Detectan supertierra que posibilitará conocer exoplanetas que podrían albergar vida, además: nuevos telescopios, y cuásares, y agujeros negros, y detalles marcianos, y asteroides ni tan peligrosos.
La incursión, exploración y análisis de la humanidad sobre el espacio y los orígenes de nuestro planeta, de la Vía Láctea y el Universo, no se detienen. Se suman los esfuerzos y trabajos de cientos o quizás millares de investigadores, en la Tierra, que buscan afanosamente sacar a la luz la mayor cantidad posible de información sobre los temas descritos arriba, eventos relacionados con las pesquisas del Homo sapiens, llegan a los medios de comunicación y ahora presento un conjunto de notas aparecidas recientemente.
John William Draper, profesor de química de la Universidad de Nueva York, captó la primera fotografía exitosa de un objeto astronómico: La Luna, el 23 de marzo de 1840, hace 181 años. El logro fue posible al tomar una imagen de daguerrotipo de 20 minutos de duración con un telescopio reflector de 13 pulgadas, reportó la agencia Europa Press. Foto dominio público
En primer lugar hablaré de las investigaciones que se llevan a cabo buscando lugares en el espacio exterior que se asemejen a la Tierra, con la idea de buscar en ellos la prueba de la existencia de seres vivos, y de preferencia de evidencias de la existencia de "vida inteligente".
Los humanos, desde tiempos inmemoríables, sin duda, levantaron su mirada al cielo y de acuerdo a las suposiciones vigentes, que estaban en concordancia con el pensamiento y creencias de moda, dieron vida y forma a estas suposiciones, y así se inventaron dioses, mitologías y en épocas más recientes teorías, que han podido llevar nuevas interpretaciones más apegadas a la realidad.
Se conoce el detalle de las cuestiones siderales , sin embargo, sabemos que estamos muy lejos de poseer el total del conocimiento necesario para resaltar conclusiones definitivas. Prueba de ello, es que están más que vigentes las teorías que hacen del azar lo mejor explicación de la causa, e incluso, de la forma de hacerse los fenómenos naturales.
Situación favorecida ampliamente con el advenimiento de nuevas tecnologías, que se utilizan para la exploración, vía telescopios, o más recientemente con naves o sondas que viajan en el espacio.
Fue a partir de la segunda mitad del siglo Veinte que empezó a tomar forma, la investigación de mejor manera sobre los cuerpos celestes que se encuentran a mayores distancias de nuestro sistema solar. En un principio se les llamo "Planetas Extrasolares".
Pero la tarea no era sencilla, había muchos detalles que considerar, se fueron estableciendo criterios, para empezar los objetos con masas reales por debajo de la "masa límite" para la fusión termonuclear del deuterio (actualmente calculada en 13 masas del planeta Júpiter, objetos de metalicidad solar) que orbitan estrellas o remanentes estelares son planetas, esto sin considerar la manera en que se formaron.
Por el otro lado, la cuestión de la masa mínima, que es el tamaño requerido para que un objeto extrasolar sea considerado como un Planeta debe ser similar al de la masa que es utilizada en nuestro propio sistema solar.
Se descubrió que los "objetos interestelares" con masas reales por encima de la masa límite para la fusión termonuclear del deuterio son estrellas enanas marrones, no importa cómo se formaron ni dónde estén ubicados. Y los objetos que flotan libremente en cúmulos de estrellas jóvenes con masas por debajo de la masa límite para la fusión termonuclear del deuterio, no son planetas, pero son estrellas sub enanas marrones.
Durante los primeros años de descubrimientos de estos planeta extrasolares, la mayoría de ellos conformaban sistemas peculiares con periodos orbitales pequeños y órbitas excéntricas muy cercanas a la estrella central.
Después con el llamado método de las "velocidades radiales" se favorecía el descubrimiento de planetas gigantes muy cercanos a su estrella central, algunos de ellos en órbitas más pequeñas que la órbita de nuestro conocido Mercurio. Estos planetas se llaman, a veces, Júpiteres Calientes.
La situación es que la mayoría de los planetas extrasolares detectados hasta la fecha son "Gigantes gaseosos", pues, son sus masas muy grandes, en volumen comparables a la de nuestro también conocido Júpiter, aunque típicamente mucho más masivos.
Recientemente se han descubierto nuevos candidatos planetarios con masas de unas quince veces la masa terrestre, es decir, comparables a Neptuno y también candidatos con hasta dos veces la masa de nuestro planeta, que corresponde a una categoría de nombre supertierra.
El término "supertierra" ahora es utilizado para hacer referencia a un planeta extrasolar, que posee entre una y diez veces la masa de la nuestra Planeta, y de entre 1.25 y hasta dos veces el radio de la Tierra. Adicionalmente se considera que la mayoría de ellos se localizan en la cercanía de la estrella que orbitan, pues un planeta de un tamaño mayor, pero que se encontrar más alejado de la estrella, habría perdido menos gas en su proceso de formación, tal como le sucedida nuestro conocido Júpiter, es decir, se hubiera convertido en un planeta "gigante gaseoso".
En el año de 1991, Aleksander Wolszczan y Dale A. Frail, utilizando el "Radiotelescopio de Arecibo", consiguieron descubrir dos planetas que orbitaban alrededor del "Pulsar Lich", el que por su relativa cercanía, calcula en aproximadamente la mitad de de la distancia existente entre la Tierra y el Sol, y su relativamente poca masa comparada con respecto a los gigantes gaseosos para ser clasificados como tales, unas tres veces la masa de la Tierra, son denominados hoy como supertierras y presentan características similares a las de la misma.
La primera detección confirmada de un planeta extrasolar que orbita alrededor de una estrella con características de la secuencia principal similar a nuestro Sol, realizada en el año 1995, cuando los astrónomos Michel Mayor y Didier Queloz, descubrieron mediante métodos de detección indirectos el primer planeta extrasolar orbitando una estrella perteneciente a la secuencia de la secuencia principal -diagrama HR-, el que fue nombrado como "51 Pegasi b", el cual tarda poco más de cuatro días terrestres en dar una vuelta completa alrededor de su estrella, muy similar a nuestro Sol y se encuentra a más de cincuenta años luz de la Tierra.
