La Luna, puede ser la otra mitad de la vida terrestre.
Por Colisión planetaria la Tierra recibió elementos para la vida y su satélite natural.
Somos una especie con muchos adeptos de la Luna. Muchos “sapiens” siempre estamos atentos a la Luna. Y en el inicio del año 2019, estuvimos a nivel mundial muy atentos al eclipse de la Luna, su teñimiento rojo y en gran cercanía con nuestro planeta.
El 20 de enero se dio el eclipse lunar, estaban el Sol, la Luna y la Tierra alineados en perfección; la atmósfera terrestre filtra los rayos azulados y deja pasar los rojizos, incluidos los anaranjados.
Y todo esto pasó en un momento de máximo acercamiento entre los dos cuerpos celestes.
Eclipse de Super Luna de Sangre.
Tomada de Soy502 . com
La Luna es considerada por la humanidad además de protectora e inspiradora del amor humano, como Diosa, mujer mágica, enigmática compañera de la oscuridad, pero, por otro lado también provocadora de efectos sobrenaturales, forjadora de “lobos humanos”, aterradores, salvajes y también de letales vampiros.
La leyenda del Conde Drácula, vampiro, un monstruo que solamente por invitación puede atentar contra los humanos, preferentemente humanas, en su propia casa. Bram Stoker (1847 - 1912) lo hizo clásico en la literatura, y el cine lo ha llevado a muchos lugares, instalado en las mejores butacas, con Lon Chaney, Bela Lugosi, Ferdy Mayne y Polanski, George Hamilton, Tom Cruise, Brad Pitt, Antonio Banderas, Kate Beckinsale y más recientemente Kristen Stewart, Robert Pattinson y Taylor Lautner.
En México German Robles de la mano de Abel Salazar (1957), después las luchas con “Santo” y “Blue Demon”, máximas estrellas luchando, el primero, contra las mujeres vampiro (1962) y ambos en 1972, contra Drácula y el Hombre Lobo, por ejemplo.
Las teorías en torno a cómo fue el origen de la Luna han ido variando con el paso de los siglos, varios científicos han intentado dar solución a esta incógnita.
El primero en atreverse a lanzar una hipótesis fue George Darwin (1845 - 1912), el hijo astrónomo del “Padre de la Evolución”, quien señalara que el satélite se formó a partir de un fragmento separado de laTierra, cuando apenas era una bola fundida de rotación.
Esta teoría, llamada de la fisión, fue propuesta a finales del siglo XIX y permaneció vigente hasta que el geólogo, Reginald Aldworth Daly (1871 - 1957), para explicar el origen de la Luna en 1946 señaló que ella era producto de una colisión, y se opuso a las dos ideas existentes hasta entonces: la hipótesis de George Darwin y otra teoría de moda en estos años que afirmaba que la Luna podría ser un asteroide errante capturado por la Tierra.
Daly aplicó la física newtoniana para sostener su hipótesis, que validó posteriormentetuvo otra idea, que podría ajustarse más a la realidad, al describir que, según él, un planeta del tamaño de Marte, al que bautizó como Theia, pudo impactarse con la Tierra, provocando que se convirtiera en una esfera fundida y lanzando en torno a ella grandes cantidades de materia.
Ilustración de la formación de la Luna.
Twitter Rice University
El origen del satélite natural de la Tierra, ha sido alumbrado con los avances que la ciencia ha establecido, una muy aceptada teoría sobre su formación, esta imagen representa artísticamente la colisión que pudo haber formado la Luna hace unos cuatro mil quinientos treinta millones de años: “La teoría del gran impacto”.
El Científico planetario, escritor, artista y divulgador, adscrito al Instituto de Ciencias Planetarias en Tucson, William “Bill” Kenneth Hartmann (nacido el 6 de junio de 1939), convenció a la corriente principal científica en los años setentas del siglo veinte, al presentar conclusiones sobre estudios que demostraban que la composición de las rocas lunares era similar a las de la Tierra.
Se reafirmó que existió un planeta gemelo del tamaño de Marte, llamado “Tea”, y que la Tierra chocó con él.
Lo que resultó en que una parte de su masa se fundió con la de la Tierra, aumentando su tamaño y su gravedad.
El resto de fragmentos salieron despedidos y la gravedad de la Tierra les impidió salir a vagar más allá, así formaron un anillo de asteroides girando alrededor de nuestro planeta.
Con el tiempo, se agruparon y condensaron hasta formar un cuerpo sólido, que se convirtió en su satélite.
Los estudios más recientes de las rocas lunares, indican que se solidificó entre 50 y 150 millones de años después del origen del Sistema Solar.
