Bennu formó parte de un cuerpo mayor que tuvo agua.
Dar seguimiento a lo que va ocurriendo con la misión espacial que en la zona de asteroides interactúa con “Bennu”, es una de las ocupaciones que en exclusiva nos reserva el logro alcanzado en estos que son los últimos días del año 2018, a nosotros los testigos de esta hazaña.
El reporte generado después de que la misión “Osiris-Rex” de la NASA, ya estacionada sobre el asteroide, revela, en función a los datos encontrados, que hay agua encerrada en las arcillas que conforman el material que forma al asteroide.
Entre otras investigaciones que se desarrollan a la par en estos momentos, está la de acompañar al asteroide, como si fuera su satélite, para conocer su desplazamiento real y con ello saber la manera en que estos “planetoides” se desplazan sin una onda gravitatoria definida.
Ilustración de la ubicación de “Bennu” en el sistema solar.
Tomada de Science Nature Pinterest.
Después del día tres de diciembre pasado, en el que la nave se posicionó a diecinueve kilómetros del asteroide, los científicos encargados del control de la nave de la misión, se avocaron a dirigir tres de los instrumentos con que está dotada, y dieron inicio a la observaciones programadas en la misión, las que culminaran con la recolección de muestras que serán cabalmente estudiadas en nuestro planeta.
Los datos obtenidos de los dos espectrómetros de la nave espacial, el “OSIRIS-REx Visible e Infrared Spectrometer” (OVIRS) y el “OSIRIS-REx Thermal Emission Spectrometer” (OTES), revelan la presencia de moléculas que contienen átomos de oxígeno e hidrógeno unidos entre sí, conocidos como "hidroxilos".
"El equipo sospecha que estos hidroxilos existen por todo el asteroide en minerales arcillosos que contienen agua, lo que significa que en algún momento, el material rocoso de "Bennu" interactuó con el agua”, agregó la NASA en un comunicado. Pero también se explica que la presencia de estos “hidroxilos”, se cree, es apenas residual.
Si bien “Bennu” en sí es demasiado pequeño como para haber alojado agua líquida, el hallazgo sí indica que en algún momento hubo agua líquida en el cuerpo del que se desgajó “Bennu”, un asteroide mucho más grande.
La doctora Amy Simon, científica adjunta de instrumentos de “OVIRS” en el centro de vuelo espacial Goddard de la NASA ubicado en Greenbelt, Maryland, declaró: “La presencia de minerales hidratados en el asteroide confirman que “Bennu” es un remanente de la formación temprana del sistema solar, y es un espécimen excelente para estudiar la composición de compuestos volátiles y orgánicos primitivos”.
Y agregó: "Cuando la misión lleve a la Tierra las muestras de este material, en el año 2023, los científicos recibirán un tesoro de nueva información sobre la historia y la evolución de nuestro sistema solar".
Además, los datos obtenidos de “OSIRIS-REX Camera Suite” (OCAMS) corroboran las observaciones telescópicas hechas desde la Tierra de "Bennu", confirmando el modelo original desarrollado en 2013 por el Jefe del Equipo de Ciencia “OSIRIS-REx”, Michael Nolan y sus colaboradores.
Ese modelo predijo la forma real del asteroide, con el diámetro, la velocidad de rotación, la inclinación y la forma general de “Bennu” presentados casi exactamente según lo proyectado.
Una de las características extremas del modelo de forma predicha es el tamaño de la gran roca cerca del polo sur de “Bennu”. El modelo de forma con base en tierra calculó que esta roca tenía al menos 33.10 metros de altura.
Los cálculos preliminares de las observaciones de “OCAMS” muestran que la roca está más cerca de 50 metros de altura, con un ancho de aproximadamente 55 metros.
El material de la superficie de “Bennu” es una mezcla de regiones muy rocosas, llenas de cantos rodados, y unas pocas regiones relativamente lisas que carecen de cantos rodados, sin embargo, la cantidad de cantos rodados en la superficie es mayor de lo esperado.
El equipo realizará observaciones adicionales a rangos más cercanos para evaluar con mayor precisión dónde se podrá posteriormente tomar la muestra que después viajará hasta la Tierra.
"Nuestros datos iniciales muestran que el equipo eligió el asteroide correcto como el objetivo de la misión OSIRIS-Rex, no hemos encontrado ningún problema insuperable en “Bennu” hasta ahora y la nave espacial está en buen estado con los instrumentos científicos funcionando mejor de lo necesario. Ya es hora de que comience nuestra aventura", dijo Dante Lauretta, profesor de Ciencia Planetaria y Cosmo Química y actualmente investigador principal de “OSIRIS-REx” en la Universidad de Arizona, Tucson.
La misión actualmente está realizando un estudio preliminar del asteroide, volando la nave en pases sobre el polo norte, el ecuador y el polo sur de “Bennu” en rangos tan cercanos como siete kilómetros para, con ello, determinar con mayor exactitud la masa del asteroide.
Los científicos e ingenieros de la misión deben conocer la masa del asteroide para diseñar la inserción de la nave espacial en órbita, porque, la masa afecta la fuerza gravitacional del asteroide en la nave espacial.
Conocer la masa de "Bennu" también ayudará al equipo científico a comprender la estructura y composición del asteroide.
Tomada de Daniel Marin / Naukas
Esta encuesta también brinda la primera oportunidad para que el “Altimetro Láser OSIRIS-REx” (OLA), un instrumento que aportó la Agencia Espacial Canadiense, haga observaciones, ahora que la nave espacial está tan cerca de "Bennu".
La primera inserción orbital de la nave espacial está programada para el 31 de diciembre, y la nave permanecerá en órbita hasta mediados de febrero de 2019, que será cuando salga de ella para iniciar otra serie de sobre vuelos e inicie la siguiente fase de reconocimiento.
Durante la primera fase orbital, se establecerán nuevos récords, la nave espacial describirá giros en torno al asteroide en un rango que va de los 1.4 a 2 kilómetros del centro de "Bennu", ello se hará para el cuerpo más pequeño jamás orbitado por una nave espacial, y también con la órbita más cercana aun cuerpo planetario descrita por cualquier nave espacial.
Así fluye información sobre los viajes a los asteroides que se han estado estudiando, y principalmente con “Bennu”, pero no ha sido el único, ni el avance se restringirá a la expedición que se ha narrado. El alcance es mayor y ahora presentó una imagen comparativa de los tres “planetoides” recién visitados.
Ilustración comparativa de los asteroides “Bennu”, “Itokawa” y “Ryugu”.
Tomada de NASA/XACA/Daniel Bianchino.
Debemos estar al pendiente de los descubrimientos que logren las misiones espaciales, actualmente en marcha, seguramente harán historia.





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