En el año 2005, un equipo internacional dirigido por Eugenio Rivera, detectó un planeta siendo denominado "Gliese 876 d", se localiza orbitando a una estrella enana roja "Gliese 876", se estima cuenta con una masa de 7.5 veces la de la Tierra y tiene un periodo orbital de dos días, en consecuencia a la proximidad con la estrella, y se calcula que la temperatura en la superficie planetaria asciende a unos 650 grados Kelvin.
Esta teoría no aplica para nuestro sistema solar, en consecuencia de que no existe ningún planeta que reúna las características necesarias, puesto que el mayor planeta terrestre es la propia Tierra, y todos los demás tienen, al menos catorce veces la masa terrestre.
En el año 2016, la Misión Kepler de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) descubrió un mil 284 nuevos planetas fuera del sistema solar, de los cuales casi 550 podrían ser planetas de un tamaño similar y de composición rocosa como la Tierra.
La Agencia estadounidense del espacio adelantó en junio de 2010 que la Sonda utilizada en la Misión Kepler, misma que fue puesta en órbita en marzo de 2009, detectó indicios de 706 exoplanetas nuevos en sus primeros 43 días de funcionamiento, 400 de los cuales tienen dimensiones entre las de Neptuno y la Tierra.
Los resultados oficiales de esta misión serían publicados en febrero del siguiente año, pero los resultados provisionales indicaban que al menos sesenta de los planetas detectados tendrán un tamaño similar al de la Tierra (o el doble del tamaño terrestre, o quizás menos).
El exoplaneta confirmado más similar a la Tierra descubierto orbitando dentro de la zona habitable es, hasta enero de 2015, "Kepler-438b", con un índice de similitud (IST) con la Tierra del 88%. También estaba el llamado "KOI-4878.01", un candidato a planeta, con un IST mayor de 98%.
El 12 de enero de 2012, la revista "Nature" publicó un artículo desarrollado por científicos de diversas nacionalidades, donde, utilizando el método de "microlentes gravitacionales" se asegura que toda estrella de la Vía Láctea debe poseer un índice de entre 0.71 y 2.32 planetas orbitándole.
Fue en el año 2017, que la NASA informó sobre la existencia de siete nuevos exoplanetas del tamaño de la Tierra, tres de los cuales están en zona habitable, por lo cual podría encontrarse agua líquida. Así que el 20 de junio de 2017, fue descubierta una nueva rama en el árbol familiar de los exoplanetas, investigación a cargo del Caltech, reportada en "The Astronomical Journal".
Desde la Ciudad de Washington, con información de la Agencia Reuters, este domingo siete de marzo 2021, se ha comunicado que científicos detectaron un planeta que orbita alrededor de una estrella relativamente cercana a nuestro sistema solar y que podría ofrecer una excelente oportunidad para estudiar la atmósfera de un mundo rocoso similar a la Tierra, el tipo de investigación que puede ayudar a la búsqueda de vida extraterrestre.
Los investigadores afirmaron ayer que el planeta, llamado "Gliese 486 b" y clasificado como supertierra, no es en sí mismo un candidato prometedor como refugio para la vida. Se cree que es inhóspito: caliente y seco como Venus, y que posiblemente fluyan ríos de lava por su superficie.
Fotografía del planeta clasificado como supertierra, llamado "Gliese 486 b", tomada de El Independiente.
Pero su proximidad a la Tierra y sus características físicas lo hacen idóneo para el estudio de su atmósfera con la próxima generación de telescopios espaciales y terrestres, empezando por el James Webb, cuyo lanzamiento está previsto por la NASA para el próximo mes de octubre. Su estudio podría proporcionar a los científicos datos para descifrar las atmósferas de otros exoplanetas, incluidos los que podrían albergar vida.
Señaló el astrofísico y coautor del estudio José Caballero, del Centro de Astrobiología de España, refiriéndose a la antigua losa que ayudó a los expertos a descifrar los jeroglíficos egipcios: “Decimos que "Gliese 486 b" se convertirá instantáneamente en la Piedra Rosetta de la exoplanetología, al menos para los planetas similares a la Tierra”, .
Los científicos han descubierto más de 4 mil 300 exoplanetas. Algunos son grandes planetas gaseosos similares a Júpiter; otros más pequeños y rocosos similares a la Tierra, del tipo que se considera candidato a albergar vida, pero los instrumentos científicos disponibles actualmente nos dicen poco sobre sus atmósferas.
La detección se ha realizado principalmente mediante el instrumento Carmenes y se publica en la revista "Science". «La cercanía al Sol de este exoplaneta es emocionante porque será posible estudiarlo con mayor detalle utilizando telescopios como los próximos Telescopio Espacial James Webb y el Extremely Large Telescope», explica el doctor Trifon Trifonov, investigador principal del hallazgo, quien es profesor asociado y cursa estudios post doctorales.
Deberá considerarse, de forma especial, la configuración física y orbital, explicó Trifonov, actualmente adscrito a el Instituto Max Planck de Astronomía de Alemania, principal autor de la investigación, y abundó: “El exoplaneta debe tener la configuración física y orbital adecuada para poder investigar su atmósfera. Una supertierra es un exoplaneta con una masa superior a la de nuestro planeta, pero considerablemente inferior a la de los gigantes de hielo de nuestro sistema solar, Urano y Neptuno. La masa de "Gliese 486 b" es 2.8 veces la de la Tierra.
Se encuentra en nuestra vecindad celeste a unos 26.3 años luz de la Tierra, lo que lo convierte en uno de los exoplanetas más cercanos. Orbita alrededor de una estrella “enana roja” más pequeña, más fría y menos luminosa que nuestro Sol, con aproximadamente un tercio de su masa.
El planeta orbita muy cerca de su estrella, por lo que está muy irradiado. Al igual que la Tierra, es rocoso y se cree que tiene un núcleo metálico. La temperatura de su superficie es de unos 430 grados Celsius y su gravedad superficial puede ser 70% mayor que la de la Tierra.
“Gliese 486 b, seguramente no puede ser habitable, al menos no de la forma que conocemos aquí en la Tierra”, destacó Trifonov. “El planeta posiblemente sólo tenga una atmósfera tenue, si es que tiene alguna”.
Su sol es la estrella enana roja Gliese 486, mucho más débil y fría que el Sol, pero su proximidad genera unas condiciones tórridas, con una temperatura en superficie mínima de unos 430 grados. Los cálculos realizados con los modelos existentes de atmósferas planetarias apuntan a la posibilidad de que el planeta conserve una tenue atmósfera, de modo que se trataría de un candidato ideal para realizar estudios atmosféricos.
