Marte, el planeta rojo, es la tendencia de hoy, e Ingenuity, un pequeño helicóptero lo sobrevuela, también hay novedades con el telescopio de Atacama (ALMA)
‘Ingenuity’ surca el cielo de Marte a una velocidad de dos metros por segundo, informa la Agencia de Administración Nacional Aeronáutica y del Espacio (NASA).
El pequeño helicóptero de la NASA realizó su tercer vuelo en Marte ayer, avanzando más lejos y más rápido que en sus dos salidas anteriores, con un máximo de 7 km/h, dijo la agencia espacial estadunidense.
Después de un primer vuelo estacionario y un segundo casi inmovilizado, la máquina esta vez viajó cincuenta metros, alcanzando una velocidad de dos metros por segundo, o siete kilómetros / hora.
Ingenuity envía primeras fotografías a color. Tomada de Bussines Insider
"El vuelo de hoy fue lo que habíamos planeado, pero no fue menos increíble", dijo en un comunicado Dave Lavery, director del programa, desde la sede de la NASA en Washington.
El "Rover Perseverance", a bordo del cual llegó el pequeño helicóptero de 1.8 kilogramos, filmó este tercer vuelo de 80 segundos.
La NASA anunció el domingo que los clips de este video se enviarían a la Tierra en los próximos días. Dicho vuelo, de desplazamiento lateral, fue una prueba para el sistema de navegación autónomo del helicóptero, que realiza esta ruta en base a la información recibida previamente.
"Si Ingenuity vuela demasiado rápido, el algoritmo de vuelo no puede identificar el terreno", explicó la NASA. La bajísima densidad del aire marciano (1% de la atmósfera terrestre) obligó a los equipos de la NASA a diseñar un helicóptero ultraligero cuyas palas giran mucho más rápido que las de una máquina estándar para despegarlo del suelo.
La agencia espacial ahora anuncia la preparación de un cuarto vuelo. Se espera que las operaciones sean cada vez más difíciles y lleven al ingenio al límite.
El pequeño helicóptero Ingenuity voló por tercera vez. Tomada de DW
Pase lo que pase, después de un mes como máximo, el experimento Ingenuity se detendrá para permitir que el "Rover Perseverance" se dedique a su tarea principal: buscar rastros de vida antigua en Marte.
Se ha avivado el debate sobre si hay o hubo vida en Marte, y su habitabilidad presente o pasada. Busca la expedición científica encontrar indicios de que haya o haya habido ‘Habitabilidad’, y este término no quiere decir que los humanos podamos construir una casa allí, lo que si define, son las condiciones geoquímicas y ambientales favorables para el origen y evolución de la vida.
Entre los objetivos más importantes de la misión está estudiar la habitabilidad y la búsqueda de evidencias de vida, centrados en la vida microbiana, vigente en el pasado remoto y quizás, aun en la actualidad, bajo condiciones muy distintas en ambas épocas.
Hoy en día, por lo que sabemos, se establece que es improbable que en Marte haya vida, sin embargo es posible.
Pensemos en lo sucedido a ese respecto en la Tierra: inferimos que durante la mayor parte de su historia, la Tierra estuvo habitada solo por microorganismos.
La evolución necesitó unos 3 mil 400 millones de años para que surgieran plantas y animales. Tiene sentido asumir que, de haber existido vida en Marte, esta era microbiana.
En la exploración espacial tomamos como referencia la vida terrestre actual, pues no conocemos otra. El inconveniente es que, si no se ven evidencias de vida marciana (algo probable), nos preguntaremos si es porque no sabemos qué buscar exactamente.
Para la búsqueda, el Perseverance está equipado con un instrumento capaz de encontrar moléculas orgánicas, y fue nombrado "Sherloc". Acrónimo de: "Scanning Habitable Environments with Raman & Luminescence for Organics & Chemicals" (escaner de entornos habitables con Raman y luminiscencia para productos orgánicos y químicos). Es un instrumento ubicado en el extremo del brazo robótico del rover, buscará pistas del tamaño de un grano de arena en las rocas marcianas mientras trabaja en conjunto con "Watson", que es una cámara que tomará imágenes en primer plano de las texturas de las rocas. Juntos, estudiarán las superficies rocosas, mapeando la presencia de ciertos minerales y moléculas orgánicas, que son los componentes básicos de la vida en la Tierra, basados en el carbono.