Según esto, la Luna se formó mucho más tarde de lo que siempre se había creído. Al principio, la Luna estaba mucho más cerca de la Tierra. Hoy continúa alejándose, a un ritmo de más de 3 cm por año.
La formación de la Luna y su órbita estabilizó el eje de rotación de la Tierra en 23.5º. Así se reguló nuestro clima. Es la causa de que haya cuatro estaciones. También desaceleró la velocidad de rotación, haciendo que los días fuesen más largos.
Sin la Luna, la evolución de la Tierra habría sido muy distinta.
Ilustración Origen de la Luna por Impacto con otro cuerpo celeste.
Tomado de Astromía.
Europa Press informó de un estudio de la Universidad Rice, en Houston, Texas, que sostiene que la Tierra probablemente recibió la mayor parte de su carbono, nitrógeno y otros elementos volátiles esenciales para la vida, de la colisión planetaria que creó la Luna hace más de 4 mil 400 millones de años.
Este estudio fue publicado en la revista Science Advances, y afirma que ninguno de los planetas rocosos del Sistema Solar contenían elemento volátiles, como el carbono y el nitrógeno, por lo que la teoría de una colisión planetaria supone una evidencia geoquímica realmente consistente.
Es decir, esta investigación plantea que estos elementos volátiles alcanzaron la Tierra desde un choque con un mundo embrionario cuyo núcleo era rico en azufre, para que luego este elemento jugara un papel fundamental que explicaría la presencia del carbono y nitrógeno, dos componentes esenciales para la creación de la vida tal y como la conocemos en la Tierra.
De acuerdo con ello, la materia regresaría como un “boomerang”, pero una pequeña porción de la misma pudo reagruparse, dando paso a la Luna, una hipótesis que hasta hoy era la más aceptada, sumado a que en 2014 un grupo de investigadores de la Universidad de Gotinga llevó a cabo un estudio en el que confirmaba con alta probabilidad esta teoría, tras un análisis de la composición de las rocas lunares recogidas por los astronautas durante la misión de Apolo.
El nuevo estudio afirma que pudo ser una colisión planetaria lo que dio paso a los primeros seres vivos, basados en que existen dos elementos esenciales para que se pudiera desarrollar la vida: el nitrógeno y el carbono. Sin embargo, ninguno de los dos estaba presente cuando el mundo se creó, hace ya unos 4,500 millones de años.
Desde el estudio de los meteoritos primitivos, los científicos han sabido que la Tierra y otros planetas rocosos en el sistema solar interior están agotados por la volatilidad, señaló el coautor del estudio Rajdeep Dasgupta.
Sin embargo, el momento y el mecanismo de la entrega volátil se han debatido acaloradamente. El nuestro es el primer escenario que puede explicarlo de manera consistente con todas las pruebas geoquímicas, precisó.
La evidencia se recopiló a partir de una combinación de experimentos de alta temperatura y alta presión en el laboratorio de Dasgupta, que se especializa en el estudio de reacciones geoquímicas que tienen lugar dentro de un planeta bajo un intenso calor y presión.
La Tierra probablemente recibió la mayor parte de su carbono, nitrógeno y otros elementos volátiles esenciales para la vida, de la colisión planetaria que creó la Luna hace 4,400 millones de años.
Fotografía del grupo de investigadores, de izquierda a derecha: Gelu Costin, Chenguang Sun, Damanveer Grewal, Rajdeep Dasgupta, y Kiusei Tsuno.
Tomada de Universidad de Rice crédito Jeff Fitlow
En una serie de experimentos, el autor principal del estudio y estudiante graduado Damanveer Grewal reunió pruebas para probar una teoría de largo plazo de que los volátiles de la Tierra llegaron de una colisión con un planeta embrionarioque tenía un núcleo rico en azufre.
El contenido de azufre del núcleo del planeta donante es importante debido a la desconcertante variedad de evidencia experimental sobre el carbono, el nitrógeno y el azufre que existen en todas las partes de la Tierra que no sean el núcleo.
"El núcleo no interactúa con el resto de la Tierra, pero todo lo que está por encima, el manto, la corteza, la hidrosfera y la atmósfera, están todos conectados", apunta Grewal.
Una idea de larga duración acerca de cómo la Tierra recibió sus volátiles fue la teoría del 'chapado tardío', que los meteoritos ricos en volátiles, trozos sobrantes de materia primordial del sistema solar exterior, llegaron después de que se formó el núcleo de la Tierra. Y mientras las firmas isotópicas de los volátiles de la Tierra coinciden con estos objetos primordiales, conocidos como condritas carbonáceas, la proporción elemental de carbono a nitrógeno está desactivada. El material no central de la Tierra, que los geólogos llaman 'la Tierra de silicato a granel', tiene aproximadamente 40 partes de carbono por cada parte de nitrógeno, aproximadamente el doble de la proporción 20-1 que se ve en las condritas carbonosas.