En referencia al mismo exoplaneta, señala José Antonio Caballero, investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) y coautor del estudio: «El descubrimiento de "Gliese 486 b" ha sido un golpe de suerte. Si hubiera estado un centenar de grados más caliente, toda su superficie sería de lava y su atmósfera consistiría en rocas vaporizadas. Por otro lado, si "Gliese 486 b" fuera un centenar de grados más frío, no habría sido adecuado para observaciones de seguimiento», añade.
Las futuras mediciones que realizará el equipo del instrumento Carmenes tratarán de determinar con mayor precisión la orientación orbital del planeta, que hace posible que "Gliese 486 b" pase por delante de su estrella y produzca un pequeño eclipse. Cada vez que esto sucede, y que se conoce como tránsito, una pequeña fracción de la luz estelar atravesaría, si la hubiera, la fina capa atmosférica de "Gliese 486 b" antes de llegar a la Tierra, lo que permitiría determinar la composición química de la atmósfera.
También se realizarán mediciones mediante espectroscopia de emisión, posibles cuando las zonas del hemisferio iluminado por la estrella se hacen visibles en forma de fases (similares a las lunares, pero planetarias en este caso) durante la órbita de "Gliese 486 b" hasta que desaparece detrás de la estrella. El espectro obtenido en este caso contiene información sobre las condiciones de la superficie planetaria iluminada y caliente.
Carmenes, cuyo consorcio está integrado por once centros de investigación en España y Alemania, observa un conjunto de trescientos cincuenta estrellas enanas rojas en busca de planetas como la Tierra. El hallazgo y caracterización de "Gliese 486 b" ha sido posible gracias a observaciones combinadas de Carmenes y de otros instrumentos en tierra, como "MAROON-X" en el telescopio "Gemini North", y en el espacio, como el Transiting Exoplanet Survey Satellite TESS en español "Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito". En la investigación, encabezada desde el Instituto Max Planck de Astronomía, han participado numerosos investigadores españoles del Centro de Astrobiología (CAB-INTA-CSIC), del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), del Instituto de Astrofísica de Canarias, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y del Observatorio de Calar Alto (CAHA).
Fotografía. Supertierra "OGLE-2018-BLG-0677b", tiene una masa equivalente a 3.96 veces la de la Tierra.Tomada ABC.es
Hallan un planeta rocoso a casi 25 mil años luz de distancia, el más lejano descubierto hasta ahora.
El nuevo mundo es similar a la Tierra y se encuentra en el bulbo de la Vía Láctea, la densa población de estrellas alrededor del centro de nuestra galaxia, según la información que diversas agencias noticiosas revelaron el 13 de mayo del 2020.
Por lo que sabemos, nuestra galaxia podría estar llena de planetas similares a la Tierra. Esa clase de mundos son, por supuesto, los que más interesan a los científicos, pero por desgracia son también los más difíciles de encontrar. Solo un tercio de los más de cuatro mil planetas confirmados hasta ahora, en efecto, han resultado ser rocosos. Por eso, el anuncio de un nuevo exoplaneta "terrestre" resulta siempre algo excitante. Y en esta ocasión, esa excitación ha sido doble.
El nombre de esta nueva supertierra no es sencillo de recordar: "OGLE-2018-BLG-0677 b". Y pertenece a un pequeño subconjunto de planetas rocosos que orbitan más o menos a la misma distancia de su estrella que la Tierra. Es decir, que recibe la cantidad justa de calor para que en ellos pueda existir agua en estado líquido, uno de los elementos necesarios para la vida. El hallazgo se publicó en "The Astronomical Journal".
Este nuevo mundo se encuentra a 24 mil 722.65 años luz de distancia de nosotros, lo que le convierte en uno de los exoplanetas más distantes descubiertos hasta ahora. Pero de hecho, se encuentra muy cerca, o puede que dentro, del "bulbo galáctico", la región más densamente poblada de estrellas alrededor del centro de la Vía Láctea.
La mayoría de los exoplanetas que conocemos se han encontrado principalmente gracias a dos métodos: "el del tránsito", que los detecta gracias a las minúsculas variaciones en la luz de la estrella cuando los planetas pasan por delante; y
"el del bamboleo", que detecta los diminutos movimientos, o bamboleos, que la gravedad de los exoplanetas provoca en sus estrellas anfitrionas.
Existe, sin embargo, un tercer método de cazar planetas, y se basa en algunas predicciones de la Relatividad General. Conocido como "Microlente Gravitacional"
Imagine dos estrellas en fila, una detrás de la otra, y a un observador (nosotros) en la misma línea pero un poco más lejos. Los rayos de luz de la estrella trasera (la fuente) se doblarán ligeramente cuando pasen cerca de la estrella más cercana (la lente) debido a su gravedad. Lo cual distorsiona y magnifica la luz de la fuente, como si de una enorme lupa se tratara. Es pues, este fenómeno que ha sido nombrado "microlente gravitacional".
Hay tantas estrellas ahí fuera que el número de esas "lentes" es realmente grande. Y si añadimos un exoplaneta a la ecuación, su presencia creará una perturbación adicional en la luz de la fuente que llega hasta el observador. Lo cual puede medirse y ser reconocido como la "firma" de un planeta. Después, los astrónomos pueden analizar la curva de luz del evento de microlente para determinar los parámetros de ese planeta (masa, composición, tamaño, etc).
El evento fue observado independientemente por dos experimentos distintos, el primero por el "Sistema de Alerta Temprana del Experimento de Lente Gravitacional Óptica" (OGLE); y la segunda la "Red de Telescopios de Microlente de Corea" (KMTNet). Entre ambos, logran detectar unos tres mil eventos de microlente cada año, aunque en la inmensa mayoría de los casos se trata solo de estrellas, sin planetas implicados. El estudio combinado de los dos conjuntos de datos contribuyó al análisis del nuevo exoplaneta.
De este modo, los investigadores determinaron que el nuevo mundo "OGLE-2018-BLG-0677 b" pertenece a la categoría de las supertierras, con una masa que es 3.96 veces la de nuestro propio planeta. Lo cual, además, lo convierte en uno de los exoplanetas con menor masa decubierto usando microlentes gravitacionales.
