasado quedaron subyugados por estos misteriosos y casi mágicos animales, no han perdido el gusto por conocerlos a mayor detalle.




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