Timbre conmemorativo del 125o aniversario de Chandrasekhara Venkata Raman, tomada de Vidaalterna.com.
“Raman” se refiere a la espectroscopía Raman, que es una técnica científica que lleva el nombre del físico indio Chandrasekhara Venkata Raman (1888 - 1970), quien descubrió el efecto de dispersión de la luz en la década de los años veinte del siglo pasado y se hizo ganador del premio Nobel de Física en 1930.
Sin embargo, debemos diferenciar entre “molécula orgánica” y “biofirma orgánica” o “biomarcador”. Las moléculas orgánicas podrían ser un indicio de vida, pero, cuidado: en realidad, pocas lo son. A éstas las llamamos biomarcadores.
Para entenderlo, pensemos en el petróleo. En los años 1930 el origen biológico del petróleo se debatía, hasta que el químico Alfred Treibs (1899 - 1983) descubrió la "porfirina" (que son moléculas con estructura "tetrapirrólica", cuando presentan un núcleo metálico se les designa como metaloporfirinas), en los combustibles fósiles. Esta, se creyó, deriva de la clorofila y, por tanto, no podemos explicar su presencia sin unirla a la vida.
Así, estudiando los "biomarcadores" (que son compuestos cuyo origen solo podemos atribuir a la vida), sabemos que el petróleo es lo que queda de "ecosistemas" que existieron hace millones de años.
Si "Sherloc" encuentra moléculas orgánicas, debe evaluarse si son "biomarcadores" válidos. El asunto es que ello implicaría asumir que el metabolismo terrestre es de carácter universal.
Por ejemplo, si en Marte nunca hubo fotosíntesis con clorofila, nunca encontraremos la porfirina de Treibs como biomarcador.
Los minerales también pueden ser biofirmas: Se obtuvieron, en nuestro planeta, cristales de "formiato", un compuesto orgánico, en un lago salino similar a los que pudo haber en Marte.
Ilustración del descubrimiento realizado por Alfred E. Treibs, ingeniero químico, en el ámbito de la química orgánica, "las porfirinas" (pigmentos) en el Shale, Petróleo y Carbón. Considerado el Padre de la Química Orgánica, en consecuencia de que relaciona a "las porfirinas" con la "clorofila", lo que conecta a la materia orgánica vegetal con el origen de los hidrocarburos. Tomada de ch.tum.de.
El (improbable) hallazgo de estos cristales en Marte tendría gran impacto y en las redes sociales se extendería la idea de que hubo vida.
A diferencia de la porfirina, el formiato puede ser abiótico y no es un biomarcador. Sabemos que lo es, porque la verdadera biofirma es el desequilibrio químico con los otros componentes del lago. El estudio de biofirmas es difícil y requerirá el transporte de muestras a la Tierra.
Otro Robot de la NASA, llamado "Curiosity" (lanzado en el 2011 y que se posó en la superficie marciana en el mes de agosto del año 2012, y que aún está en funciones), ha encontrado moléculas orgánicas simples, como: benceno, propano y tiofeno, este último es (un compuesto orgánico, heterocíclico y aromático con fórmula que describe la unión de: cuatro carbonos cuatro hidrógenos y un azufre.) de gran importancia, dado que al contener en su estructura una molécula de azufre, indica que formo parte de una molécula mayor.
La explicación básica de la química orgánica, ha hablado de la composición de la moléculas orgánicas con la participación de: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, "CHON", decían mis maestras de Biología en la secundaria. Pues bien, se conoce que, no siempre la creación de moléculas orgánicas se debe a la conjugación de procesos biológicos, pueden generarse por procesos no biológicos. Aunque, si de probabilidades hablamos, es mucho mayor la probabilidad de que estas moléculas hayan formado parte de moléculas orgánicas más complejas, que de haber surgido en procesos ajenos a la vida.