La estrella anfitriona es muy pequeña, apenas 0.12 veces la masa del Sol, algo menor a una octava parte, tanto que no fue posible determinar si se trataba de una estrella de muy poca masa o de una enana marrón. La distancia del planeta a la estrella está entre 0.63 y 0.72 unidades astronómicas (la distancia de la Tierra al Sol), y que equivale a la distancia que hay entre Venus y el Sol.
Además, "OGLE-2018-BLG-0677 b" orbita muy lentamente alrededor de su estrella, el año dura 617 días, terrestres.
Sin embargo, por ahora no es posible saber si "OGLE-2018-BLG-0677 b" es, o no, habitable.
No conocemos la naturaleza de la estrella, su temperatura y nivel de actividad, los que juegan un importante papel en la habitabilidad tal y como la conocemos. Puede que con la próxima generación de telescopios, hoy en fase de construcción, algunas de esas dudas se despejen.
Mientras, los investigadores siguen acumulando mundos esperanzadores como este. ¿Quién sabe? A lo mejor alguno de ellos puede resultar ser, por fin, una segunda Tierra.
Meteoros restos formación Sistema Solar, tomada de UNAM Global.
La agencia AFP, hace llegar desde París, la noticia de que expertos identifican el meteorito más antiguo del sistema solar.
Un grupo de científicos identificó un meteorito como el más antiguo de origen volcánico, procedente de un protoplaneta aparecido en el primer millón de años de nuestro sistema solar.
El meteorito "Erg Chech 002" efectuó un largo viaje desde su cristalización hace 4 mil 565 millones de años, antes de aterrizar “gracias al azar de las órbitas” en el sur de Argelia hace “menos de un centenar de años”, según el geoquímico Jean-Alix Barrat, de la Universidad de Brest.
El profesor Barrat firmó recientemente un estudio, en la revista "Proceedings", de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de Estados Unidos, dedicado al objeto encontrado en mayo de 2020 en una zona del Sahara, perteneciente a la nación argelina.
Oficialmente, existen 43 fragmentos, los más grandes tienen el tamaño de “un puño”, explicó.
La roca, de aspecto verdoso cuando se corta y con una superficie más bien marrón, es un testigo “excepcional”, de la formación de protoplanetas, embriones de planetas que precedieron a la aparición de los que integran nuestro sistema solar.
"Erg Chech 002" es un objeto raro por varias razones, de los cerca de sesenta y cinco mil meteoritos registrados, es uno de los cuatro mil caracterizados por su “materia diferenciada”, más elaborada que las de otros, ya que procede de un cuerpo celeste bastante grande por haber tenido una actividad tectónica. Pero el profesor está convencido de que en el pasado, cuando inicio la historia del Sistema Solar, este tipo de rocas eran muy frecuentes. Y para ello tiene dos teorías: Los "protoplanetas" que los contenían fueron utilizados para el crecimiento de otros planetas telúricos, como nuestro planeta, o: muchos otros, de estos, fueron pulverizados en el gran juego de billar cósmico de los orígenes, del que la superficie de la Luna, llena de impactos, en un ejemplo tardío. Debió formarse en el primer millón de años de la creación del Sistema Solar, según los cálculos de los coautores del estudio Marc Chaussidon del Instituto de Física del Globo, con sede en París, y Johan Villeneuve, quien es investigador de la Universidad de Lorena.
Está formado por isótopos radioactivos, aluminio y magnesio. Según los estudios a que fue sometido este pequeño trozo de materia se pudo distinguir que es un fragmento fundido a partir del depósito de magna de la corteza de un planeta que no llegó a formarse. Este planeta en formación se cree que fue absorbido por un planeta mayor, hace unos cuatro mil seiscientos millones de años. Y con este fragmento, entonces, se tiene una parte de la corteza de un protoplaneta.
La tenemos gracias a una serie de circunstancias tan excepcionales como lo es el propio objeto: "Una capa de lava se acumuló en la superficie del "cuerpo - pariente", alimentada por el calor del aluminio en su interior. Esta corteza que contenía al futuro meteorito se solidificó momentáneamente, pero en lugar de desaparecer fundiéndose de nuevo, un acontecimiento imprevisto le arrancó del "cuerpo - pariente". Hecho que fue comprobado por los científicos al observar que su enfriamiento fue brutal. Por ello se deduce que fue enfriado de forma súbita, en consecuencia a que fue lanzado al espacio helado después de haber sucedido una enorme colisión.
Al revisarlo se dedujo que había viajado por el espacio durante cuatro mil quinientos millones de años, en un montón de gravilla, por lo que recibió protección de los rayos solares, ello hasta hace unos veintiseises millones de años en que el pequeño asteroide que le contenía, resultó a su vez desmembrado, y la roca expuesta al sol en su última etapa. Después siguió su camino girando y girando, hasta que tuvo un mal encuentro, y se estrelló contra el actual territorio de un adrar en el norte de África.
Un asteroide es un objeto celeste no observable a simple vista debido a su pequeño tamaño que varía de unas pocas decenas de metros a varios cientos de kilómetros de diámetro. Los asteroides son parte de nuestro sistema solar y giran en torno a él.
Los objetos de menos de cincuenta metros de diámetro se llaman meteoritos. Ellos no son satélites de los planetas, pero son principalmente aquellos escombros del "disco protoplanetario" que no lograron unirse en algún planeta desde su formación.
Aunque parecen sabiamente instalados, sus restos giran en sus órbitas particulares entre Marte y Júpiter, pero sólo a veces son potencialmente destructivas, y se estima que probablemente si son los responsables parciales del surgimiento de la vida en la Tierra.
El "Cinturón de Asteroides", por su ubicación, define, para nosotros, el límite entre los pequeños planetas terrestres, sólidos y rocosos, y los gigantes planetas gaseosos, etéreos compuestos de fluidos, estas pequeñas rocas tan especiales, están relacionadas con nuestro destino, desde siempre llamaron nuestra atención.
El primer asteroide fue descubierto por accidente el 31 de diciembre 1800 por Giuseppe Piazzi, (1746 - 1826) director del observatorio de Palermo, Sicilia. Lo nombró Ceres, el nombre de la diosa griega que pone de manifiesto la savia de la tierra y anima a los jóvenes brotes en primavera.