Tres Escenarios.
Los experimentos de Grewal, que simularon las altas presiones y temperaturas durante la formación del núcleo, probaron la idea de que un núcleo planetario rico en azufre podría excluir el carbono o el nitrógeno, o ambos, dejando fracciones mucho mayores de esos elementos en el silicato a granel en comparación con la Tierra. En una serie de pruebas en un rango de temperaturas y presión, Grewal examinó la cantidad de carbono y nitrógeno que se convirtió en el núcleo en tres escenarios: sin azufre, 10 por ciento de azufre y 25 por ciento de azufre.
"El nitrógeno no se vio afectado en gran medida -explica-. Permaneció soluble en las aleaciones en relación con los silicatos, y solo comenzó a ser excluido del núcleo bajo la mayor concentración de azufre".
En contraste, el carbono fue considerablemente menos soluble en aleaciones con concentraciones intermedias de azufre, y las aleaciones ricas en azufre absorbieron aproximadamente 10 veces menos carbono en peso que las aleaciones sin azufre.
Utilizando esta información, junto con las relaciones y concentraciones conocidas de elementos tanto en la Tierra como en cuerpos no terrestres, el investigador postdoctoral Chenguang Sun diseñó una simulación por computadora para encontrar el escenario más probable que produjera los volátiles de la Tierra. Encontrar la respuesta implicó variar las condiciones de inicio, ejecutar aproximadamente un mil millones de escenarios y compararlos con las condiciones conocidas en el sistema solar actual.
"Lo que encontramos es que toda la evidencia (firmas isotópicas, la relación carbono-nitrógeno y las cantidades generales de carbono, nitrógeno y azufre en el silicato de la Tierra) es consistente con un impacto de formación de Luna que involucra un soporte volátil, un planeta del tamaño de Marte con un núcleo rico en azufre", asegura Grewal.
Según comenta Dasgupta, comprender mejor el origen de los elementos esenciales de la vida de la Tierra tiene implicaciones más allá del sistema solar. "Este estudio sugiere que un planeta rocoso similar a la Tierra tiene más posibilidades de adquirir elementos esenciales para la vida si se forma y crece a partir de impactos gigantescon planetas que han muestreado diferentes bloques de construcción, quizás de diferentes partes de un disco protoplanetario", dice.
"Esto elimina algunas condiciones de frontera -indica-. Muestra que los volátiles esenciales para la vida pueden llegar a las capas superficiales de un planeta, incluso si se produjeron en cuerpos planetarios que se sometieron a la formación de núcleos en condiciones muy diferentes".
Dasgupta sostiene que no parece que el silicato a granel de la Tierra, por sí solo, podría haber alcanzado los presupuestos volátiles esenciales para la vida que produjeron la biosfera, atmósfera e hidrosfera. "Eso significa que podemos ampliar nuestra búsqueda de caminos que conduzcan a elementos volátiles que se unen en un planeta para sustentar la vida como la conocemos", concluye.
Además, este estudio señala que un planeta del tamaño de Marte pudo ampliar la cantidad de carbono y nitrógeno en la Tierra, lo que explicaría que el volumen coincida con la cantidad de esos elementos en nuestro planeta.
La noticia se expandió por los medios de comunicación a partir del 23 de enero pasado: La Jornada, La Opinión de Murcia y Eurek Alert, El Nuevo Dia, entre otros.
Y como aún me encontraba bajo el impulso “lunático” del inicio de 2019, me pareció correcto hablar de nuestro satélite natural, considerando para ello las conexiones que tiene desde hace muchos siglos.
La Luna y sus nombres en las diferentes culturas: Selene, Artemisa (Griegas), Sin (Babilonia), Sinaí (Acadia), Nannar (Sumerios), Diana (Romana), Jonsu (Egipcia), Coyolxauhqui (Azteca), Mama Quilla (Inca), Maní (Nórdica), Tsukuyomi (Japonesa), Bimbaio (Papués), Nik (Uruk en Mesopotámia).
Fotografía. Una idea de larga duración acerca de cómo la Tierra recibió sus volátiles fue la Teoría del "Chapado Tardío". Tomada de La Jornada y a su vez de www Nasa Gov
En conclusión, la colisión planetaria que formó la Luna trajo vida a la Tierra. Es una parte de la familia, constituyó un elemento para la formación de la realidad terrestre, creo que es la causa por la cual es importante para todos nosotros.
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