Nuestros Antepasados Mamíferos en la Etapa: Roedores
En
la ciudad de Londres, el año pasado, se dio a conocer que él
estudiante Grant Smith, halló en el sudoeste de Inglaterra varios
dientes de animales parecidos a los “mamíferos roedores actuales” y que vivieron
hace 145 millones de años, concluyendo que pertenecieron al linaje de mamíferos
vinculados con el hombre, anunció la Universidad de Portsmouth.
En
el sur de la isla de Gran Bretaña, existe una costa, la que les
limita con el “Canal de la Mancha”, la cual es conocida como
“Costa Jurásica”, que se extiende por 153 kilómetros, con sus
accidentes geográficos y su geología importante, tanto así, que ha
propiciado que se le otorgue la distinción de Patrimonio de la
Humanidad. Y es que si estás ahí, el lugar te hace retroceder en el
tiempo, e imaginar como fue la vida hace millones de años, en la Era
Mesozoica, abarcando sus tres períodos: Triásico el más antiguo , Jurásico (intermedio) y Cretácico (el más
reciente).
Esta
Era, se ha establecido inició a partir de la “Gran Extinción
Masiva” ocurrida hace 250 millones de años, en la que
desaparecieron entre el 90 y 95% de las especies marinas y el 70% de
los vertebrados terrestres. Mientras que su límite reciente se ha
fijado en 65 millones años, cuando un nuevo evento ha propiciado la
extinción masiva del 50% de los géneros. La primera se conoce como
la “Extinción del Pérmico – Triásico” y la segunda
“Extinción del Cretácico – Terciario”.
El
lapso de 185 millones de años, que duró el Mesozoico
aproximadamente, fue rico en aportaciones a la evolución de la vida,
de la variación de la corteza terrestre (deriva continental), en
condiciones climáticas favorables al desarrollo de las especies. Los
científicos le llaman “Era de los Dinosaurios” por los animales
dominantes y “Era de las Cícadas”, por las plantas que
impusieron su estancia sobre otras.
Cuando
menos se espera salta la prueba, la que nunca antes se había
presentado, generando respuestas a preguntas viejas que no habían
sido satisfechas, pero implícitamente generando nuevas preguntas a
resolver.
Ilustración de la Universidad de Portsmouth.
"Son
los primeros fósiles irrefutables que pertenecen al linaje que llevó
a la especie humana. También son los antecesores de la mayoría de
mamíferos vivos hoy en día, incluidas criaturas tan diversas como
la ballena azul y la musaraña pigmea", señaló la universidad
en un comunicado. Esta Universidad pública se encuentra en la ciudad
homónima, ubicada en el condado de Hampshire, sobre la misma línea
costera del Canal de la Mancha; y entre las muchas carreras que ofrece
se encuentra la de Paleontología.
Grant
Smith, un estudiante del primer ciclo de la Universidad, hizo este
descubrimiento al revisar pequeñas muestras de rocas del Cretáceo (145
a 66.5 millones de años, duración 79 millones de años) de la costa jurásica de Dorset, un lugar donde se han
hallado muchos fósiles prehistóricos.
"De
forma totalmente inesperada, encontró dos dientes bastante
sobresalientes, de un tipo que nunca se había visto en rocas de esta
era. Me pidieron que las mirara y dar una opinión y desde el primer
vistazo me quedé boquiabierto", contó el doctor Steve Sweetman
(graduado en Oxford en 1976), investigador en esa universidad, quien
identificó el descubrimiento.
Este
especialista en pequeños vertebrados de la era de los dinosaurios
cree que estos dientes pertenecen a pequeñas criaturas con pelo,
probablemente nocturnas. Una de ellas podría ser un animal
escarbador y que probablemente comía insectos, y el más grande
quizás podía comer plantas también.
"Los
dientes son de un tipo muy avanzado, que pueden perforar, cortar y
machacar los alimentos. También están muy desgastados, lo que
sugiere que los animales a los que pertenecieron vivieron hasta una
edad avanzada para su especie. Lo que no es poca cosa cuando se vive
rodeado de dinosaurios depredadores", comentó el doctor
Sweetman.
Los
primeros animales aproximados a los mamíferos surgieron a partir de los reptiles, que
evolucionaron a la forma intermedia de unos y otros conocida como
“Sinápsidos”.
Sus
fósiles más antiguos son muy parecidos a los reptiles, presentaban
un aspecto como de lagartos desnudos, sin escamas ni pelo; y los
últimos ya se parecen a los verdaderos mamíferos, aunque se
desconoce cuando fue que adquirieron las características principales
de los mamíferos, como son: tener pelo y glándulas mamarias, en
consecuencia de que los tejidos blandos del organismo normalmente no
dejan huella fósil.
Fueron
éstos los primeros en presentar diversidad en sus dientes:
incisivos, caninos y molares. Los más primitivos presentaban varios
huesos en la mandíbula inferior, y que al evolucionar fueron
desapareciendo, en número y tamaño. Y se transformaron en los
huesecillos que forman el oído medio de los mamíferos (el angular
fue el hueso timpánico, el articular se convirtió en él martillo,
y el cuadrado (de la mandíbula superior) evolucionó en él yunque),
cabe mencionar que el hueso llamado estribo ya aparece en el oído
reptiliano. Y la mandíbula se constituyó por un único hueso.
A
continuación de los sinápsidos aparecieron los llamados terápsidos,
que mantenían una posición cuadrúpeda con las patas dispuestas
verticalmente debajo el cuerpo. Desarrollaron el paladar secundario y
diversidad en sus dientes para realizar diversas funciones. Mientra
tanto, las falanges (huesos de los dedos) de manos y pies, que en los
reptiles siguen la formula 2-3-4-4-5, evolucionaron a 2-3-3-3-3,
propia de los mamíferos. Esta perduró hasta los homínidos, pueden
contarlas en sus propias manos.
Una
de estas especies fue bautizada Durlstotherium newmani, un guiño a
Charlie Newman, propietario de un pub de la localidad de Worth
Matravers, cerca del lugar del descubrimiento. Al otro se lo llamó Durlstodon ensomi, en homenaje a Paul Ensom (curador del Museo de
Historia Natural de Londres, ahora retirado), y a su "gran
contribución a la paleontología de la región de Purbeck".
Y los descubrimientos de mamíferos antiguos continúan, tendremos nuevas especies de características sorprendentes, que nos ayudaran a tener una versión más aproximada a la verdadera, y con ello una comprensión que nos convierta en mejores acompañantes, más humanos, para el trato con animales y plantas, nuestros compañeros de planeta.
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