Mediante la observación de la Constelación de Tauro, descubrió un objeto no identificado que se desplazaba muy lentamente en el espacio oscuro. Por su parte, Carl Friedrich Gauss (1777 - 1855) determinó la distancia exacta a la cual se encontraba ese objeto desconocido, y le situó entre los planetas Marte y Júpiter. Entre 1802 y 1807, tres nuevos cuerpos fueron descubiertos, que son los asteroides conocidos como: Palas, Juno y Vesta, todas con nombres de diosas de la mitología griega-romana; la primera con el nombre de "Palas Atenea" deidad de la sabiduría, la segunda, diosa del matrimonio en su acepción de Hera, y la tercera, la diosa del hogar para los griegos con el nombre de Hestia.
En año de 1868, ya eran cien los asteroides conocidos. Y desde entonces se ha venido incrementando el número de asteroides, en 1921, ya se contaban un millar y para 1989 sumaban diez mil, pero no ha parado la cuenta, en el mes de marzo del 2006, los científicos tenían 129 mil 436 aprobados. Y la cifra de asteroides en junio del 2020 ascendía a 958 mil 963.
"Los "Asteroides Cercanos a la Tierra", es decir, "The Near Earth Asteroids" (NEA), se han catalogado en tres distintas categorías: Atones, Apolos y Amores, siguiendo el nombre de cada prototipo elegido: Atón (con semieje inferior a una unidad astronómica (ua)), Apolo (con un semieje mayor a 1 ua y que cruzan la órbita de la Tierra) y Amor (cuyo perihelio es mayor que el afelio terrestre e inferior a 1,3 ua).
Bajo ciertas condiciones sería posible un impacto con nuestro planeta. Si además consideramos a los cometas, generalmente menos masivos pero igualmente con gran poder destructor, el grupo que los incluye a todos se llama "Objetos Cercanos a la Tierra", es decir, "Near Earth Objects" (NEO).
Actualmente existen unos cuatro mil objetos catalogados como NEO, según «NeoDys» (Near Earth Objects - Dynamic Site), que es un proyecto de la Universidad de Pisa que proporciona información actualizada de este tipo de astros. Finalmente, si un NEA se aproxima a menos de 0.05 unidades astronómicas (7 millones y medio de kilómetros) de la Tierra, se le denomina asteroide potencialmente peligroso (PHA). De estos, hay clasificados unos ochocientos en la actualidad y son los que representan un peligro para la civilización si en verdad alguno llegara a chocar contra nuestro planeta, ya que afectaría de manera global al mismo.
Sin embargo, los cálculos de las trayectorias y de cada aproximación a la Tierra tienen grandes incertidumbres, debido a que los elementos orbitales (semiejes mayor y menor, distancia mínima al Sol, excentricidad, entre otros) no se conocen con total precisión, de manera que cualquier predicción está sujeta a un margen de error considerable, situación que aprovecha la prensa internacional que con regularidad anuncia la llegada de un nuevo asteroide que puede impactar al planeta y explota la noticia, para su conveniencia económica
De hecho, el PHA que durante los pasados años ha representado el mayor peligro, denominado "1950 DA", ya no se reconoce como tal, dejó recientemente de ser clasificado como un PHA. Hasta hace poco se pensaba que existía cierta posibilidad de que impactara contra nuestro planeta el año 2880; sin embargo, el refinamiento de los elementos orbitales ha permitido que nos demos cuenta de que tal evento no ocurrirá.
Otros PHA conocidos poseen probabilidades muy bajas de llegar a chocar con la Tierra. De hecho ninguno está por encima del "Umbral de Ruido", lo que significa que, la probabilidad no es significativa. Lo que no quiere decir que en cualquier momento un cálculo más preciso de la trayectoria de uno de ellos, lo cual requiere observaciones precisas y continuadas, o el descubrimiento de un nuevo PHA, indique que el impacto llegue a ocurrir. De ahí la importancia de los grandes proyectos que coordinen observaciones sistemáticas del cielo y el mantenimiento de bases de datos actualizadas, en consecuencia de ahora ya se puede contar con la tecnología y los avances teóricos que permiten dar exactitud los cálculos requeridos.
El Asteroide Mas Grande, tomado de Actualidad RT.com
El asteroide más grande que se ha acercado a la Tierra, cruzó una vez más su órbita a una distancia mayor a los dos millones de kilómetros y como consecuencia los temores, permanentes en el colectivo mundial, están suprimidos, pues no hubo nunca riesgo de colisión, como los hacedores de películas lo han dramatizado en múltiples ocasiones, el pasado jueves 25 de marzo del 2021, la NASA lo informó.
Desde Seúl y La Habana, se vio como un punto en el lente de un telescopio, pero el asteroide más grande en acercarse a la Tierra en 2021 pasó el domingo 21 de marzo, a unos dos millones de kilómetros de distancia, en una trayectoria que no implicaba riesgo de colisión.
“¡Oh sí, amigos! ¿Ven ese punto de luz? Es el asteroide”, señaló este lunes Gianluca Masi, del Proyecto Telescopio Virtual, con sede en Italia, que siguió la roca espacial.
El cuerpo rocoso alcanzó su punto de mayor aproximación a las 14 horas GMT, según el Observatorio de París. En ese momento, quedó a 2 millones 16 mil 158 kilómetros de nuestro "planeta azul", unas cinco veces la distancia que hay entre la Tierra y la Luna.
Llamado "2001 FO32" el asteroide que mide menos de un kilómetro de diámetro, pasó a una velocidad de 124 mil kilómetros por hora, según reportó la NASA. El canal YouTube del Proyecto Telescopio Virtual mostró una imagen granulada con un pálido punto.
Con antelación la agencia espacial estadunidense había precisado que no existía “riesgo de colisión con nuestro planeta”. Lo que fue secundado por los expertos del Observatorio de París; "Su trayectoria es “conocida y regular” para descartar cualquier peligro, según lo expresaron con seguridad.
Sin embargo, por protocolo, el gran cuerpo rocoso fue clasificado como “potencialmente peligroso”, como todos los asteroides cuya órbita se sitúa a menos de 19.5 veces la distancia entre la Tierra y la Luna y cuyo diámetro es superior a 140 metros.
El asteroide "2001 FO32" fue descubierto en marzo de 2001 y desde entonces se sigue su trayectoria. Pertenece a la familia de "geocruceros Apolo", que dan la vuelta al Sol en al menos un año y pueden cruzar la órbita terrestre.
Considerado este avistamiento como una oportunidad de aprendizaje, Lance Benner, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA ha declarado: “Sabemos poco sobre ese objeto, así que este encuentro da una oportunidad de aprender mucho sobre él".