Por otro lado, al analizar la atmósfera marciana se ha encontrado la presencia de un hidrocarburo orgánico clave, el metano, que adicionalmente presenta comportamientos en su abundancia cíclicos, esto es, su cantidad durante el verano marciano es tres veces mayor que en el invierno marciano. Hay que estudiar más a detalle, para llegar a conclusiones fundamentadas. El establecimiento de la explicación está en marcha.
Fotografía de Estrellas Jóvenes Masivas captadas por ALMA tomada de La Jornada.
Y un poco más lejos de nuestro planeta, sucede que...
"Atacama Large Millimeter / submillimeter Array" (ALMA), ubicado en el desierto de Atacama en el norte de Chile, capta formación desordenada de estrellas jóvenes masivas.
El proceso para la formación de las estrellas más grandes no es simplemente una versión ampliada del proceso para las más pequeñas, como nuestra estrella a la que llamamos Sol, revelan nuevas observaciones con el telescopio (ALMA). El estudio se ha publicado en "Astrophysical Journal."
Ciriaco Goddi, de la Universidad Radboud de Países Bajos, dirigió un equipo que utilizó (ALMA) , para estudiar tres estrellas muy jóvenes y de gran masa en una región de formación de estrellas llamada "W51", que se encuentra a unos 17 mil años luz de la Tierra.
Utilizaron este poderosos telescopio cuando sus antenas se separaron, para realizar su mayor extensión, proporcionando con ello a los científicos, un poder de resolución capaz de hacer imágenes diez veces más nítidas que los estudios previos de tales objetos siderales.
Los astrónomos han comenzado a usar, por primera vez, la mayor separación posible entre las sesenta y seis antenas que conforman este telescopio, manteniéndolas a una distancia de 15 kilómetros entre sí. Logrando con esto la mayor nitidez alcanzable con este observatorio capaz de investigar el "Universo Frío", aquel que, a diferencia de estrellas y galaxias, no podemos ver con los telescopios convencionales.
Fotografía del telescopio ALMA, tomada de Astronomía.com.
Para tener una idea, podemos comparar esta configuración de antenas con la apertura del espejo en un telescopio convencional como el Hubble. En estos telescopios ópticos, la apertura del espejo, o su diámetro, es la que define el detalle de las imágenes que se obtienen: cuanto más grande sea la apertura, mayor detalle. “La configuración en ALMA tenía antenas con una distancia máxima de quince kilómetros. Eso permite obtener un detalle de imagen igual al que se conseguiría si tuviéramos un telescopio entero de quince kilómetros de tamaño / apertura”, explicó Hugo Messias, astrónomo de ALMA que participa en las investigaciones.
En esta ocasión, se buscaban evidencia de los discos grandes y estables vistos orbitando estrellas jóvenes más pequeñas. Dichos discos impulsan "chorros de material" en rápido movimiento hacia afuera, perpendiculares al plano del disco.
"Con el gran poder de resolución de (ALMA), esperábamos ver finalmente un disco. En cambio, encontramos que la zona de alimentación de estos objetos parece un desastre caótico", dijo el coautor Adam Ginsburg de la Universidad de Florida, en un comunicado.
Las observaciones mostraron serpentinas de gas cayendo hacia las estrellas jóvenes desde muchas direcciones diferentes. Chorros que indicaban que deben existir pequeños discos que aún no se han visto. En un caso, parece que algún evento realmente volteó un disco hace unos cientos de años.
Los investigadores concluyeron que estas estrellas jóvenes masivas se forman, al menos en sus primeras etapas, atrayendo material desde múltiples direcciones y a velocidades inestables, en marcado contraste con las entradas estables que se ven en las estrellas más pequeñas. Los múltiples canales de material entrante, dijeron los astrónomos, probablemente impiden la formación de los discos grandes y estables que se ven alrededor de estrellas más pequeñas.
"Este modelo de 'atracción desordenada' se propuso por primera vez en base a simulaciones por computadora, y ahora tenemos la primera evidencia observacional que respalda ese modelo", dijo el doctor Ciriaco Goddi.
En el cercano vecino, se está llevando a cabo el inicio de grandes descubrimientos, de ensayos pioneros en materia extra planetaria, y en forma similar se continúa la exploración en sitios mucho más allá del alcance físico de la humanidad.
Se reitera, la clave del éxito será la cooperación.
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