Por otro lado, lo que sucedió dio lugar a que expertos cubanos investiguen un incidente ocurrido la víspera que provocó resplandores en el cielo y una fuerte explosión, y el cual inicialmente fue considerado la caída de un meteorito. El suceso observado por muchos pobladores en el este de la isla ocurrió el viernes 24 de marzo a las 10:05 de la noche hora local y fue catalogado como meteorito, aunque el sábado los científicos dijeron que aún no podían confirmarlo. No se reportaron víctimas ni daños materiales.
El Ministerio de Ciencia y Medio Ambiente señaló: “En tanto no se obtengan evidencias materiales tangibles de un ‘objeto natural de origen cósmico’ caído a tierra en la zona, no es posible afirmar de manera categórica que sea un meteorito, pudiendo tratarse en cambio de un objeto mucho menor que se desintegró completamente en la alta atmósfera”.
Esta imagen publicada ayer muestra la vista polarizada del monstruo come estrellas en la Galaxia Messier 87 con líneas que marcan la orientación de ese proceso, relacionada con el campo magnético alrededor de la sombra. Foto Observatorio Europeo del Sur vía Afp
Captan luz de los campos magnéticos de un agujero negro supermasivo.
Información recabada por Jessica Xantomila y publicada por la Agencia AFP, el pasado 25 de marzo del 2021, indica que astrónomos obtuvieron la primera imagen de un agujero negro, gracias a la iniciativa internacional Telescopio Horizontes de Eventos (EHT) captaron la luz de sus campos magnéticos, un paso importante para comprender mejor la dinámica de estos fenómenos cósmicos, y ello fue indicado en un estudio publicado en "The Astrophysical Journal Letters".
Es la primera vez que astrónomos miden la polarización (“firma” que dejan los campos magnéticos) tan cerca del borde de un agujero negro.
De acuerdo con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que forman parte de la colaboración internacional del EHT, las observaciones son clave para explicar cómo la "Galaxia Messier 87" (M87), ubicada a 55 millones de años luz de distancia, puede lanzar chorros de material muy energéticos desde su núcleo.
Laurent Loinard, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, campus Morelia, indicó que la meta de la colaboración del EHT, además de captar imágenes de agujeros negros, es poner a prueba la teoría de la Relatividad General. Sin embargo, el problema es que cuando se observa este tipo de objetos, “lo que vemos es que combina los efectos de la relatividad, pero también los del gas presente en el entorno de ellos".
Explicó que el resultado publicado ayer es muy importante, ya que permite caracterizar mucho mejor el gas que hay en el entorno de M87, “de tal manera que gracias a esto vamos a poder trabajar de manera más directa sobre la teoría subyacente de estas observaciones”.
En conferencia de prensa, indicó que para estas imágenes se vincularon ocho telescopios de todo el mundo, entre ellos el Gran Telescopio Milimétrico "Alfonso Serrano", ubicado en México, en el Estado de Puebla.
Celia Escamilla Rivera, investigadora del Instituto de Ciencias Nucleares, jefa del Departamento de Gravitación y Teoría de Campos y miembro de la iniciativa internacional EHT, expuso que con estas imágenes “hemos logrado visualizar por primera vez la región límite del agujero negro donde ocurre la interacción entre la materia que fluye hacia adentro y la que es expulsada”.
Señaló que todo agujero negro, uno de los objetos astrofísicos más atractivos del universo, tiene una materia que orbita a su alrededor, la cual es absorbida por él. Esa energía que gira recibe el nombre de disco de acreción, estructura compuesta de gas y polvo.
William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, destacó la importancia de impulsar proyectos de gran envergadura en el país en "Ciencia Básica", que después brindará aportes de todo tipo para la sociedad, en cuanto a: conocimiento, tecnología y espíritu crítico.
El 10 de abril de 2019, la imagen dio la vuelta al mundo: era un círculo oscuro en medio de un disco resplandeciente, que corresponde a un agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la galaxia M87. La fotografía era la prueba más directa de la existencia de estos fenómenos tan masivos y compactos que lo absorben todo, incluida la luz.
Dos años después, los científicos del EHT saben más cosas sobre la mecánica de este agujero negro, cuya masa es varios miles de millones de veces superior a la del Sol.
En el artículo publicado en The Astrophysical Journal Letters divulgaron una nueva imagen del objeto bajo una luz polarizada –como a través de un filtro– y que permite “comprender mejor la física detrás de la imagen de abril de 2019”, subrayó el español Iván Martí-Vidal, coordinador de los grupos de trabajo del telescopio e investigador de la Universidad de Valencia.
“Observamos la realidad de lo que predecían los modelos teóricos; ¡es increíblemente satisfactorio!”, se felicitó Frédéric Gueth, director adjunto del Instituto de Radioastronomía Milimétrica de Francia, cuyo telescopio de 30 metros en la Sierra Nevada española forma parte de la red EHT.
La polarización evidenció la estructura del campo magnético situado en los bordes del agujero negro y permitió producir una imagen precisa de su forma, parecida a un torbellino de filamentos.
Este campo magnético, extremadamente potente, opone una resistencia a la fuerza de gravitación del agujero negro: “Se produce una especie de equilibrio entre ambas fuerzas, como si fuera un combate, aunque al final gana la gravedad, Aunque no hay materia capaz de salir del agujero negro una vez que ha sido engullida, el objeto cósmico no se traga “ciento por ciento de todo lo que se halla en su entorno: una parte se le escapa”, explicó Gueth.
“El campo magnético en el borde del agujero negro es suficientemente potente para hacer retroceder el gas caliente y ayudarlo a resistir a la fuerza de gravedad”, detalló Jason Dexter, de la Universidad de Colorado, de Boulder (Estados Unidos).
La fuerza magnética permitiría no sólo extraer la materia, sino también expulsar a velocidades inmensas haces muy potentes, capaces de recorrer miles de años luz.
Estos haces energéticos proceden del núcleo de M87 y son uno de los “fenómenos más misteriosos de esta galaxia”, según el Observatorio Europeo Austral.
La interacción de fuerzas revelada por el EHT existiría además en todos los agujeros negros, desde los más pequeños a los supermasivos, presentes en la mayoría de galaxias, incluida la Vía Láctea.
Puesto que ninguna “información” sale de los agujeros negros, la ciencia nunca podrá observarlos directamente. “Lo que pasa en el interior seguirá siendo un misterio. La clave está en comprender lo que sucede alrededor, porque forzosamente está relacionado”, concluyó Gueth.
La sesión anual de observación simultánea de la red EHT, anulada en 2020 debido a la pandemia, se reanudará a finales de abril. La incorporación de nuevos telescopios, incluido el observatorio The Northern Extended Millimeter Array (NOEMA) de Francia, que es una de las instalaciones astronómicas más grandes en suelo europeo y el radiotelescopio más poderoso del hemisferio norte que opera en longitudes de onda milimétricas, permitirá mejorar la precisión de las imágenes obtenidas.
Difunde China primeras imágenes de superficie de Marte en alta definición
La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) publicó las primeras imágenes orbitales de alta definición de la superficie de Marte tomadas por la misión Tianwen 1.
Fotografía Polo norte del planeta, tomado por la nave, que entró en la órbita prestablecida el 24 de febrero y estará en ella alrededor de tres meses. En imagen del 4 de marzo de 2021. Foto CNSA vía Ap
Con información publicada en Madrid el cinco de marzo del 2021por la agencia Europa Press, se puede observar que dos imágenes en blanco y negro con una resolución de 7 metros fueron tomadas por la cámara de alta definición del orbitador de Tianwen 1 cuando estaba a entre 330 y 350 kilómetros de la superficie marciana. Cráteres y crestas de las montañas, así como las dunas del planeta rojo son claros en las imágenes.
Una tercera imagen en color fue generada por otra cámara en el orbitador, que muestra el polo norte de Marte, informó la CNSA.
Tianwen 1, como se recordará, fue lanzada por el cohete portador de carga pesada "Larga Marcha 5" el 23 de julio desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang en la provincia de Hainan.
La sonda de cinco toneladas métricas, que consta de dos partes principales, el orbitador y la cápsula de amartizaje, ha volado durante 224 días y unos 475 millones de kilómetros. Actualmente, está a unos 212 millones de kilómetros de la Tierra.
Entró en su órbita de estacionamiento prestablecida sobre Marte el 24 de febrero y volará en esta órbita durante alrededor de tres meses antes de lanzar su cápsula de aterrizaje.
Las siete cargas útiles de la misión en el orbitador se activarán gradualmente durante la estadía de la sonda en la órbita de estacionamiento para llevar a cabo tareas científicas y también para observar y analizar las formas terrestres y el clima del lugar de aterrizaje óptimo.
El objetivo final de la misión Tianwen 1 es posar un robot en mayo o junio en la parte sur de "Utopia Planitia" de Marte, una gran llanura dentro de Utopia, la cuenca de impacto reconocida más grande del sistema solar, para realizar estudios científicos.
Con un peso de unos 240 kilogramos, el robot, que aún no ha sido nombrado, tiene seis ruedas y cuatro paneles solares, además, es capaz de moverse a 200 metros por hora en la superficie del planeta Marte. Lleva seis instrumentos científicos, incluida una cámara multiespectral, un radar de penetración terrestre y un medidor meteorológico. Se espera que funcione unos tres meses en el planeta.
Si la máquina altamente autónoma funciona bien, se convertirá en el sexto robot de la humanidad desplegado en Marte, siguiendo a sus cinco predecesores de Estados Unidos.
Fotografía. El planeta rojo. Foto Ap / Archivo
Otra noticia sobre el Planeta Rojo, en consecuencia de las exploraciones que en él se realizan actualmente.
El escape de agua de Marte al espacio se acelera por las tormentas de polvo y la proximidad del planeta al Sol, y sugiere que algo de agua puede haberse quedado bajo la superficie.
Aunque hoy es árido, probablemente fue alguna vez un mundo cubierto de agua como la Tierra. La evidencia de esto se ve en imágenes de vastos canales de salida formados por inundaciones, valles fluviales y deltas excavados en la superficie del planeta, así como en observaciones de radar de depósitos de agua líquida encerrados debajo del hielo y el polvo del polo sur del planeta.
Ahora el agua sólo existe en Marte en forma de hielo o gas debido a la baja presión atmosférica en el planeta. Ha perdido gran parte de ese recurso durante los pasados miles de millones de años y todavía lo pierde de su atmósfera.
Dos nuevos estudios, dirigidos por Anna Fedorova, del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia, y Jean-Yves Chaufray, del Laboratoire Atmospheres Observations Spatiales de Francia, aclaran cómo el agua se mueve a través de la atmósfera de Marte y sale de ella. Revelan que este proceso se ve afectado por la distancia que hay entre el planeta y el Sol, así como por los cambios de su clima, incluidas las masivas tormentas de polvo globales que a menudo se ven en el planeta rojo.
Ambos estudios utilizaron conjuntos de datos extensos de varios años obtenidos por el instrumento Spicam (espectroscopía para la investigación de las características de la atmósfera de Marte) del orbitador Mars Express de la ESA.
“La atmósfera es el vínculo entre la superficie y el espacio, por lo que tiene mucho que decirnos sobre cómo Marte ha perdido su agua. Estudiamos el vapor de agua en la atmósfera desde el suelo hasta 100 kilómetros de altitud, una región que aún no se había explorado, durante ocho años marcianos”, explicó Fedorova en un comunicado.
Fedorova y sus colegas encontraron que el vapor de agua permanecía confinado a menos de 60 kilómetros cuando Marte estaba lejos del Sol, pero se extendía hasta 90 kilómetros de altitud cuando el planeta estaba más cerca del astro. A través de una órbita completa, la distancia entre el Sol y el planeta rojo varía entre 207 millones y 249 millones de kilómetros.
Cerca del Sol, las temperaturas más cálidas y la circulación más intensa en la atmósfera evitaron que el agua se congelara a cierta altitud. “Entonces, la atmósfera superior se humedece y se satura de agua, lo que explica por qué las tasas de escape de agua se aceleran durante esta temporada: el agua se transporta más alto, lo que ayuda a escapar al espacio”, agregó Fedorova.
En los años en que Marte experimentó una tormenta de polvo global, la atmósfera superior se volvió aún más húmeda, acumulando agua en exceso a altitudes de más de 80 kilómetros.
“Esto confirma que las tormentas de polvo, que calientan y alteran la atmósfera de Marte, también llevan agua a grandes altitudes. Gracias a la observación continua de Mars Express, analizamos las dos pasadas, en 2007 y 2018, y comparar lo que hallamos con años sin ellas para identificar cómo contribuyeron a la pérdida”.
Este hallazgo está respaldado por un estudio dirigido por Chaufray, que modeló la densidad de los átomos de hidrógeno en la atmósfera superior de Marte durante dos años y exploró cómo esto se relacionaba con el escape de agua.
Fotografía, creación artística del objeto brillante. Foto Afp
Cuásar radiointenso muy lejano aportará pistas para entender el universo temprano.
Observaciones combinadas con varios telescopios en tierra, lograron descubrir y aún estudiar en detalle la fuente más lejana de emisiones de radio conocida hasta la fecha, ha dado a conocer la agencia Europa Press, el día 9 de marzo del 2021.
La fuente es un cuásar “radiointenso”, objeto brillante con potentes chorros que emiten en longitudes de ondas de radio. Está tan lejos que su luz ha tardado 13 mil millones de años en llegar hasta nosotros y el descubrimiento podría proporcionar importantes pistas para entender el universo temprano.
Los cuásares son cuerpos muy brillantes que se encuentran en el centro de algunas galaxias y obtienen su energía de agujeros negros supermasivos. A medida que el agujero negro consume el gas circundante, la energía se libera, lo que permite a los astrónomos detectarlos incluso cuando están muy lejos.
El cuásar recién descubierto, llamado "P172+18", está tan lejos que su luz ha viajado durante unos 13 mil millones de años para llegar a nosotros: lo vemos como era cuando el universo tenía apenas unos 780 millones de años. Aunque se han descubierto algunos más distantes, es la primera vez que los astrónomos han sido capaces de identificar las reveladoras firmas de chorros de radio en uno en una etapa tan temprana de la historia del Universo.
Sólo alrededor de 10% de los cuásares –que los astrónomos clasifican como “radiointensos”– tienen chorros, que brillan intensamente en frecuencias de radio.
P172+18 se alimenta gracias a un agujero negro unas 300 millones de veces más masivo que nuestro Sol que está consumiendo gas a un ritmo impresionante, “creciendo en masa a una de las tasas más altas jamás observadas”, explicó en un comunicado la astrónoma Chiara Mazzucchelli, investigadora ESO Fellow en Chile, quien dirigió la investigación junto con Eduardo Bañados, del Instituto Max Planck de Astronomía, en Alemania.
Los astrónomos consideran que hay un vínculo entre el rápido crecimiento de agujeros negros supermasivos y los potentes chorros de radio detectados en cuásares, como en "P172+18". Se cree que los chorros son capaces de perturbar el gas que hay alrededor del agujero negro, aumentando la velocidad a la que el gas cae en el mismo.
Por tanto, estudiar cuásares radiointensos puede proporcionar información importante sobre cómo crecieron los agujeros negros del universo temprano hasta alcanzar tamaños supermasivos de forma tan rápida tras el Big Bang.
“Me parece muy emocionante hallar nuevos agujeros negros y proporcionar una pieza más del rompecabezas para entender el universo primordial, de dónde venimos, y, en última instancia, a nosotros mismos”, señaló Mazzucchelli.
Aunque antes había sido identificado como una fuente de radio, fueron Bañados y Mazzucchelli quienes asignaron a P172+18 la categoría de cuásar lejano tras observarlo con el Telescopio Magallanes, del Observatorio Las Campanas, en Chile.
Científicos del Instituto Conjunto de Investigación Nuclear observan un módulo esférico del telescopio ‘Baikal-GVD’ antes de ser sumergido. Foto Afp
Rusia inaugura el mayor telescopio submarino del mundo.
Desde el famoso Lago Baikal, se ha informado que científicos rusos pusieron en marcha este sábado uno de los mayores telescopios submarinos del mundo, que estudiará los misterios del universo desde el fondo de las claras aguas del lago en Siberia.
El telescopio submarino, que empezó a construirse en 2015, fue diseñado para observar neutrinos, las partículas más pequeñas conocidas. El telescopio es fruto de una colaboración científica de Rusia, República Checa, Eslovaquia, Alemania y Polonia.
El telescopio, llamado "Baikal-GVD", fue instalado a entre 750 y mil 300 metros de profundidad, a unos cuatro kilómetros de la orilla del lago. Los neutrinos son muy difíciles de detectar y el agua es un medio muy efectivo para hacerlo. El observatorio flotante consta de varios cables con módulos esféricos enganchados.
El sábado, los científicos observaron cómo los módulos, de vidrio y acero inoxidable, eran depositados cuidadosamente en las glaciales aguas del lago, a través de un agujero excavado en el hielo.
"Un telescopio de neutrinos que mide medio kilómetro cúbico está situado bajo de nuestros pies", declaró a la Agencia AFP Dmitry Naumov, del Instituto Conjunto de Investigación Nuclear, de pie, sobre la superficie helada del lago Baikal. Además adelanto que dentro de unos años, el telescopio será ampliado y medirá un kilómetro cúbico. Por lo que según el científico, el telescopio rivalizará con el "Ice Cube", que es un observatorio de neutrinos enterrado bajo el hielo de la Antártida en una base de investigación que Estados Unidos tiene en el Polo Sur.
Los científicos rusos afirman que el "Baikal-GVD" es el detector de neutrinos más grande del hemisferio Norte y que el lago Baikal, el mayor lago de agua dulce del mundo, es el lugar ideal para albergarlo.
"Por supuesto, este lago es el único en el que se puede desplegar un telescopio de neutrinos debido a su profundidad. El agua fresca también es importante, así como su claridad. Y el hecho de que el lago esté cubierto de hielo durante dos o dos meses y medio también es muy importante", explicó Bair Shoibonov, del Instituto Conjunto de Investigación Nuclear.
Así los avances y descubrimientos en nuestro entorno, la diversidad de temas es alta, lo que nos permite inferir que nunca antes tal cantidad de personas habían trabajado en pos de logros científicos en el conocimiento sobre el espacio - tiempo, que nos harán ver las cosas desde nuevas perspectivas, asuntos que en un momento podrían considerarse agotados, y que están muy lejos de serlo.
Combatimos incluso los temores ancestrales que la humanidad guarda sobre aquello que el Universo nos pudiera regalar, como son los "asteroides asesinos", que la industria cinematográfica vende continuamente y los rumores noticiosos establecen con cierta frecuencia bajo el anuncio de que ahora si, es esta la ocasión del gran desastre mundial.












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